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Educación Superior

 ISSN 2518-8283

     

https://doi.org/10.53287/ycfg8792vq52j 

ARTÍCULOS CIENTÍFICOS

Mecanismos de resiliencia como alternativa a la baja tolerancia hacia la frustración en estudiantes de primer y segundo año de comunicación social UMSA

Resilience mechanisms as an alternative to low tolerance towards frustration in first and second year students of social communication UMSA

Rossio Angélica Clavijo Montesinos1 

1 Facultad de Ciencias Sociales, UMSA rossioclavijo@yahoo.com La Paz, Bolivia


Resumen

La pandemia Covid 19 incidió significativamente en la forma de contraponer el proceso enseñanza aprendizaje en todos los contextos educativos. El presente estudio se inició un poco antes de la catástrofe mundial; en ese entonces ya se observó que jóvenes estudiantes de Comunicación Social de la Universidad Mayor de San Andrés, manifestaban una baja tolerancia hacia la frustración. Esta conducta a su vez se expresaba en el bajo rendimiento académico, frecuentes inasistencias a clases, calificaciones poco satisfactorias, desmotivación, aplazos y abandonos. Los objetivos del estudio fueron conocer los perfiles psicográficos de estos estudiantes, los factores referidos a la intolerancia, y finalmente viabilizar una propuesta a la problemática (es ahí donde surge el punto de la resiliencia como alternativa). Los datos obtenidos en el primer semestre de este año (estudiantes de primer y segundo año de la carrera de Ciencias de la Comunicación Social) dan cuenta que, en la UMSA, donde se realizaron los estudios, un factor que es determinante es la resiliencia de los universitarios, quienes pese tener una precaria situación económica, problemas de salud, situaciones de maltrato y violencia, entre otros, buscan lograr sus objetivos y culminar sus estudios satisfactoriamente.

Palabras clave: Resiliencia; intolerancia; frustración; enseñanza aprendizaje

Abstract

The Covid 19 pandemic had a significant impact on the way the teaching-learning process is contrasted in all educational contexts. The present study began shortly before the global catastrophe; At that time, it was already observed that young students of Social Communication at the Universidad Mayor de San Andrés showed a low tolerance towards frustration. This behavior, in turn, was expressed in poor academic performance, frequent absences from classes, unsatisfactory grades, demotivation, postponements and dropouts. The objectives of the study were to know the psychographic profiles of these students, the factors related to intolerance, and finally make a proposal viable for the problem (this is where the point of resilience as an alternative arises). The data obtained in the first semester of this year (first and second year students of the Social Communication Sciences degree) show that, at the UMSA, where the studies were carried out, a determining factor is the resilience of University students, who despite having a precarious economic situation, health problems, situations of abuse and violence, among others, seek to achieve their objectives and complete their studies satisfactorily.

Keywords: Keywords: Resilience; intolerance; frustration; teaching-learning

Introducción

Teniendo en cuenta que el presente trabajo tiene que ver con la intolerancia hacia la frustración en los jóvenes, haciendo énfasis en quienes cursan sus estudios en la Universidad Mayor de San Andrés, en esta investigación se darán a conocer los resultados tanto de la revisión bibliográfica, como de las entrevistas y las encuestas realizadas, sobre la temática y su derivación en el bajo rendimiento, sensibilidad casi extrema, flojera, desidia, falta de atención , depresión y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

Es fundamental destacar que se entiende por intolerancia a la frustración la sensibilidad excesiva hacia todo aquello que resulta desagradable. Salud mental, por su parte, es contemplada por la Organización Mundial de la Salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, no solamente ausencia de afecciones o enfermedades y en ese contexto abarca una amplia gama de actividades directa o indirectamente ligadas relacionadas con el primer elemento citado. Un acercamiento de este tipo es fundamental en consideración a que lo que se busca es generar conocimientos significativos y que además el proceso enseñanza aprendizaje sea efectivo, que logre que los participantes no solo interactúen sino se involucren decididamente, disfruten, aprovechen dicho proceso.

