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Punto Cero

versión impresa ISSN 1815-0276versión On-line ISSN 2224-8838

Punto Cero vol.27 no.44 Cochabamba jun. 2022  Epub 31-Jun-2022

https://doi.org/10.35319/puntocero.202244192 

ARTÍCULO

ORGANIZACIÓN, DISCURSO Y ACTIVIDAD DIGITAL. UNA APROXIMACIÓN AL MOVIMIENTO ANTIVACUNAS EN GRUPOS DE WHATSAPP

Organization, speech and digital activity. An approach to the antivaccine movement in WhatsApp groups

Valeria Peredo Rodríguez1 
http://orcid.org/0000-0001-9537-2015

1Boliviana, antropóloga. Investigadora asociada a Chequea Bolivia. valeria.peredorodriguez@gmail.com


Resumen:

En enero de 2022, Bolivia vivió protestas masivas protagonizadas por el movimiento antivacunas. En este artículo exploramos la dimensión tecnológica del conflicto, a través de una aproximación a grupos antivacunas en WhatsApp. Exploramos características generales de su organización, describimos elementos centrales en su discurso y nos aproximamos a las actividades que realizan dentro de los chats grupales. Asimismo, y en vista de que no existen muchas investigaciones sociales dentro de WhatsApp en Bolivia, este artículo también hace una propuesta metodológica, que combina la observación etnográfica con métodos digitales. Además, ensayamos posibles consideraciones éticas para la investigación dentro de la aplicación.

Palabras clave: Movimiento antivacunas; movimientos sociales en red; etnografía digital; WhatsApp

Abstract:

In January 2022, Bolivia experienced massive protests led by the antivaccine movement. In this article we explore the technological dimension of the conflict, through an approach to anti-vaccine groups on WhatsApp. We explore general characteristics of their organization, we describe central elements in their speech and we approach the activities they carry out within group chats. Likewise, and given that there is not much social research within WhatsApp in Bolivia, this article also makes a methodological proposal, which combines ethnographic observation with digital methods. In addition, we tested possible ethical considerations for research within the app.

Key words: Anti-vaccine movement; online social movements; digital ethnography; WhatsApp

1. Introducción

En enero de 2022, a raíz de la puesta en vigencia de los decretos supremos 4640 y 4641, que promovieron la vacunación obligatoria, Bolivia vivió una serie de protestas masivas en sus principales centros urbanos. Durante varias semanas, el país observó cómo centenares de personas, en rechazo a la vacunación, organizaron marchas, cabildos, bloqueos, vigilias e incluso ataques a centros de salud y periodistas. Este movimiento ejerció tal presión, que el gobierno nacional cedió ante sus demandas y la solicitud del carnet de vacunación para acceder a instituciones públicas y privadas quedó suspendida por tiempo indefinido.

En las protestas antivacunas, las redes sociales digitales jugaron un rol central. De la misma forma que otros movimientos sociales en red, los antivacunas se han valido de los espacios digitales para construir un discurso y articular la protesta en las calles. Al momento, se tienen varias investigaciones en Facebook y Twitter, ¿pero qué sucede en aplicaciones de mensajería instantánea, como WhatsApp? Debido a que los mensajes están encriptados y que el acceso a los chats es más restringido y privado, no existen muchos abordajes al movimiento antivacunas dentro de esta plataforma.

En este artículo, abordamos la organización del movimiento antivacunas boliviano a través de grupos de WhatsApp. Nuestro objetivo principal es aproximarnos a la dimensión tecnológica de las protestas de enero de 2022: caracterizar cómo se conforman los grupos antivacunas en WhatsApp, analizar elementos centrales en su discurso y describir las acciones que se realizan dentro de los chats grupales. Asimismo, realizamos una propuesta metodológica, que combina la observación etnográfica con métodos digitales, y ensayamos algunas consideraciones éticas para la investigación en WhatsApp.

¿Cómo se conforman los grupos antivacunas? ¿Qué tipo de discurso sostienen? ¿Qué acciones realizan en el plano digital y cómo se articulan éstas con la protesta en las calles? ¿Cómo acceder y recolectar datos en WhatsApp como campo de estudio? ¿Qué imperativos éticos podrían guiar la investigación en WhatsApp?

2. Marco conceptual

2.1. El movimiento antivacunas en red

¿Quiénes protagonizaron las movilizaciones antivacunas en Bolivia? Durante el conflicto, los medios de comunicación especularon mucho sobre la base social del movimiento y, a partir de algunos nexos entre líderes antivacunas con el partido de gobierno, terminaron afirmando que se trataba de una movilización con fines políticos y compuesta, casi en su totalidad, por gente afín al Movimiento al Socialismo. Si bien es cierto que en las protestas se ha registrado la participación de organizaciones afines al MAS, también es cierto que la politización de las protestas antivacunas es un obstáculo para comprender, desde las ciencias sociales, los matices que tiene el movimiento antivacunas.

