EDITORIAL

Cerramos el presente año, con el deber cumplido; en realidad son cuatro años de continuidad en la edición de nuestra revista, con la seguridad de que ya es imposible dar marcha atrás; ahora contamos con el compromiso de docentes investigadores de la Facultad, el entusiasmo de nuestro Comité Editorial, el trabajo responsable de los editores y la energía de la dirección; todos aspiramos al mejoramiento gradual y sostenido, sobre todo de la calidad de los trabajos de investigación; necesitamos vuestros criterios y aportes para lograr este cometido, a través de cartas al editor.

Coincidentemente vivimos un momento histórico en la Universidad Mayor de San Simón, de la que es dependiente nuestra Unidad Académica; se han iniciado las actividades del II Congreso Institucional, en el que docentes, estudiantes y administrativos, trabajarán por su transformación, la modernización de su estructura normativa. la innovación del proceso académico y la investigación, orientados a mejorar la calidad de la formación y principalmente de los servicios a la sociedad; existe mucha expectativa de que los congresistas, constituyan una masa crítica que impulse a nuestra Institución en la misma dirección.

Desde nuestro punto de vista, para mejorar la calidad universitaria, deben actualizarse los sistemas de gobernabilidad institucional, que permitan eliminar el aislamiento actual en que se desenvuelven las Facultades; esto supone crear las condiciones de interrelación permanente y la posibilidad de establecer planes interdisciplinarios en el campo de la investigación e interacción social, cuyos resultados justifiquen la existencia de la Universidad Pública, cumpliendo a cabalidad con la función de proyección social y comunitaria.

Por tanto el pensamiento transformador debe ser integral y congruente, dejando de lado la dispersión y el aislamiento; para garantizar los resultados de este proceso, debe revitalizarse la función de la Dirección Universitaria de Evaluación y Acreditación (DUEA), para que en base a indicadores de calidad que orienten a una administración de alto rendimiento, pueda medir los alcances del cambio y lógicamente el cumplimiento de todas las resoluciones del Congreso (diferencia de la realidad actual y las expectativas de nuestra Universidad).

Finalmente, sostenemos que la responsabilidad individual y colectiva de la comunidad universitaria, representa la llave maestra que abrirá los espacios para el cumplimiento de la Misión y para alcanzar la Visión de nuestra Alma Mater.

"No hay nacimiento ni muerte; no hay sino transformación bajo la ley del proceso"

Leibnitz

Dr. Carlos Espinoza Aguilar

DIRECTOR GACETA MEDICA BOLIVIANA