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Revista de la Sociedad Boliviana de Pediatría
versión On-line ISSN 1024-0675
Rev. bol. ped. v.43 n.2 La Paz jun. 2004
ARTICULO ORIGINAL
Situación nutricional de hierro, cobre y zinc en escolares de Tacopaya, Bolivia
Nutritional status of iron, copper and zinc in children of Tocopaya, Bolivia
Drs.: Sergio Gerardo Weisstaub*, Mario Bustos**, Mario Olivares X.*, Duran Carlos Castillo*, Magdalena Araya Q,*
* Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, Universidad de Chile (Chile)
** Centro de Pediatría "Albina R. De Patiño" (Bolivia)
Dirigir Correspondencia a: Sergio Gerardo Weisstaub
Dirección: Av. Macul 5540. Santiago (Chile)
Fono 678-1468 / 1471 Fax 221- 4030
Correo electrónico: gweiss@inta.cl
No se proporcionaran separatas
Resumen
Con el objetivo de evaluar el estado nutricional de hierro, zinc y cobre en una población infantil rural del altiplano Boliviano se efectuó este estudio, transversal y descriptivo en la escuela primaria de Tacopaya, Bolivia (3100 m), ingresando todos los niños de 1° a 4° grado, sin patología evidente. Se evaluaron antropométricamente y se obtuvieron muestras de sangre y de pelo (región occipital) para medir: hemoglobina; Cu, Fe, Zn y ferritina en suero y Zn en pelo. Se definió anemia utilizando puntos de corte ajustados por edad y corregidos por altitud. Ingresaron 112 niños (58 mujeres), de 8,6 ± 1,7 años. Los puntajes Z de P/T y T/E fueron 0,18 Z (-3,2 a 2,3) y 1,8 Z (-3,4 a 2,0). El 41% tenía una talla <-2Z escore. Seis niños tenían anemia (5%), 2 ferritina baja (<10 ug/L). Las concentraciones de Cu fueron normales; dos niños tuvieron valores bajos < 90 ug/dL. El 61% de los niños eran deficientes en Zn (<80ug/dL). El Zn en pelo fue < 100 ug/g en el 26 % de los niños, sin correlación entre los resultados en pelo y suero. Se analizaron dos muestras del pan que consume la población. El alto nivel de hierro encontrado (8.9 mg cada 100 g) podría explicar la disociación en las deficiencias de zinc y hierro. Concluimos que los escolares del altiplano boliviano evaluados, rurales y de cultura quechua, tienen baja prevalencia de deficiencia de hierro alta prevalencia de deficiencia de zinc y 2% de deficiencia marginal de cobre.
Palabras Claves:
Rev Soc Bol Ped 2004; 43 (2): 77-80: nutrición, hierro, zinc, cobre, niños, Bolivia.
Abstract
Nutritional status of iron, copper and zinc is not clear in school age children in Bolivia. A prospective, transectional study was carried out in 112 apparently healthy children of Quechua origin (58 girls), living in Tacopaya (3100m altitude). Weight/Height and Height/Age were measured and blood samples were drawn to determine hemoglobin, iron, copper, zinc and ferritin in plasma, and zinc in hair. Anemia was defined by age and corrected by altitude. Mean (range) W/H and H/A were 0,18 Z score (-3,2 to 2,3) and 1,8 Z score (-3,4 to 2,0), respectively.In 41% height was below -2Z score. Six children (5%) were anemic, in 2 ferritin values were below <10ug/dL. Plasma copper concentrations were normal, but in 2% were below 90 ug/L. Zinc was below <80ug/L in 61% of cases. Zinc content in hair was below 100ug/g in 26%, with no correlation between these results and those in plasma. Because of the discordance between iron and zinc deficiencies, two randomly chosen samples of bread and 2 samples of wheat flour were analyzed for iron; results showed that iron concentration was 8.9 mg Fe/100g, with little variation between the two samples, which may explain the findings obtained. In conclusion, the school age children assessed revealed low prevalence of iron deficiency, high prevalence of zinc deficiency and 2% of marginal copper deficiency.
Key words:
Rev Soc Bol Ped 2004; 43 (2): 77-80: nutrition, iron, zinc, copper, children, Bolivia.
Introducción
La prevalencia de desnutrición infantil en Bolivia es una de las mas altas de América Latina(1), y representa un problema prioritario de salud pública para ese país(2). Además de tener una alta prevalencia poblacional, hay trabajos que muestran que el 60% de los niños internados en hospitales están desnutridos(3).
El deterioro del estado nutricional incrementa la morbilidad y mortalidad infantil y afecta el crecimiento y desarrollo; algunos de estos efectos pueden ser resultado de deficiencias específicas de micronutrientes(4). Las fuentes alimentarias de hierro, cobre y zinc son semejantes, por lo que sus deficiencias podría esperarse que aparezcan de manera simultánea(5).
