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Temas Sociales

versión impresa ISSN 0040-2915versión On-line ISSN 2413-5720

Temas Sociales  no.49 La Paz nov. 2021

https://doi.org/10.53287/vxoh6111dv12j 

RESEÑA

Paz Gonzales, Eduardo y Sergio Ramírez Gonzales (2020). Los nietos del proletariado urbano: movilidad social intergeneracional y dinámicas de estratificación en familias obreras de La Paz. La Paz-Bolivia: Centro de Investigaciones Sociales de la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia (CIS)

Isabel Sanjines Rodríguez1 

1Sociología-Universidad Mayor de San Andrés, La Paz. Bolivia sanjinesrodriguezi@gmail.com


Fresco, creativo y novedoso es el trabajo de investigación de Eduardo Paz Gonzales y Sergio Ramírez Gonzales titulado Los nietos del proletariado urbano: movilidad social intergeneracional y dinámicas de estratificación en familias obreras de La Paz, que reflexiona sobre los procesos de movilidad social que tuvieron las poblaciones obreras urbanas dedicadas al rubro textil y ferroviario entre los años 1952 a 1985 en la ciudad de La Paz, Bolivia.

La investigación muestra el proceso y el crecimiento que tuvo la instalación industrial en el país en las primeras décadas del siglo XX, sobre todo, en la ciudad de La Paz, que, después de la guerra Federal, expresó grandes cambios en las estructuras cotidianas de la ciudad. Por un lado, el crecimiento poblacional, la planificación urbana y el desarrollo industrial hicieron que la ciudad adquiera una nueva imagen y distribución espacial. Comenzaron a nacer los barrios obreros como Vino Tinto, Achachicala, Pura Pura, Villa Victoria, Ciudadela Ferroviaria y Plan Autopista, que fueron creciendo gracias a la actividad industrial que generaban las fábricas textileras como Forno, Said y Soligno, la empresa Nacional de Ferrocarriles (ENFE) y la Cervecería Boliviana Nacional.

Este crecimiento industrial significó también el crecimiento de la población obrera y de los diferentes sindicatos de trabajadores, que gestionaban beneficios para los afiliados, como el desarrollo de planes de vivienda y seguridad social, entre otros. Estos procesos institucionalizados de representación fabril que presentaban síntomas de estabilidad duraron pocos años, ya que desde la década de los años ochenta la crisis industrial comenzaba a crecer. Una de las consecuencias se debe a lo que el libro denomina élites circunstanciales, que hace referencia a la dependencia económica que tienen las clases altas a las materias primas, que rápidamente ganan o pierden valor internacional, provocando inestabilidad en las clases altas por su constante circulación.

Ante este escenario, las poblaciones fabriles se fueron conformando de diferentes maneras, ya que, si bien los textileros y los ferroviarios son poblaciones obreras no significa que tengan las mismas condiciones de clase y los mismos procesos de movilidad social, debido a que el relacionamiento con el mercado varía entre una empresa textilera y una ferroviaria. Por un lado, las empresas ferroviarias se caracterizan por tener poca competencia, ya que es difícil que un riel o una vía sean utilizados por diferentes empresas, formando un oligopolio donde cada empresa se encarga de líneas específicas sin entrar en competencia. En cambio, la situación de los textiles es distinta porque la competencia nacional e internacional es mayor, sobre todo, desde el ingreso descontrolado del contrabando, que provocó el cierre definitivo de empresas textileras como Soligno, por ejemplo.

Estas diferencias estructurales de cada empresa afectaron las condiciones de trabajo de los empleados, puesto que, por un lado, los textileros tenían inestabilidad laboral, ingresos reducidos y jubilaciones insuficientes que disminuían sus posibilidades de ascenso en generaciones venideras. Por otro lado, los ferroviarios eran más acomodados porque presentaban mejores jubilaciones, planes de vivienda y condiciones laborales que permitieron un mayor ascenso social. En consecuencia, los hijos y los nietos de los ferroviarios suelen acceder a la educación superior y profesionalizarse, alejándose poco a poco de los trabajos manuales, a diferencia de los hijos y nietos de los textileros que continuaban con trabajos manuales y tenían menor acceso a la educación superior. En este sentido, los ferroviarios son entendidos como una aristocracia obrera.