Según la Organización Mundial de la Salud, el movimiento antivacunas no es homogéneo, ni en su origen ni en sus argumentos (La Vanguardia, 20/11/2020), por ese motivo, sería erróneo señalar que las protestas han sido protagonizadas únicamente por seguidores del MAS. La heterogeneidad del movimiento antivacunas es evidente pues, el mes que duró el conflicto, se ha observado la participación de organizaciones campesinas, asociaciones de maestros, organizaciones barriales, iglesias, conspiranoicos, líderes de distintas orientaciones políticas y también ciudadanos independientes. Asimismo, sus consignas discursivas eran muy variadas: algunos argumentaban la necesidad de revalorizar la medicina tradicional, otros que las vacunas son dañinas, que se trataba de un supuesto negocio entre el gobierno y las farmacéuticas internacionales, o que simplemente tenían el derecho de decidir libremente si querían o no vacunarse.

La diversidad social y discursiva de las protestas antivacunas requiere que definamos al movimiento no por sus orientaciones políticas, religiosas o culturales; sino por su principal elemento de convergencia, es decir, su demanda. Por ese motivo, decidimos llamar movimiento antivacunas al conjunto de organizaciones sociales e individuos que, durante el periodo de enero de 2022, se organizaron y manifestaron en distintas partes de Bolivia pidiendo la abrogación de los decretos supremos 4640 y 4641, que establecían la vacunación obligatoria.

Uno de los elementos que caracteriza al movimiento antivacunas en Bolivia es su constante interacción con y en las redes sociales digitales, lo que le brinda características de los movimientos sociales en red. Este tipo de movimientos, en cuanto a su interacción, se caracterizan por estar conectados en red, tanto online como offline; ocupar el espacio urbano; ser locales y globales a la vez; nacer de forma espontánea a partir de la indignación; e intentar cambiar los valores de la sociedad (Castells, 2012). Al respecto, Ojeda señala que: “La organización de estos movimientos posee dos características centrales: su apertura y su modularidad, de los cuales se desprenden varios aspectos visibles de su forma de organización” (Ojeda, 2018, p. 59).

Por último, es importante recordar que los movimientos sociales en red no necesariamente están destinados a ejercer cambios y reformas democráticas en la sociedad. La tecnología, al ser un actor ambiguo, puede facilitar la cohesión tanto de movimientos progresistas como conservadores o motivados por la desinformación y el odio. En Bolivia, las redes sociales han articulado movimientos como Masa Crítica, #NiUnaMenos, Colectivo Árbol, Revolución Jigote, No a la Tala de Árboles en Cochabamba, entre otros. (Ojeda, 2018); pero también se ha mostrado cómo éstas han sido centrales para recrudecer conflictos socio- políticos a través de la desinformación (Ojeda & Peredo, 2019) y el discurso de odio (Ojeda, Peredo & Uribe, 2021).

2.2. Los grupos de WhatsApp como espacio articulador del movimiento antivacunas

Partimos del imperativo de que las redes sociales digitales son más que canales de comunicación. Para nosotros, las redes sociales son espacios en los cuales existe interacción entre personas mediada a través de las tecnologías digitales; por ello, creemos que Facebook, Twitter, WhatsApp y otros son espacios habitados por la gente, en los que ésta despliega una serie de acciones, que incluye la articulación de movimientos sociales.

En cuanto al movimiento antivacunas en red, la investigación ha demostrado su presencia en redes sociales como Facebook y Twitter, principalmente difundiendo desinformación (Germani y Biller-Adorno, 2021; Ortiz-Sánchez, et-al, 2020; Benoit y Mauldin, 2021). Sin embargo, ¿qué sucede con el movimiento antivacunas en WhatsApp?

WhatsApp es una aplicación de mensajería instantánea que permite enviar o recibir mensajes y contenido multimedia a través de internet. WhatsApp no solo permite la comunicación directa entre dos usuarios, también facilita conformar chats grupales en los que pueden participar de 3 a 256 personas. Se sabe que, en Bolivia, los chats grupales se utilizan con diversos fines, incluyendo la articulación de movimientos sociales o políticos (AGETIC, 2017). Sin embargo, esta aplicación es un espacio difícil de abordar: el acceso, recolección y análisis de datos se vuelven más complicados porque se trata de una red social más privada y cerrada al investigador.

