INTRODUCCIÓN
El bullying se caracteriza por un comportamiento de acciones violentas sobre la misma persona, agresiones a nivel físico y psicológico, desigualdad entre el agresor y la víctima, la intencionalidad del agresor de hacer daño (Mendoza y Maldonado, 2017). En la década de los setenta se realizó la primera investigación sistemática sobre el acoso por el psicólogo noruego Dan Olweus quién conceptualizó como un tipo específico de agresión relacional y de comportamiento violento en centros de enseñanza donde se causa daño físico y psicológico de un estudiante a otro. (Herrera et al., 2018). Además, refiere una violencia que expresa burlas, groserías, peleas, conductas agresivas de otros compañeros, para someterlo, asustarlo y/o amenazarlo, atentando contra su dignidad.
Al respecto, Delors (1986) citado por Ruiz (2019) sustenta que, es un reto para el sistema educativo actual el “aprender a vivir juntos”, pues, para lograr el aprendizaje significativo se necesita el respeto entre pares, el cuidado personal y de los demás. Sin embargo, pueden surgir desacuerdos y comunicación inadecuada dando lugar a conflictos interpersonales, que puede convertirse en violencia incontrolable e incluso invisible dentro del ámbito escolar.
Beane (2006) citado por Morales y Villalobos (2017) menciona que el acoso escolar es un fenómeno abusivo que se identifica por malos tratos, hostigamiento y exclusión social, de manera que, cuando aparece contamina el clima de relaciones interpersonales causando sensación de malestar que termina afectando a las personas y a las actividades que las personas tienen que realizar juntas. Dentro de tantas investigaciones y la revisión de estudios sistemáticos, el reconocido psicólogo Dan Olweus realizó la primera publicación de estudios científicos del bullying denominado “Agresión en las escuelas”, en la cual manifestó que se trata de una realidad escolar y se relaciona con el maltrato físico o verbal de un estudiante (o grupo) a otro en particular, de modo que, clasificó como acciones negativas y lo definió como un tipo de comportamiento agresivo ejercido de forma intencional y repetida sobre una víctima que se encuentra en una posición total indefensión a respecto a su agresor (Borja et al., 2020).
En efecto, se basa en una conducta de persecución física o psicológica que realiza una o más personas intimidando en repetidas ocasiones durante un tiempo prolongado a otra persona. Para Piñuel y Oñate (2005) citado por Loret et al. (2019) se refiere a un maltrato verbal y constante que recibe un estudiante por parte de uno a más compañeros que manejan un comportamiento indebido y cruel hacia la víctima con la finalidad de someterlo, opacarlo, ridiculizarlo, asustarlo y/o amenazarlo, ocasionando daños permanentes como depresión, baja autoestima, trastornos de ansiedad, etc.
Desde otro punto de vista, Lisbosa y Koller (2009) citado por Olivera y Yupanqui (2020) es un proceso de violencia y que está ligado a graves factores de riesgo en el futuro de las víctimas tales como el suicidio, la depresión, así como también, para los agresores tienden a tener dificultades con los demás como la delincuencia, violencia entre otros, para ello, se exige intervenciones urgentes y puntuales.
Según Enriquez y Montoya (2020) hace alusión a la violencia escolar como violencia entre iguales, que deriva del término mobbing, que comprende de un conjunto de personas que se dedican al asedio y/o una persona que atormenta, hostiga y molesta a otra. Desde otra perspectiva, Machimbarrena et al., (2019) realizó revisiones sistemáticas que subrayan como factor principal que el ambiente familiar está asociado al fenómeno del bullying por la falta de apoyo, la supervisión de los padres de familia y sobre todo la falta o mala comunicación. En caso contrario si se tiene una buena relación familiar entre los miembros familiares tendrá una base sólida, protectora y la existencia de una buena comunicación que evitará ante cualquier fenómeno que se le presente.
Respectivamente, UNESCO (2019) menciona que la violencia y el acoso escolar son problemas que siguen presentándose hoy en día a nivel mundial. Recientemente se realizó una investigación por medio de una publicación para poner fin a la violencia y el acoso escolar en la cual existen datos actualizados y completos sobre esta problemática que reúne datos cuantitativos y cualitativos que fueron realizadas en 144 países por medio de encuestas mundiales y regionales, en la cual se obtuvo resultados 32% por cada tres estudiantes uno ha sufrido de acoso por parte de sus compañeros cada fin de mes en el aula, también, la misma proporción ha sido afectada por la violencia física, siendo este el nivel más frecuente de violencia en muchas regiones siendo común entre los niños debido a la raza, la nacionalidad y el color de piel, mientras que en las niñas se manifiesta el acoso psicológico, también existe el aumento de acoso en línea y por teléfono móvil.