La anemia por deficiencia de hierro es uno de los problemas nutricionales de mayor magnitud en el mundo ya que la sufren más de 2000 millones de personas. La prevalencia en los menores de dos años supera el 50% en los países en desarrollo(6). Según el Ministerio de Salud de Bolivia, dos tercios de los niños menores de 3 años presentan anemia por déficit de hierro(7). En un estudio de una muestra representativa nacional, antes de la implementación de la fortificación de la harina con hierro, se observó que la anemia en escolares (8 a 10 años), fue de 34.7%(8,9). Este es un problema muy importante ya que está asociado entre otras, con retardo del desarrollo cognitivo(10) y con la disminución de la resistencia a las infecciones(11).
La deficiencia de zinc es frecuente en países en desarrollo(12) en los cuales hay baja ingesta de productos animales y alta ingesta de fitatos(4). La diarrea, enfermedad responsable del 36% de las muertes en < 5 años en Bolivia(13), aumenta la pérdida de zinc, hierro y cobre(14). Si bien no existen estudios epidemiológicos publicados en la literatura internacional que hagan referencia al déficit de zinc en Bolivia, la prevalencia de la baja talla (stunting), que se considera un indicador indirecto de dicha deficiencia, sugeriría una prevalencia alta(12).
La deficiencia de cobre asociada a baja ingesta de cobre en individuos que no portan genes que los hagan susceptibles ha sido descrita en prematuros de muy bajo peso, en pacientes con síndrome de malabsorción grave o con alimentación parenteral total que no tiene minerales agregados y en niños desnutridos graves en proceso de recuperación(15). Se desconoce su frecuencia en desnutridos crónicos compensados, como podría ser la población infantil boliviana.
El objetivo del presente trabajo fue evaluar indicadores de estado nutricional de los micronutrientes hierro, zinc y cobre en una muestra seleccionada de la población escolar rural del altiplano Boliviano.
Sujetos y Métodos
El estudio fue transversal y descriptivo, se realizó en la escuela primaria de Tacopaya, Bolivia (3100 m de altitud sobre el nivel del mar), localidad con población exclusivamente de origen y lengua quechua. Ingresaron todos los niños de ambos sexos, cursando primero a cuarto grado, aparentemente sanos (sin fiebre ni diarrea en los últimos 5 días), ayuno > 4 horas y cuyos padres o tutores firmaron un consentimiento previo al inicio del protocolo.
Solo se excluyeron dos niños en que, habiendo cumplido con los criterios anteriores, no se pudo extraer la muestra de sangre. Las muestras de sangre (5 mL) se obtuvieron después de un ayuno de 4 h; las de pelo se tomaron de la región occipital (3 cm proximales).
Un mL de sangre fue colocado inmediatamente de extraída en un tubo con EDTA y los 4ml restantes en otro tubo sin anticoagulante. Ambas muestras fueron almacenadas en un contenedor de espuma plástica a 4°C. Antes de las 10 horas de extraídas las muestras de sangre fueron colocadas en tubos con anticoagulante y centrifugadas a 2500 x G durante 10 minutos. Del otro tubo se tomó la sangre para la medición de hemoglobina que se realizó mediante Hemocue. (Hemo Cue Inc, Mision Vieja, CA).
El suero obtenido fue congelado a 20°C y trasladado en hielo seco a los laboratorios del INTA, Santiago (Chile), donde se midió Zn, Cu, Fe por espectrofotometría de absorción atómica (Perkin Elmer, model 2280, Norwalk, CT)(16) y ferritina por ELISA(17).
A los puntos de corte de hemoglobina habitualmente utilizados a nivel del mar para definir anemia (11,5 y 12 g/dL para niños entre 5 a 11 años y entre 12 a 14 años, respectivamente), se les adicionó un factor de corrección por la altura (3100 m) de 1.8 g%, lo que elevó los puntos mencionados a 13.3 g% y 13.8 g% respectivamente(18).
La muestra de cabello se obtuvo con una tijera de acero inoxidable, guardándose los 3 cm proximales de la muestra en un sobre con los datos del niño. La determinación se realizó mediante espectofotometría de absorción atómica, considerando como limite mínimo normal 100 ug/g(19).
Todos los niños fueron pesados y medidos descalzos, por los mismos profesionales.
Resultados
Ingresaron 112 niños (58 mujeres), de 8,6 ± 1,7 años. El P/T y T/E fueron respectivamente 0,18 DS (-3,2 a 2,3) y 1,8 DS (-3,4 a 2,0). El 41% de los sujetos tenían una talla menor a -2 Z score.
En menores de 12 años (101 niños) la hemoglobina promedio fue 14,5 ± 0,8 g/dL; en niños sobre esta edad el resultado fue 15,4 ± 0,8 g/dL. Seis niños tenían anemia (5%), todos de 12 o más años. Las concentraciones de hierro sérico fueron de 98,4 ug/dL (10 a 175 ug/dL) y las de ferritina 33 ug/L (9 a 58 ug/L). Solo dos niños tuvieron ferritina por debajo del valor mínimo normal (10 ug/L).