Ahora bien, el apostar por la educación superior no ha garantizado una mejora en las condiciones de clase, ya que el mercado profesional suele reducirse a consultorías o trabajos a destajo que no reconocen el seguro de salud y la antigüedad, por lo cual era difícil ahorrar y tener estabilidad laboral, a diferencia de los trabajos fabriles, que garantizaban dichos beneficios. Es decir, que la educación superior no fue un factor primordial para la movilidad social en los hijos y nietos de los fabriles.

En todo caso, la apuesta por la educación superior ha sido pensada más desde el mercado matrimonial que desde la calidad educativa, ya que la decisión de inscribir a un hijo al colegio fiscal o particular implica “acercarlos” a un tipo de composición social que podría beneficiar o perjudicar las intenciones de ascender socialmente. Los autores muestran cómo los informantes consideran que el inscribir a sus hijos o nietos a colegios y universidades particulares o privadas posibilitaría el matrimonio con personas de mayor rango social. De este modo, la educación proporcionaría status social o capital simbólico más que oportunidades económicas y laborales.

Los matrimonios con universitarios o profesionales es una forma de ase- gurar y mantener “la clase” y no descender a categorías menos prestigiosas. Esta manera de forjar y fortalecer relaciones estratégicas con personas que presentan mayor estatus de clase tiene tendencia a generar grupos cerrados que presentan pocas “mezclas” entre ocupaciones, formando un carácter endogámico en sus relaciones matrimoniales.

Se toma como punto de partida las historias de vida de las familias obreras, que, durante las últimas tres generaciones, anhelaron ascender en la escala social a partir de diferentes estrategias como la educación, el mercado matrimonial, la vivienda y el desplazamiento espacial. En este sentido, la familia es la unidad de análisis que permite ver cómo los bienes transmisibles influyen en los procesos de movilidad social, ya que la herencia puede traer ventajas o desventajas según los valores económicos y simbólicos que posean. Los autores utilizaron el método biográfico propuesto por Daniel Bertaux, que consiste en vincular las historias de vida con las condiciones de clase. Este método les permitió conocer las trayectorias laborales, educativas y matrimoniales que tuvieron las familias de los informantes a través del relato y, de esta manera, analizar los procesos de movilidad social de cada caso. El objetivo fue indagar sobre las condiciones sociales de origen y de destino de ambos grupos de trabajadores a partir de la metodología cuali- tativa. Como resultado, obtuvieron una investigación exploratoria que no pretende mostrar un esquema de estratificación general, sino que presenta las características de movilidad social que tuvieron las familias obreras durante tres generaciones aproximadamente.

Otro de los factores por los cuales la investigación es exploratoria es por la falta de fiabilidad que presentan los datos cuantitativos. En este sentido, los autores explican los inconvenientes que encontraron al momento de revisar los datos de los censos de 1976 y 1992 realizados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), donde se encontraron las siguientes dificultades: 1) los periodos o intervalos en los cuales se realizan estos censos son irregulares, 2) las boletas -de un censo a otro- presentan diferentes criterios o clasificaciones ocupacionales, haciendo difícil la comparación de estas variables durante los años mencionados. Por otro lado, encontraron también que los datos publicados en la página web del INE sobre el Censo de Población y Vivienda del año 2012 son distintos de la publicación impresa del mismo año. Estas irregularidades no permitieron triangular los datos cuantitativos con los cualitativos, por las dificultades en su comparación.

Las reflexiones, los cuestionamientos y las estrategias metodológicas son los principales aportes de este trabajo de investigación, que abre y desprende inquietudes que deben seguir siendo tratadas por las ciencias sociales bolivianas para profundizar y comprender los procesos de movilidad social que tiene el país.

Isabel Sanjines Rodríguez

Sociología-Universidad Mayor de San Andrés, La Paz.

sanjinesrodriguezi@gmail.com

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