Sin embargo, pese a la gravedad del problema, se ha demostrado que algunos países han obtenido resultados favorables y hechos significativos para reducir o mantener una baja prevalencia de la violencia y la intimidación, esto se debe al esfuerzo político y factores como la formación, colaboración, información y seguimiento que se ejecutaron para lograr el fin del acoso escolar.
Tal y como señala Briones (2020) que muchas investigaciones y/o trabajos plantean que el acoso es un problema presente todos los días y en todos los países causando en muchas ocasiones efectos perjudiciales en las personas acosadas. Por su parte, Ruiz (2019) menciona que existe una herramienta para enfrentar al bullying denominada bioética, que propone aplicarlo en la Educación Básica Regular para así evitar y prevenir el acoso escolar. Por lo tanto, una conducta frecuente de maltrato implica un riesgo psicosocial tanto para el agresor (o agresores), para la víctima, y otros del entorno mismo en la cual se ejerce un proceso de degradación moral. Por consiguiente, en base a estos conocimientos sobre el bullying o acoso escolar se lleva a cabo de manera consecuente e intencional por un tiempo determinado generando en la víctima una inestabilidad emocional que se ve reflejada en su conducta, en la interacción con la sociedad, en su proceso formativo, de modo que, el agresor presenta arrepentimiento para someter, asustar, humillar y degradar a la víctima, puesto que, el hecho de agredir le causa sensación de poder, superioridad y placer, ocasionado daños severos a nivel físico y emocional.
De acuerdo a lo anteriormente expuesto y como una alternativa para la difusión de los aspectos vinculantes al bullying escolar, se desarrolla el presente estudio con la intención de analizar los tipos, causas, efectos y métodos de prevención del bullying escolar en niños y adolescentes, para ello se recolecta, categoriza, codifica y se estructura la información considerando que aunque hay mucha información en torno al acoso escolar sigue siendo un problemática vigente y latente dentro de las instituciones educativas.
METODOLOGÍA
El estudio se desarrolló bajo el enfoque cualitativo porque de acuerdo a lo señalado por Martínez (2006) se identificó la naturaleza profunda de la realidad estudiada mediante su estructura dinámica y la comprensión de su comportamiento y manifestaciones. El método utilizado fue el fenomenológico que según el mismo autor conduce a estudiar y describir todos los elementos que conforman la esencia de la experiencia humana en un tema determinado. El proceso de recolección de la información se desarrolló a través de la revisión documental en tres etapas: la primera se realizó una búsqueda de investigaciones sobre bullying escolar. En la segunda se categorizaron los textos vinculados con el objetivo de investigación, las categorías fueron tipos, causas, efectos o consecuencia y métodos de prevención del bullying. Y la tercera etapa responde a la integración de la información recolectada que incluye la interpretación y presentación de la información seleccionada y categorizada, mediante el análisis descriptivo que permitió la elaboración del presente artículo.
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
El tema sobre el bullying o acoso escolar es una preocupación en la actualidad en Perú que ha puesto en alerta a toda la comunidad educativa, ya que el ámbito escolar es uno de los escenarios donde se originan las peores experiencias que puede enfrentar un estudiante. Sin embargo, es importante destacar que esta es una problemática global que se ha convertido en los últimos años en un problema de salud pública en muchos países del mundo, por lo que es una preocupación permanente dentro del ámbito escolar con alto riesgo para la salud mental en niños y adolescentes (Lugones y Ramírez, 2017).
El término bullying según Ojanen y Grönroos (2005) proviene del vocablo inglés "bull" que significa toro, por lo que bullying es la actitud de actuar como un toro en el sentido de pasar por sobre otro u otros sin ningún tipo contemplación, siendo las traducciones más comunes para este vocablo al español son matonaje, acoso, hostigamiento. El origen del bullying escolar según García y Ascensio (2015) no se encuentra en los centros escolares, sino que tiene sus raíces en el aprendizaje social de la violencia y el maltrato, así como en la psicodinámica de actores implicados. En el ámbito escolar Harris y Petrie (2006) señalan que el acoso escolar ocasiona conductas destructivas que forman barreras a las conexiones positivas con el resto de la comunidad educativa, es evidente que toda conducta de hacer daño tiene efectos negativos para todos: acosador, víctima y espectadores y son dolorosas en los años de escolaridad.
