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Tinkazos

versión On-line ISSN 1990-7451

Tinkazos vol.18 no.38 La Paz dic. 2015

 

DIÁLOGO ACADÉMICO E INVESTIGACIONES

 

Max Paredes, el comercio popular y la apropiación del espacio público

 

The street market trade in the Max Paredes Macrodistrict and the appropriation of the public space

 

 

Rene Pereira Morató1
1 Sociólogo, con maestría en Estudios Sociales de la Población en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) en Santiago de Chile, cursos de postgrado en Población y Desarrollo. Director del Instituto de Investigaciones Sociológicas (IDIS) de la Carrera de Sociología de la UMSA.
Correo electrónico: renepereiramorato@hotmail.com. La Paz, Bolivia.

Fecha de recepción: octubre de 2015 | Fecha de aprobación: octubre de 2015 | Versión final: noviembre de 2015

 

 


En este artículo se presenta información sobre el uso, la transformación y la apropiación del espacio público por los comerciantes populares en el Macrodistrito Max Paredes de La Paz. La intensa actividad económica de este sector es analizada en diálogo con dinámicas sociales y culturales sin las cuales es difícil entender su permanencia y funcionamiento en la gran urbe.

Palabras clave: comercio popular / comerciantes en vía pública / comercio ambulante / Macrodistrito Max Paredes / apropiación espacio público / comercio - redes familiares


This article presents information about the use, transformation and appropriation of the public space by street market traders in the Max Paredes Macrodistrict of La Paz. This sector's intense economic activity is analysed in connection with the social and cultural processes that must be taken into account in order to understand its permanence and functionality in the big city.

Key words: street markets / street traders / itinerant trade / Max Paredes Macrodistrict / appropriation of the public space / trade - family networks


 

 

INTRODUCCIÓN

El comercio popular es una actividad relevante en la economía nacional, debido a la significativa absorción de la fuerza de trabajo, principalmente de mujeres, y la generación de recursos monetarios, muchas veces más importante que los percibidos en los empleos denominados "formales". Las condiciones para ingresar a esta actividad tienen un componente económico, pero también social relacionado con redes horizontales, es decir, entre las mismas comerciantes, y redes verticales, con las autoridades gremiales.

En estos últimos años se puede ver un significativo incremento del comercio popular, sobre todo en aquellos lugares de mayor demanda por los productos ofertados. Sin embargo, esta actividad no se ubica en áreas especialmente construidas para estos fines, como los mercados y sitios feriales, sino que ocupa los espacios públicos, es decir, calles, avenidas y plazas. De este modo, el espacio público muchas veces se ha transformado en espacio económico, bajo formas heterogéneas de uso y apropiación del mismo, donde además la configuración que adquiere depende de las modalidades con las cuales los diversos actores sociales y económicos experimentan el espacio público.

Estas formas concretas de uso y apropiación del espacio público se han realizado sin una planificación previa, generando con frecuencia prácticas que se encuentran al margen de las normativas y regulaciones establecidas por las autoridades competentes. En todo caso, es la lógica de los comerciantes la que se impone en la determinación de los lugares del asentamiento, sin considerar que el espacio público es de todos. En esa medida, se hace muy difícil el ordenamiento de las actividades económicas en vía pública. Esto, a su vez, impacta seriamente en la calidad del espacio público, pues su deterioro es creciente.

En el presente artículo se difunden los resultados de la investigación "Max Paredes. Estudio de caso del comercio popular en vía pública desde las identidades y la territorialidad", desarrollada en el marco de la convocatoria "Investigaciones paceñas" promovida por el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (GAMLP) y el Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB) el año 2014.

El tema fundamental en el que se concentró la investigación es el uso, apropiación y transformación del espacio público por parte de los comerciantes en vía pública. La investigación buscó entender cómo la actividad económica de un actor particular, en este caso el comerciante, genera dinámicas sociales y culturales particulares que determinan el uso del espacio público por parte de todos los actores sociales que habitan dicho espacio.

El estudio fue realizado entre marzo y agosto de 2014 por Rene Pereira, con la participación de Ana Velasco Unzueta y Rene Mendoza, además de estudiantes de la carrera de Sociología de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) quienes apoyaron en el trabajo de campo.

El Macrodistrito Max Paredes fue elegido no solo por la concentración poblacional de los comerciantes, sino, además, por la densidad económica que existe en el sector. En 13,31 kilómetros cuadrados se observa a 13.875 habitantes por kilómetro cuadrado (GAMLP, 2011). Los distritos 7 y 8 de Max Paredes, que son los más densos, movilizan importantes sumas de dinero, además de mercancías y servicios.

Usando la teoría fundamentada, las categorías analíticas se derivaron de los datos recogidos en el trabajo de campo a través de una metodología cualitativa, constituida por entrevistas individuales, grupales y grupos focales a comerciantes populares, dirigentes de los sindicatos y organizaciones de comerciantes, juntas de vecinos. La información fue procesada en el software Atlas TI.

