No cabe duda que la sangre es esencial para los sistemas de salud, que requieren de ella no solo para transfusiones que permiten salvar vidas o ayudar a recuperar la salud de los pacientes, sino también para avanzar en investigaciones clínicas y biomédicas que contribuyen a asegurar el éxito de procedimientos terapéuticos y quirúrgicos1. Por esta razón las donaciones de sangre son fundamentales para asegurar el éxito de cirugías o atender casos de emergencia, de ahí la importancia que a nivel mundial se estimule y supervise en todos los países, y a través de los bancos de sangre, la donación y recolección de este preciado líquido el cual es vital para la supervivencia de miles de personas2.
Aún cuando los procedimientos de transfusiones sanguíneas son comunes como alternativa terapéutica y se consideran procesos sencillos, también implican algunos riesgos para los pacientes3; esto hace que sea necesario que una vez recolectada, se realicen pruebas en la sangre para determinar o detectar riesgos o elementos que pueden transmitir enfermedades del donante al receptor, entre ellas anticuerpos de VIH 1 y 2, hepatitis C, antígenos de superficie para hepatitis B, serología para sífilis, entre otros4. Se infiere que cada año se practican en el mundo entero 234 millones de cirugías complejas que requieren de transfusiones de sangre para los pacientes5,6.
Se estima que a nivel mundial en el año 2021 se donaron 80 millones de unidades de sangre. De ellas, el 38 % se da en los países en desarrollo7. De igual forma África subsahariana requiere de 18 millones de unidades de sangre al año. Sin embargo, sólo se llegó al 15 % de la sangre necesaria8, esto se debe a que los donantes de sangre suelen suministrar el valioso líquido cuando familiares o amigos requieren una transfusión de sangre para una operación. En los países desarrollados la mayoría de los donantes son voluntarios, no remunerados9. La Organización Mundial de la Salud para el año 2013, calculó que durante el periodo de referencia se recogieron en total 112,5 millones de donaciones de sangre en 180 países. De ellas, 100,6 millones fueron donaciones de sangre total y 11,9 millones fueron donaciones por aféresis. Estas donaciones procedían de todos los tipos de donantes de sangre (voluntarios no remunerados, familiares o de sustitución y remunerados)10.
En Japón, se prevé que el número de donaciones de sangre decrezca de 5 260.000 en el año 2012 a 4 770.000 en el 2025 (9,3 %). Este descenso se asocia principalmente a donantes de entre 20 y 30 años. Además, se estima que en 2025 serán necesarias 5 660.000 donaciones. Esto representa un 15,7 % de las donaciones para ese año, y se espera que el porcentaje se duplique en el 2050. También se prevé que Alemania y Estados Unidos experimenten dificultades similares para reclutar un número adecuado de donantes de sangre, lo que se agrava por el envejecimiento de la población y criterios de selección de donantes cada vez más estrictos11. La Organización Mundial de la Salud (OMS) especifica un mínimo de 10 donaciones por cada 1000 habitantes. La tasa por 1 000 habitantes actualmente es de 31,5 donaciones en los países de renta alta, 15,9 en los de renta media-alta, 6,8 en los países de renta media-baja y 5 en los países de renta baja12.
Se observa un aumento significativo estadístico en relación a la demanda de transfusiones de componentes sanguíneos con reducción de las tasas de donación de sangre. Esta perspectiva temporal apunta a una futura escasez de sangre, debido al incremento en la población anciana y la reducción notable del tamaño de la población apta para donar13.
El objetivo del presente estudio consiste en las estadísticas recientes relacionadas con la donación de sangre humana a nivel mundial, de manera adicional, presentar un análisis de clasificación en relación al tema entre regiones.
Materiales y métodos
El estudio es descriptivo comparativo exploratorio de carácter unidimensional. La información fue recopilada de la Organización Mundial de la Salud, World Population Review and Statistical. Para el análisis de la información se empleó la técnica multivariada denominada análisis de clúster. Se utilizó el paquete estadístico R versión 3.4.1.
Resultados
La tasa de donación de sangre por cada 1 000 personas es de 32,6 en los países de ingresos altos, 15,1 en los de ingresos medios altos, 8,1 en los de ingresos medios bajos y 4,4 en los de ingresos bajos. Ver Figura 1.
Los tipos de sangre O-, A-, B- y AB- son las de menor porcentaje de existencia en las diferentes regiones del mundo. La sangre O+ es más frecuente encontrarla en América, la A+ en Oceanía, la B+ en Asia al igual que la AB+, como se puede apreciar en la Tabla 1.