Tipos de bullying escolar
De acuerdo a la revisión documental realizada existen varios tipos de bullying, estos son las diferentes formas que el victimario puede utilizar para agredir a su víctima y se pueden resumir básicamente en seis tipos: física, verbal, ciberacoso, sexual, psicológica y/o social. En ocasiones estas pueden combinarse, siendo el psicológico de acuerdo a lo planteado por Morales y Villalobos, (2017) uno de los más comunes y el que transversa las demás formas de acoso escolar. La Universidad Internacional de Valencia [VIU] (2022) define estos tipos de bullying de la siguiente manera:
El bullying con agresión física según el autor es el tipo de acoso más común y especialmente utilizado por el sexo masculino. Implica un contacto físico entre el agresor y la víctima, se manifiesta en forma de golpes, empujones e incluso palizas de uno o varios agresores contra una sola víctima. En este tipo de acoso también puede producirse robo o daño intencional de las pertenencias de la víctima. Es considerado una de las de conductas de bullying más graves, ya que, además del daño psicológico, la víctima sufre daños a nivel físico que pueden llegar a ser muy graves.
El bullying por agresión verbal son acciones no corporales que se llevan a cabo con el objetivo de causar daños psicológicos y se caracteriza principalmente por el uso de palabras ofensivas, empleadas frecuentemente para llamar la atención como insultos, apodos despectivos, humillaciones, burlas, ridiculizaciones, resaltando condiciones físicas y/o diferencias sociales. El bullying de este tipo también incluye menosprecios en público, amenazas, sarcasmos, calumnias, injurias o rumores falsos. El bullying verbal resulta uno de los más dañinos y es más utilizado por las féminas en la adolescencia.
El bullying psicológico, es el más difícil de detectar, porque no utiliza el contacto físico, es una violencia sumamente efectiva para dominar con amenazas, intimidación, marginación o exclusión, siendo un mecanismo muy sutil o poco perceptible por lo adultos y que transversa como ya se ha mencionado todas las formas de acoso escolar. Este tipo de acciones dañan la estabilidad psicológica de la víctima afectando su autoestima y fortaleciendo sus temores e inseguridad en ellos. Con frecuencia los victimarios se valen de esta forma de acoso con el objetivo de afianzar las acciones llevadas a cabo con anterioridad, manteniendo así presente la amenaza.
La exclusión social es un tipo de acoso que consiste en la exclusión, el rechazo, dejar de lado de forma deliberada a la víctima en actividades con diferentes acciones, tales como, impedir su participación en entornos como en el patio, el aula de clases o en la cancha deportiva, también es frecuente dejar a la víctima sin equipo de trabajo sacarlos de los grupos en redes sociales entre otros. En este tipo de acoso se suele también ignorar o hacer como si no existiera la víctima, el decir se les permite el acceso a los diferentes accesos y actividades, pero se ignora su presencia.
El cyberbullying también denominado Ciberacoso suscita una serie de desequilibrio de fuerzas a nivel físico, social y psicológico entre el agresor y la víctima, en este tipo de acosos es muy claro el objetivo, que es hacer daño y pueden ser permanente, tratándose de violencia entre pares estudiantes del mismo centro educativo y se produce dentro de las aulas, instalaciones, actividades extracurriculares o fuera del entorno escolar por medio de un dispositivo móvil. Es una modalidad que surge a raíz del auge tecnológico en la actualidad y del impacto o crecimiento de las redes sociales, sus canales son muy variados pueden ser por mensajes de textos, páginas web y blogs, juegos online, correos electrónicos, chats, encuestas online de mal gusto, redes sociales y puede como mucha facilidad mantenerse invisible para los adultos por lo que se sugiere que tanto padres como docentes prestan especial atención y conocer qué tipo de comunicación y conversación mantiene los estudiantes por los diferentes canales tecnológicos.
