INTRODUCCIÓN
En la actualidad la educación se fundamenta en la necesidad de formar ciudadanos integralmente capaces de desarrollar competencias para las exigencias de las demandas económicas y sociales actuales. En las últimas décadas el proceso de enseñanza tradicional basada en la transmisión de conocimientos han sido menos efectivos en el desarrollo de aprendizaje, por ello la calidad de enseñanza depende de la vocación del docente, entonces la evaluación se debe plasmar desde el enfoque formativo, para mejorar la calidad educativa (Talanquer, 2015), por este motivo se analiza el problema de la evaluación formativa durante la pandemia en el sistema educativo, en el desarrollo de las actividades de enseñanza aprendizaje desde la casa, con una educación a distancia de forma síncrona y asíncrona (Ruiz, 2021).
Por la situación de la pandemia que atravesó Perú y el mundo, la Organización Mundial de Salud (OMS, 2020) en enero del 2020, declaró la emergencia sanitaria por la COVID-19 como epidemia a nivel mundial; asimismo, en marzo esta institución anunció que esta enfermedad es una pandemia extendiéndose rápidamente en varios países afectando a muchas personas, es por este motivo que se implementó la cuarentena y confinamiento como medidas de prevención para frenar la propagación del virus. Debido a esta problemática el proceso de la evaluación formativa ha tenido limitaciones en el proceso de enseñanza aprendizaje, porque las actividades se han dado de manera compleja, por ende algunos estudiantes no cumplieron en realizar dichas actividades para la mejora del aprendizaje, debido a la falta de conectividad y equipos tecnológicos (Quiñones et al., 2021).
Es por ello que en la coyuntura actual ha cobrado mayor importancia la evaluación educativa en aula, debido a que los estudiantes no solo deben tener notas aprobatorios sin haber comprendido, es decir una evaluación memorística, por el contrario los estudiantes deben ser reflexivos, analíticos y críticos, poner en práctica sus conocimientos (Ravela et al., 2019). En ese entender la evaluación debe ser según el Ministerio de Educación del Perú (2017) como un proceso sistemático en el que se recoge y valora información relevante sobre el nivel de desarrollo de competencias en el estudiante, con la finalidad de contribuir oportunamente a mejorar su aprendizaje. Asimismo, desde un enfoque formativo, se evalúan competencias, con niveles de complejidad, combinado las capacidades, tomando de referencia los estándares de aprendizaje, que describen el desarrollo de la competencia y definen qué se espera logren los estudiantes al finalizar un ciclo en la Educación Básica peruana, los estándares de aprendizaje constituyen criterios precisos para comunicar no solo si se logró alcanzar el estándar, sino para identificar el logro de aprendizaje del estudiante (Ministerio de Educación del Perú, 2019).
Por ello, la evaluación formativa es comprendida como una práctica centrada en el aprendizaje del estudiante, para lo cual se debe realizar la retroalimentación oportuna, sus progresos durante el proceso de enseñanza aprendizaje, (Ministerio de Educación del Perú, 2017). Ésta evaluación es considerado también como un proceso permanente y sistemático para recopilar y procesar información minuciosa y relevante para conocer, analizar y valorar los aprendizajes de los estudiantes mediante la retroalimentación y tomar de decisiones oportunamente en la práctica pedagógica, y ésta evaluación vinculada en la formación integral, en valores, en actitudes de los estudiantes; se concibe como los proceso cognitivos mediante el cual los estudiantes logran desarrollar aprendizajes (Ministerio de Educación del Perú, 2019; Ravela et al., 2019).
Para comprender el tema de evaluación desde el enfoque formativo de acuerdo con el Currículo Nacional de la Educación Básica (CNEB) del Perú, para evaluar los aprendizajes de los estudiantes se debe realizar mediante la retroalimentación formativa.