Los ejes que guiaron el estudio son: Relaciones de los actores con el territorio con énfasis en los vínculos de los comerciantes con el espacio que ocupan para desarrollar sus actividades económicas, el tipo de estrategias de apropiación y la identidad construida en este proceso, incluyendo la pregunta sobre las posibilidades de ser reubicados espacialmente. Y Relaciones sociales entre los actores, es decir, en un espacio que es ocupado y que le "pertenece" a más de un actor, fue un imperativo identificar las relaciones entre los diferentes actores involucrados, sus lógicas de compatibilidad o no, la cohesión o no entre ellos y los roles que cada uno de estos actores desempeña en este espacio.

Para el primer eje, Relaciones de los actores con el territorio, se programó la realización de entrevistas individuales y grupales con comerciantes populares, así como la realización de cinco grupos focales. Es decir un grupo focal por cada dos tramos unidos por cierta afinidad espacial y de rubro. Los grupos focales se realizaron con comerciantes que no pertenecían a las dirigencias de sus respectivos sindicatos. En el caso de las entrevistas individuales, estas se realizaron a 10 dirigentes de los sindicatos y organizaciones de comerciantes de los 10 tramos identificados para este estudio. En un tramo, se realizó complementariamente una entrevista grupal con dirigentes de la zona.

Las actividades programadas para el segundo eje, Relaciones sociales entre los actores, se concentraron sobre todo en el aspecto organizativo de las organizaciones gremiales, así como en la relación que estas tienen entre sí y con otros actores con los que comparten el mismo espacio, como los vecinos. Se llevaron a cabo dos sesiones de grupos focales: la primera se desarrolló con miembros de las organizaciones sindicales, buscando profundizar en los aspectos organizativos de las mismas; la segunda se realizó con las juntas de vecinos, para analizar el tema de las relaciones entre actores.

Previo al diseño de las preguntas en los instrumentos, se definió un conjunto de indicadores, los que básicamente son los siguientes: posicionamiento del sujeto, ligazón con el rubro, ligazón cultural con el territorio, ligazón objetiva con el rubro, redes y la comprensión de su funcionamiento entre los comerciantes, nivel de organización, apropiación del espacio, uso del espacio, pertenencia, especialización (de ciertos productos y ubicación en ciertas áreas) y horarios.

 

1. EL COMERCIO EN VIA PUBLICA

Entre las actividades económicas que dinamizan el país, se encuentra el comercio en vía pública (CVP). Este modo de tener un empleo y generar ingresos económicos forma parte del llamado sector "informal", aunque en anteriores trabajos (Pereira, Bridikhina, Montano y Blanco, 2009) hemos cuestionado qué tan informal es el CVP, cuando el GAMLP reconoce a los comerciantes, se encuentran registrados, pagan una suerte de impuesto a través de la patente, etc.

Algunos datos del Observatorio del Empleo y Seguridad Social del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) muestran que el desempleo bajó a 5,5% a nivel nacional y a 3,2% a nivel urbano en el año 2014. Por lo tanto, las personas que se dedican al comercio callejero debieron haber disminuido, bajo el supuesto que esta actividad es considerada como un refugio del desempleo. No obstante, esto no ha ocurrido. Los comerciantes callejeros se han incrementado porque se trata de una actividad que genera una significativa rentabilidad, no obstante su alta heterogeneidad.

También es cierto que este tipo de inserción a la actividad económica, se caracteriza por su inestabilidad, precariedad y porque carece de protección social. Se trata, en muchos casos, de empresas unipersonales en las que se trabaja por más de ocho horas o sin horario establecido, sin vacaciones ni gratificación por las horas adicionales. Hablamos del llamado sector informal, que ascendió en los últimos años a más del 70% (CEDLA, en IBCE, 2014).

Esto quiere decir que la inserción de la fuerza laboral boliviana ha sido significativamente absorbida en unidades micro empresariales, creadas por actores que no disponen de otra alternativa que la de crear su propio tipo de empleo. Armando Méndez Morales señala que según encuestas realizadas durante el año 2010, se calculó que en el país había un total urbano de 664.302 unidades económicas -sin contar el mundo rural-, de las cuales únicamente 2.327 podían ser calificadas de empresas grandes, 38.724 se podían catalogar como pequeñas y medianas empresas y un número abrumador de 623.251 se las calificaba de microempresas. Porcentualmente esta estructura económica indica que más del 93% de las unidades económicas son microempresas de carácter unipersonal y familiar (Méndez, 2013). Por tanto, esta actividad junto a las otras y muy diversas que forman parte del sector informal son tan importantes que son centrales en el modelo económico boliviano.

Justamente por la inestabilidad y la dificultad de acceder al CVP en puntos estratégicos de gran demanda de productos es que se requiere, como condición indispensable, formar parte del gremio. Los gremiales integran los movimientos sociales urbanos y constantemente colocan en la agenda social y política del país sus preocupaciones inmediatas y sus intereses de grupo con sus propios medios de lucha; luchan por sus reivindicaciones laborales entre las que se encuentra la permanencia en sus puestos de trabajo.

