INTRODUCCIÓN
La circulación venosa, denominada también circulación de retorno, tiene como principal propósito favorecer la llegada de sangre al corazón, mediante amplias redes de circulación venosa, tanto en un plano superficial como profundo, el primero conduce sangre venosa de la piel y tejido celular subcutáneo hacia el sistema venoso profundo, este último se aloja entre los músculos y de igual manera conduce el flujo sanguíneo a las venas cavas superior e inferior. En este contexto, la insuficiencia venosa crónica se presenta como una patología caracterizada por afectar al sistema venoso valvular, lo que se traduce clínicamente en la aparición de várices y en ocasiones de trombosis venosa profunda (1).
La Insuficiencia venosa crónica fisiopatológicamente resulta en una incompetencia valvular venosa con estasis sanguínea lo cual da lugar a signos y síntomas típicos de hipertensión y afectación venosa como: edema, dolor, pesadez, calambres, ulceración, en varias ocasiones estos síntomas tienden a ser incapacitantes, por tanto, dentro de los planes terapéuticos está el manejo conservador y el quirúrgico, siendo la cirugía por radiofrecuencia una opción apropiada ya que disminuye la agresión quirúrgica y favorece la pronta recuperación del paciente (2,3).
Se estima que alrededor del 30% de la población mundial sufre de insuficiencia venosa crónica, con más frecuencia aparece en el sexo femenino, además de forma global la prevalencia oscila entre el 20 a 60% en países industrializados. Se sabe que entre el 95 al 97% de los casos tienen origen idiopático, o se asocian con la herencia, y el 5% es secundario a trombosis venosa profunda o también denominado síndrome postrombótico.
Dentro de los procedimientos quirúrgicos indicados para la insuficiencia venosa crónica, destaca la safenectomía mayor y menor, se trata de un procedimiento invasivo cuya finalidad es la extirpación de venas varicosas de mediano y gran calibre de las extremidades inferiores (4,5). Como todo procedimiento quirúrgico, tiene ciertos riesgos y complicaciones como: linforragias, linfangitis, hemorragias, hematomas, trombosis, parestesias, edema maleolar, telangiectasias, neuritis, e inclusive lesión del nervio safeno, de ahí que todo paciente sometido abordaje quirúrgico requiera un cuidado especial, humanizado, que garantice su pronta y satisfactoria recuperación (6,7).
El cuidado humanizado tiene su base filosófica - científica en la necesidad de rescatar la relación de confianza y empatía entre el paciente y el profesional en salud, puesto que este vínculo favorece el restablecimiento de la situación de salud del paciente desde un punto de vista humanista, creador, axiológico, con un alto nivel de armonía. De tal forma que el presente artículo científico tiene como objetivo fundamental determinar la presencia de cuidado humanizado por parte del personal de enfermería en pacientes safenectomizados atendidos en el Hospital General Riobamba “IESS” a través de la aplicación del cuestionario Dimensiones de la Percepción del Cuidado Humanizado.
MATERIALES Y MÉTODOS
se llevó a cabo un estudio con enfoque cuantitativo, nivel descriptivo, retrospectivo, observacional. Se contó con una población total de 56 pacientes adultos (mayores de 18 años) safenectomizados pertenecientes al servicio de Hospitalización de Cirugía del Hospital General Riobamba del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, quienes de forma voluntaria y previo consentimiento informado decidieron ser parte de la investigación.
La recolección de datos tuvo lugar desde octubre 2021- julio 2022. Como técnica de recolección de datos se utilizó la encuesta, usando como instrumento el cuestionario deniminado Percepción del Cuidado Humanizado, constituido por tres variables: Comunicación, Calidad y Disposición de la atención, el mismo constó de 10 dimensiones, bajo un total de 36 ítems, su fiabilidad y aplicabilidad es consistente pues en su pilotaje se sostiene con un alfa de Cronbach de 0,835. Consta de un conjunto de dimensiones, con una escala sumativa de estilo Linkert con 5 puntos, de los cuales se establece: nunca = 1 (puntuación del cuestionario entre 36 a 64), a veces = 2 (puntuación 65 a 93), regularmente = 3 (puntuación entre 94 a 122), casi siempre = 4 (puntuación entre 123 a 151) y siempre = 5 (puntuación de 152 a 180) (8,9).
Se realizaron tablas de frecuencia con variables demográficas como: edad, sexo, escolaridad, ocupación, estado civil, raza, IMC, y otras variables como: tipo de safenectomía, comorbilidades del paciente, centrado en las patologías más frecuentes como: hipertensión arterial, diabetes mellitus, e hipotiroidismo. Así también se llevó a cabo una tabla de frecuencia en la cual se estableció la percepción del paciente safenectomizado sobre el cuidado recibido por parte del personal de enfermería. Los datos fueron analizados mediante el estadístico SPSS.