Las concentraciones de cobre fueron normales (118 ± 18,6 ug/dL); sólo dos niños tuvieron un nivel de cobre <90 ug/dL.
La distribución de valores de zinc plasmático fue asimétrica, la mediana fue 75 ug/dL (rango 50 a 110 ug/dL); en 61% de los niños los valores fueron < 80 ug/dL, (punto de corte usado para definir deficiencia). El Zn en pelo fue < 100 ug/g en el 26 % de los niños, no existiendo correlación entre ambos.
Discusión
Los resultados muestran que en la población evaluada, donde la prevalencia de desnutrición crónica era alta, la prevalencia de deficiencia de zinc fue alta mientras que la de hierro y cobre fue baja (menor que la esperada).
La frecuencia de desnutrición crónica (41%) fue cercana a la media nacional (38%)(20), por lo que consideramos que la muestra evaluada es adecuada para evaluar la presencia de deficiencias nutricionales específicas. La evaluación simultanea e integrada de hierro, cobre y zinc es difícil porque existen buenos parámetros solamente para evaluar nutrición de hierro, pero no para nutrición de zinc y cobre(21). Por otro lado, hay poca información que pueda servir de punto de referencia.
Se ha propuesto la talla baja como un indicador indirecto de la deficiencia de zinc(12). De acuerdo a esto, los resultados encontrados pueden considerarse concordantes con la deficiencia de zinc hallada, pero nosotros y otros autores no hemos encontrado concordancia entre los niveles de zinc (en pelo y plasma) y el indicador de Talla / Edad.
El nivel de anemia encontrado fue bajo, y no coincide con otros datos publicados de la región(7). La discordancia entre los hallazgos en hierro y zinc podría explicarse si el grupo evaluado consumía algún alimento forticado con hierro, pero la información encuestal informal de la dieta no sugería ninguno. Esta hipótesis parecía atractiva ya que un alto aporte de hierro podría también competir con la absorción de zinc y explicar la alta tasa de deficiencia encontrada. Además el alto aporte de fitatos podría también competir con la absorción de zinc(22, 23), mientras que su efecto en cobre sería menos claro(24); por lo tanto, una dieta deficiente en hierro no parecía una buena hipótesis para explicar el resultado. En vista de los hallazgos obtenidos y en busca de una explicación a los resultados, se obtuvieron dos muestras al azar del pan consumido y dos muestras de harina en la población evaluada. La concentración de hierro, medida por espectrometría de absorción atómica previa digestión ácida(25) fue de 8,5 mg/100 gr. Esto indica que la baja prevalencia de anemia probablemente se debe al consumo de harina fortificada. Llama la atención la alta concentración de hierro en el pan, mucho mayor que en la harina, medida con poca variación entre las cuatro muestras medidas; cualquiera sea la explicación de esto, podría explicar al menos parcialmente la deficiencia de zinc.
Dado que este era el primer esfuerzo por detectar deficiencia de cobre en población aparentemente normal, solo se midió la concentración de cobre sérico. Este es un indicador sensible para detectar deficiencias moderadas a severas, pero no responde a cambios menos intensos del estatus de cobre. El contenido de cobre en las muestras de pan fue en promedio 0.4 mg Cu/100 g, lo que sugiere que las recomendaciones de este mineral podrían ser cubiertas con el consumo diario de 200 g de pan. La prevalencia y características de deficiencia marginal de cobre merece ser investigado en mas profundidad usando marcadores mas sensibles, como la actividad de superoxidismutasa eritrocitaria o de diaminooxidasa sérica, o la secreación de IL-2(26, 27). Por otro lado, la cifra obtenida es relevante porque es la primera que se logra detectar en población infantil no seleccionada.
Mas de la mitad de los niños tuvieron concentraciones de zinc plasmático menores a 80 ug/dl y de estos el 47% concentraciones por debajo a 70 ug/dL. Es poco probable que la deficiencia de zinc en los niños con niveles de zinc menores a 70 ug/dL se deba a infecciones no detectadas, ya que la disminución de este elemento debido a infecciones es menor 10% del valor mínimo normal (8 ug/dL).(28)
La prevalencia encontrada de 61% de deficiencia de zinc es semejante a la publicada por Mahmoodi et al en Teherán, donde el 65% de los 800 niños estudiados tenían un nivel de zinc plasmático menor al punto de corte considerado por esos autores(<100 ug/dL)(29). Mahmoodi et al tampoco encontraron correlación entre las concentraciones de zinc en plasma y cabello, ni diferencias en cuanto al déficit de talla en relación al sexo.
En resumen, los datos obtenidos en la población escolar boliviana, rural y de cultura quechua evaluada, mostraron una alta prevalencia de deficiencia nutricional de zinc y baja prevalencia de deficiencia de hierro y cobre. Se requieren más estudios que permitan integrar aspectos dietarios y culturales con marcadores sensibles de estatus de estos micronutrientes.
Referencias
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