El periodo seleccionado, pos pandemia Covid 19, es literalmente importante por las implicancias que ello genera, más aún en este 2023 en el que se determinó volver a las clases presenciales. Sobre el particular, la Vicerrectora de la Universidad Mayor de San Andrés, Dra. María Eugenia García resume de esta manera ese antecedente: “el proceso de enseñanza virtual nos ha alejado del diálogo docente-estudiante que, tanto en pregrado como en posgrado, tuvo un impacto al no poder tener la lectura del lenguaje corporal, el diálogo complementario a las clases, el compartir la vivencia de la educación, que hasta antes de la pandemia tal vez era algo poco valorado pero que ahora, se convierte en una añoranza al retorno presencial”. (García, 2021).

La pregunta que guio la investigación fue ¿Cómo los procesos de intolerancia hacia la frustración inciden en las conductas de los estudiantes de primer y segundo año de la carrera de Comunicación, tras la vuelta a las clases presenciales después de la Pandemia Covid 19? El primer objetivo, realizar un diagnóstico para determinar el perfil de los jóvenes en la actualidad, personas que están en primer y segundo año de carrera de Comunicación Social, particularmente dentro de las características de la neurociencia afectiva, específicamente la intolerancia a la frustración. El segundo objetivo, realizar un estudio psicográfico de los estudiantes de primer y segundo año de la carrera de Comunicación de la UMSA. El tercero, conocer cuáles son los problemas que se desprenden de esa intolerancia a la frustración, que van desde el abandono, la desmotivación, hasta la ineficacia a la hora de captar conocimiento significativo. El cuarto objetivo, investigar los factores psicológicos que llevan a la intolerancia de la frustración y plantear una propuesta para reducir los niveles de intolerancia a la frustración tendiente a elevar la calidad del proceso enseñanza aprendizaje, midiendo estas categorías en el cumplimiento de los objetivos de una determinada materia, ejemplo Legislación y ética de la Comunicación y la asignatura de Redacción. (Es precisamente en este punto que en el periodo pos pandemia se determina en la investigación que precisamente los mecanismos de resiliencia son los que se constituyen en alternativa contra la intolerancia a la frustración).

Los problemas que se desprenden de la intolerancia hacia la frustración son: El abandono de materias, la desmotivación, y particularmente la ineficacia de captar conocimiento significativo. Esta afirmación fue obtenida tras la implementación de las técnicas de investigación adoptadas, revisión bibliográfica, entrevista a expertos y encuestas. A decir de Ordoñez (2019) existe una urgente necesidad por descubrir la singularidad de estas generaciones, que son el resultado del impacto de las tecnologías digitales. Es por esa razón que es sumamente necesario acercarse al imaginario de la juventud de esta época.

La investigación realizada desde una perspectiva cuali-cuantitativa contempló encuestas, entrevistas a expertos, grupos focales, observación participante, entre los principales procedimientos. Inicialmente y antes de dar a conocer los resultados es importante señalar que se re realizó un estudio psicográfico de los sujetos de investigación.

Tras la aplicación de dos tipos de encuestas, la primera para el estudio psicográfico (determinar el perfil de los sujetos, mediante su estilo de vida) y la segunda sobre intolerancia a la frustración, se llegaron a los siguientes resultados:

Los sujetos de estudio son personas que en un porcentaje del 80 por ciento, están muy contentos con la profesión elegida. Son conscientes que no hay mucha oferta laboral, que la competencia viene incluso de otras profesiones y experiencias (una cara bonita, o saber expresarse muy bien). Pese a ello, están decididos a continuar, con o sin apoyo de sus padres. Los medios de comunicación eran una buena opción para los jóvenes universitarios que tienen como objetivo ir a trabajar a esos lugares, aun sabiendo que en la actualidad el pago económico por los servicios es mínimo y que los denominados mass media son vistos como mecanismos de difusión tradicionales y no tienen un alto impacto en las audiencias. Las redes sociales son la alternativa que los públicos prefieren en la actualidad.