La situación actual del movimiento gremial está marcada por un escenario de conflicto entre los diversos actores de la llamada "economía popular". Por un lado están los comerciantes callejeros, planteando sus demandas y proyectos; por el otro lado está el GAMLP, escuchando y respondiendo las demandas, en la medida de sus posibilidades. En medio, se encuentran otros actores como los dueños de las viviendas, los vecinos, clientes, transeúntes, etc. Cada actor con sus intereses y lógicas particulares, que a veces se tensionan gravemente.

Una característica de esta actividad económica es la ocupación y apropiación del espacio público, cuando se sabe que es de todos y, en estricto sentido, ningún grupo social debiera apropiárselo unilateralmente. Sin embargo, se conoce que esta práctica territorial, este uso con ocupación, que involucra la instalación y el mantenimiento de un puesto, obedece a una racionalidad económica. En unos casos, se trata de una respuesta a las escasas oportunidades que las personas tienen para generar algún ingreso; en otros, es una forma de maximizar los capitales invertidos, logrando por esta vía importantes ganancias. En esta medida, es real la profunda contradicción que se produce entre el derecho al trabajo, con ingresos aceptables, las escasas oportunidades, el ingreso al autoempleo y la regulación que el GAMLP debe hacer a propósito del espacio de todos, del espacio público, a través de sus políticas de ordenamiento territorial.

De esta forma, la calidad del espacio público ocupado y apropiado por los comerciantes callejeros se deteriora crecientemente, porque su uso es permanente. La inclusión de la dimensión territorial es clave para la comprensión de la dinámica de esta actividad. La ocupación de los puestos de venta es tan intensa que no solo se encuentran en las aceras, sino en medio de las calles, turnos de mañana, de noche y obviamente que ello afecta, entre otros aspectos, a la circulación peatonal, vehicular, basura, etc. Así, el espacio público transformado en espacio económico trae consigo beneficios y efectos negativos que le dan una mayor complejidad a esta actividad.

 

2. MACRODISTRITO MAX PAREDES

El Macrodistrito Max Paredes está ubicado al noroeste de la ciudad. Albergó en su tiempo a famosos tambos y hoy todavía se precia de ser el espacio donde el comercio es la principal actividad, llegando a tener un movimiento económico superior a los 500 mil dólares por día (GAMLP, 2009). Este dato reafirma el carácter histórico y cultural y la tradición de la venta de productos en esta zona, ocupando con el transcurrir del tiempo, las calles y aceras, en una superficie de 1.330 hectáreas, distribuidas en cuatro distritos (7, 8, 9 y 10), Ver Mapa 1.

Según el Plan 2040 del GAMLP (2014), el Macrodistrito Max Paredes es uno de los que concentra un mayor flujo económico, comercial y de servicios. El Macrodistrito Centro concentra el mayor número de comerciantes, 16.228 distribuidos principalmente en el Distrito 1 que corresponde al Casco Central. El Macrodistrito Max Paredes ocupa el segundo lugar con 15.529, asentados principalmente en el Distrito 7, en las zonas de Gran Poder (Eloy Salmón), Los Andes, Chamoco Chico, destacándose el núcleo comercial de la Huyustus, ubicado entre los distritos 7 y 8.

Según el Anuario Estadístico del Municipio de La Paz (GAMLP, 2011), en la Max Paredes el número de comerciantes asciende a un total de 8.523 gremiales, los que se encuentran distribuidos de la siguiente manera: 28% en la acera; 5% son ambulantes; 24% está en el centro de la calle; 3% en medio de la calle, 39,9% en la pared y 0,1% sin dato.

Dadas estas características que marcan las especificidades de esta zona, el estudio buscó un acercamiento a profundidad para comprender la trama de relaciones existente alrededor del comercio en vía pública en el Macrodistrio Max Paredes.

El área de investigación está compuesta por 10 tramos, que corresponden a calles y avenidas del noroeste de la ciudad de La Paz, involucrando a los distritos municipales 1, 6, 7 y 8, que a su vez son parte de los macrodistritos Max Paredes, Centro y Cotahuma. La elección obedece fundamentalmente a criterios de densidad o nivel de concentración de los puestos de los comerciantes. Estos tramos se detallan en el siguiente Cuadro.

En cada tramo o unidad territorial específica del estudio, se identificaron a comerciantes populares, dirigentes gremiales, miembros de las organizaciones del CVP y de las juntas de vecinos, a quienes se aplicaron los instrumentos cualitativos en el trabajo de campo.

 

3. EL TERRITORIO Y LOS ACTORES

Se comprende al territorio como aquel espacio apropiado por un grupo social, que más allá de connotaciones legales, construye identidad porque es una construcción social, en tanto es producto de la actividad humana y, generalmente, implica formas de organización, incluso relaciones de poder. Su estudio supone el análisis del espacio, incluyendo necesariamente a los actores, comprendiendo sus lógicas, interrelaciones y mecanismos de organización.

El análisis territorial va más allá de reducirlo a las coordenadas espaciales. Por tanto lo que la investigación identificó es la ocupación de los comerciantes, la intensidad del suelo urbano ocupado en el espacio público, pero incluyendo las relaciones sociales.