Por último, pero no menos importante, está el bullying sexual, el cual se manifiesta en forma de asedio involucrando comentarios o actos de naturaleza sexual, tales como referencias malintencionadas a partes íntimas del cuerpo de la víctima, difusión de rumores de carácter sexual. También se da cuando se hace uso del internet para la difusión de fotografías o videos de la víctima desnudas o en actos sexuales, también se incluye en esta categoría el bullying homófobo, que ocurre cuando el maltrato hace referencia a la orientación sexual de la víctima por razones de homosexualidad real o imaginaria. En ocasiones este tipo de bullying da lugar a conductas de abuso sexual sobre la persona afectada.
Causas del bullying escolar
Briones (2020) señala que las causas del acoso se reflejan en estudiantes criados en un ambiente familiar desorganizado, con poco respeto y falta de diálogo, pues también que son expuestos ante la violencia y sufren también de agresión por sus parientes de modo que reproducen aquel comportamiento revirtiendo la situación. Por otro lado, los agresores buscan en sus víctimas un punto débil con el fin de agredir por medio de características físicas, condiciones económicas, culturales o con bajo rendimiento académico.
Por su parte, Brito (2018) citado por Briones (2020) menciona que el bullying es objeto de intimidación que tiene consecuencias negativas y comprende de agresiones físicas dejando daños irreversibles, no obstante, las secuelas más graves son las psicológicas y emocionales De igual modo, se evidenció que los hijos de padres agresivos tienen comportamientos de abandono y escaso apoyo hacia ellos que generalmente adoptan conductas abusivas y agresivas. Por consiguiente, de acuerdo a lo planteado por Hamodi y Jiménez (2018) el hogar y la escuela determinan la personalidad de los estudiantes, de tal manera que, si no se frena al momento los comportamientos indebidos desde la infancia puede provocar efectos mucho más graves en la edad adulta.
Por tanto, los factores que implica el desarrollo de una conducta agresiva en los estudiantes se encuentran en el hogar por la falta de cariño y atención, conductas violentas, exceso de libertad. En la escuela por la mala supervisión, falta de estrategias de motivación, escasa educación en valores, castigos humillantes y otros factores como los medios de comunicación (películas, programas, revistas, series, videojuegos) que transmiten ciertos tipos de violencia (Viscardi, 2011 citador Hamodi y Jiménez, 2018).
En este mismo orden de ideas, Machimbarrena et al. (2019) afirma que la causa fundamental del bullying proviene de las relaciones familiares y sus protagonistas, de acuerdo a su investigación en las víctimas de acoso se evidenció que provienen de los padres autoritarios, hogares disfuncionales (separación, abandono, etc.), poca armonía familiar, conflictos familiares (peleas y discusiones), falta de atención, poca comunicación con los hijos, sobreprotección entre otros. El análisis de la bibliografía revisada también demuestra que los cyber agresores tienen padres autoritarios, negligentes y la presencia de conflictos familiares.
Por tal razón, las causas que circunda al victimario y a la víctima en los procesos de bullying tienen mucho en común, el entorno es el principal factor influyente para adquirir conductas y formas de convivencia inadecuadas, lo que además ocasiona deterioro en lo cognitivo y emocional de los involucrados. Por ende, es importante no tomarse esta situación a la ligera identificando y detectando los primeros signos de acoso para intervenir correctamente y prevenir estas situaciones. Ya que, de acuerdo a lo planteado por Jiménez (2019) citado por Castro et al. (2020) en las instituciones educativas, el acoso escolar es la principal fuente de preocupación, porque esta afecta la convivencia de los actores del proceso de enseñanza-aprendizaje y permanece latente en las aulas, aunque esta problemática afecta a todos miembros, una agresión física puede alcanzar dimensiones incontrolables con la posibilidad de que la plana docente y directivos no sepan manejar o controlar adecuadamente los diversos contextos de bullying dando lugar a un verdadero campo de batalla.
Así como, Machimbarrena et al. (2019) en un estudio demostró que al tener un clima familiar favorable o adecuado en la cual predomina el apoyo, la comunicación, las disciplinas parentales y/o consistencia de normas, son herramientas fundamentales e impredecibles que otorgan protección contra el acoso escolar o bullying y actualmente el cyberbullying. No obstante, también se evidenció que existe padres autoritarios que establecen reglas excesivas y que dan poco afecto para con sus hijos, por otro lado, padres demasiado permisivos los que no establecen normas y límites, otro punto es, el clima familiar disfuncional en la cual consiste en un ambiente inadecuado expuesto a peleas, agresiones, violencias y cuadros de estrés, por último, de todo lo expuesto y la falta de apoyo, la supervisión y la carencia de comunicación está sujeto a crear o formar la victimización y agresión de bullying y/o cyberbullying. Esto significa que el entorno familiar es la máxima influencia y el pilar de la educación, desempeña un papel clave en la prevención, detección e intervención contra el acoso escolar.
