INTRODUCCIÓN
La profesión de enfermería es una de las carreras más demandadas a nivel mundial, debido entre otros factores, a la necesidad de los sistemas de salud de contar con profesionales capaces de gestionar el cuidado humano con alta calidad. En Perú, existe 143 universidades, de las cuales 24 públicas y 42 privadas ofertan la carrera profesional de enfermería, con 37, 405 estudiantes matriculados, se considera a enfermería como la segunda carrera de ciencias de la salud más demandada en el país 1.
En el contexto, las instituciones de educación superior universitaria tienen como propósito la formación de profesionales altamente competitivos, capaces de coadyuvar al desarrollo de la sociedad, por lo que es necesario realizar procesos de evaluación continua de la calidad educativa, considera al estudiante como el principal factor estratégico de este proceso 2 en el que, la valoración del clima organizacional en la gestión universitaria se convierte en una necesidad y es considerado como una herramienta de diagnóstico meritoria para impulsar procesos de cambio y elemento fundamental que trasciende al desempeño profesional 3 y puede facilitar el empoderamiento estudiantil.
Desde esta perspectiva, una de las preocupaciones fundamentales de las instituciones de educación superior en Perú, como en otros países, es mejorar la calidad de la formación de profesionales en enfermería, por lo que se enfrenta nuevos retos, como el de empoderar a los estudiantes, para que a futuro asuman diferentes roles y desafíos que el sistema de salud, la sociedad y la profesión demanda, así como de implementar diseños sólidos para la sostenibilidad de procesos de empoderamiento 4,5.
Al respecto, aportes de diferentes autores mencionan que el empoderamiento en la educación, se da a raíz de los trabajos realizados por Paulo Freire y su pedagogía liberadora, que sostiene un enfoque participativo de la educación, en el que, las personas son los actores fundamentales del proceso de transformación 6,7.
Así mismo, estudios de investigación demuestran que, el empoderamiento en enfermería tiene una relación significativa con la satisfacción laboral, elemento clave del clima organizacional y que los programas educativos de empoderamiento facilitan el trabajo en equipo, el aprendizaje, la comunicación adecuada, procesos de mejora continua, mayor cultura de seguridad del paciente y calidad de atención 8,9.
En la misma línea, otros estudios evidencian que el empoderamiento es un método eficaz que permite a las personas enfrentar las presiones emocionales del entorno y es un pilar fundamental del desarrollo organizacional, mejora el poder y toma de decisiones en enfermería, a su vez correlaciona con la valentía moral, que es considerada como un valor básico de la profesión, sin embargo, implementar procesos de empoderamiento en las organizaciones es un gran desafío, debido a que todavía predomina un modelo de gestión burocrático en los diferentes escenarios que debilita las capacidades, limita el trabajo, el compromiso organizacional y profesional 10,11.
Por tanto, un factor esencial en la formación de profesionales de enfermería, es el impulso de nuevos paradigmas para el desarrollo de prácticas de empoderamiento y un adecuado clima organizacional, que permita a los estudiantes desarrollar sus capacidades, sentido crítico, protagonismo, seguridad y visión de futuro, empoderándolos para promover cambios efectivos en las diferentes situaciones en que se desenvuelven y posicionar la identidad o imagen de la profesión en la sociedad, lo que se debe reflejar durante toda su formación y transcender al ejercicio profesional 12,14, a través de un perfil de egreso que supere las expectativas del sector salud y la sociedad para lograr un trabajo atractivo, significativo y participación activa en la toma de decisiones en los diferentes escenarios 15.
Por ello el objetivo del estudio es determinar la relación que existe entre empoderamiento y clima organizacional en estudiantes universitarios de enfermería.
MATERIALES Y MÉTODOS
Es una investigación con enfoque cuantitativo de tipo correlacional, transversal, diseño no experimental, desarrollada en la ciudad de Huancayo, durante los meses de marzo a diciembre de 2018. La población estuvo conformada por estudiantes del IV al IX semestre de la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional del Centro del Perú, constituida por 189 estudiantes. La muestra fue 166 estudiantes, la técnica de muestreo empleada fue probabilística aleatoria simple.
Para la recolección de datos de ambas variables, se usó como técnica la encuesta a través del cuestionario, previo consentimiento informado. Se aplicó los instrumentos durante los meses de junio y julio del 2018 en el horario de tutoría, se aseguró la confidencialidad y anonimato de los estudiantes. En cuanto al procesamiento y análisis de los datos se utilizó el paquete estadístico IBM SPSS Statistics 24.0, a través del cual se aplicaron estadísticos descriptivos, para obtener e interpretar las frecuencias absolutas y porcentuales de las variables de estudio y sus dimensiones, así como de la estadística inferencial para comprobar la validez de la hipótesis de investigación mediante la interpretación del p-valor del coeficiente de correlación de Pearson (r) para un nivel de significancia α=0,05. El estudio fue aprobado por el Centro de Investigación de la Universidad Nacional del Centro de Perú y se ejecutó con base a los principios éticos de beneficencia, no maleficiencia, justicia y autonomía.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los participantes, fueron 166 estudiantes de la Facultad de Enfermería, el 92,77% de sexo femenino, comprendidas entre las edades de 19 a 25 años, con una edad promedio de 23,90 años. El 84,34% de estudiantes, perciben que el clima organizacional es medianamente favorable, lo cual puede ser considerado como una brecha para el desarrollo del estudiante y de la organización (Tabla 1).