WhatsApp ha sido muy importante para el movimiento antivacunas. Debido a que la aplicación encripta los mensajes y sus contenidos no son inspeccionados por moderadores de la empresa que provee este servicio, se convierte en un espacio digital con gran potencialidad para cohesionar al movimiento, que usualmente es vigilado en otras recles sociales de carácter más público. Así, el movimiento antivacunas encuentra una gran oportunidad de organización en WhatsApp, sin tener que preocuparse por las políticas que eliminan contenidos desinformativos adoptadas por otras redes sociales para apoyar el proceso de vacunación

3. Metodología

3.1. Ética de investigación en WhatsApp

La investigación social, en comparación a las ciencias duras, se encuentra en una posición problemática cuando se trata de cuestiones éticas. Debido a que su objeto de estudio son seres humanos, muchas veces los investigadores se encuentran en una encrucijada entre perseguir el rigor científico o respetar la integridad de los grupos humanos. La ética de investigación es un tema central en las ciencias sociales, que ha llevado a muchas instituciones a elaborar guías para orientar el trabajo en el campo. Entre ellas encontramos, por ejemplo, la Guía de consideraciones éticas para la investigación social y de comunicación (Alemán y Jiménez, 2021) de la carrera de comunicación de la Universidad Católica Boliviana.

El imperativo categórico es que la investigación no debe dañar a quienes forman parte del estudio, así como respetar su seguridad y privacidad. Para garantizar este principio, se han planteado una serie de mecanismos, como el consentimiento informado y el respeto al anonimato de los informantes. Sin embargo, en el contexto de internet, la aplicación de estos mecanismos se vuelve más complicada y confusa. Según Estalella y Ardévol:

Los principios y categorías que se manejan son los mismos: respeto a la dignidad, la seguridad y la privacidad de las personas; pero la articulación de estos principios se complica en el nuevo contexto de investigación cuando se plantean preguntas tan sencillas como: ¿quésignifica mantener el anonimato de personas que charlan usando nombres de usuario en un chat de acceso público?, ¿qué interacciones son públicas en internet y no necesitan consentimiento informado?, ¿aquellas que son simplemente de “acceso público”?, un foro con clave de acceso, ¿es público?, ¿qué tipo de registro puede ser realizado sin necesidad de solicitar consentimiento? (Estalella y Ardévol, 2007: 8)

Al respecto, varios investigadores de fenómenos sociales de internet (Marquez, 2014; Estalella y Ardévol, 2007) concluyen que la cuestión ética no puede resolverse con recetas o la ciega aplicación de manuales. La orientación ética, según estos autores, tiene mucho que ver con el caso que se esté estudiando y el contexto tecnológico en el que se desenvuelve la investigación. Aquí, la reflexión de las fronteras entre lo público y lo privado es central, y cada investigación se convierte en un ensayo para pulir los cuidados éticos de la investigación en internet.

En este trabajo, hemos adoptado el rol de un etnógrafo digital lurker. Lurker es una palabra con la que los blogueros designan a los participantes de las comunidades virtuales que adoptan una actitud más pasiva y receptiva. Este concepto, recientemente, ha sido rescatado por los etnógrafos digitales, que ingresan a comunidades en red para realizar una suerte de observación flotante, sin necesariamente revelar su identidad o intenciones. Adoptamos este rol principalmente por la reticencia y cierre de los grupos antivacunas a ser observados y por ser nuestra primera experiencia e ingreso a este campo de estudio.

Para proteger la privacidad de los individuos, hemos mantenido sus nombres y números telefónicos en el anonimato. A su vez, en este artículo nos enfocamos en analizar solamente variables sociales y colectivas del movimiento, evitando profundizar sobre datos personales. Intentamos diferenciarnos de algunos reportajes periodísticos realizados en nuestro país, enfocados en “desenmascarar” a los líderes y miembros de las protestas antivacunas.

3.2. Metodología

Los grupos de WhatsApp generan grandes volúmenes de información y también son espacios de prácticas sociales, por ello, en este trabajo combinamos métodos digitales (Rogers, 2013) con métodos cualitativos. Tuvimos acceso a nueve chats grupales de WhatsApp , que estuvimos observando desde inicios de enero hasta finales de febrero de 2022.

La información digital fue recolectada con la ayuda de dos herramientas: el paquete rwhatsapp del lenguaje de programación R y la extensión WA- Download Group Phone Numbers. El paquete rwhatsapp construye bases de datos a partir de chats de WhatsApp exportados en formato txt. En total, se capturaron 18.109 mensajes, emitidos durante nuestro periodo de investigación. En la siguiente tabla se muestra un fragmento de la base de datos analizada y sus variables. A saber, id es el identificador del mensaje, time es la fecha de envío y text es su contenido.