3.1.  DENSIDAD DE LOS CVP POR TRAMOS

La ocupación de los puestos de comercio se da de manera muy intensa en el espacio público, porque la Max Paredes es la representación casi generalizada del comercio callejero, donde existe una variedad de productos ofrecidos y ciertas ventajas que el cliente eventual le asigna a este espacio de comercio popular.

Se identificaron diez tramos al interior del Macrodistrito Max Paredes según el criterio de densidad de los comerciantes en vía pública, así como aquellos rasgos de apropiación territorial que se pueden advertir en esta zona populosa y zonas aledañas. El indicador de densidad fue construido mediante tres variables:

•  Número de turnos de los comerciantes por tramo, ya que durante una jornada diaria existen varios usuarios en un mismo espacio para la comercialización de sus productos. De esta manera se identificaron tres turnos: mañaneras (5:00 a 10:00 de la mañana); diurnas (10:00 hasta las 20:00 horas) y nocturnos (19:00 a 24:00 horas).

•  Número de filas de los comerciantes en un mismo tramo, que ocupan las dos veredas, el medio mismo de la calle y los bordes de la calzada. En algunos tramos se verificó que existen de 2 a 4 filas de CVP.

•  Tipo de comerciantes por tramo, identificándose a los que tienen puestos fijos (tarimas o anaqueles) y los que tienen puestos móviles, comúnmente denominados ambulantes.

En base a estas tres variables y para aproximarnos al indicador de la densidad en cada uno de los tramos del estudio, se establecieron tres niveles: baja, media y alta densidad.

Así se pudo observar que de los 10 tramos, tres se encuentran con una alta densidad de comerciantes. Estos son el tramo 6 (Garcilazo de la Vega), el 7 (Tumusla) y el 10 (Adolfo Ortega). Los tramos que se encuentran en un nivel medio son cuatro: tramo 1 (Graneros), 4 (Max Paredes), 5 (Av. Buenos Aires) y 8 (Huyustus). Finalmente están aquellos de densidad baja: tramo 2 (León de la Barra), 3 (Vicente Ochoa) y 9 (calles Avaroa y Rodríguez). Ver Mapa 2.

3.2.  EQUIPAMIENTO URBANO COMERCIAL POR TRAMOS

El importante movimiento económico generado por los comerciantes en todos los tramos de estudio ha inducido a que se produzca la demanda de otro tipo de servicios, usados por los mismos comerciantes o eventuales clientes. Tal es el caso de los servicios financieros (bancos o cajeros automáticos), baños públicos, farmacias o centros de abasto masivo (centros comerciales o galerías). En efecto, se ha observado una proliferación de servicios financieros, servicios sanitarios y centros de abasto masivo en los 10 tramos, lo cual se relaciona con la sinergia económica que genera la presencia y demanda del CVP. Esta situación, favorece principalmente a los dueños de las viviendas ubicadas en los tramos respectivos.

•  En el tramo 1 (calle Graneros) se comercializa prendas de vestir, los puestos son fijos y ha originado la construcción de centros comerciales. No existe circulación de vehículos.

•  En el tramo 2 (calle León de la Barra) se comercializa frutas de los Yungas, Chapare y de países como Chile y Perú. El comercio de frutas está relacionado con los diferentes tambos que históricamente funcionan en el sector. Existe circulación de vehículos.

•  En el tramo 3 (calle Vicente Ochoa) se oferta alimentos y también muebles para el hogar. Los puestos son fijos y muy relacionados a las tiendas existentes.

•  El tramo 4 (calle Max Paredes) se caracteriza por la gran variedad de productos comercializados, como prendas de vestir, artículos de cocina, plásticos, artículos artesanales y otros. La mayoría de los puestos son fijos y ocupan las dos aceras de la calle, que además es una vía fundamental de comunicación hacia la zona Ñor Oeste de la ciudad de La Paz.

•  En el tramo 5 (avenida Buenos Aires) se comercializan prendas de vestir y alimentos. En este tramo existen tanto puestos fijos como ambulantes en dos turnos: mañaneros y diurnos. Ocupan las dos veredas. Esta es una vía de acceso vehicular hacia las zonas Norte y Oeste. En este tramo se establecieron varios centros comerciales, galerías y entidades financieras.

•  Tramo 6 (calle Garcilazo de la Vega). Se comercializa artículos de higiene y alimentos con puestos fijos y ambulantes en dos turnos. Ocupa las dos aceras de la calle y el centro.

•  Tramo 7 (calle Tumusla). Se comercializa prendas de vestir y artículos variados. Tres turnos en cuatro filas de comerciantes, ocupando veredas y calzadas, con puestos fijos y ambulantes.

•  Tramo 8 (calle Huyustus). Se comercializa prendas de vestir, electrodomésticos y vajilla. Existen tres filas de comerciantes, ocupando las veredas y el centro de la calle.

•  Tramo 9 (calle Avaroa y Rodríguez). Se comercializa alimentos. Puestos fijos en un turno. Ocupan la acera de la calle y en fines de semana se cierra el acceso vehicular.

•  Tramo 10 (calle Adolfo Ortega). Se comercializa prendas de vestir, útiles escolares, artículos deportivos y alimentos. Existen dos turnos; mañaneros y diurnos. Tiene cuatro filas de puestos fijos, excepto las mañaneras.