Las dimensiones consideradas en la variable clima organizacional, fueron: administración y gestión institucional, liderazgo y toma de decisiones, trabajo académico, identidad y pertenencia, comunicación institucional, ambiente estudiantil y condiciones de desarrollo académico.
Respecto a las dimensiones administración y gestión institucional, así como liderazgo y toma de decisiones el 30,13 % y el 27,11% de los estudiantes, perciben como no favorable para el desarrollo personal y organizacional, mientras que el 57,22% y el 64,45% tienen una precepción medianamente favorable sobre las mismas dimensiones. Sobre el trabajo académico y la identificación y pertenencia con la institución el 66,27% y 63,25% de estudiantes consideran que es favorable, estos resultados permiten inferir que la oferta curricular, la formación integral, la vinculación y servicios de apoyo académico, cumplen con las expectativas de la mayoría de ellos (Tabla 2).
Referente a las dimensiones, comunicación institucional, ambiente estudiantil y condiciones de desarrollo académico, el 77,71%; 73,49% y 77,11% de los estudiantes perciben como medianamente favorable, lo que implica que se debe dar mayor énfasis a las relaciones interpersonales entre estudiantes y docentes, así como a las actividades académicas motivadoras e incluyentes, para garantizar una educación de calidad. (Tabla 3).
El 58,43% de estudiantes perciben que tienen un nivel medio de empoderamiento, y el 39,16% un nivel alto, lo que significa que asumen responsabilidades, toman decisiones, lideran en diferentes espacios, asumen roles importantes dentro de la facultad y muestran capacidades para participar en forma activa, en los procesos de formación profesional. (Tabla 4).
El 80,73% de estudiantes consideran tener un empoderamiento individual alto, habilidad que tienen para crear, liderar, mantener, modificar e influenciar de manera voluntaria a las personas, con la finalidad de alcanzar metas comunes en beneficio de la organización, a su vez el 78,31% de estudiantes presentan empoderamiento organizacional alto, al identificar trabajo colaborativo con los directivos y docentes que ayuden al logro de objetivos y metas académico-institucionales (Tabla 5).
Los resultados finales, indican que existe una relación directa entre el clima organizacional y empoderamiento de los estudiantes de la Facultad de Enfermería. Se aplicó la prueba de coeficiente r de Pearson, se obtuvo (0,335), significativa (p = 0,000 < 0,05). (Tabla 6).
Discusión
El clima organizacional, es un ambiente percibido por sus miembros como un medio que facilita o dificulta el trabajo como refiere Goncalves 16. Para Chiavenato 17 es la cualidad o propiedad del ambiente organizacional que perciben o experimentan los docentes y estudiantes y que influye en su comportamiento. Por lo tanto, al realizar la valoración del clima organizacional, se determina el tipo de dificultades que existen a nivel del capital humano e institucional lo que facilita o dificulta los procesos de empoderamiento individual del estudiante. Un clima organizacional óptimo logra la satisfacción de sus docentes y estudiantes, y esto repercute sobre la calidad educativa 18.
Al respecto, el 84.34% de los estudiantes perciben un clima organizacional medianamente favorable, al realizar un análisis crítico y reflexivo de los resultados, estos se consideran como una barrera para el desarrollo de la organización, ya que los estudiantes son el principal factor estratégico en las entidades formadoras. Entre las dimensiones más valoradas están el trabajo académico, la identificación y pertenencia con 66,27% y el 63,25% aspectos que fortalece y los empodera en su desarrollo académico. Al ser identificado y considerado el clima organizacional, como un factor favorable según percepción del estudiante, permite inferir que facilita su rol y su liderazgo político como futuro profesional.
Sobre empoderamiento, Cordón 19 manifiesta que es un término muy usado y poco comprendido, por lo mismo, cuesta mucho implementarlo, pero en realidad consiste en delegar autoridad y responsabilidad, al otorgar a los integrantes de una organización el sentimiento de que son dueños de su propio trabajo y resultados. Concuerda con Morales 20 al afirmar que el empoderamiento contempla dos dimensiones, la de posesión del poder, y la del proceso o aprendizaje, para acceder a este. Por otro lado, Bacqué 21 manifiesta, que el empoderamiento se puede ver a través de tres modelos adoptados por los distintos políticos y económicos actuales: el radical que tiene como objetivo la transformación social y se basa en el cuestionamiento del sistema capitalista; el socio liberal que articula la defensa de las libertades individuales con una atención a la cohesión social y a la vida de las comunidades y el neoliberal donde la economía del mercado se presenta como la solución a todos los problemas, donde se incluye la desaparición del Estado, así mismo, no cuestiona la desigualdad social o la pobreza, plantea gestionarla. En esta línea de ideas el empoderamiento de estudiantes durante su formación profesional debe ser con responsabilidad social, ciudadanía y ética, que propicie grados de libertad para que sean capaces de tomar decisiones orientadas al desarrollo de la profesión y la sociedad.