Desarrollo

Los estudiantes participantes consideran que un comunicador es un profesional que informa y ayuda a la sociedad mostrando o haciendo evidente su compromiso social, para ello mencionan que la vocación (entendida como el deseo de emprender una carrera profesional o cualquier otra actividad cuando todavía no se ha adquirido todas las aptitudes o conocimientos necesarios) es importante y es la condición básica para ejercer el oficio.

La mirada de los jóvenes universitarios

Asimismo, muchos de los jóvenes tienen una mirada crítica sobre la función de los medios de comunicación, ellos detallan que éstos ya no cumplen su rol de informar, orientar, educar, entretener, sino que desde hace mucho tiempo cumplen un factor de dominio político y de influencia social. Señalaron también que la sociedad ve a los periodistas o comunicadores como gente que no es valorada en su justa dimensión, lo mismo ocurre en el caso de la familia y los amigos. Por otra parte, mencionaron que la formación profesional es muy importante y que con cursos de actualización o grados académicos se pueden tener mejores oportunidades laborales. Sobre el tema de la ética profesional señalaron que la misma es fundamental, pero que por el manejo discrecional y político con el que se ejerce el periodismo, muchas personas actúan sin ella o esperando que sus jefes marquen la línea editorial.

Un aspecto que preocupa a los jóvenes es el tema de la lectura. Ellos afirman que en los últimos años ha bajado de manera sorprendente los niveles de la misma. Esta situación incide en el hecho de que se desconoce la lectura de la realidad, se tiene bajo nivel de cultura general y no se fomenta el espíritu crítico. En el caso de los estereotipos, mencionaron que lamentablemente un aspecto fundamental para ejercer la profesión en los medios de comunicación es la apariencia personal y por ello mucha gente ni siquiera es egresada de la carrera sino que muchas veces son modelos o “tienen cara bonita”.

Pese a todos esos aspectos que se tiene en contra los estudiantes señalan que aún se puede hacer mucho para mejorar, particularmente en el tema de valores, formación, capacitación, actualización, etc. En este acápite es fundamental citar que en un estudio sobre valores en una universidad pública (Universidad Pública El Alto), también los estudiantes de la misma consideran que en su formación profesional adquieren valores como la integridad y la responsabilidad. Esa visión (Maffett, 2019) está acompañada de la adopción de antivalores. La autora cita entre ellos a la pérdida de ética, inclinación hacia formas violentas para solucionar conflictos e incluso mentiras, calumnias e intrigas.

Antes de abordar el tema de la intolerancia a la frustración y su incidencia en el grupo de estudio, se realizó un diagnóstico cuyos resultados fueron los siguientes: Al ser consultados sobre qué motivos los impulsaron para estudiar comunicación, mencionaron en primer lugar que la decisión fue parte de un sueño personal, el interés de cambiar la sociedad, tener un título, compromiso con la sociedad. Sin embargo, esos aspectos no hacen que las personas se sientan felices (Santandreu, 2016).

En atención a las observaciones que se realizaron en la construcción de esta investigación se preguntó a los estudiantes de comunicación si consideraban que la carrera más difícil estaba en la facultad de ingeniería y de manera evidente la respuesta fue afirmativa, las razones que expusieron fueron en orden de importancia que las materias de cálculo son pesadas, estresantes y difíciles (particularmente cálculo, física, matemáticas), además que se precisa razonamiento matemático, investigación social , comprensión lectora. Detallaron que en el imaginario colectivo un 98 por ciento considera que los de ingeniería son más inteligentes. También, desde su perspectiva los de esa carrera son más propensos a la intolerancia a la frustración

El Rector de la UMSA Oscar Heredia afirma que al margen de la preocupación por el tema político, los factores que inciden en la problemática de los jóvenes están relacionados al desempeño juvenil, la escasa protección social, los reducidos ingresos familiares y los obstáculos educativos. Esta autoridad afirma que ello se constituye en una barrera para el desarrollo humano y es una preocupación diaria, Tales restricciones desde su punto de vista impiden a los jóvenes alcanzar sueños, ideales y deseos de prosperar.