 

4. ACTORES, IDENTIDADES, TERRITORIOS, ORGANIZACIONES Y REDES SOCIALES

La emergencia de la economía informal se la entendió como una situación coyuntural y momentánea, como un error del sistema económico y como una respuesta a la crisis del empleo. Un factor que explica esta situación es la incapacidad del sector industrial para absorber la fuerza laboral. Así se establece un modelo dual con lógicas diferentes donde coexisten empresas capitalistas, cuya finalidad es la ganancia y aquellas informales, luchando por la sobrevivencia (Tassi, Medeiros, Rodríguez-Carmona y Ferrufino, 2013).

Factores de carácter estructural (Casanovas, 1986) están relacionados con el patrón extractivista que caracteriza al actual modelo económico boliviano, que se concentra en la explotación de determinados recursos naturales destinados a la exportación hacia algunas economías foráneas demandantes. Hasta el día de hoy no se ha abandonado este modelo económico primario exportador. En otras palabras, la dinámica económica de Bolivia depende de la exportación de los minerales y de los hidrocarburos. En ese contexto, la centralidad del Estado ha priorizado el mercado externo. Ello ha significado una débil industrialización y, a su vez, la desatención a ciertos rubros de la economía donde la ocupación de la mano de obra es intensiva, por lo tanto son rubros que generan empleo. El Estado boliviano, con estas restricciones de carácter estructural, no ha logrado generar el empleo suficiente para cubrir la demanda. Esto ha obligado a que la población busque por su cuenta alternativas, creando pequeñas empresas más bien de carácter unipersonal y familiar.

Sin embargo, con el paso de los años, las actividades económicas informales resultaron en un recurso cada vez más común; ancladas en la permanencia, se convierten en la regla, en lugar de la excepción. Tanto es así que el mismo Estado propició muchos estudios para el diseño de políticas públicas, reconociéndolas de alguna manera. Es pues, inapropiado continuar denominando a estas actividades como "informales", porque incluso existe el peligro de confundirlas con actividades delictivas. Parece más aceptable llamarlas empresas de economía popular. Otro elemento que hoy no parece adecuado y consistente es asociar a esta actividad como respuesta al desempleo y la pobreza, es decir como actividades de sobrevivencia. Por tanto, asistimos a un cambio no menos importante.

Un elemento central de esta investigación fue establecer que el CVP ya no es una actividad económica de subsistencia porque, con el tiempo, se ha convertido en una actividad más rentable que una gran mayoría de ocupaciones que pueden desarrollarse en el espectro "formal" de la economía. Ya no es una ocupación "pasajera", sino que ahora tiene la capacidad de emplear a todos los miembros de la familia, es más, lleva generaciones haciéndolo; asimismo, consta de una institucionalidad fuerte y al tener como base a la familia, genera lazos de apego y estrategias de sostenibilidad que sustituyen eficazmente a un sistema de seguridad social convencional. No es una actividad de subsistencia porque la dinámica del comercio en vía pública ha llegado a formar parte de la cultura de consumo de los habitantes de la ciudad.

A continuación se expondrán algunas de las razones del porqué de esta importante transformación:

4.1. LA RENTABILIDAD DEL COMERCIO EN VÍA PÚBLICA

Cuando se compara el CVP con otras actividades económicas es bastante evidente que

el comercio es más lucrativo.

...por ejemplo, el sueldo de mi hija es 1.500, 2.000 bolivianos. Todo el mes gana eso en las oficinas. Aquí en un día puedes vender y ganar 1.500, 3.000 bolivianos (Dirigente, calle Vicente Ochoa).

Pero además, el CVP ofrece otros beneficios que no pueden encontrarse en una fuente laboral más formal:

...como le decía, hay tantos profesionales que están afiliados en el sector gremial y de repente ganan mucho mejor. Uno ya no depende de nadie, no tiene que ir a firmar una tarjeta, no tiene que pedir permiso a nadie. Nadie le pone la hora, no le controla y demás. Es autodependiente, puede ser jefe y empleado a la vez (Dirigente, calle Huyustus).

Cuando se considera las aspiraciones profesionales que tienen los y las comerciantes para sus hijos, e incluso para sí mismos, podemos ver que la profesionalización sigue siendo un proyecto importante. Sin embargo, esta expectativa ya no admite o excluye el abandono de las actividades como comerciantes. Eso por dos razones: por un lado, por un fuerte deseo de mantener vigente un puesto de venta que ha costado trabajo construir y, por otro lado, porque se considera que el comercio en vía pública puede servir en el futuro como un colchón económico, en caso de ser necesario. Esto significa que hay una percepción muy positiva de la actividad comercial, pues se la considera que es más estable que ser profesional.

A la pregunta: ¿Desearía Ud. que su hijo se dedique al comercio en vía pública? Algunas opiniones indicaron:

...Desearía, porque quiero que mantengan mi puesto, pero también quiero que salgan profesionales (Exdirigente, calle Garcilazo de la Vega). ... el comercio es un apoyo permanente para la familia porque, si bien puedes dedicarte a otro rubro o trabajar en otro lugar, el comercio los apoya, o que por ejemplo si no tienen trabajo o no les pagan bien, su puesto de venta es el que los respalda mucho (Dirigente, calle Graneros).

