INTRODUCCIÓN
El cuerpo humano y en especial el órgano de piel se encuentran constituidos por una gran variedad de microorganismos. Dichos microrganismos se les conoce como microbiota, en los organismos sanos la microbiota establece un delicado equilibrio simbióticos entre el huésped y su población, en donde existen un beneficio mutuo en ambas direcciones (1). El correcto desarrollo de la microbiota intestinal es de mucha importancia en los procesos metabólicos del organismo, entre los cuales destacan, digestión y regulación de microorganismo invasores patógenos y fortalecimiento del sistema inmunológico (2).
El desarrollo del microbiota intestinal se caracteriza por ser uno de los factores importantes en el crecimiento del individuo desde el nacimiento hasta su vejez. Hasta pocos días después del nacimiento su microbiota es escasa e inestable, la cual se ve afectada por el proceso de lactancia y sobre todo la alimentación complementaria del recién nacido (3). A medida que pasan los días el infante estabiliza su flora y esta evoluciona a un estado de madures que puede verse afectado por el uso irracional de medicamento y cambios en el estilo de vida (4).
Por ello, Margolles (5) menciona que la microbiota es más estable y diversa en las personas jóvenes, sin embargo este disminuye con el tiempo llegando a ser semejantes entre individuos mayores a 65 años, correlacionando esto la influencia genética y los factores ambientales que lo rodean. Por otra parte, la correcta relación entre individuo y microorganismo del microbiota, representa una simbiosis reciproca entre las células propias del huésped y dichos microorganismos. En la personas este equilibrio empieza en el vientre de la madre y continua hasta el final de sus días (6). Además, los microorganismos patógenos generan resistencia farmacológica con un mecanismo bidireccional , atacando la microbiota y generando resistencia (7). La Organización mundial de la Salud (OMS) (8), en sus reportes anuales menciona el crecimiento sustancial de la resistencia farmacológicos a los antimicrobiano siendo esto uno de los retos del sistemas de salud pública nacional y mundial.
En cuanto a, una variación de la microbiota tiene la capacidad de producir numerosas enfermedades, desde gastrointestinales hasta cutáneas, según Belkaid et al., (9) el intestino y la piel tienen una estrecha relación. Tal motivo pone en manifiesto que una alteración del microbiota intestinal tiene la posibilidad de ocasionar diferentes trastornos cutáneos.
Además, el gran avance de la tecnología molecular ha permitido conocer a detalle el microbiota y caracterizarle de acuerdo a la funcionalidad y a su interacción con el huésped. La aplicación de esta tecnología ha permitido profundizar el estudio de la flora intestinal, así como la relación con la salud y la enfermedad. Sin embargo, la falta investigación y personal capacitado sumado a esto la falta de tecnología en los países de vías de desarrollo no ha permitido ampliar el conocimiento en esta área. Por lo tanto, el objetivo de esta revisión es analizar el uso de probiótico y prebióticos en el tratamiento de patología cutáneas.
Este estudio tiene como propósito determinar la relación del microbiota intestinal en patología cutáneas. Además, de un correcto uso de probiótica y prebiótica en alteración de la piel, con la consecuente generación de estrategias de prevención en la Salud Publica.
MÉTODO
Se realizó una revisión tipo bibliográfica la cual se fue realizada mediante una búsqueda bibliográfica exhaustiva de artículos de autoría en bases de datos Lilacs, Medline, Pubmed, Web of Science y SciELO por medio de los descriptores en Ciencias de la Salud, como sus siglas derivadas del inglés DeCS. Adicional a ello, se emplearon palabras exactas regidas a la normativa MesH (Medical SubjectHeadings), las cuales fueron: Microbioma intestinal / Gut microbiome; probióticos / probiotics; prebióticos / prebiotics, con un vocabulario controlado para revistas indexadas y con la formulación de interrogantes PICO, añadiendo operadores booleanos OR-O y AND-Y.
En el curso de la investigación fue considerado ideal la intervención de artículos en diferentes idiomas entre ellos en inglés, español y portugués, con la finalidad de compilar fuentes relacionados a la temática mencionada, y con ello también, obtener información oportuna que haya sido publicada durante los últimos 10 años. Los artículos contemplados en el rango durante los años 2012-2022 fueron analizados en base a la variabilidad donde se evaluó también la validez de los mismos y la fiabilidad pertinente de cada uno de las fuentes seleccionadas bajo evidencia verídica de sus publicaciones y criterios de selección previamente incorporados a la búsqueda bibliográfica.
Para evaluar la relación del microbiota intestinal en patologías cutáneas en Ecuador se tomaron datos a partir de la prevalencia de dichas patologías, las cuales se identificaron luego de la revisión de artículos publicados en revistas indexadas. Se incluyeron aquellos artículos científicos de acceso libre que provean para la realización del presente, información completa y detallada, enfocándose principalmente en su resumen y objetivo, además, no fueron importantes para la investigación, artículos que hayan puesto en practica tal investigación en personas, ni otros que no tengan relación con la microbiota intestinal en patologías cutáneas.
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
Microbiota intestinal
El cuerpo humano se encuentra conformado por células humanas y microrganismos que se a su vez se integran en cantidades semejantes. La mayor parte de los microorganismos que existen en el individuo se establecen en el intestino y en la piel formando parte del microbiota. Diversos autores coinciden en posibles hallazgos sobre la microbiota intestinal y discrepan en cuanto al uso de prebióticos y probióticos para el tratamiento ideal en quien lo padece. (Ver Tabla 1).