El papel del docente

Considerando la pandemia, el período posterior, la presencialidad y la virtualidad, el 90 por ciento de los estudiantes prefiere la primera opción porque consideran que fue una pérdida de tiempo pasar clases por internet y que por ello muchos abandonaron las materias. Detallaron que el costo que implicaba en un momento en el que no había trabajo para comprar tarjetas para obtener el servicio, se sumó al hecho de que los docentes tampoco manejaban bien las herramientas tecnológicas, ello sumado a que no se prendían las cámaras de video hacían que el estudiante no aproveche los contenidos.

Sobre el particular el Rector de la UMSA, ya había señalado en un periódico a nivel nacional las causas de deserción masiva (40 %) en el año 2021, citando entre las mismas: el factor económico, las distracciones en el hogar, la falta de adecuación didáctica y pedagógica del proceso enseñanza aprendizaje y principalmente la brecha tecnológica. (Página Siete, 2021). En ese año se habían inscrito 81.174, de los cuales abandonaron 32.470 tomando en cuenta las 57 carreras y las 13 facultades.

Los estudiantes de comunicación consideran que en una proporción del 50 por ciento los docentes son tradicionalistas, en un 36 por ciento son aburridos y en un 14 por ciento creativos. Señalan que sus catedráticos los desmotivan, en un 84 por ciento se evidencian esas tendencias. Por otra parte, afirman que se necesitan docentes innovadores e inspiradores, para ello tienen que cumplir con tres elementos, actualización, creatividad, motivación. Si no se cumplen con esos requisitos consideran que los futuros profesionales serán malos, además que por culpa de ello la gente jamás llegará a graduarse y por tanto las personas no contribuirán al desarrollo de la sociedad. Una connotada docente investigadora afirma que existe un compromiso y una responsabilidad que es lograr hacer más habitable el mundo (Ordoñez, 2012).

La sugerencia para lograr esa motivación intrínseca es que los docentes sean los protagonistas de esos procesos, realizar charlas motivacionales por parte de los servicios de psicología, pero consideran también que la familia es un eje trascendental por lo que consideran que debe existir una mejor educación en el hogar. Actualmente están siendo implementados talleres creativos innovadores con ese tipo de visión (Barrera, 2019).

Turcios (2019) afirma que las universidades “tienen que formar para saber, tienen que formar para conocer, sobre todo para construir esa sabiduría práctica que consiste en ser capaces de promover justicia, compasión, y de gratuidad para el mundo”. Asimismo señala que lo que se requiere es una educación a la altura del siglo XXI y que por tanto se tiene por tarea formar personas de su tiempo, de su lugar, que sean abiertas al mundo, además de ser sensibles a los grandes desafíos entre los que hoy cuentan el sufrimiento de los que buscan asilo, refugio, drama de la pobreza extrema, el hambre y la indefensión los vulnerables, la injusticia de las desigualdades, las muertes prematuras y de enfermedades sin atención.

Por su parte, la investigadora Fabiola Ramirez Hurtado afirma que “al identificar prácticas docentes, basadas en emociones positivas, bienestar subjetivo, motivación y clima de aula favorable; se favorece el desarrollo del aprendizaje significativo, se multiplica su eficiencia y se potencia el desarrollo de habilidades y destrezas, además de fomentar actitudes como la empatía”. Destaca asimismo que los ambientes emotivos y afectivos propician la motivación, la creatividad, el trabajo colaborativo y por ende un aprendizaje más efectivo de grupo e individual (Ramírez, 2021).

Los más jóvenes, los más intolerantes hacia la frustración.

El presente estudio está basado en los que recién se encuentran incursionando en la Universidad. Según la literatura revisada y respaldada en la primera parte del trabajo, los más jóvenes, es decir los denominados “centennials” son más intolerantes a la frustración porque ellos obtienen las cosas fácilmente, Asimismo, en el grupo estudiado se consideran que las mujeres son más intolerantes y hacen alusión a la parte emotiva.