RESULTADOS
En la Tabla 1 se evidencia que se obtuvo un puntaje mínimo de 86 puntos, un puntaje máximo de 177 puntos y en promedio 166 puntos, de acuerdo con las características de este instrumento se establece que los pacientes safenectomizados pertenecientes al Hospital General Riobamba “IESS” durante el período octubre 2021-julio 2022 percibieron siempre una relación de cuidado humanizado. Es así como en la primera dimensión se puede evidenciar que el 64.3% del total de pacientes respondieron siempre frente a la premisa de valores humanísticos y altruistas en tanto que el 21.4% respondieron casi siempre. En lo que respecta a la segunda dimensión, correspondiente a instalación de fe y esperanza, el 53,6% de los pacientes respondió casi siempre y el 37,5% siempre. En la tercera dimensión que abarca la temática de cultivar la sensibilidad hacia uno mismo y hacia los demás, se evidencia que el 37,5% de los pacientes respondió casi siempre y el 51,8% siempre, en la cuarta dimensión que corresponde a desarrollar una relación de cuidados humanos de ayuda y confianza se observó que el 23,2% de los pacientes respondió casi siempre y el 76.8% siempre (Tabla 1).
En la quinta dimensión que se enfoca en promocionar y aceptar la expresión de sentimientos positivos y negativos, se identificó que el 44.6 % de los pacientes respondió casi siempre y el 41.1% siempre. En la sexta dimensión que se relaciona con el uso sistemático del método científico para la resolución de problemas y toma de decisiones, se observó que el 25% de los pacientes respondió casi siempre y el 66.1% siempre. En la séptima dimensión que hace referencia a promocionar la enseñanza y el aprendizaje transpersonal se observó que el 7.1% de los pacientes respondió casi siempre y el 92.9% siempre. En la octava dimensión que involucra crear un entorno de apoyo o conexión mental, física, sociocultural y espiritual, se observó que el 23.2% de los pacientes respondió casi siempre y el 73.2% siempre (Tabla 1).
En la novena dimensión que corresponde al apartado: ayudar a la satisfacción de las necesidades humanas, se observó que el 44.6% de pacientes respondió casi siempre y el 26.8% siempre. Finalmente, en la décima dimensión, aceptación de fuerzas existenciales-fenomenológicas se observó que el 42.9% respondió casi siempre y el 46.4% siempre (Tabla 1).
En la Tabla 2 se evidencia que los pacientes aparte del diagnóstico de Insuficiencia venosa crónica presentan otras comorbilidades, el 32,1% hipertensión arterial, 23,2% hipotiroidismo y el 8.9% diabetes mellitus.
En la Tabla 3 se evidencia que en la muestra destacan los grupos etarios 50-59 años (23,2%) y 60 a 69 años (23,2%). El 67,9% de pacientes fueron del sexo femenino. En la escolaridad el 39,3% tuvieron educación secundaria y el 39,3% educación superior. Con respecto a la ocupación el 23,2% se dedica al área administrativa, el 21,4% fueron jubilados y el 12.5% dedicados a la agricultura. El 64,2% de la población refirió estado civil casado, en tanto que un 14.3% refirió estar soltero. El 93% se autoidentificó con etnia mestiza. El 76,8 % presentó un IMC ≥ 25. Con respecto al manejo de la patología el 35,7% requirió safenectomía mayor izquierda, en tanto, que el 28.6% requirió safenectomía mayor derecha, y el 34% safenectomía mayor bilateral.
DISCUSIÓN
La insuficiencia venosa crónica afecta significativamente a la población mundial, de ahí que su diagnóstico, manejo y cuidados posteriores requieran de total entrega por parte del profesional en salud, y sobre todo por el personal de enfermería, se sabe que de acuerdo a la clasificación CEAP, existe 6 categorías para estadificar las várices, va desde C1 a C6 (10), es decir, desde la presencia de venas reticulares y telangiectasias hasta verdaderos cambios cutáneos que se acompañan de ulceración, su aparición tiene estrecha relación con ciertos factores como lo son: el IMC, antecedente de patología venosa, y también un factor no modificable como lo es el sexo, es más frecuente en mujeres, tal como sostiene Otrante et al, el cual atribuye un valor del 20 al 50% de prevalencia para el sexo femenino y del 10 al 20% para el sexo masculino, resultados similares a los obtenidos en este estudio en cuanto a la dominancia del género, además es importante considerar la actividad laboral que desempeña la persona puesto que el permanecer mucho tiempo en bipedestación se relaciona con la aparición de várices (11).
El cuidado humanizado en enfermería es el resultado del respeto mismo por la vida del paciente, ya que se trata a la persona más no a la enfermedad, el proceso salud - enfermedad es complejo, involucra una filosofía de atención que se basa en el paciente, que va desde el afrontamiento de la enfermedad hasta el acompañamiento que debe realizar el personal de enfermería en la recuperación, rehabilitación y reinserción social del individuo, lo que implica una ardua tarea de comunicación, empatía, solidaridad y un valor notable de servicio, su aplicación determinará el bienestar físico y psicológico de la persona que requiere cuidados (12,13).