La retroalimentación formativa
Consiste en tomar valor en la mejora del aprendizaje, partiendo de un vínculo de confianza entre docentes y estudiantes, mediante una comunicación con preguntas y reflexiones, las estrategias para ofrecer la retroalimentación son el tiempo, la cantidad, el modo y la audiencia, además ésta se realiza a partir de evidencias de aprendizaje presentadas por los estudiantes (Anijovich, 2018). Por ello, la retroalimentación juega un rol importante en el proceso de enseñanza aprendizaje, que consiste en realizar devolución oportuna al estudiante con información relevante y principalmente describe sus logros de acuerdo con los criterios de evaluación establecidas. Una retroalimentación es positivo cuando se observa las actuaciones del sujeto evaluado, se identifica sus aciertos, errores y los puntos que requieren atención, partiendo de ello se brinda información oportuna que induce a reflexionar al estudiante para proponer alternativas de solución y a la búsqueda de estrategias que le permitan mejorar los aprendizajes (Anijovich, 2018; MINEDU, 2020).
Según el MINEDU (2020) las evidencias de aprendizaje son actividades que realizan los estudiantes, las cuales se interpretan e identifican lo que aprendieron y el nivel de logro de la competencia que lograron alcanzar en relación a los propósitos de aprendizaje propuestos; a partir de las evidencias realizadas por el estudiante, el docente asumiendo el rol de mediador realiza la interacción con los estudiantes para favorecer el desarrollo de competencias en donde realiza la retroalimentación formativa que consiste en hacer devoluciones oportunamente con la finalidad de que los estudiantes mejoren sus dificultades a partir de la reflexión y el docente realice ajuste en las estrategias en el proceso de enseñanza.
Por otro lado, Wilson (2002) propone la escalera de retroalimentación en un contexto de una educación a distancia, por la pandemia, que resulta útil para retroalimentar a los estudiantes, mediante la comunicación, a partir de cuatro pasos: el primero es la clarificación, que consiste en formular preguntas para aclarar una idea y asegurarse que el estudiante comprendió en las actividades elaboradas; el segundo es valorar, luego de recoger información adecuada, se valora constructivamente lo que se aprecia como correcto, además se hace énfasis las fortalezas y aspectos importantes de las actividades desarrolladas por el estudiante, creando un clima positivo de respeto, confianza y colaboración; el tercero es expresar inquietudes, con algunas ideas presentadas por el estudiante y preguntar para que descubra nuevas soluciones y oportunidades de mejora, finalmente la cuarta escalera de retroalimentación es hacer sugerencias, que consiste en recomendar de manera descriptiva, específica y concreta sobre cómo mejorar el proceso, la idea, la actividad, el proyecto, brindando al estudiante pautas, consejos, procedimientos para que los use y lograr alcanzar el nivel de desarrollo potencial.
Además por la situación de pandemia por la COVID-19, la retroalimentación se ha desarrollado en una educación virtual, con algunas pautas: se emplea un tiempo prudencial para captar la atención del estudiante durante la retroalimentación, dependiendo de la complejidad de la actividad propuesto, que puede ser una atención individual o en equipo, mediante llamadas telefónicas, vídeo llamadas, WhatsApp, Google Meet u otra herramienta hasta cuatro o cinco estudiantes a la vez, para realizar retroalimentación colectiva con base a un caso específico presentado por uno de los estudiantes. Luego se utiliza estrategias de retroalimentación promoviendo la reflexión y autonomía en estudiantes para el logro del aprendizaje. Se inicia la retroalimentación solicitando al estudiante que describa la actividad desarrollada, luego se da por finalizada la entrevista estableciendo compromisos con el estudiante para próximas actividades y fecha próxima de comunicación (Anijovich, 2018; Wilson, 2002).
Por lo mencionado la retroalimentación es parte de la evaluación formativa, en ese criterio para que el estudiante reflexione sobre las actividades realizadas que son producciones o evidencias de aprendizaje, el docente debe realizar una retroalimentación para mejorar el logro de aprendizaje de acuerdo a los tipos de retroalimentación en la que se presenta en la Tabla 1 (Anijovich, 2018).
El propósito del estudio fue la revisión bibliográfica para analizar, describir, interpretar y reflexionar sobre la aplicación de brindar la evaluación formativa en la educación mediante la retroalimentación que realizan los docentes a los estudiantes en el proceso enseñanza aprendizaje a partir de sus evidencias de aprendizaje durante la pandemia de la COVID-19.