Una de las ventajas que tiene el CVP es su alta adaptabilidad frente a todo tipo de circunstancias. Es de conocimiento general que gran parte del comercio en vía pública es administrado por mujeres. Esto sería porque el comercio en vía pública significa para ellas una oportunidad para aportar económicamente a sus hogares. Más si se considera que las mujeres todavía tienen menos oportunidades de adquirir una educación técnica o superior:

...el comercio informal es un medio de trabajo para nosotras que no hemos tenido esa oportunidad de estudio, realmente es un medio de trabajo (Dirigente, calle Max Paredes).

Además, a partir del crecimiento del CVP, y con la inestabilidad laboral en otros sectores, este sector tuvo la capacidad de absorber a otro tipo de poblaciones que habitualmente no se dedicaban a esta actividad.

...Bueno, ahora, con la falta de trabajo... Antes eran pura mujeres, era muy raro ver a un hombre vendiendo. Pero ahora con la falta de trabajo que existe en Bolivia, hay por lo menos un 40% de varones (Dirigente, Av. Buenos Aires).
...los mayores por lo menos salen a vender, no hay donde que vayan los mayores, pues no hay trabajo para ellos... (Dirigente, calle Vicente Ochoa).

La capacidad de absorción que tiene el CVP es también un factor que contribuye a que ésta sea una actividad altamente rentable, porque más miembros de la familia pueden obtener ingresos por esta vía. Además del rendimiento económico, el hecho de que varios miembros de la familia se dediquen a esta actividad comercial también contribuye a que se generen lazos más fuertes, tanto con el rubro como con el espacio.

4.2. EL COLCHÓN DEL COMERCIO POPULAR: LAS REDES FAMILIARES

El CVP en el Macrodistrito Max Paredes se fundamenta en complejos tejidos de redes familiares. Estas redes determinan la distribución de los puestos de venta, el mantenimiento de la organización sindical y son la materia prima de la pertenencia al rubro y al lugar.

El aspecto más obvio de estas redes familiares puede observarse en los métodos de transferencia de los puestos de venta. Estos son transferidos a familiares y no tienen un precio comercial, es decir, no se encuentran a la venta. Sin embargo, existen algunos casos en los que estos puestos sí han sido vendidos, a pesar de ello, la regla general indica que estos son, por lo general, heredados.

Por ejemplo, en la misma Max Paredes las tarimas se van desdoblando: de la mamá está en el rincón, otro puestito por si acaso ya la hija crece, para la hija van desdoblando otro puestito y al final todas las calles están colmadas de comerciantes, de familias (Dirigente, calle Huyustus).

Esta modalidad de herencia ha logrado que los puestos de venta sean transferidos de generación en generación, creando una especie de "tradicionalismo". Al mismo tiempo, se crea un sentido de pertenencia y lealtad con el rubro, porque ya son varias generaciones las que se dedican al comercio en vía pública, por lo que constituye un honor y un deber continuar con dicha tradición. También se genera un sentido de apego al lugar, puesto que las generaciones previas comenzaron a vender en el mismo lugar donde ahora trabajan las generaciones presentes, lo que fortalece más todavía la idea de proteger y defender el puesto de venta, que por generaciones mantuvo a la misma familia.

...porque estas calles han sido pues asentadas hace 30... 40 años y los dueños y los verdaderos dueños del puesto son mayores de edad... y ahorita deben estar contando con los 55 años... Ya voy a los 56 años. ¿Cuánto tiempo más me pone usted de vida? (...) ¿Quién se va a quedar con mi puesto? Pues mi hija o mi hijo que no tiene trabajo... y así sucesivamente empieza a ser... va ser así por más que sean profesionales... nuestros hijos todos están en el comercio (Dirigente, avenida Buenos Aires).

La consecuencia más importante de este sentido de tradición, generado por la mecánica en la que son administrados los puestos de venta, es que la antigüedad se convierte en un requisito fundamental para la adquisición de derechos como comerciante.

...Si nos quisieran levantar por ejemplo, tenemos antigüedad, como la alcaldía está levantando, reubicando, pero tenemos documentos y antigüedad, más de 50 años. El gobierno dice que sindicatos así de antiguos se respeta (Dirigente, calle Adolfo Ortega).

Todos estos factores hacen que los comerciantes se sientan "encariñados" con sus puestos de venta.

...Sí, estamos bien encariñados con nuestros puestos, es como nuestra segunda casa (Exdirigente, calle Adolfo Ortega).

4.3.  LA INSTITUCIONALIDAD DE LAS ORGANIZACIONES GREMIALES

La actividad económica centrada en el comercio popular, dado su carácter inestable, especialmente por la precaria ocupación y apropiación del puesto de trabajo, ha demandado la configuración de una organización gremial fuerte, protegiendo y reforzando la rentabilidad del rubro, el apego al territorio y la labor como comerciante. En todos los tramos estudiados pueden observarse diferencias puntuales entre cada una de las organizaciones gremiales: algunas son más robustas, antiguas y mejor organizadas; otras son más débiles o tienen menos experiencia. Sin embargo, lo que llama la atención es que, independientemente de los diferentes niveles de organización, existe una especie de "meta-organización" gremial, que se expresa en los fuertes lazos de solidaridad y reciprocidad entre las organizaciones gremiales. Estos vínculos no han sido previamente coordinados entre las organizaciones gremiales y, más bien, responden a una lógica de "hoy por ti, mañana por mí.".