Por otra parte, Loret et al. (2019) en su estudio manifestó que Cuba maneja un buen desempeño en la salud, sin embargo, con respecto al acoso no conocen en su totalidad su tratamiento y prevención de este procedimiento dañino que pone en riesgo otras enfermedades asociadas, por ello, lo define como un comportamiento indeseado y agresivo que conlleva al desequilibrio social, por tal razón, realizó un programa de intervención que propone la creatividad como vía de solución, un estudio aplicado a un grupo formativo de 18 adolescentes del Policlínico Bayamo, en el que demostró que dicho fenómeno cada día aumenta y es indispensable hacer frente y que su presencia es un mal subjetivo y objetivo con consecuencias perjudiciales a corto, mediano y largo plazo para la salud. El proceso de evaluación se llevó a cabo por especialistas quiénes ratificaron e incitaron a extender y perfeccionar la propuesta de intervención en base a cada grupo formativo y al contexto dado.
En este sentido, el autor manifiesta que el acoso escolar o bullying es un fenómeno social, una realidad para todos y una responsabilidad que está en nuestras manos, por ello, el artículo se centra en la investigación psicoanalítica de una solución creativa y que a raíz de todo lo sufrido el individuo tiene la capacidad de generar su propia libertad un camino que le lleve a generar salud y bienestar subjetiva que tiene como finalidad orientar, conocer, modificar hábitos, conceptos y conductas para obtener garantías de la salud mental, sin embargo, los resultados no fueron totalmente satisfactorios, ya que los adolescentes requieren y necesitan apoyo permanente.
Para Briones (2020) la autoestima es un factor importante para la salud, debido a que, se involucra afectivamente, socialmente y psicológicamente en cada persona, no obstante, en las personas que tienen un bajo nivel de autoestima va interferir inmediatamente en su salud mental, su bienestar y calidad de vida. Particularmente, este artículo nos invita a la reflexión sobre cómo la autoestima tiene el poder suficiente para prevalecer el bienestar humano, el que tiene una autoestima saludable posee beneficios para la salud y calidad de vida, de modo que, será inmune o poco vulnerable a los ataques emocionales de un determinado entorno.
Efectos del bullying escolar
Los efectos de esta problemática se pueden agrupar según García y Ascensio (2015) en dos grupos: consecuencias en el maltratado y consecuencias en el maltratador o quien ejerce el abuso. En el primero, afirma que quien es maltratado por un cierto período de tiempo en algún momento se convertirá en un abusador. Asimismo, el autor señala que el papel de víctima y victimario puede intercambiarse, pero que algunos estudiantes suelen ser maltratados con mayor frecuencia que otros, a esto según el autor Olweus (1978) lo llamó víctimas típicas y los describió como estudiantes ansiosos o inseguros. Con frecuencia son estudiantes cautelosos, sensibles y callados, normalmente cuando son atacados reaccionan con llanto y huida. Los estudiantes maltratados suelen tener baja autoestima, sufrir de estrés postraumático, ser pesimista con ellos mismos y con cualquier situación que se les presente, con frecuencia se sienten fracasados, avergonzados y poco atractivos. También suelen ser solitarios, con pocos amigos en la clase, rechazan la violencia y por lo general son físicamente más débiles que sus compañeros.
Del mismo modo, el autor agrega que según Elliot (2008) las consecuencias para la víctima en el acoso escolar pueden ser diversas entre las que se destaca: tener miedo de ir a la escuela, no querer ir o regresar solo caminando a la institución educativa, bajo desempeño escolar, llegar a casa con libros, ropa o tareas destruidos, mala alimentación porque le roban el dinero para la comida o la comida misma, volverse distraídos, tartamudear, iniciarse como maltratador de otro niños, desórdenes alimentarios, alteraciones estomacales, pesadillas, enuresis nocturna, extravío de sus pertenencias debido al robo por parte de su maltratador, llorar a escondidas sin razón aparente, golpes, moretones, cortaduras o rasguños sin explicaciones creíbles.