El estudio se basó en una revisión bibliográfica (Adco et al., 2022; Casa, et al., 2019; Cotrado et al., 2019; Palacios, 2021)¸ que consistió en la búsqueda de información de artículos científicos en base de datos y buscadores académicos de Scopus, Web Of Science, Scielo, y Google Académico. Posteriormente, los estudios han sido seleccionados y se organizaron en una matriz los antecedentes bibliográficos, el tipo de investigación, la metodología, los participantes de estudio, los instrumentos utilizados y los principales resultados de la producción científica. Se analizaron las referencias bibliográficas de los documentos publicados, seleccionados con el fin de rescatar y analizar otros estudios. Los resultados del estudio fueron que se han revisado 22 estudios científicos, respecto a la evaluación formativa, parte del análisis es la realización de una retroalimentación oportuna por parte del docente, para que los estudiantes logren aprendizajes óptimos. Los documentos revisados presentan fundamentos teóricos y hermenéuticos acerca de la evaluación formativa, relacionado con la retroalimentación, que a continuación se evidencia los resultados encontrados.
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
En la Tabla 2, se presenta los resultados de estudios que fueron seleccionados de la base de datos.
Los resultados presentados en la Tabla 2, evidencian los aportes de autores donde indican que la retroalimentación formativa es una alternativa para valorar el logro de aprendizaje, que ayuda a reestructurar los sistemas de conocimiento y las cognitivas, para adquirir nuevos conocimientos, habilidades y actitudes en el proceso de aprendizaje de los estudiantes, además la retroalimentación facilita la incorporación de elementos teóricos favoreciendo la reflexión (Espinoza, 2021; Garcia et al., 2021; Huayhua et al., 2021). Asimismo, la retroalimentación permite realizar devoluciones oportunas y personalizadas o en pequeños grupos a los estudiantes a partir de las evidencias de aprendizaje realizadas por ellos, con la finalidad de que el estudiante identifique sus aciertos y errores para la mejora de su aprendizaje, mediante una comunicación asertiva, la relación interactiva, por otro lado identificar las características y necesidades del estudiante relacionado al aprendizaje (Asiú et al., 2021; Bautista et al., 2021; Rubio-Manzano et al., 2021; Sánchez y Carrión-Barco, 2021; Vásquez, 2020; Zamora y Mass, 2021).
Por otra parte, se destaca que a partir de las experiencias se considera que el proceso de coevaluación y retroalimentación fomentan la autonomía de los estudiantes mediante la motivación para el logro de aprendizajes (Wong y Lam, 2020), la evaluación formativa a través de la retroalimentación, ayuda a los estudiantes a lograr reducir el impacto de ansiedad a los números, resultados que son importantes en la educación, para los estudiantes con limitaciones en esta área, por otra parte ayuda a mejorar los niveles de comprensión lectora para que los estudiantes no tengan bajos niveles de comprensión lectora con un alto porcentaje (Núñez-Peña et al., 2015; Picón, 2021). Del mismo modo, la realización de la evaluación formativa en desarrollo en el área de actividades deportivas resulta ser óptimo, permitiendo potenciar los aprendizajes significativos que logra el estudiante, además los beneficios físicos, cognitivos, sociales y emocionales (Hernández y Salicetti, 2018).
Por otro lado, al aplicar una evaluación formativa y una enseñanza adecuada, implica que los docentes estén capacitados para identificar la etapa del desarrollo cognitivo de los estudiantes y mejorar el aprendizaje (Martínez, 2013). Es importante que un docente sea reflexivo, crítico, flexible, ético y transformador para asumir nuevos retos, promoviendo una evaluación formativa como parte de su práctica pedagógica, destacando además el elemento intercultural, que fortalece la capacidad de comprensión y convivencia, el maestro requiere ser fortalecido por el Ministerio de Educación sobre el tema de estudio (Jesús y Ramirez, 2019; Medina y Mollo, 2021; Mollo-Flores y Medina-Zuta, 2020).