Algunas características que presenta esta nueva generación es que tienen tendencias a la autogestión, creen en los objetivos a largo plazo. Si bien los milenianls representarán el 75 por ciento de la población económicamente activa en 2025, según proyecciones de la Secretaría del Trabajo en México, una cifra fundamental es la que marcará tendencia el 2030. Los denominados centennials son los nacidos a partir del 2000, sus características están ligadas a ser una generación multicanal, su vida está enmarcada en la web, demandan inmediatez y personalización. Algunos consideran que es importante hablar idiomas, estudiar en el exterior, recibir constante entrenamiento. Consideran que es importante re educarse, aprender, usar el tiempo en ello, potenciar hobbies, rechazan políticas rígidas, buscan la reinvención, flexibilidad, equilibrio entre la vida y el trabajo.

En nuestro contexto, existen pocos estudios sobre los estilos de vida de los jóvenes universitarios. Uno de ellos, de esta manera aplica criterios de segmentación:” se encontraron tres segmentos estudiantiles los “nerd” (aplicados), estándar (menos estudiosos) y los “light” (descuidados) siendo éstos los “insignificantes” 87 %. (Callejas, 2016)

Es fundamental mencionar que en este trabajo sobre intolerancia a la frustración el punto más importante es el referido a la desmotivación, traducida muchas veces en depresión. Tras hacer un análisis de los resultados de las encuestas, se desprenden varios elementos que tienen que ver más con la parte afectiva de los estudiantes, quienes afirman que los problemas que tienen a veces solo se solucionan con “una buena charla”, salida con los amigos, combatir el estrés bailando, etc.

La psicóloga Denisse Ampuero afirma que muchas veces los pensamientos distorsionados contribuyen a esa intolerancia a la frustración y que ello lleva en determinados casos a la depresión. Entre los pensamientos distorsionados están filtraje, pensamiento polarizado, sobre generalización, interpretación del pensamiento, visión catastrófica, personalización, falacias de control, falacia de justicia, culpabilidad, los debería, razonamiento emocional, la falacia del cambio, las etiquetas globales, tener razón, la falacia de la recompensa divina.

En los últimos años han surgido varias tendencias para hacer énfasis en las emociones Hicks Jerry y Esther (2011), además de Sand Ilse (2014) trabajan bajo la visión de que en la actualidad es imperioso trabajar con las mismas. En el contexto boliviano, como a nivel global se ve que los jóvenes tienen otras expectativas que no son las clásicas y que no son aceptadas por sus padres. Este hecho también se hace evidente en Estados Unidos y otras latitudes (Bonaga y Turiel, 2016).

Se efectuaron tres entrevistas a expertos, una de ellas al Gral. Jonny Aguilera experto investigador de la Policía Boliviana, actual Viceministro de Gobierno y a la psicóloga Norah Villena, además de la abogada Karin Achá. El funcionario de la institución del orden señaló que si bien muchos jóvenes son intolerantes, ello no llega a mayores como en otros países. Hizo esa aseveración al referirse a que en otras naciones esos temas llegan incluso al suicidio. Por su parte, Norah Villena destacó que es preocupante el tema y que no solo ocurre en nuestro país, por lo que se debe usar estrategias motivadoras. Para la experta en derecho, algunas de estas situaciones son incluso normales porque son procesos que todos los que han sido jóvenes atraviesan, con mayor o menor dificultad.

Mecanismos de resiliencia

En los estudios realizados en el primer semestre de este año, los sujetos de estudio en un 72 por ciento opinan que son sobrevivientes, a pesar de ello, el 63 por ciento considera que los jóvenes no han salido fortalecidos después del encierro en pandemia. Un 40 por ciento piensa que son intolerantes a la frustración, un 14 por ciento que no lo son y un 43 por ciento que tal vez.

Sobre el punto de la depresión: un 12 por ciento se opone a la visión de un mundo negativo, un 2 por ciento piensa que todos sufren de lo mismo y un 85 por ciento aún lidia con la depresión, la autoestima, la cercanía de las personas, la ansiedad, presión social, la carga financiera, la vulnerabilidad, la timidez, la autosuficiencia y la inseguridad. “Hay una pequeña parte del curso que se niega a la idea de expresarse o pensar de la misma manera, en el sentido de que hubo frustración por parte de ellos, y califican de débiles a los que pasaron por ello”.