En relación a las consecuencias en el victimario o maltratador García y Ascensio (2015) señala que este puede sentir o presentar vacío interior, poca capacidad de adaptación, carencia de afecto enmascarado de una falsa valentía, también pueden ser personas coléricas, depresivas, impulsivas, desconfiados, poco sensibles y empáticos con lo demás. Suelen manifestar su sentimiento de inferioridad menospreciando a los demás y teniendo conflicto con todo tipo de autoridad, tales como padres, docentes y/o instructores. Con frecuencia presentan poco rendimiento o fracaso escolar ya que suelen plantearse metas poco exigentes o restarle interés a este tema. Cuando el bullying escolar no es controlado o gestionado adecuadamente el maltratador va escalando y puede llegar a tener problemas legales al incurrir en vandalismo, riña callejera, robo, desórdenes públicos o cualquier otro conflicto con la ley.
Además de las consecuencias en el maltratado y el maltratador, ya descritas, la Universidad Internacional de Valencia [VIU] (2015), agrega unos efectos vinculados al espectador, a quienes llama masa silenciosa y afirma que los estudiantes que mantienen una actitud condescendiente ante el bullying escolar y pasiva frente al sufrimiento ajeno, no son tan evidentes. Pero puede ocasionar en estos la sensación o idea de que no se puede hacer nada ante la injusticia, lo que puede afianzar una personalidad temerosa, donde valores como el esfuerzo, la tolerancia y/o la superación sean poco apreciados.
Prevención del bullying escolar
Según Hamodi y Jiménez (2018) se debe emplear modelos, programas y/o acciones enfocadas en la prevención y trabajar en función de ello para no esperar hasta que se manifieste en las aulas, por la cual plantean tres modelos: el primero; es el modelo constructivo de convivencia se refiere a una educación formativa en la que se realiza proyectos específicos o asignaciones acerca del tema abordado. El segundo, es el modelo socioafectivo que va más allá de una formación académica basada en emociones y sentimientos a fin de fomentar la empatía. Y el tercer modelo se basa en el trabajo comunitario que está constituido por todos los miembros de la comunidad educativa. De esta manera, la prevención contra el bullying puede considerarse real y efectivo tras ejecutar estos proyectos dentro del aula y con el apoyo de toda la comunidad, fomentando el trabajo cooperativo para la ayuda de resolución de conflictos y asumir roles de liderazgo que incentiven una educación inclusiva.
Por su parte, Lugones y Ramírez (2017) expresó que no existe ningún país que no acontece del bullying que genera un problema de salud pública a nivel mundial, tiene como principal escenario la Institución Educativa que se articula en la educación formal, sin embargo, no deja de ocurrir en otro entorno diferente a la escuela. Por otro lado, el objetivo pedagógico es suscitar la socialización de sus estudiantes con una formación integral que abarca todos los aspectos de desarrollo afectivo, cognitivo y biosocial, por tanto, es importante tomar conciencia propia para comprender este fenómeno y la educación en la escuela debe garantizar una primera experiencia favorable. Mediante este artículo se realiza el proceso de reflexión sobre la importancia de la educación y su influencia en los estudiantes, puesto que, es el principal escenario social y la base para una formación exitosa.
En este mismo orden de ideas Ruiz (2019) propone la inclusión de la bioética como eje transversal en la educación básica regular con el propósito de lograr mejores ciudadanos, que comprende de la conducta humana que se centra en la persona misma y consta de cuatro principios esenciales como: el valor fundamental de la vida, el principio de la totalidad o terapéutico, el principio de libertad-responsabilidad y el principio de socialización-subsidiariedad, y al incluirla en las escuelas los estudiantes tendrán conocimiento previo sobre todo lo vinculado a bioética que va permitir enfrentar de una manera adecuada y con mayor orientación las diferentes problemáticas que ocurren en su entorno, ya que podrán construir su propia esencia y a la búsqueda del bien común con la finalidad de ayudar y comprender a los demás para garantizar el bienestar propio y común. En este sentido, los autores proponen enfrentar el bullying con el modelo bioético como una ciencia que estudia la conducta humana que otorga soluciones evitando el racismo, la discriminación, el genocidio y el bullying al trabajarlo como un eje trasversal de los contenidos programáticos.
Otra forma de prevenir el bullying escolar es desarrollar actividad que permita que los estudiantes mejoren su autoestima, ya que según lo planteado por Tobalino et al., (2017) en su estudio manifiestan que esta y el acoso están directamente relacionados y con un grave problema de salud pública, por ende, se requiere de atención e intervención permanente previa coordinación con las autoridades de la institución, la comunidad educativa y del Gobierno.