Según Icaza et al., (16) la microbiota intestinal se encuentra constituida por bacterias anaerobias, alrededor de 15 a 20 especies de las cuales dependen los mecanismos de digestión y el metabolismo de los alimentos, así como las enfermedades que conllevan las deficiencia de uno o más microorganismos de la microbiota. Además, el Instituto Nacional de Salud (NIH), menciona que la población bacteriana es única e irrepetible de cada individuo, tanto en el ámbito cualitativo como cuantitativo (17).
Paralelamente, Gensollen et al., (18) mencionan que las bacterias iniciales en colonizar el sistema digestivo son de tipo anaerobias facultativas, estas bacterias establecerán las condiciones necesarias para la colonización de la microbiota intestinal, posteriormente bacterias estrictas se multiplican en el tracto gastrointestinal siendo las de mayor prevalencia Bifidobacterium y Bacteroides. Esta bacteria genera un equilibrio entre la microbiota intestinal y la microbiota cutánea, cualquier desbalance, perjudica a la otra ocasionando una patología (19).
Una vez que el entorno de crecimiento es adecuado para la microbiota y esta establece las condiciones óptimas de crecimiento y desarrollo se generará una comunicación balanceada entre los microorganismos y huésped (20). Por su parte, una investigación realizada por Zelante et al., (21) establecen un equilibrio entre la activación de las células T y el metabolismo microbiano del intestino, tal es el mecanismo de defensa que los lactobacillus tiene la capacidad de inducir la producción de interleucina 22, cuya finalidad es generar protección frente a los patógenos oportunistas.
Relación microbiota intestinal y alteración cutáneas
Para O'Neill et al., (22), los diferentes mecanismos que permiten la interacción entre la piel y la microbiota intestinal se encuentran íntimamente relacionados con la modulación microbiana y la inmunidad del individuo. Sin embargo, para Belkaid et al., (23), mencionan que la microbiota inicial cutánea se desarrolla a lo largo de la infancia hasta la pubertad.
Por su parte, Schwarz et. Al., (24) mencionan otro dato muy importantes donde la microbiota intestinal puede formarse a partir de la microbiota de la piel, donde los ácidos grasos de cadena corta que se produce tras la fermentación de la fibra a nivel intestinal, juegan un papel importante en la conformación de la microbiota de la piel, y en el camino aporta a los mecanismos autoinmunes de defensa de la misma.
Mas tarde, Shut et al., (25) mencionan que las Cutibacterium tienen la capacidad de producir ácidos grasos de cadena corta en especial acido propiónico cuya función es inhibir el desarrollo de Staphylococcus aureus meticilino resistente. Esta hipótesis deja en claro la relación inherente entre piel e intestino. Además, nuevas teorías sugieren que una alteración de la barrera intestinal y los metabolitos producidos por la microbiota tengan la capacidad de atravesar dichas barreras y como consecuente una alteración de la piel y homeostasis de la misma (23,24).
Alteración del microbiota cutánea
Para Benyacoub et al., (26) la microbiota intestinal tiene la capacidad de producir alteraciones de la piel, posterior a un evento estresante o trastorno, mediados por la inmunidad adaptativa e innata. A la par, otro estudio publicado por Baba et al., (27) menciona que la administración de Lactobacillus helveticus en pacientes con dermatitis disminuye su sintomatología. Gueniche et al., (28) demuestran que la administración de Lactobacillus paracasei ejerce efecto reductor en la inflamación cutánea y posterior recuperación de barrera epitelial.
Otro estudio realizado por Peguet et al., (29) titulado “suplementos probióticos tras exposición a radiación ultravioleta (UV)” en ratones menciona que la administración Lactobacillus johnsonii por vial oral tiene un efecto protector en la hipersensibilidad producida por radiación UV.
Uso de probiótico y prebióticos en enfermedades de la piel
La composición del microbiota bacteriana del intestino se encuentra constituida fundamentalmente por los hábitos alimenticios de cada individuo. Por lo dicho anteriormente lo probióticos son considerados diferentes tipos de microorganismos con la capacidad de modular las funciones inmunológicas del organismo, ayudando a la integración de la barrera intestinal alterada como producción de moléculas antimicrobianas (30). Además los prebióticos son la base fundamental para el creciente y desarrollo de la microbiota intestinal, dando como resultado el consumo beneficioso de los probiótico y prebióticos para mantener la integridad de la microbiota intestinal (31).
CONCLUSIÓN
El tratamiento no farmacológico para tratar patología cutánea consiste en el uso de probióticos, prebióticos, así como el cambio en el estilo de vida y una alimentación saludable. La relación entre probiótico y patologías cutáneas, se debe a que el consumo de probióticos causa una mayor proliferación de microorganismos gran positivos en comparación de los microorganismos gran negativos. Sin embargo, el consumo de prebióticos juega un papel fundamental en el desarrollo y crecimiento del microbiota intestinal, ya que estimula el crecimiento y por ende la actividad metabólica de las bacterias.
Todos los microorganismos de la flora forman parte de la fisiología y cumplen funciones específicas, por lo tanto, un microbiota en armonía permite mejorar las condiciones de salud del paciente mejorando la calidad de vida del mismo. Cualquier alteración de la flora tiene la capacidad de producir alteraciones cutáneas. Además, el uso de probióticos y prebióticos juegan un papel importante en enfermedades cutáneas de tipo inflamatoria. Por lo tanto, se ha estudiado el uso de los mismos como tratamiento a trastornos cutáneos mencionados anteriormente.