Tabla 1 Muestra de la base de datos de Whatsapp analizada 

Fuente: Elaboración propia

La extensión de Google Chrome WA- Download Group Phone Numbers es una herramienta que permite descargar los códigos de área de los miembros que componen los grupos de WhatsApp. Esta información era necesaria para triangular la procedencia de los miembros en los grupos. Los chats, así como los códigos de área, fueron analizados en R con técnicas básicas de análisis estadístico y text mining.

Para aproximarnos a las actividades que se desarrollaron en los grupos en WhatsApp, utilizamos la observación flotante, una técnica ideada por la antropóloga Colette Pétonnet para observar entornos caóticos, en constante movimiento y marcados por el anonimato. Siguiendo a Delgado (1999) y Moreno (2015), la observación flotante es un método que, inicialmente, no debe enfocar la atención en un objeto concreto, sino dejarla flotar hasta notar algunos elementos llamativos y patrones en el comportamiento de la multitud, que posteriormente pueden ser explicados por el investigador. La observación flotante, en sus inicios, fue pensada para capturar la interacción en las ciudades, pero su propuesta es sumamente útil para la investigación en entornos digitales como WhatsApp.

Nuestro ejercicio de observación flotante se concentra en describir las actividades digitales más comunes y repetitivas dentro de los grupos de WhatsApp durante el mes de las protestas. Nuestras descripciones, observaciones y notas, además, son complementadas con algunas capturas de pantalla, imágenes y citas a los mensajes de los actores.

4. Análisis y resultados

4.1. El acceso a los grupos

A diferencia de las interacciones en el mundo físico, aquí, la conformación de grupos está mediada por las normas y características de WhatsApp. Por ello, hay que plantearse un par de preguntas: ¿cómo se crean los chats grupales en WhatsApp? ¿De qué manera un usuario puede ingresar a ellos?

WhatsApp nos presenta dos vías para fundar chats grupales: la primera es crear uno a partir de nuestra agenda personal de contactos; y la segunda implica añadir miembros enviando enlaces de invitación. La creación de grupos a partir de una lista de números telefónicos y generación de enlaces de invitación pueden ser realizadas por cualquier usuario que, una vez creado el grupo, se convierte en su administrador. Los administradores son los únicos usuarios dentro de los chats grupales que pueden agregar y eliminar nuevos miembros, o designar nuevos administradores con las mismas facultades.

En ese sentido, se puede ingresar a un grupo de WhatsApp de tres formas. Primero, que el administrador agregue a un usuario dentro de su lista telefónica personal. Segundo, que un miembro dentro del grupo sugiera a los administradores añadir a un miembro nuevo y éstos accedan. Tercero, mediante un enlace de invitación al chat. Como se puede ver, nuestro ingreso a los grupos de WhatsApp necesariamente está mediado por las decisiones de sus administradores y las normas tecnológicas de la aplicación.

En nuestro caso, los administradores no tenían nuestro número telefónico y tampoco teníamos un contacto dentro de los grupos que abogue por nuestro acceso, por lo que nuestro ingreso a los grupos antivacunas se logró a través de enlaces de invitación. A finales de diciembre de 2021, cuando comenzaron a sentirse los inicios de la movilización antivacunas, se produjeron grandes debates en los comentarios en posts de páginas de Facebook bolivianas. Allí, algunos usuarios (que presumimos eran administradores o miembros muy comprometidos con la causa), compartían públicamente invitaciones a grupos de WhatsApp. Lo que nos dice mucho sobre la organización del movimiento antivacunas en Bolivia. No se trata de grupos exclusivos y cerrados al público, sino de una estructura más abierta que se vale de las redes sociales para captar simpatizantes. Nuestro acceso a los grupos se debió precisamente a una de sus más importantes características a nivel organizativo: la adhesión voluntaria en red .

#Marcha_por_la_Vida #Para_difundir #información_nacional #estado_emergencia #Oruro

El día lunes 10 de enero, se llevó a cabo la marcha y mitin en la ciudad de Oruro por colectivos de ciudadanos y asociaciones que piden la abrogación del #Decreto_4640 y 4641 que atentan contra la Constitución Política del Estado. Seguirán en pie de lucha y concienciando a más ciudadanos de los peligros a la salud y los derechos civiles fundamentales.

#BolivianosXLaVerdad https://t.me/ Únete al grupo de Oruro https://chat.whatsapp.com/

(Invitación utilizada para acceder a uno de los grupos analizados, 11/01/2021.)