En un estudio realizado por Joven et al. (14) con enfoque cuantitativo, nivel descriptivo realizado en Colombia, se establece que los pacientes de la UCI (unidad de cuidados intensivos) percibieron como favorable el cuidado humanizado de enfermería rescatando ciertas dimensiones como: “prioriza a la persona en el cuidado” y “cualidades del hacer de enfermería”, destaca el valor que representa el paciente como un ser pluridimensional. Así también, según Fernández et al. (15), en el cual se aplicó la encuesta de percepción del cuidado humanizado en enfermería a 377 pacientes se identificó que el 84,6% de la población total estuvo de acuerdo con los cuidados humanizados de enfermería, destacando la dimensión calidad con el 90% seguido de la disposición con el 85% y la comunicación con el 84%. Los estudios mencionados concuerdan con los resultados de este estudio de forma general, cabe destacar la octava dimensión que involucra crear un entorno de apoyo o conexión mental, física, sociocultural y espiritual, se observó que el 73.2% de los pacientes respondió siempre, lo cual ratifica el valor profesional del personal de enfermería en el presente estudio.
En Perú, Arredondo et al. (16) plantearon un estudio de nivel descriptivo correlacional y transversal, que contó con la participación de 50 pacientes, igual población a la de este estudio, concluyen que el paciente se siente satisfecho en cuanto a la atención recibida por el personal de enfermería, destacando dimensiones que involucran el respeto por el paciente, el aspecto sociocultural y emocional. En otro estudio realizado en Ecuador, por Arcentales et al. (17) en el Hospital Homero Castanier Crespo de la cuidad de Azogues con una población de 200 pacientes, en los cuales se buscó identificar el grado de satisfacción de pacientes quirúrgicos con los cuidados de enfermería, concluyen que los pacientes reciben una atención sanitaria óptima y destacan sobre todo la dimensión de seguimiento y monitoreo.
En otro estudio de Romero et al. (18) de tipo analítico, transversal con una población de 132 pacientes, cuyo objetivo fue determinar la percepción del cuidado humanizado por parte del personal de enfermería en pacientes hospitalizados, concluyen que, con un promedio de 11,5 días de hospitalización, la percepción en general de cuidado humanizado fue de 55,4% catalogado como excelente, 35% bueno, 7.9% aceptable y malo 1.7%. Así también en un estudio de Rojas et al. (19) con enfoque cuantitativo, nivel descriptivo y transversal, y al tener como propósito determinar la percepción de cuidado humanizado brindado por el personal de enfermería en el servicio de urgencias, concluyen que, el 77,4% de la población tiene una percepción media del cuidado humanizado, seguida de la percepción baja con el 18,97% y una excelente percepción con apenas el 4,34%, resultados que llaman la atención y que difieren de este estudio, ya que la mayoría de pacientes safenectomizados mencionaron tener un cuidado humanizado, otorgándole valor a la octava dimensión que se refiere al entorno de apoyo así como a la conexión mental, física, sociocultural y espiritual.
En otro estudio elaborado por Cortez (20) que tuvo como finalidad analizar la percepción del cuidado humanizado en el área de urgencias del Hospital Juan Carlos Guasti, del cantón Atacames, concluye que en cuanto a la entrega de trabajo humanizado el 42% lo reflejó como regular, llama la atención un 13% que refleja que la atención nunca estuvo dirigida a las necesidades del paciente, así como un 36% el cual representa que las necesidades sociales nunca fueron consideradas ni atendidas. A diferencia de los resultados obtenidos en este estudio ya que, con un puntaje promedio de 166 puntos, de acuerdo con las características de la encuesta aplicada, se establece que los pacientes safenectomizados pertenecientes al Hospital General Riobamba “IESS” durante el período octubre 2021-julio 2022 percibieron siempre un cuidado humanizado.
CONCLUSIONES
Cuidado humanizado de enfermería en pacientes safenectomizados que se llevó a cabo se determinó que para el proceso de sanación y enfermedad se requiere de la comprensión, comunicación, empatía y respeto por parte del personal de enfermería y en general de los profesionales de la salud, la recuperación entraña nobleza, creación, servicio, a lo largo del estudio se evidenció que los pacientes safenectomizados pertenecientes al servicio de Hospitalización de Cirugía del Hospital General Riobamba del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social gozan de cuidados de enfermería humanizados, lo que proyecta satisfacción, y motiva a mejorar cada día por el bienestar de los pacientes, la dimensión mayormente felicitada fue la de apoyo o conexión mental, física, sociocultural y espiritual además, que el profesional en enfermería proporciona un alto nivel de enseñanza y aprendizaje transpersonal.