INTRODUCCIÓN
A nivel mundial, han existido transformaciones y cambios hasta tocar lo educativo, esta situación se agudizo durante la pandemia por COVID-19, constituyendo nuevos retos en torno a los aspectos económicos, sanitario, sociocultural, entre otras (Burgess y Sievertsen, 2020). En referencia, al sistema de enseñanza se pasó del aula tradicional a la modalidad virtual. No obstante, el manejo insuficiente de la tecnología por parte de los docentes generó resistencia y en ocasiones estrés por la incapacidad de manejo ante las Tecnologías de la Información y Comunicación [TIC] (Román et al., 2020).
Por otro lado, en la vida cotidiana se deben afrontar adversidades para lograr ejecutar estrategias y acciones asertivas (Martínez, 2020). Ante estas circunstancias, nace el término denominado resiliencia referido a la agrupación de habilidades de una persona que le permiten adecuarse frente a situaciones negativas en la vida (Molina y Luengo, 2020). Por otro lado, considerar la resiliencia docente es relevante dentro de las instituciones educativas, ya que se requiere para el fomento de una formación óptima en lo físico y psicológico para los estudiantes (Aguaded y Almeida, 2016).
Por lo tanto, La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2021) plantea acciones específicas y particulares para el establecimiento de un sistema de educación resiliente, con un enfoque central en la mitigación, formación y la respuesta rápida en caso de situaciones conflictivas o adversas (UNESCO, 2021). Además, en una investigación ejecutada en Perú pone en evidencia que los profesionales de la educación a pesar de su actitud resiliente, deben afrontar en su vida cotidiana algunos conflictos dentro de las aulas o ambientes de trabajo, en ocasiones sin el respaldo de la comunidad educativa, esto último reflejado en la ausencia de reconocimiento a través de diplomas o incentivos económicos. Es por ello, que estas circunstancias conllevan a la frustración en el cuerpo docente (Segovia et al 2020).
Cabe destacar, esa habilidad de superar la adversidad se manifiesta en una agrupación de cualidades personales del ser humano enfocadas a surgir o avanzar en medio de circunstancias complejas y agobiantes (Chacón et al., 2017). Particularmente, se evidencia una cercana relación entre las emociones positivas y la resiliencia (Greco et al., 2007). Asimismo, se hace necesario analizar el concepto de resiliencia docente como una oportunidad para mejorar la educación en Latinoamérica.
Este estudio busca concientizar a la comunidad educativa en general, acerca de la inclusión del concepto de resiliencia dentro de sus estrategias y planes de trabajo. Para ello, este estudio analiza la resiliencia de docentes latinoamericanos en momentos de crisis. Es importante la incorporación del término resiliencia en el ámbito educativo y se constituye en ocasiones una alternativa para potencializar la adquisición de conocimientos de manera efectiva y rápida en áreas del conocimiento.
MÉTODO
Se uso la revisión sistemática como metodología para estructurar y organizar las fuentes; para ello, fueron considerados artículos provenientes de bases de datos y plataformas de indexación como SCOPUS, SciELO, ELSEVIER, Redalyc; bajo el análisis documental o de revisión literaria. Para ello, se empleó el método PRISMA 2020. En principio, el proceso de selección inició con una búsqueda preliminar de literatura utilizando palabras clave, tales como: resiliencia, docentes latinoamericanos, momentos de crisis; se empleó el operador booleano “AND” con la finalidad de interrelacionar los términos o frases paran hallar similitudes de estos en los registros localizados en las bases de datos; y la ecuación para la búsqueda de información estuvo dada de la siguiente forma: resiliencia AND docentes latinoamericanos and momentos de crisis.
El resultado de las bases de datos quedó en SCOPUS (80), ELSEVIER (20), Redalyc (100) y SciELO (165) haciendo un total de 365, de acceso abierto. Seguidamente cada una de ellas se filtró con año de publicación 2016-2022, obteniendo en SCOPUS 8 artículos, en Scielo 70 artículos, en ELSEVIER 2 artículos y en REDALYC 30 artículos quedando un total de 110 artículos (Figura 1).
Seguidamente de esta selección se consideró criterios como depuración y eliminación por la similitud, exclusión por la duplicidad y coincidencias, o a su vez, por la información contenida. Con un total de 65 artículos reconocidos y elegidos de las cuatro bases de datos indicadas para su análisis, adicionalmente se usó el modelo PRISMA, resultando excluido por duplicidad 4 artículos, disminuyendo a 61 artículos, asimismo se excluyeron por título 27 artículos quedando 34, por último, prescindiendo por su contribución de contenido de 19 artículos quedando 15 artículos, para su análisis, interpretación, resultados y discusión de los mismos y aportando al objeto de investigación.