Una vez dentro, notamos que en los chats se mandaban más invitaciones para formar parte de otros grupos antivacunas. Esto nos permitió acceder a 9 grupos en total, realizando un muestreo no probabilistico por bola de nieve.

4.2. Características organizativas de los grupos antivacunas

Observando los nombres de los grupos, identificamos algunas organizaciones que han recibido bastante atención mediática durante el conflicto: hablamos de Acción Humanista Revolucionaria (AUR) y Autoconvocados. Pero el movimiento antivacunas es socialmente diverso, por lo que también encontramos otros grupos aparentemente más ciudadanos y autoorganizados, como Oruro contra obligatorio y No al Obligatorio

Tabla 2 Grupos de WhatsApp antivacunas analizados, número de miembros y fechas de creación 

Fuente: Elaboración propia

La mayoría de los grupos han sido creados entre noviembre de 2021 y enero de 2022, cuando se había instalado el debate de la vacunación obligatoria. La conformación reciente de estos grupos nos sugiere que es una medida de reacción ante los D.S. 4640 y 4641, con la finalidad de organizar la protesta social.

En los nombres de los grupos, además, encontramos pautas sobre los lugares donde se encuentran y manifiestan los usuarios. La utilización del emoji con la bandera boliviana“ ” nos indica que estos grupos, en su mayoría, están compuestos por bolivianos o residentes en Bolivia. La mención a ciudades, como Sacaba, Cochabamba, El Alto y Oruro nos dan pistas de los lugares donde se han manifestado. Pero estos datos son insuficientes para llegar a conclusiones, en parte, porque las redes sociales facilitan la interconectividad global y también porque se ha comprobado que algunas organizaciones antivacunas con presencia en Bolivia operan a nivel internacional. ¿De qué manera podemos obtener más información sobre la procedencia de los miembros de los grupos antivacunas?

Una forma de triangular este dato es analizar los códigos de área: sucesiones numéricas que se encuentran delante del número celular del usuario y que demarcan divisiones geográficas. Exportamos los prefijos telefónicos de los integrantes de los 9 grupos para localizar el país en el que residen. Se encontró un total de 1807 números de celular, de los cuales el 74,06% de ellos tenía el prefijo +591. Es decir, la mayoría de usuarios residían en Bolivia.

Fuente: Elaboración propia

Figura 1 Distribución de miembros de grupos antivacunas por país en base a su código de área 

No obstante, hay un 25,94% de celulares extranjeros. ¿De dónde son estos usuarios? En el siguiente mapa se observa su distribución geográfica. Aunque la mayoría de los usuarios se concentran en Bolivia, los grupos de WhatsApp antivacunas cuentan con miembros que residen en muchas partes del mundo. Como se observa en el mapa, hay miembros provenientes de muchos continentes, incluso, de manera sorprendente, de países del sudeste asiático.

Fuente: Elaboración propia

Figura 2 Distribución geográfica de los miembros en base a su código de área 

En cuanto a su estructura organizativa, encontramos dos tendencias. Grupos como Noal Obligatorio, Note pueden obligar. , y Oruro contra obligatorio, que son creados por ciudadanos independientes. Sus administradores poseen el código de área de Bolivia y no están vinculados a organizaciones con una gran presencia nacional. Son grupos menos activos y cohesionados en los que, durante el mes de los conflictos, los usuarios coordinaron medidas de protesta, pero luego de la abrogación del decreto, poco a poco se volvieron más inactivos.

Por su parte, grupos como AUR HUMANISMO EN ACCIÓN 3, AUR HUMANISMO EN ACCIÓN 4, ORUROPadres x la Verdad y CBBAPadres por la verdad, sí están vinculados a organizaciones más jerárquicas y de gran alcance Los propios nombres de los chats nos sugieren que forman parte de subdivisiones de organizaciones antivacunas, lo cual nos lleva a creer que son creados deliberadamente desde algún núcleo. Se caracterizan por contar con varios administradores extranjeros y bolivianos, una mayor discusión e interacción entre sus miembros, el despliegue de una estrategia propagandística diaria y un programa continuo, que va más allá de la abrogación de los D.S. 4640 y 4641, buscando intervenir internacionalmente.

