Introducción
El Jardín Botánico Municipal de Santa Cruz de la Sierra (JBM), representa los ecosistemas naturales del bosque chiquitano de la llanura aluvio-eólica de Santa Cruz y el bosque chaqueño mal drenado de transición a la Chiquitania Navarro 2011, que existieron en la región antes de ser deforestados y alterados por la expansión urbana. Además, representa uno de los pocos lugares de la ciudad de Santa Cruz con cuerpos de agua conservados, como el arroyo Guapilo, que ayudan a la preservación de la ictiofauna urbana y que depende casi exclusivamente del mantenimiento del JBM Farell et al. 2005. Estos ecosistemas acuáticos se ubican en la cuenca del Río Grande, donde se registra un estimado de 133 especies de peces Carvajal-Vallejos et al. 2014,2017.
El JBM cuenta con algunos informes técnicos y estudios publicados sobre la diversidad de vertebrados presentes Farell et al. 2005,MHNNKM 2015,Gutierrez-Cruz et al. 2021. En referencia su ictiofauna, Farell et al. (2005) reportaron 13 especies de peces en el arroyo Guapilo. Por otro lado, en la Laguna Guapilo, ubicada a aproximadamente 2 km del JBM, se registraron también 13 especies de peces Ergueta & Huanto 2018. Sin embargo, en otros ecosistemas acuáticos del JBM, como las lagunas artificiales y charcos temporales no se documentaron muestreos de ictiofauna, aunque sí se realizaron colectas ocasionales en diferentes años, y los especímenes fueron depositados en la colección del Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado (MHNNKM). Algunas de estas muestras colectadas permanecieron por varios años sin ser catalogadas. En este contexto, el objetivo del presente trabajo fue examinar el material proveniente del JBM depositado en el MHNNKM y actualizar el inventario ictiológico de los diferentes hábitats acuáticos. Esta nueva información puede aportar y tener relevancia en la toma de decisiones para la conservación y restauración ecológica del área de influencia de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
Área de estudio
El JBM abarca 217 hectáreas, ubicado aproximadamente en el punto geográfico 17°46'41” LS y 63°03'55” LO (Fig. 1). El bioclima es de termotipo termotropical inferior marcadamente pluviestacional Navarro & Maldonado 2002. Biogeográficamente, el área del JBM pertenece a la región brasileño-paranense, provincia del Cerrado occidental, sector Chiquitano cruceño en el distrito Chiquitania de la llanura de Santa Cruz Navarro 2011. El JBM está atravesado de oeste a este por el arroyo Guapilo, que nace en la laguna de regulación del mismo nombre donde confluyen múltiples canales del sistema de drenaje de aguas pluviales de la ciudad (Ergueta & Huanto 2018). Otros ecosistemas acuáticos en el JBM son lagunas artificiales y áreas inundables que forman charcos temporales. Los sitios dónde se realizaron muestreos para este estudio son los siguientes: laguna principal (L1) en el muelle (Fig. 2a), arroyo Guapilo (AG) en cuatro localidades (Fig. 2b-d), charcos temporales (CT), en cuatro cuerpos de agua (Fig. 3a-c) y laguna secundaria (L2) Fig. 3d). Las coordenadas geográficas para cada una de las localidades muestreadas se presentan en la (Tabla 1).
Métodos
Colecta e identificación
Para las colectas realizadas en 2021, se emplearon las siguientes artes de pesca in situ: red de mano con 2 mm de nudo, malla milimétrica de 1 mm de nudo y tarrafa de 1 cm de nudo. Se prefirió la pesca con redes de mano frente a los otros artes de pesca ya que es muy efectivo para capturar individuos pequeños y juveniles de especies medianas y grandes Gabriel et al. 2005, realizando un esfuerzo de muestreo de una hora por sitio. Los sitios muestreados son los indicados en la sección anterior. También se tomaron fotografías en vivo de las especies para facilitar su reconocimiento e identificación (Anexo 1).
La revisión e identificación taxonómica de los especímenes, se llevó a cabo en el laboratorio de ictiología del MHNNKM utilizando claves y guías de identificación de distintos autores según el nivel y grupo taxonómico. De manera general se consultó a Nelson (2006) , Nelson et al. (2010) y Queiroz et al. (2013). Para la identificación a nivel género y especie se recurrió a Queiroz et al. (2013), y literatura más especializada en el caso de algunas familias o géneros como Géry (1977) para Characidae, Kullander (1986) y Hablützel & Huanto (2020) para Cichlidae, Scott (1991) para Poeciliidae, Costa (1998, 2015), Valdesalici (2019) y Valdesalici et al. (2015) para Rivulidae, Covain & Fisch-Muller (2007) para la subfamilia Loricarinae y Knaack (2004) para Corydoras. La clasificación y nomenclatura taxonómica se realizó de acuerdo con Fricke et al. (2021a,b).