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
En principio el producto de la revisión sistemática se evidencia con el análisis descriptivo de los artículos seleccionado para el rango de tiempo que va desde los años 2016 al 2022. El foco de abordaje principal de estos es la resiliencia en docentes latinoamericanos, considerando los estudios más actualizados; asimismo, se interrelaciona o considera los momentos o tiempos de crisis en la docencia latinoamericana y el aporte de la resiliencia a este fenómeno.
La mayoría de las informaciones y hallazgos obtenidos en las producciones académicas particularmente resaltan la importancia de considerar el término resiliencia como elemento protector del docente ante eventos adversos que pongan en riesgo el proceso de enseñanza y aprendizaje. Es por ello, se fomenta el uso de estrategias que estimulen comportamientos o habilidades resilientes en los profesionales de la educación con el único fin de poder afrontar situaciones inesperadas de su vida cotidiana o del salón de clases. Cabe resaltar, los datos analizados marcan una pauta en lo relacionado a las producciones sistemáticas con enfoque en lo educativo específicamente en la aplicabilidad del término resiliencia en el contexto latinoamericano y a su vez, sirve de guía a las futuras investigaciones.
Por otro lado, se sistematizó y se llevó un registro de la información a través de una bitácora con los 15 estudios y de esta manera se garantizó la calidad de la información considerando los ítems de los arrojado a través del método de la manera siguiente: título, año, país, metodología y aportes principales y evidenciándose reflejado en el Diagrama de Flujo mostrado a continuación. Es por ello, estarán organizadas y estructuradas en la siguiente Tabla 1.
La resiliencia docente representa una oportunidad para mejorar la educación en Latinoamérica, en principio de los artículos seleccionados 15 la mayoría pertenecen a países latinos como lo son Colombia, México, Argentina, Venezuela, Perú y en este último existe un mayor número, lo que evidencia además que la mayoría están para el año 2021 existiendo una preocupación actual luego del fenómeno de la pandemia por el desarrollo de habilidades resiliente en la comunidad educativa. Por otro lado, a través de los estudios seleccionados se válida el aporte clave de este concepto en los países latinos hacia los problemas de estrés generados por la virtualización en el proceso de enseñanza.
Una vez, presentada la síntesis de los postulados teóricos de los productos académicos seleccionados, fue importante contrastar y contraponer sus constructos teóricos para hallar similitudes o diferencias en lo referido a la resiliencia docente como una oportunidad para mejorar la educación en Latinoamérica. En el caso, del autor Ji Hong (2016) afirma que en favor de cambiar el sistema educativo latino o de mejorarlo en cuanto a la resiliencia, se evolucionó de un modelo basado en los requerimientos y enfermedades, hacia la prevención en la fortaleza de los profesionales de la educación, para así estar aptos ante posibles situaciones conflictivas en las aulas.
Sin embargo, los autores Forján y Morelatto (2018) afirman la misma tendencia para Latinoamérica, pero comentan la necesidad de considerar los elementos ambientales dentro del fenómeno de la resiliencia, sin embargo, en su estudio se evidenció la no relación entre estos elementos antes mencionados y la resiliencia, los valores obtenidos de r Sperman superan a .05 para las estrategias activas el valor es .07 y de .023 para las estrategias pasivas.
Por lo tanto, no se debe solo estudiar el escenario de crisis en un contexto educativo en Latinoamérica, en la búsqueda de explicar un fenómeno y la aplicación de una alternativa de solución como lo es la resiliencia, sino se debe profundizar en los factores detonantes de esas situaciones conflictivas y desarrollar modelos que permitan contextualizar de manera verdadera la realidad existente. Por supuesto, todo esto con la finalidad de ajustar las estrategias con mayor precisión en favor del proceso de enseñanza y aprendizaje latinoamericano. Para Salvo et al (2021) es necesario en los países latinos que la administración educativa forme a los docentes ante cualquier contingencia ya sea a través de talleres, jornadas y cursos y así puedan, desarrollar competencias resiliente.