En Bolivia ganamos una batalla, pero la lucha continúa. No debemos permitir más genocidio y vacunación experimental (Miembro de AUR HUMANISMO EN ACCION 3, 21/01/22)

CAMARADAS HUMANISTAS EN BREVE YA SE DARA INICIO A LA MANIFESTACION INTERNACIONAL,10:00am APOYEMOS CON NUESTRA ASISTENCIA.(Administrador extranjero de AUR HUMANISMO EN ACCION 4, 15/01/2022)

4.3. Discurso antivacunas digital

En el siguiente cuadro se comparan las descripciones de 3 grupos de WhatsApp analizados. Evidentemente, los grupos no comparten los mismos argumentos para oponerse a las vacunas: en el ejemplo 1, se trata de un supuesto plan de control globalista; mientras que en el ejemplo 2 se enfatiza la cuestión del derecho a decidir. Aquí podemos observar que el principal elemento de convergencia del movimiento, no se encuentra en su ideología, sino en su demanda: la abrogación de los decretos supremos 4640 y 4641.

Tabla 3 Descripciones y finalidades de los grupos de WhatsApp encontrados 

Fuente: Elaboración propia

Las palabras más mencionadas en los chats nos indican sus temas centrales de conversación y algunos valores o conceptos centrales para su discurso. En el siguiente cuadro se muestran las 25 palabras más mencionadas en los 9 grupos estudiados.

Fuente: Elaboración Propia

Figura 3 Las 25 palabras más utilizadas en los grupos de WhatsApp antivacunas 

En este gráfico notamos algunas palabras centrales para la construcción de su discurso: “vida”, “libertad”, “seguridad” y “derechos”. Según los miembros de los grupos de WhatsApp, el movimiento se opone a las vacunas para defender la vida, libertad, seguridad y derechos de los bolivianos.

Por defensa de la vida y de la libertad; así como también para contribuir con el gran despertar y el aumento del nivel de conciencia de la humanidad. Estamos en contra de las vacunas experimentales. (Miembro de AUR Humanismo en Acción 4, 8/02/2022) ¡TENEMOS QUE DEFENDER NUESTROS DERECHOS!!! TENEMOS QUE DEFENDER NUESTRAS VIDAS Y LA VIDA DE NUESTROS HIJOS!!!! UN DIA ELLOS NOS PREGUNTARAN QUÉ HICIMOS PARA QUE ESTO CAMBIE. TENEMOS QUE UNIRNOS SALIR A LAS CALLES Y QUE VEAN QUE NO TENEMOS MIEDO, Y QUE VEAN QUE NUESTROS DERECHOS NO SE NEGOCIAN. (Miembro de ORUROPadres x la Verdad, 16/01/2022)

Asimismo, el movimiento antivacunas rechaza enfáticamente la política, rescatando su condición de movimiento ciudadano y apartidario. Señalan que es incompatible luchar por el bien común cuando se sigue a partidos políticos. Esta cuestión es central, pues la prensa ha retratado al movimiento como una prolongación del Movimiento al Socialismo, lo cual, en palabras de los actores, no es cierto, este es un grupo de personas que protegen la vida y la salud, por favor dejen de publicar temas políticos en este grupo (Miembro de ORUROPadres x la Verdad, 10/02/2022)

A todos nosotros aquí en Bolivia burlonamente nos tildan de “masistas ignorantes” como si todos nosotros tuviéramos algo que ver con esa militancia (... ) aquí no hay color político, solo gente que no quiere ser obligada a intoxicar su cuerpo (Miembro de CBBA Padres x la Verdad, 23/01/2022)

La adopción de una identidad ciudadana tiene relación con la adhesión voluntaria a los grupos antivacunas y su carácter abierto, permitiendo que cualquier ciudadano que sienta simpatía con su causa pueda formar parte.

4.4. Actividades desarrolladas en WhatsApp como espacio digital

Los grupos antivacunas estuvieron muy activos durante el mes del conflicto. Calculamos que en enero, el mes de las protestas masivas, se produjeron en promedio 398 mensajes por día. En el siguiente gráfico se puede observar la frecuencia diaria de mensajes enviados, entre enero y marzo de 2022. Aquí vemos cómo el número de mensajes va creciendo de forma exponencial y alcanza su pico máximo entre el 19 y 21 de enero, coincidiendo con la radicalización de las protestas y la suspensión de los D.S. 4640 y 4641. A partir de esas fechas, observamos una caída progresiva.

Fuente: Elaboración Propia

Figura 4 Frecuencia diaria de mensajes en los grupos de WhatsApp antivacunas, entre enero y marzo de 2022  

¿Pero qué actividades se realizaron a lo largo de este tiempo? Nuestro ejercicio de observación flotante nos ayudó a identificar los siguientes usos de WhatsApp por parte del movimiento antivacunas: (1) WhatsApp como espacio de debate sobre la vacunación, (2) WhatsApp como espacio de diálogo sobre medicina alternativa, (3) WhatsApp como espacio de información/desinformación, y, finalmente, (4) WhatsApp como espacio de organización digital de la protesta. Exploremos cada uno de ellos.