Siempre hemos estado solos. Nosotros también a veces necesitamos apoyo. Una vez hemos pedido apoyo para la madera y para que no entren los muebles brasileros. A los de la Tumusla les hemos apoyado por lo de la ropa usada. Apoyamos porque también podemos nosotros necesitar apoyo alguna vez (Dirigente, calle Adolfo Ortega).

Eso sí. Y pienso que si nosotros tuviéramos algún problema, como nos llevamos bien, yo sé que nos apoyarían, y nosotros también a ellos (Dirigentes, calle Huyustus y calle Graneros).

Existen, a su vez, nociones muy claras de la necesidad e importancia de hacer "vida orgánica", es decir, de demostrar lealtad a la organización gremial y trabajar por ella.

4.4.  FACTORES EXTERNOS: LA CULTURA DE LA CALLE Y BENEFICIOS COLATERALES

Además de los factores anteriormente explicados, razonando por qué la actividad económica del CVP se transforma de una simple necesidad de subsistencia a una actividad económica rentable, existen otros actores que comparten el mismo espacio y, al hacerlo, forman parte crucial de esta dinámica.

Por un lado, el CVP no solo ha cambiado la tendencia ocupacional de la población - dejando en evidencia que ser comerciante se constituye en una mejor inversión económica que ser profesional-, sino que también ha cambiado la cultura de consumo de nuestra sociedad. Se mencionó en varias ocasiones que parte del éxito del CVP radica en que "la gente prefiere comprar de la calle", lo que hace que la inversión en otro tipo de puestos de venta o en otro tipo de comercio no sea vista con buenos ojos.

...La gente se ha acostumbrado a comprar de la calle, por más que usted le ponga un edificio, el más bonito de acá del país, (la gente) no va a entrar, no va a entrar porque está acostumbrada a la calle, la gente es así, le gusta la cosa fácil, ¿me entiendes?, cosa de pasar, comprar y se acabó, no le gusta entrar (Dirigente, calle León de la Barra).

A partir de esta circunstancia se genera un sentido de comodidad, tanto para el comprador como para el vendedor, haciendo que este tipo de comercio sea muy difícil de modificar, sobre todo en las condiciones en las que se desarrolla en la actualidad.

Adicionalmente, los vecinos de la zona disfrutan de un beneficio residual, producto del comercio instalado en su lugar de residencia.

Aunque existen algunos roces entre vecinos y comerciantes, los vecinos reconocen que el comercio ha aumentado el valor comercial de sus casas y, además, saben que el alquiler de garajes o depósitos en esta zona puede convertirse en una actividad muy rentable para ellos. Esto hace que los vecinos toleren de mejor manera el comercio en su zona.

...la verdad yo no tengo ninguna queja de las comerciantes, porque gracias a ellas también las casas de este lugar están bien valoradas, y son trabajadoras, más bien deberían de existir guarderías para los niños, así los niños estarían en las guarderías y sus mamas vendiendo.

También hay que pedir que existan más baños públicos... (Dirigentes, calle Vicente Ochoa y calle Max Paredes).

En este sentido, el CVP no es una actividad exclusivamente rentable y beneficiosa para los vecinos. A pesar de los posibles conflictos que puedan existir entre comerciantes, clientes y vecinos, estos actores se benefician también por la existencia de esta modalidad de comercio. Esto ha facilitado que el CVP adquiera cada vez más fuerza y arraigo en esta zona.

 

CONCLUSIONES

Las redes familiares son fundamentales para entender las dinámicas del CVP, entre otras cosas porque determinan el acceso de otras personas al rubro e, indirectamente, el acceso al territorio. La presencia de las redes familiares es tan fuerte que aseguran la continuación del rubro a través de mecanismos de herencia, generando fronteras poco permeables al cambio. Por ello, tanto el ingreso a los puestos de venta como la permanencia en ellos se explican por la presencia de esta red de relaciones.

Las redes familiares son fundamentalmente matriarcales. Por lo mismo, los mecanismos de herencia son asegurados a través de las líneas femeninas de cada familia.

Si bien el CVP es tradicionalmente femenino y tiene participación de gente joven, en la actualidad se observa una importante presencia de hombres y de gente mayor. Ello se debe a las progresivas dificultades que estos sujetos tienen para insertarse en el mercado laboral; y en el caso de la presencia de gente mayor, se explica porque el comercio es una actividad ideal para la gente de la tercera edad, por sus características particulares, como el no requerimiento de cualidades físicas y la ausencia de horarios fijos de entrada y salida.