Tipo | Asia | América | África | Europa | Oceania | Medio Oriente |
---|---|---|---|---|---|---|
O+ | 36,6 | 54,5 | 46,7 | 33,3 | 42,3 | 41,8 |
A+ | 27,5 | 27,8 | 26,7 | 35,8 | 33,4 | 27,7 |
B+ | 25,0 | 8,4 | 15,8 | 11,9 | 10,4 | 16,6 |
AB+ | 7,4 | 2,1 | 3,7 | 4,8 | 3,2 | 4,8 |
O- | 1,3 | 4,3 | 3,0 | 5,9 | 5,0 | 4,4 |
A- | 1,1 | 2,0 | 1,7 | 6,2 | 3,6 | 3,1 |
B- | 0,8 | 0,7 | 2,1 | 1,2 | 1,5 | 1,1 |
AB- | 0,3 | 0,2 | 0,3 | 0,9 | 0,6 | 0,5 |
Fuente: World Population Review and Statistical
En la Tabla 2, se puede apreciar que en un mismo clúster figura Europa y Oceanía en relación a la donación de sangre, en otro grupo se clasifica África y Medio Oriente. América y Asia se encuentran en grupos independientes. El tipo de sangre B- y AB- pertenecen a un mismo clúster en relación al porcentaje de sangre existente a nivel mundial, igual sucede con los tipos de sangre A+ y O+. La sangre tipo B+ pertenece a un único grupo.
La sangre O+ es más frecuente encontrarla en países de América, de manera especial en Sudamérica, la presencia de sangre A+ posee mayor diversidad de países ubicados en Europa, África y Asia, donde se destaca Armenia como la nación que tiene el mayor porcentaje. La sangre B+ es más común encontrarla en países ubicados en Asia, mientras el tipo de sangre AB+ presentan las estadísticas más bajas en términos porcentuales (Tabla 3).
Alemania presenta la mayor tasa de donación de sangre, seguido de Dinamarca. En general se aprecia que en los países de Europa existe mayor cultura de donación, mientras en naciones ubicadas en África y algunos países de Asia, se dan las estadísticas más bajas en relación al tema (Tabla 4).
Discusión
Donar sangre es donar vida, por eso no puede negarse que el aporte más valioso y preciado que alguien puede dar a otra persona que requiere este vital líquido para recuperar su salud es precisamente la donación; la sangre contribuye diariamente a la recuperación de millones de pacientes en el mundo entero. La transfusión sanguínea ha permitido grandes avances en el tratamiento médico de enfermedades, especialmente traumas y procedimientos quirúrgicos. Esto ha hecho que los requerimientos de los servicios de transfusión sanguínea aumenten considerablemente alrededor del mundo14.
Se estima que sólo el 5 % de la población en los países desarrollados dona sangre de manera voluntaria1. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, cada año, en unos 13 000 centros de donación de 176 países, se obtienen 112,5 millones de unidades de sangre, lo que significa que por lo menos se dan 10 donaciones por cada 1 000 habitantes10. Donar sangre para ayudar a otra persona a recuperar su salud es considerado un acto libre y generoso, una acción altruista que beneficia a otro ser humano. No obstante, la demanda de este preciado líquido es alta, de ahí que, con el fin de asegurar la salud y la vida de muchos pacientes, la donación debe hacerse de manera regular15. Precisamente y por ser este un acto voluntario que no implica remuneración alguna, las entidades encargadas estimulan esta acción destacando la importancia de hábitos de vida saludables de los donantes, así como también buscan implementar nuevas estrategias para asegurar y convocar nuevas personas para que se conviertan en donantes16.
En el proceso de donación se presentan riesgos adicionales que deben ser vigilados y controlados por las personas encargadas de los bancos de sangre. En ocasiones, ante la gran cantidad de donantes, y con base en la información que se obtiene de cada uno, puede existir un riesgo individual, especialmente en el caso de que se acepte a una persona que presente algún riesgo conocido así sea bajo, lo que puede generar una situación complicada que nadie se espera17,18.