En el siguiente párrafo se sintetiza las conclusiones a las que ellos mismos llegaron en los grupos focales: “La pandemia fue una amenaza que humanizó a la sociedad y vino con gran impacto a cambiar la vida de todos los seres humanos. La población estudiantil de la UMSA vivía inmersa en una burbuja. Ahora todos ven más allá de su horizonte personal y académico individualista. Empezamos a tomar conciencia, reconocer las dificultades, proponernos metas y consolidar los lazos familiares. Mientras más dificultosos los testimonios durante la pandemia, más grandes son ahora los objetivos de superación”.

Otro grupo de trabajo vislumbró el temor por el futuro, situación que muchos jóvenes no quisieron expresar a su familia, ni a sus compañeros. “El hecho de ver que nuestros docentes tampoco manejaban las tecnologías nos generaba mayor frustración, hemos tenido que adaptarnos a esas nuevas modalidades de aprendizaje, mientras luchábamos contra los sentimientos y pensamientos pesimistas, causados por la situación sanitaria. A ello se sumó el hecho de lidiar con el duelo y encontrar la fuerza para continuar con los estudios en medio de la tristeza y el dolor”.

A modo de conclusión, los estudiantes piensan que los desafíos y pérdidas han llevado a una mayor sensibilización sobre la importancia de valorar la salud y la vida. “En nuestro grupo hemos encontrado una nueva perspectiva y hemos redoblado nuestros esfuerzos académicos. Prácticamente nos hemos unido para brindarnos apoyo y comprensión, reconociendo que cada uno de nosotros lidia con el duelo de manera única y respetamos. Fruto de todo lo que hemos pasado se ha despertado la empatía y la solidaridad en la comunidad universitaria. Estos valores han fortalecido los lazos entre los estudiantes y han creado una red de apoyo en la que todos se sienten comprendidos y respaldados.

En la carrera de Comunicación, según su ex director Edgar Pomar un 40 por ciento de los estudiantes vive en El Alto, incluso en Viacha y son los que llegan más temprano y aprovechan más, porque tienen ganas de surgir, la nueva dirección avala esas cifras. Todos los puntos anteriores tienen su sustento en lo que se denomina validez de contenido (Escobar Callejas, 2016) que tiene que ver con que los puntos abordados tengan suficiente base teórica, técnica, para lo cual expertos en el tema expresan su conocimiento sobre el mismo.

A continuación, se presenta en imágenes los puntos sobresalientes que se obtuvieron de los grupos de estudio y que los mismos participantes resumieron en unos gráficos donde sintetizaron sus inquietudes referidas a la intolerancia a la frustración. En el periodo post pandemia.

Figura 1. Infografías 1 y 2 grupo focal

Figura 2. Fotografía grupos focales

Figura 3. Infografía Frustración y Pandemia

Discusión y reflexiones finales

Los resultados obtenidos dan cuenta que los aspectos referidos a la personalidad, a las emociones y a la frustración repercuten significativamente en el proceso enseñanza aprendizaje. Si bien existen varios modelos en los que el PEA solo se mide en cuanto a eficacia por los resultados o cumplimiento de los objetivos, en la actualidad hay otros matices que necesariamente tienen que ser considerados.

En el caso de los estudiantes de comunicación de la UMSA, el estudio conlleva un proceso de indagación y seguimiento que lleva más de una década en la cual se han ido viendo los cambios permanentes en las actitudes de los jóvenes en el aula universitaria. De manera sistematizada la investigación se inició en el periodo antes de la pandemia, durante la misma y este informe que es parte de la pos pandemia. Si bien en los puntos precedentes están socializados los resultados de la investigación, los datos que se registraron en googleform ponen en evidencia la importancia de tener en cuenta estos elementos a la hora de medir el rendimiento académico.

La población estudiantil si bien ha sido menos vulnerable al virus (son sobrevivientes) se han visto afectados sobre el estrés generado por el confinamiento, cierre de la U, cierre de sus trabajos, estas y otras razones hicieron que sufrieran de ansiedad, falta de dinero y pérdida de familiares muy cercanos. Después de la pandemia, los jóvenes aquejan estos problemas: presión social, incertidumbre, problemas emocionales y económicos.