Año de colectas | Colectores | Arroyo Guapilo | Laguna Principal | Charcos temporales | Laguna secundaria |
2021 | Presente estudio | x | x | x | x |
2017 | Carlos & Edson | x | |||
2005 | Farell, Azurduy & Diego | x | |||
2005 | Magallanes, Siles, Justiniano & Rodríguez | x | |||
2003 | Inojosa & Velásquez | x | |||
2003 | Farell, Cardona, Tababon Nuñez | x | x |
Aparte del material colectado para este trabajo el año 2021, se revisó todas las muestras, catalogadas y no catalogadas, encontradas en la colección del MHNNKM que hubieran sido colectadas en el JBM en años anteriores. Así, se revisó material colectado por M. Farell, J. Cardona, P. Tababari, Núñez, P. Hinojosa, M. Velásquez y B. Vogt el año 2003 en el arroyo Guapilo y la laguna Principal; por V.H. Magallanes, O.C. Siles, P. Justiniano y L. Rodriguez en 2005 en la laguna Principal; y por C. Ergueta y E. Cortez el año 2017 en la laguna Principal (Tabla 2).
Análisis de diversidad
Para las colectas del año 2021, se analizó la similitud entre los sitios en los que se realizaron los muestreos. Se utilizó el índice de similitud de S0rensen que relaciona el número de especies en común con respecto a todas las especies encontradas en los sitios Hubálek 1982,Villarreal et al. 2004 y que oscila entre “0” (cuando no existen especies en común) y “1” (cuando los ensambles comparados son idénticos en cuanto a las especies que los integran). El índice de S0rensen fue calculado usando el paquete proxy Meyer & Buchta 2021 en el programa Rstudio (version 2021.09.2, Build 382).
Para el resto de los años en los que se realizaron colectas, al no contar con datos de abundancia por especie, se realizó el análisis de diversidad únicamente mediante una curva de acumulación de especies en base a la presencia/ausencia de las especies colectadas e identificadas; considerando también la limitante de que las colectas se realizaron en distintos hábitats, épocas del año y distintos esfuerzos de muestreo y artes de pesca. La curva de acumulación de especies se graficó utilizando el paquete estadístico SigmaPlot.
Resultados
En 2021 se registraron seis especies en la laguna principal (L1) y 17 en el arroyo Guapilo (AG), ocho en los charcos temporales (CT) y cuatro en la laguna secundaria (L2), totalizando 21 especies. Los órdenes con mayor riqueza fueron los Siluriformes con 10 especies, y los Characiformes y Cyprinodontiformes con cuatro especies ambos; mientras que los órdenes con menos especies registradas fueron Cichliformes con dos y Synbranchiformes con una sola. La mayoría de los individuos fueron identificadas a nivel especie, con excepción de Characidium aff. zebra de la familia Crenuchidae e Hypostomus cf. plecostomus de la familia Loricariidae. Así mismo, en el arroyo Guapilo y la laguna principal se registraron dos especies no nativas, Oreochromis niloticus y Poecilia reticulata (Anexo 2).
En cuanto a la similitud de especies a escala espacial de los ecosistemas acuáticos, para 2021, el arroyo Guapilo presentó mayor similitud con la laguna principal del JBM (índice de S0rensen = 0,522) y los charcos temporales (índice de S0rensen = 0,4), y menor similitud con la laguna secundaria (índice de S0rensen = 0,286). Otros ecosistemas como los charcos temporales tienen una baja similitud (índice de S0rensen = 0.143) con la Laguna principal y (índice de S0rensen = 0.167) con la laguna secundaria (Tabla 3).
Respecto a la acumulación temporal de especies colectadas en el JBM, se pasó de 12 especies registradas en 2003, a 16 especies en 2005, 17 en 2017 y finalmente a las 26 especies identificadas en el presente trabajo. Si bien en el material colectado en 2005 solamente se identificaron ocho especies, la mitad de estas (cuatro) no se encontraron entre el material colectado el año 2003. Las colectas realizadas en 2017 comprenden únicamente a cuatro especies, de las cuales una no había sido encontrada en las colectas previas. En 2021 se colectó un total de 21 especies, de las cuales nueve no habían sido registradas para los ecosistemas acuáticos del JBM. Las especies colectadas por año y cuerpo de agua se presenta en el Anexo 2.
Discusión
El análisis de similitud a escala espacial de los ecosistemas acuáticos del JBM basado en las colectas realizadas el año 2021 muestra una similitud importante entre el arroyo Guapilo y la laguna principal, con un índice de similitud de S0rensen de 0.52 y seis especies compartidas. Si bien estos cuerpos de agua se encuentran separados aproximadamente 500 m y ecológicamente representan hábitats muy distintos, esta similitud puede justificarse considerando que la laguna principal se alimenta de aguas derivadas desde el arroyo Guapilo por medio de un sistema de tuberías que tranquilamente permiten el paso de la ictiofauna. Así también, la similitud encontrada entre el arroyo Guapilo y los charcos temporales cercanos (índice de S0rensen de 0,4) puede explicarse por la relativa cercanía y el hecho que estos ecosistemas acuáticos se conectan durante periodos de inundación en la época de lluvias. Por otro lado, la baja similitud entre la laguna principal y los charcos temporales podría deberse a la distancia que separa estos cuerpos de agua, la falta de una conexión directa entre ellos y las enormes diferencias entre ambos tipos de ecosistemas acuáticos. Según Calderón- Patrón et al. (2012) se observa una disminución gradual en la similitud entre dos comunidades a medida que aumenta la distancia entre ellas. Sin embargo, considerando los resultados obtenidos en el análisis de similitud entre las comunidades de peces de los distintos ecosistemas acuáticos del JBM, parece ser que la distancia entre ellos es un factor secundario frente a otros factores como la conectividad y características ecológicas de los distintos hábitats.