Análisis de clúster por tipo de sangre | |||
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Clúster 1 | Clúster 2 | Clúster 3 | Clúster 4 |
B+ | O+ | AB+ | B- |
A+ | O- | AB- | |
A- | |||
Análisis de clasificación por zona geográfica | |||
Clúster 1 | Clúster 2 | Clúster 3 | Clúster 4 |
Europa | África | América | Asia |
Oceania | Medio Oriente |
Fuente: elaboración propia con base en la información de la OMS y World Population Review and Statistical
O+ | A+ | B+ | AB+ | ||||
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Chile | (85,5) | Armenia | (46,3) | India | (38,1) | Bangladesh | (16,8) |
Ecuador | (75,0) | Norway | (41,6) | Tailandia | (36,8) | North Corea | (11,3) |
Perú | (70,0) | Malta | (41,0) | Bangladesh | (34,5) | South Corea | (10,9) |
Zimbabue | (63,0) | Cyprus | (40,3) | Pakistán | (34,4) | Japón | (9,9) |
El Salvador | (62,0) | Portugal | (39,8) | Myanmar | (32,7) | Pakistán | (9,5) |
Colombia | (61,3) | Japón | (39,8) | Vietnam | (30,8) | India | (8,9) |
Congo | (59,5) | Uganda | (39,0) | North Corea | (30,1) | Nepal | (8,6) |
México | (50,1) | Cameroon | (38,8) | Indonesia | (28,8) | Kazakstán | (8,3) |
Venezuela | (58,3) | Switzerland | (38,0) | Malaysia | (27,3) | Hungría | (8,0) |
Honduras | (57,5) | Turkey | (37,8) | Nepal | (27,1) | Indonesia | (7,9) |
Fuente: OMS y World Population Review and Statistical.
Los datos suministrados por la Organización Mundial de la Salud en el año 2022, muestran un incremento significativo en las donaciones de sangre de manera voluntaria y no remunerada en los países de ingresos bajos y medios, se destacan las siguientes estadísticas: 119 países han reportado un aumento de 10,7 millones de donaciones de sangre de donantes voluntarios no remunerados entre 2008 y 2018.
El mayor aumento se da en la Región de Asia Sudoriental (127 %), seguida por la Región de las Américas (81 %) y África (81 %). El máximo aumento en cifras absolutas se registró en la Región del Pacífico Occidental (4,15 millones de donaciones), seguida de Asia Sudoriental (3,05 millones) y África (1,53 millones de donaciones). 79 países obtienen más del 90 % de su suministro de sangre de donaciones voluntarias no remuneradas (38 países de renta alta, 33 de renta media y ocho de renta baja). Esto incluye 64 países con el 100 % de su suministro de sangre procedente de donantes de sangre voluntarios no remunerados. En 54 países, más del 50 % del suministro de sangre sigue dependiendo de donantes de sangre proveniente de familiares o de pagos efectuados para la donación12.
Un indicativo de la gran necesidad que tiene África de incrementar los procesos de transfusión de sangre en su región, se evidencia en las altas tasas de mortalidad entre madres e infantes debido a complicaciones que tienen relación directa con el embarazo. Se estima que el 34 % de las muertes maternas son consecuencia directa de sangrados graves durante y después del parto; asimismo, otras enfermedades que incrementan las tasas de mortalidad en la región, y que podrían reducirse con un mayor número de unidades de sangre donadas, son el paludismo y la anemia19.
Países con mayor tasa de donación | Tasa | Países con menor tasa de donación | Tasa |
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Alemania | 57,8 | Congo | 6,4 |
Dinamarca | 50,8 | Togo | 6,3 |
Suecia | 50 | Uganda | 5,9 |
Grecia | 49,3 | Burundi | 5,7 |
Luxemburgo | 46,7 | Chad | 5,3 |
Estonia | 45,9 | España | 5,4 |
Eslovenia | 45,1 | Filipinas | 5,3 |
Bélgica | 44,9 | Sudan | 5,1 |
Italia | 44,3 | Senegal | 5,1 |
Corea | 44,3 | Nigeria | 4,4 |
Suiza | 43,5 | Bangladesh | 3,9 |
Croatia | 42,2 | Kenia | 3,8 |
Finlandia | 41,3 | Guinea | 3,7 |
Francia | 39,9 | Tanzania | 3,4 |
Slovak | 39,1 | Cambodia | 3,4 |
Cuba | 36,4 | Mauritania | 2,9 |
Israel | 35,8 | Afganistán | 2,5 |
Australia | 35,1 | India | 0,7 |
Portugal | 33,8 | Corea del Norte | 0,3 |
Fuente: Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según un estudio realizado al noreste de Alemania durante el año 2017, las donaciones de sangre por cada mil habitantes disminuyeron en un 28,1 % en el rango etario de 31 a 40 años. No obstante, se presentó un incremento del 17,1 % en las donaciones por parte de adultos entre 51 y 60 años, y del 12,5 % en los que se encuentran entre los 61 y 69 años20. Otro factor que influye en la donación es el pensamiento familiar, la influencia familiar respecto a este tema preocupa y desestimula la donación, así se encontró mayor interés en donar y recibir sangre solo de la misma familia21.