Al respecto Nocito (2017) afirmó que se deben incorporar medidas urgentes que conlleven a la creación de estrategias para detectar situaciones de maltrato y realizar evaluaciones constantes sobre la inteligencia emocional de los estudiantes de manera de detectar a tiempo la práctica de acoso escolar. Por ende, es importante la búsqueda de apoyo como estrategia efectiva para prevenir y enfrentar de forma adecuada esta problemática para beneficiar las relaciones interpersonales de los estudiantes con la participación del docente como figura integradora y de los padres de familia (especialmente la figura paterna) para la formación de escuelas de padres para optimizar y/o reparar la comunicación con los estudiantes. Asimismo, el autor manifiesta que es necesario la búsqueda de estrategias o factores efectivos que sean de apoyo y ayuden confrontar de manera correcta el bullying canalizando vías de intervención para fortalecer las relaciones interpersonales de los estudiantes en el sector educativo, así como también, mejorar la calidad de comunicación entre padres a hijos y docentes- estudiantes.
Desde otra perspectiva, Paredes et al. (2018) propusieron que el sistema de salud y el sistema educativo debe implementar estrategias potencialmente eficaces para la lucha contra esta realidad dañina del fenómeno del bullying y con la posibilidad de incluir la historia clínica de cada estudiante ya sea niño o adolescente que acuda al servicio de salud, y la aplicación de cuestionarios de intimidaciones escolares, asimismo, se debe incluir en los sílabos de enseñanza superior de salud. Los autores proponen una estrategia de urgencia exigiendo al sistema educativo y de salud pública orientaciones inmediatas a fin de prevenir consecuencias fatales provocadas por la violencia del acoso escolar.
Por su parte Olivera y Yupanqui (2020) manifiestan que la familia es el núcleo vital para la sociedad, que ejerce un que tiene la responsabilidad de formar desde la infancia en el proceso de aprendizaje que involucra procesos cognitivos y conductuales tales como: asimilación, atención, percepción, repetición y modelamiento conductual, y, por consiguiente, la presencia familiar es la base del infante, ya que, representa la realidad subjetiva de cómo ver el mundo. Estos resultados obtenidos demuestran que en las familias donde radica la violencia y/o agresividad inmediatamente va repetir en los menores y adolescentes de la casa adoptando la misma conducta para con los demás ya sea en la escuela o cualquier entorno en el que se encuentren.
Discusión
El bullying escolar es una problemática que ha crecido en los últimos años a nivel mundial, de acuerdo a Morales y Villalobos (2017) y la Universidad Internacional de Valencia [VIU] hay varios tipos, tales como físico, verbal, ciberacoso, sexual, psicológica y/o social, siendo el más común el verbal y el psicológico que está inmerso en cualquier de los tipos mencionados. Las causas de esta problemática son múltiples, pero según Tobalino et al., (2017) el acoso y la autoestima están estrechamente relacionados, ya que una baja autoestima ocasiona inseguridad, sensación de inferioridad y rebeldía desarrollando agresividad para con los demás dentro y fuera del contexto escolar, por lo que es urgente intervenir a tiempo y realizar planificación y medidas de prevención para una atención inmediata de esta problemática. En este sentido, Briones (2020) realiza un llamado a reflexionar sobre la importancia del desarrollo de la autoestima en los estudiantes, en pro del bienestar humano, ya que una adecuada autoestima evita el desarrollo de conductas violentas y disminuye la vulnerabilidad, es decir disminuye las probabilidades de que los estudiantes se conviertan en victimarios o víctimas.
Autores como Briones (2020); Hamodi y Jiménez (2018), y Machimbarrena et al., (2019) manifiestan que el papel de la familia es de suma importancia en la prevención y gestión de esta problemática, ya que ésta es el principal entorno de los estudiantes y principalmente de ella modelan sus conductas, en consecuencia, en los hogares con situaciones de violencia y agresividad permanente aumenta la posibilidades que los niños y adolescente de dicho núcleo desarrollen comportamientos y manifestaciones violentas fuera de la casa, principalmente en el contexto escolar. En este orden de ideas, es oportuno destacar lo afirmado por García y Ascensio (2015) quienes manifiestan que la mayoría de los victimarios antes han sido víctimas, es decir, los estudiantes que muestran conductas de acosadores en la escuela ya han sido víctimas antes en la misma escuela o lo más probable en su hogar y están repitiendo el patrón con quien consideran es más débil.