Aunque no se tomaron datos respecto a la abundancia relativa de las especies, fue evidente la elevada abundancia de Poecilia reticulata y Oreochromis niloticus en la laguna principal del JBM y en menor grado también en el arroyo Guapilo, durante los muestreos realizados el año 2021. Estas especies no son mencionadas por Farell et al. (2005) y tampoco se encontraron entre el material colectado los años 2003 y 2005. Oreochromis niloticus aparece entre el material colectado el 2017 y P. reticulata es recién colectada en 2021. De la misma manera, ambas especies son reportadas por Ergueta & Huanto (2018) en la laguna Guapilo, aguas arriba en el sistema hídrico del arroyo
Guapilo. Esto hace suponer que, o existió un sesgo de colecta al tratarse de especies no nativas, o estas especies fueron introducidas y/o se están expandiendo recientemente, lo que hace suponer que la introducción de estas especies fue posterior y/o que posiblemente se están expandiendo. La presencia de estas especies exóticas invasoras puede representar una amenaza significativa para los ecosistemas acuáticos Doria et al. 2021.
Ecosistemas acuáticos | Arroyo Guapilo | Laguna principal | Laguna secundaria | Charcos temporales |
Arroyo Guapilo | 1.00 | 0.52 | 0.29 | 0.40 |
Laguna principal | 0.52 | 1.00 | 0.20 | 0.14 |
Laguna secundaria | 0.29 | 0.20 | 1.00 | 0.17 |
Charcos temporales | 0.40 | 0.14 | 0.17 | 1.00 |
En los charcos temporales se destacan tres especies de peces estacionales de la familia Rivulidae, Pterolebias longipinnis, Moema beucheyi y Neofundulus splendidus, aunque la primera fue encontrada también en el arroyo Guapilo. Si bien estos peces estacionales se caracterizan por habitar en ambientes acuáticos efímeros que tienden a secarse en ciertas épocas del año, es importante mencionar que Pterolebias longipinnis también puede encontrarse en cuerpos de agua permanentes Alonso & Calviño 2018.
Farell et al. (2005) publicaron un primer inventario de los peces del JBM basados en colectas realizadas hasta ese año registrando un total de 13 especies. En la revisión del material de respaldo, colectado entre 2003 y 2005 y depositado en el MHNNKM, se pudo confirmar la identificación de cuatro de las especies (Astyanax bimaculatus, Steindachnerina guetheri, Rhamdia quelen y Synbranchus marmoratus) citadas por Farell et al. (2005). El material de respaldo de otras cuatro especies fue identificado como perteneciente a otras especies (Psellogrammus kennedyi, Corydoras aurofrenatus, Callichthys cf. pectorale y Bujurquina cf. vittata) y el de tres especies identificadas a nivel de género pudo ser asignado a nivel de especie (Pterolebias sp., Odontostilbe sp. y Ancistrus sp.). Por otro lado, el material de respaldo para el registro de dos especies no fue encontrado (Corydoras cf. macropterus y Cyphocharax gillii). Por lo tanto, la presencia de estas últimas especies en ecosistemas acuáticos del JBM se descarta en base a la revisión realizada para este trabajo.
Así mismo, Ergueta & Huanto (2018) publicaron una lista de especies registradas en la laguna Guapilo, de dónde sale el arroyo Guapilo para dirigirse hacia el JBM y ubicada a poca distancia (aprox. 2,5 km). Se listan 12 especies de las cuales, salvo Prochilodus cf. lineatus, las restantes 11 fueron también confirmadas para el JBM. La mayor riqueza de especies identificada para el JBM (26 especies) se justifica en que se muestreo una mayor diversidad de hábitats diferentes.
Conclusión
Este trabajo proporciona una base actualizada de la ictiofauna para el Jardín Botánico Municipal de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, aportando con nuevos registros y actualizando otros que cambiaron de nomenclatura desde la publicación del último inventario por Farell et al. (2005). También se muestrean ecosistemas acuáticos como charcos temporales, y la laguna secundaria, que fueron excluidos en anteriores relevamientos de ictiofauna. Se resalta la necesidad de otros estudios complementarios enfocados en los peces estacionales de la familia Rivulidae que posiblemente sean muy sensibles a cambios en el régimen hídrico como consecuencia del cambio climático. También se requiere de estudios para determinar cómo puede afectar la presencia de especies exóticas invasoras (Poecilia reticulata y Oreochromis niloticus) a las poblaciones y comunidades de especies autóctonas, como también las interacciones que pueden tener con algunas especies en particular.