De acuerdo con los comportamientos analizados en Japón, especialmente en la población entre los 20 y 30 años, se estima que las donaciones bajarán un porcentaje significativo cercano al 10 % para los próximos dos años. Esto va en contravía de las necesidades reales11. Estudios realizados en Estados Unidos indican que, de un total de 953 926 donaciones, el 16,8 % de ellas corresponden a donantes primerizos y el 83,2 % a personas que han donado dos o más veces. De ese total, el 55 % de los donantes corresponden al sexo femenino y el 45 % al masculino. Asimismo, el 44,7 % del total corresponde a adultos con 55 años o más, y el 94,4 % fueron donantes de raza blanca22.
Según un estudio realizado entre personas que habitan los Países Bajos y son procedentes África, se determinó que fue motivador, especialmente para las personas que nunca habían donado (50 %) recibir información relacionado con las ventajas de este procedimiento, además, esta práctica fue asociada directamente a la intención de donar (p<0,05). Asimismo, se encontró que hubo otros motivadores para estimular el propósito de donar, como los incentivos no monetarios, los factores de conveniencia y la conciencia sobre la importancia de hacerlo. Se encontró además que el 8 % de quienes en alguna oportunidad han donado y el 25 % que nunca han donado, han tenido temor por no sentirse bien de salud o por el estrés que puede generar esta acción. Otras barreras como las preferencias, la religión o la desconfianza son reportadas con menor frecuencia como impedimento para donar23. En África, entre el 60 % y el 90 % de la sangre donada se da como respuesta del donante a las necesidades específicas de un paciente que los conoce o es familiar24.
En América Latina las estadísticas reflejan una amplia diversidad a la hora de determinar el abastecimiento de sangre. Es así como se registra que en Colombia cerca del 93 % de las unidades que tienen los bancos de sangre corresponden a donaciones voluntarias, mientras que en Brasil y Argentina la donación voluntaria corresponde al 50 % de unidades, y en Perú esta cifra es del 5 %, la más baja de la región25.
Asegurar el suministro de sangre necesario para atender pacientes por diversos tipos de enfermedades y por accidentes, se ha convertido en un desafío para los países en desarrollo, especialmente por la gran influencia que en esta decisión tienen las familias entre sus integrantes y por el hecho de que en la región se ha acostumbrado a los donantes remunerados, lo que trae consigo riesgos de infección por transfusión26. A esto se suman otras causas que hacen que las personas se nieguen a donar, como el temor a las agujas, la impresión que genera ver sangre, el miedo a enfermarse o marearse, el rechazo a los mismos centros asistenciales en donde se realizan estos procedimientos, experiencias negativas e inclusive la percepción de poca intimidad o dificultades de acceso27.
El principal reto de quienes están al frente de este proceso, aunque no se puede garantizar que una donación sea completamente segura, es implementar todos los mecanismos necesarios para que la donación sea lo menos riesgosa posible para todos, tanto donantes como receptores y el mismo personal de salud. Temas como verificar el estado de salud de quienes acuden a donar voluntariamente, lo que califica como un riesgo adicional, es un asunto que el responsable del banco de sangre debe validar. Ante la cantidad de personas que donan, no deja de existir un riesgo individual que puede generar un alto riesgo en algún receptor, de ahí la necesidad de evaluar en detalle cualquier riesgo que la persona pueda tener, así sea bajo.
Conclusiones
Es fundamental incentivar en las naciones los programas de educación sobre la importancia de donar sangre. De una buena comunicación con el apoyo de los medios masivos, depende que las comunidades tomen conciencia sobre la necesidad de aportar a la salud de todos donando sangre.
Una manera de motivar a las personas, es generar incentivos monetarios y no monetarios. Sin embargo, es necesario asegurar una buena comunicación para derribar algunas barreras entre los posibles donantes, como la falta de información veraz que incluya los beneficios de esta práctica. No cabe duda que las connotaciones religiosas, espirituales, culturales, raciales entre otros, son componentes desalentadores asociados con la donación de sangre.