4.4.1. WhatsApp como espacio de debate sobre la vacunación

Los antivacunas usaban el chat grupal para debatir cuestiones vinculadas a la vacunación en Bolivia. Compartían su indignación sobre las decisiones de las autoridades nacionales y también debatían moralmente sobre si es correcta o no la vacunación obligatoria.

Fuente:AUTOCONVOCADOS SACABA (23/01/2022)

Fotografía 1 Diálogo entre miembros de un grupo de WhatsApp antivacunas 

4.4.2. Whatsapp como espacio de diálogo sobre medicina alternativa

También se utilizó WhatsApp como un espacio para dialogar sobre medicina alternativa. Los usuarios compartían sus experiencias personales post-vacunación y con las medidas de bioseguridad. También se socializaban “protocolos” de medicina alternativa para eliminar los supuestos componentes nocivos de las vacunas.

El hijo de mi vecino lo vacuno xq según para el colegio y ahora está en terapia intensiva (Miembro de No al Obligatorio ,13/01/2022)

Basada en mi propia experiencia, no uso barbijo solo cuando me “obliga” alguna instalación pública, no uso geles, fui a las ferias, hablo con la gente y aquí estoy saludable (Miembro de No te pueden obligar. , 16/02/2022)

Hola,por fa me pasan las recetas para limpiar nos de los efectos de la vacuna y radiación. gracias (Miembro de Aur El Alto, 09/01/2022)

A su vez, los miembros compartían enlaces a grupos y eventos de medicina alternativa. Demostrándonos que existen nexos entre el movimiento antivacunas y la práctica de la homeopatía.

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(Invitación enviada a CBBA Padres x la Verdad, 17/01/2022)

4.4.3. Whatsapp como espacio de información/desinformación

Los chats eran también espacios de información para el movimiento antivacunas. Los usuarios enviaban al chat noticias sobre el proceso de vacunación y reportes sobre los triunfos o represiones al movimiento antivacunas en el mundo y en Bolivia. Cientos de videos, imágenes y cadenas se enviaban diariamente. La presencia de desinformación en estos contenidos es innegable.

No me vacunaré, no seré parte de esa trampa, nunca se hizo una autopsia, porque aunque el virus es terrible, no es tán terrible como la vacuna. Primeramente nos metieron miedo, ¿para que? Para que anhelemos la medicina, es una estrategia muy bien planificada, cuando uno se informa de los efectos secundarios adversos, puede darse cuenta que estamos siendo cernidos, la mayoría de la gente que muere por covid19, no muere precisamente por el virus, sino por la vacuna, los medios de comunicación fueron convencidos primero, para ocultar la verdad, por miedo al virus, ese miedo conduce a todos a la boca del lobo que es la vacuna (Cadena enviada a No te pueden obligar. , 17/01/2022)

La realidad y la evidencia científica esta demostrando que no son vacunas , sino inoculación de NANOTECNOLOGIA GRAFENOS Y OTRAS SUSTANCIAS EN TU ORGANISMO PARA QUE PUEDAN IDENTIFICARTE ES LA NUEVA IDENTIDAD MUNDIAL Y PARA CONTROL SOCIAL. (Miembro de CBBA Padres x la Verdad, 10/03/2022)

Fuente: ORURO Padres x la Verdad (12/01/2022)

Fotografía 2 Contenido desinformativo enviado a un chai antivacunas 

4.4.4. Whatsapp como espacio de organización digital de la protesta

WhatsApp ha sido central para la organización de las medidas de protesta en las calles. Notamos cómo el espacio digital se utilizaba para organizar bloqueos, ollas comunes, marchas y otro tipo de intervenciones en el espacio urbano.

a. Organización de bloqueo de caminos

Los chats jugaron un rol muy importante en la organización de bloqueos de caminos. Se utilizó la aplicación para invitar a personas a sumarse, así como reportar la situación en distintos puntos de bloqueo.

Sumense! En Kara Kara se empezó el bloqueo con 15 personas, en Viloma con 8 personas. No tenemos que bloquear indefinidamente sino se puede, solo bloquear media jornada ya será suficiente para empezar! (Miembro de AUTOCONVOCADOS SACABA, 20/02/2022)

Buenos días. Estamos en un punto de bloqueo en la multifuncional del alto. La policía se retiro a gasificar a los de provincia que llegaron están bloqueando otros puntos. Ayúdenos aqui en la ceja multifuncional xfavor. (...) Se suspende pero no se abroga. No nos detendremos hasta la abrogación (Miembro de No te pueden obligar, 19/01/2022)

b. Apoyo a ollas comunes

WhatsApp también se utilizó para mandar apoyo a ollas comunes en bloqueos antivacunas. La organización del movimiento era tan meticulosa que incluso se contaba con cuentas bancadas para realizar aportes económicos.