Las causas que dan origen al acoso escolar va depender cada caso, aunque de acuerdo a los autores expuesto en este artículo suelen presentar características comunes, tales como que el acosador escolar es poco empático, en consecuencia, es poco probable que se ponga en el lugar de su víctima y que se sensibilice frente a su sufrimiento. De acuerdo lo planteado por Machimbarrena et al., (2019) el origen de la violencia del victimario puede estar causado por problemas sociales o familiares, que pueden provocar que el estudiante desarrolle actitudes agresivas, pero según García y Ascensio (2015) afirman que la mayoría de los acosadores antes han sido acosados y que esto roles pueden intercambiarse, aunque en la mayoría de las veces si la víctima permanece mucho tiempo en ese rol desarrolla ansiedad e inseguridad.
En torno a las consecuencias, esta puede ser variadas, pero básicamente en las víctimas están vinculadas al miedo de asistir, de ir y regresar de la institución educativa, bajo rendimiento académico, desórdenes alimentarios y estomacales y estrés. En cuanto al victimario, este suele a largo plazo involucrarse en problemáticas sociales y legales, además, de desarrollar en su personalidad emociones negativas vinculadas a la rabia. Es oportuno destacar que los efectos del bullying no sólo están vinculados a la víctima y al victimario, ya que esta problemática suele dejar sus efectos en los espectadores, tal y como lo plantea la VIU (2015) quien manifiesta que estos también pueden desarrollar inseguridad al crearse la idea que frente a la injusticia no pueden hacer nada, desestimando valores como la tolerancia, el esfuerzo y la superación, entre otros.
En relación a la prevención del bullying escolar los autores seleccionados coinciden en que las instituciones educativas deben desarrollar alternativas que permitan concientizar a los estudiantes en relación a esta problemática, sensibilizarlos en temas sociales y emocionales que les permita desarrollar su empatía y emocionalidad en pro de una mejor convivencia dentro y fuera de la institución educativa. Es oportuno destacar en la prevención lo planteado por Olivera y Yupanqui (2020), quienes manifiestan que la familia por ser el núcleo vital para la sociedad, juega un papel importante en la prevención y gestión del bullying escolar, ya que esta es quien tiene la responsabilidad de formar desde la infancia en el proceso de aprendizaje que involucra procesos cognitivos y conductuales tales como: asimilación, atención, percepción, repetición y modelamiento conductual, y, por consiguiente, la presencia familiar es la base del infante, ya que, representa la realidad subjetiva de cómo ver el mundo. Al respecto, el autor afirma que en las familias donde radica la violencia y/o agresividad es prácticamente inminente que los niños y adolescentes inmediatamente adopten la misma conducta para con los demás ya sea en la escuela o cualquier entorno en el que se encuentren.
CONCLUSIÓN
La práctica del bullying o acoso escolar tiene como causa principal el entorno familiar, víctimas y agresores tienen antecedentes familiares asociados a padres autoritarios, sobreprotectores, violencia doméstica y falta de comunicación. Los tipos de bullying escolar son el físico, verbal, ciberacoso, sexual, psicológica y social, siendo el verbal el más recurrente entre los acosadores y psicológico el que transversa todos los tipos. En ocasiones es difícil de detectar y sus víctimas tienden al fracaso escolar, al trauma psicológico, el riesgo físico, ansiedad, infelicidad, problemas de personalidad, trastorno alimenticios e insatisfacción y los victimarios suelen enfrentar problemas de violencia y con bastante frecuencia incurren en problemas legales. En este sentido, se hace necesario el desarrollo de políticas públicas de salud y educativas que intervengan en la prevención y disminución del bullying escolar.
En el acoso escolar se concluye también que no existe distinciones, ni clases socioeconómicas, tampoco define el tipo de escuela en la que se encuentre, ya que, para el acoso siempre tendrá resultados negativos producidos en cualquier contexto social y por la cual este artículo se convierte en un aporte para reflexión en torno a esta temática, la sensibilización y la toma de conciencia para la disminución de agresiones para con los estudiantes a través del conocimiento y análisis de los componentes de esta realidad mundial.
CONFLICTO DE INTERESES. Los autores declaran que no existe conflicto de intereses para la publicación del presente artículo científico.