Cabe destacar, la necesidad antes de formarle o capacitarle al docente en dichas competencias resilientes, es enseñarle a autoevaluarse y diagnosticar la existencia de estas no solo en su ámbito individual sino en su contexto general, lográndose una mayor efectividad en su adopción y apropiación. Por lo tanto, no se puede ver resultados efectivos sin una concientización idónea a lo interno en primera instancia, para desarrollar así un efecto multiplicador a lo externo.
Por otro lado, la resiliencia docente se cataloga como un factor protector para superar adversidades. Para De Vera y Gabari (2019) es importante establecer interacciones saludables, respetuosas, metodologías de enseñanza y aprendizaje, redes de apoyo, entre otras. No obstante, si existe baja convivencia escolar, escasa comunicación entre el docente y estudiante, permite un retroceso en los procesos resilientes. Con respecto a la detección de factores protectores y de barreras, se evidencia lo estratégico de dar atención al niño por parte del docente considerando la disponibilidad de oportunidades, recursos y estímulos (Aguaded y Almeida, 2016).
En tal sentido, se considera una nueva terminología como lo es la resiliencia socioeducativa en su acepción general, los factores protectores refieren a unas fases o momentos de cambios en la interrelación entre padres, profesores y alumnos. Por lo cual, Fontaines y Urdaneta (2009) consideran que los factores socioacadémicos, pedagógicos y emocionales, son claves en este proceso resiliente. Estos factores se afianzan con el uso de estrategias y metodologías didácticas, donde el docente es un autodidacta y estimula la autoconfianza (Cháidez y Barraza, 2018). Para Huamán (2021), es clave poner en marcha un sistema educativo enfocado en competencias y considerando el grado de desigualdad u oportunidades tanto del docente como del alumno, para así, reflexionar a profundidad en los elementos adversos al proceso de resiliencia socioeducativa. Por lo cual, los factores protectores podrían favorecer las desventajas educativas, al popularizar y asumir por el colectivo las habilidades resiliente.
En definitiva, en lo planteado anteriormente se le da un sinónimo u otra denominación al termino resiliencia docente como lo es resiliencia socioeducativa y se hace importante reconocer su relevancia como factor protector entre esas relaciones en el ámbito educativo, docente, padres y estudiantes a los fines de garantizar un proceso educativo eficaz y eficiente. Es importante, así como lo resaltan los investigadores ser equitativo en la formación de estas competencias resilientes tanto en estudiantes como profesores, partiendo de un diagnóstico certero, para así, establecer estrategias confiables e idóneas.
Por último, la resiliencia docente impacta en el alumnado, escuela y comunidad, lo afirman Tenorio y Sucari (2021) considerando como primer aporte es a la salud al obtenerse un valor de coeficiente de correlación de -0.445 con el estadístico no paramétrico Rho de Spearman, donde al incrementarse la resiliencia existe menos estrés en los docentes. Por otro lado, Sosa et al (2021) afirman el aporte de la resiliencia en el alumnado, escuela y comunidad en lo referido al ámbito público tal es el caso de la provincia de Castilla jurisdicción de UGEL, donde un 70% de la capacidad resiliente está en la categoría de baja-moderada, requiriéndose que la capacidad de formación con respecto a esta habilidad sea necesaria para un cambió educativo. Además, lo anteriormente se valida con el valor detectado del coeficiente de Nagalkerke, es decir, la variabilidad de la gestión pedagógica está ligada directamente a un 98,9% de la variación de las características resilientes de los docentes en los estudiantes ante situaciones adversas.
Y, por último, los autores Llopis y Volakh (2022) afirman que la resiliencia tiene un impacto positivo en la disminución de los niveles de estrés favoreciendo a la salud y la transmisión del conocimiento de manera correcta. Asimismo, para Belykh (2021) menciona se debe considerar el manejo del factor incertidumbre en los contextos educativos con la finalidad de poder desarrollar mayores capacidades resilientes.
CONCLUSIONES
En lo relacionado a la resiliencia docente como factor protector para superar adversidades se afirma esta premisa a evidenciarse que la interacciones saludables, respetuosas, metodologías de enseñanza y aprendizaje, redes de apoyo, entre otras, son elementos claves de la resiliencia y permiten afrontar la adversidad de manera diferente. Además, se consideran factores socioacadémicos, pedagógicos y emocionales en este proceso resiliente. Estos factores se afianzan con el uso de estrategias y metodologías didácticas, donde el docente es un autodidacta y estimula la autoconfianza. A través de estudio se pudo evidenciar que la resiliencia docente impacta en el alumnado, escuela y comunidad y se evidencia de manera casi absoluta.