Un aspecto que se desprende de la investigación realizada es el poder de resiliencia que existe en los jóvenes universitarios de la UMSA, entendido el término como la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas. Es decir, adaptarse positivamente a situaciones adversas. En ese marco, en este tiempo pos pandemia, los jóvenes realmente tienen grandes problemas traducidos en enfermedades de ellos o sus seres queridos, separaciones, juicios por asistencia familiar, abandonos, pobreza, en algunos casos vicios como alcoholismo o drogadicción, varios casos de violación, alto nivel de violencia familiar, no solo física sino particularmente psicológica, pero lo que les mueve es salir adelante. Ya el mero hecho de “pisar la Universidad” es un gran logro.

Ellos quieren ser más que sus padres, incluso aunque ganen mucho menos. Otras personas con mayor nivel económico, también tienen problemas más que todo sentimentales, pero ello no es obstáculo para seguir. Lo mismo ocurre con otros que intermitentemente van cursando más años que los debidos en la Casa Superior de Estudios. En los últimos años se los ve más extrovertidos, con más ganas de participar, con mayor optimismo.

Desde el punto de vista de esta investigación, en términos generales otra es la realidad de los jóvenes de más alto nivel económico. Al haberlo tenido todo, son más intolerantes a la frustración, se “bajonean” de forma más frecuente. Son inmediatistas, ególatras, parranderos. Sin embargo, en una más alta proporción llegan a terminar sus estudios universitarios.

A diferencia de años anteriores un punto interesante es la calidez humana con la que los estudiantes volvieron a clases, en el caso específico de Redacción I más que en Legislación y Ética de la Comunicación no hay una sola clase en la que por ejemplo ellos no traigan refrigerios o regalos en las exposiciones. Esto que pasaría de mero anecdotario, sino fuera tan recurrente.

Conclusiones

Los principales hallazgos de esta investigación están en función que se debe buscar en los propios actores la solución de problemáticas referidas al proceso enseñanza aprendizaje, es decir conocer profundamente a los estudiantes (mediante estudios psicogràficos como el actual) y en base a ello plantear alternativas como lo que se logró en este trabajo. El aporte de esta investigación es dar herramientas a los docentes para lograr un efectivo aprendizaje significativo. Si bien no se puede afirmar que con los mecanismos de resiliencia termina el problema de la baja tolerancia a la frustración, lo que sí se puede lograr aprovechar ese directriz para potenciar el proceso enseñanza aprendizaje.

En función a los objetivos propuestos, las conclusiones del presente trabajo son las siguientes: Se realizó un diagnóstico para determinar el perfil de los jóvenes en la actualidad, personas que están en primer año de año de carrera, particularmente dentro de las características de la neurociencia afectiva, específicamente la intolerancia a la frustración. Se concretó un estudio psicográfico de los estudiantes de primer y segundo año de la carrera de Comunicación de la UMSA. Se conocieron cuáles son los problemas que se desprenden de la intolerancia a la frustración, que van desde el abandono, la desmotivación, hasta la ineficacia a la hora de captar conocimiento significativo. Sin embargo, los sujetos de estudio demostraron tener mayor tolerancia que otros grupos ètareos similares de las universidades privadas, por ejemplo.

Por otro lado, se determinó cuáles son los factores psicológicos que llevan a la intolerancia hacia la frustración. Los estudiantes de comunicación sí se sienten menos tolerantes o menos inteligentes que personas de otras carreras como los de ingeniería. Los docentes contribuyen a esa intolerancia a la frustración y desmotivan a los jóvenes.

El aporte de este trabajo es vislumbrar aspectos que permitan apoyar a jóvenes con este tipo de características y buscar herramientas didácticas que les permitan lograr aprendizajes significativos, para su futuro desarrollo profesional. Asimismo, y dado que como factor relevante se establece que la pandemia Covid 19 incidió en potenciar procesos de resiliencia, es imperioso adoptar mecanismos en el aula para aprovechar de forma ventajosa esa situación presentada

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Recibido: 18 de Octubre de 2023; Aprobado: 10 de Noviembre de 2023

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