Finalmente es importante comprender que la evaluación no es calificar, sino cómo es el proceso de aprendizaje de los estudiantes para apoyarlos a alcanzar los logros (Díez y Gajardo, 2020), asimismo, los instrumentos de evaluación deben estar diseñadas de acuerdo a los propósitos de aprendizaje para realizar una retroalimentación adecuada y los estudiantes logren desarrollar las competencias y capacidades propuestos, también se debe fortalecer las habilidades socioemocionales por situación de pandemia por la COVID-19 (Bandeira y Rigatto, 2022; García, 2021; Gonzáles et al., 2021; Hamodi et al., 2015).
A continuación, se muestra los aportes de la retroalimentación en la Figura 1.
En el proceso educativo desde el enfoque por competencias, es importante los cambios en relación a la evaluación formativa para lograr aprendizaje, con una retroalimentación que contribuya al estudiantes a ser autónomos, mediante la reflexión y que el docente deconstruya su práctica pedagógica en relación a las formas de evaluar (Falcón et al., 2021). Para ello se debe aplicar diversas estrategias para desarrollar competencias y capacidades en los estudiantes (Casa, Huatta, et al., 2019). Sin embargo por la situación de pandemia se ha visto afectada el realizar una adecuada evaluación formativa con una retroalimentación adecuada a través de la utilización de las tecnologías en el proceso de enseñanza aprendizaje (Mola y Garbey, 2020).
Se evidencia en el Gráfico 1, respecto a documentos publicados durante los años 2013 a 2022, en el año 2021 (12) documentos fueron publicados que fue mayor con respecto a la evaluación formativa debido a la situación de la pandemia de la COVID-19 que atravesó el Perú y el mundo, mientras que durante el año 2020 se publicó (04) producciones, en el año 2013 (02) publicaciones, mientras tanto durante los años 2013, 2018, 2019 y a inicios del mes de marzo del año 2022 (01) producciones sobre evaluación formativa que fueron publicados en revistas indizadas.
CONCLUSIÓN
En el estudio realizado se muestra similitudes y diferencias de autores de diversos países y enfoques teóricos con respecto a la evaluación formativa, realizadas mediante una retroalimentación durante la pandemia de la COVID-19, concluyendo que, algunos docentes no facilitan espacios pertinentes para realizar una evaluación formativa, principalmente una retroalimentación de tipo reflexivo o al menos una retroalimentación descriptiva para generar la reflexión, autonomía y autorregulación, mediante un diálogo de confianza de respeto para que los estudiantes mejoren las evidencias de aprendizaje, a partir de criterios de evaluación establecidos para el logro de los propósitos de aprendizaje.
Por otro lado, los docentes deben comprender que la evaluación formativa tiene dos propósitos a nivel de estudiante y a nivel del docente, el primero aborda en lograr que los estudiantes deben ser autónomos en su aprendizaje tomando conciencia de sus dificultades, necesidades y fortalezas, para asumir e identificar sus aciertos, errores, y recibir una comunicación oportuna que le sirve para reflexionar y mejorar su aprendizaje, mientras a nivel de docente debe atender a la diversidad de necesidades de aprendizaje de los estudiantes brindando devoluciones oportunamente, de manera diferenciada, de acuerdo a los niveles alcanzados por los estudiantes, con la finalidad de acortar brechas y evitar el rezago, la deserción o la exclusión en estudiantes, fundamentalmente durante la pandemia de la COVID-19.
Al realizar una retroalimentación permanente y oportuna a partir de las evidencias presentadas por los estudiantes, implica modificar las prácticas de enseñanza para hacer más efectivas y eficientes, utilizar diversas estrategias de enseñanza para el desarrollo de competencias y lograr aprendizajes significativos, además este tipo de evaluación brinda a los estudiantes el cambio de formas de pensar, el comportamiento, la participación activa, aumenta la autoestima a partir de la motivación en el diálogo de respeto entre docente y estudiante, promueve la metacognición, fundamentalmente existe la brecha entre las evidencias de aprendizaje y los criterios de evaluación en el desarrollo del proceso enseñanza aprendizaje.
CONFLICTO DE INTERESES. Los autores declaran que no existe conflicto de intereses para la publicación del presente artículo científico.