El día de ayer se ayer jueves 13 de enero 2021, se determino las siguientes acciones (...)

Aporte de vivires y otros para apoyar en la olla común a los hermanos auto convocados, se cuenta con una cuenta bancada para los que desean realizar aportes.

(Miembro de CBBA Padres por la verdad, 14/01/2022)

Fuente: CBBA Padres por la verdad (23/01/2022)

Fotografía 3 Afiche de recaudación de fondos para una olla común antivacunas 

c. Convocatoria y reporte de marchas

También se utilizaron los chats para invitar a los miembros a marchas y para reportar, a tiempo real, cómo y dónde se estaban desarrollando. En los chats se comunicaba los puntos de encuentro y reportar posibles represiones por parte de la policía o autoridades.

Fuente: AUTOCONVOCADOS SACABA (Enero, 2022)

Fotografía 4 Carteles de convocatoria a marchas antivacunas 

Fotografía 5 Marchas antivacunas en La Paz y Cochabamba desde el punto de vista de los miembros de los grupos 

5. A modo de conclusión

WhatsApp, como tecnología, ha jugado un rol crucial en el éxito de los movimientos antivacunas en Bolivia. Por un lado, la conformación de grupos a través de invitaciones facilita la apertura y adhesión voluntaria de cientos de simpatizantes, masificando el movimiento. Por otro lado, el carácter encriptado de la app ha ofrecido a los antivacunas grandes libertades de organización para la suspensión de los D.S. 4640 y 4641. Aquí no deben enfrentarse a políticas de regulación de contenidos desinformativos como sucede en otras plataformas digitales. La conformación de los grupos de WhatsApp antivacunas, por ello, oscila entre la apertura a nuevos simpatizantes y el cierre con aquellos que intentan desarticular el movimiento; característica tecnológica que consideramos clave para entender cómo el movimiento logró suspender indefinidamente la vacunación obligatoria en el país.

Hemos podido observar algunas características organizativas, discursivas y acciones del movimiento antivacunas en red. Al nivel organizativo, nos aproximamos a la procedencia territorial de los miembros de los grupos y vimos que, aunque la mayoría de éstos residen en Bolivia, provienen de muchas partes del mundo, mostrándonos que se trata de un movimiento local y global al mismo tiempo. En cuanto a su estructura, notamos que, existen grupos antivacunas más autogestionados y otros más jerárquicos e influenciados por organizaciones negacionistas internacionales (como Acción Humanista Revolucionaria). A nivel de discurso, pudimos ver cómo los grupos intentan desvincularse de la política partidaria, se aterran a su condición de ciudadanos y pregonan la defensa de los derechos y la vida de los bolivianos, lo cual contradice bastante las interpretaciones de la prensa y algunas autoridades de que se trata de un movimiento con fines políticos. Por último, también hemos observado cómo WhatsApp ha sido un espacio central para los debates, difusión de información/desinformación, diálogo sobre medicina alternativa y, sobre todo, la articulación de medidas de protesta en los espacios urbanos, incluyendo bloqueos, ollas comunes y marchas, entre otras.

Por último, hemos notado que la representación periodística del movimiento antivacunas boliviano tiende a ser muy politizada. Considero que para evitar la conformación de grupos antivacunas en el futuro, el abordaje debe ser distinto y debe priorizar la comprensión de la lógica detrás del movimiento antes que hacerle acusaciones. Desde mi punto de vista, uno de los efectos más negativos de representar al movimiento antivacunas en base a estigmatizaciones es fortalecer aún más la desconfianza de estos grupos en el periodismo, la investigación y la ciencia; generando grandes bloqueos comunicativos en materia de salud. Considero que un primer paso para intervenir de manera estratégica en este tipo de movimientos es hacer un esfuerzo genuino por comprender los motivos y formas de sus manifestaciones.

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Citar como: Peredo Rodríguez, Valeria. (2022). Organización, discurso y actividad digital. Una aproximación al movimiento antivacunas en grupos de WhatsApp. Punto Cero, año 26 - n°44 Junio de 2022. Pp 71-88. Universidad Católica Boliviana “San Pablo” Cochabamba.

Recibido: 16 de Marzo de 2022; Aprobado: 09 de Junio de 2022

La autora declara no tener conflicto de interés alguno con la Revista Punto Cero.

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