Los resultados muestran que el 58,43% y el 39.16% de estudiantes perciben que tienen un nivel medio y alto de empoderamiento. Al considerar la importancia de este, coincidimos con el punto de vista que expone Morales y otros 22 cuando afirman que los nuevos paradigmas en la formación universitaria han puesto un nuevo reto al docente al reconocer un empoderamiento del estudiante quien posee mayor información y es capaz de seleccionar a las universidades que mejor se ajustan a sus necesidades y expectativas, en este sentido Hernández 23 complementa al referir que lo principal en la formación es el desarrollo de pensamiento crítico y reflexivo con base en el conocimiento científico, tecnológico y humano, por lo cual, se deben propiciar experiencias de aprendizaje que potencie las habilidades y destrezas del estudiante para disfrutar de lo aprendido, todo esto solo puede ofrecer una organización empoderada y con clima favorable, que tiene como misión la formación integral del estudiante, al generar oportunidades para perfeccionar sus capacidades e intereses académicos y valorar sus logros individuales y organizacionales.
Respecto a la correlación del clima organizacional y empoderamiento de estudiantes de la Facultad de Enfermería, los resultados determinan que existe una relación directa. Es importante generar políticas y estrategias orientadas a fortalecer el clima organizacional para lograr el empoderamiento personal y colectivo de los estudiantes en diferentes escenarios. Al comparar con resultados de estudios de investigación, Choque 24 afirma que el clima organizacional influye en el empoderamiento de las enfermeras jefes, por otro lado, Zegarra 25 en un estudio en enfermeras encontró que existe correlación baja (r=0,318) entre el clima organizacional y el empoderamiento psicológico, porque el clima organizacional fue percibido como no saludable y el empoderamiento psicológico fue de moderado a alto. Concordante con el autor anterior Quesada 26 refiere que el empoderamiento “posee un sentido psicológico del control o de la influencia personal y social” y parte de la premisa que “aprender a aprender” es la base del aprendizaje, y que es un proceso de concienciación que potencia las capacidades, todo esto en un escenario académico colaborativo con impacto positivo según Guerra y otros 27 En esa línea Marrero 28 propone una estrategia clave de empoderamiento para los estudiantes la elaboración de un “plan de vida personalizado y un plan de comunicación interna”, esto llevará a la mejora de la productividad intelectual y el compromiso con su formación, al respecto Molina 29 señala que los estudiantes aprenden y se motivan al desarrollar su razonamiento en la reconstrucción y problematización de situaciones de su interés, es en este momento que el docente juega un papel de relevancia al ser facilitador del aprendizaje al fortalecer “competencias sólidas y eficaces para la transformación intelectual, social y humana” como expresa Damasceno y Ribeiro 30. Por lo expuesto, se puede deducir que como docentes universitarios nos encontramos frente a un gran reto para empoderar al estudiante, en un contexto en el que se ha modificado la forma de enseñar, aprender y evaluar con la utilización de nueva tecnología, dar asistencia y acompañamiento que genere confianza y motivación al estudiante más allá del cumplir con el horario de clase, aspecto claves para un nuevo rol.
Román et al., 31 señalan que el apoyo organizacional ejerce una influencia indirecta positiva sobre la participación en actividades de desarrollo de los miembros de la organización y sobre los comportamientos proactivos, así mismo, actúa como mediador de dicha relación, sugiere la promoción de climas organizacionales caracterizados por el apoyo y el empoderamiento. Esto refuerza, que un trabajo planificado toma en cuenta el clima organizacional efectivo y el empoderamiento del estudiante de enfermería, lo que potenciaría su desarrollo humano.
Una de las limitaciones es que la investigación se realizó en una universidad pública, por lo que los resultados son aplicables a esta población o poblaciones similares. Es importante replicar este estudio en otros espacios para generalizar los resultados obtenidos. Sin embargo, los hallazgos brindan evidencia científica para aplicar procesos de mejora continua en la formación de profesionales en enfermería.
CONCLUSIONES
Se concluye que el clima organizacional de los estudiantes de la Facultad de Enfermería fue medianamente favorable y el empoderamiento que ellos tienen es de tipo medio en su mayoría. También que existe una relación directa entre el clima organizacional y el empoderamiento de los estudiantes de la Facultad de Enfermería