También se estableció que el CVP no es una actividad de subsistencia. Sin embargo, en los tramos que se analizaron, ha dejado de ser una actividad precaria de mera subsistencia, convirtiéndose en el primer colchón económico de las familias que se dedican a esta actividad. Así, el comercio ya no es una actividad a la que se recurre solo en casos de "emergencia" (cuando se presenta una situación de desempleo, cuando se pasa por una mala situación económica o cuando se tiene una emergencia familiar), y más bien se ha transformado en la columna vertebral de la economía familiar de los comerciantes. Esto hace que las personas sean mucho más dependientes de los ingresos que genera esta actividad. Además de ser la base fundamental de estas economías familiares, el CVP se convirtió en una actividad verdaderamente lucrativa. Sin embargo, es importante considerar que la rentabilidad de esta actividad depende significativamente de los tipos de apropiación del espacio, es decir, la venta en la calle depende de la elección estratégica de las calles para la venta, pues solo algunas aseguran rentabilidad.

El "estilo callejero" de venta que caracteriza a los comerciantes de esta zona tiene que ver además con una estrategia comercial, que se distingue por una cultura ciudadana que privilegia la realización de compras "al paso", "en la calle". Este factor es determinante para el aspecto lucrativo de esta actividad económica.

Por otra parte, se pudo observar que existen varios mecanismos que generan fuertes vínculos con el rubro. En primer lugar, se estableció que los vínculos de tipo social son los más importantes a la hora de generar un apego al rubro. A éstos, les siguen los vínculos de tipo objetivo y, por último, se encuentran los de tipo cultural.

Dentro de los vínculos de tipo social se observa que en varios tramos se concibe al comercio en vía pública como una actividad tradicional. Esta noción se ve reforzada por la idea de una tradición histórica, que a su vez produce una fuerte memoria histórica colectiva, que al mismo tiempo refuerza relaciones de identidad con el territorio.

Otro vínculo de tipo social tiene que ver con la creación de un fuerte sentido de comunidad, que se observa en varios de los tramos estudiados. Este sentido de comunidad genera un apego con el rubro y, por añadidura, con el espacio.

El último vínculo de tipo social encontrado es que, en varios casos, los comerciantes inician sus actividades a una edad muy temprana, lo que profundiza sus relaciones con el rubro.

En este sentido, se observa que el comerciante en vía pública generó una especie de personalidad propia que está fuertemente determinada por la antigüedad en el gremio y en su puesto de venta. Esta antigüedad produce, por un lado, un mayor apego al rubro y al espacio y, por otro, jerarquías dentro de los mismos comerciantes.

La antigüedad es también la base de la legitimidad organizacional, tanto en el caso de las organizaciones gremiales como en el caso de las juntas de vecinos. La antigüedad es un recurso que ayuda a los actores a posesionarse como dueños legítimos del espacio que ocupan y, al mismo tiempo, es uno de los requisitos fundamentales para elegir y legitimar a sus dirigencias.

Adicionalmente se pudo observar la importancia de la patente. El pago de patentes que hacen los comerciantes es interpretado por ellos mismos como un mecanismo que les garantiza la propiedad del espacio, puesto que genera un sentido de pertenencia y de cierta legitimidad.

Todas estas circunstancias hicieron que el nivel de organización gremial se fortalezca mucho en los últimos años. Las organizaciones gremiales hacen de intermediarios ante la Alcaldía. Son una especie de portavoces que ayudan a actuar como un ente unificado frente a otros actores, fundamentalmente, ante la Alcaldía.

Estas organizaciones, además de cumplir con estos roles administrativos, se dedican también a fomentar actividades sociales y culturales entre sus miembros, lo que fortalece el sentimiento de pertenencia a una comunidad, identidad relacionada con el territorio que ocupan.

En algunos casos, donde las organizaciones son muy fuertes, estas son consideradas como bastiones de lucha política, lo que transforma la naturaleza misma de la organización, que pasa de ser una organización de tipo laboral -dedicada únicamente a administrar temas laborales- a una de tipo político, lo que cambia sin duda las relaciones entre los actores.

Si bien los niveles de satisfacción y de cohesión interna varían según los tramos estudiados, se pudo observar que los comerciantes consideran que las organizaciones son necesarias (ya sea para garantizar la seguridad de sus puestos, para actuar como portavoz ante la alcaldía, etc.). Esto demuestra que las organizaciones gremiales desarrollaron mecanismos de articulación exitosos, que se hacen más fuertes frente a posibles divisiones internas.

Asimismo, la fuerza de las organizaciones gremiales se refuerza por importantes lazos de solidaridad. En numerosas ocasiones, los comerciantes explican que apoyar a sus compañeros gremiales puede resultarles arduo y sacrificado; es más, no siempre están de acuerdo con la posición de sus compañeros gremiales. Sin embargo, en el momento de una emergencia nada de esto importa, porque ellos conciben el apoyo como una acción estratégica para asegurarse a sí mismos el mismo apoyo en momentos de necesidad. Esta es la lógica que está detrás del fuerte poder de movilización que tienen estos sectores, los cuales actúan como bloques unidos a pesar de toda la complejidad, conflictos y contradicciones que puedan presentarse al interior de las mismas organizaciones.

Más allá de la fuerza e importancia de la organización gremial, los comerciantes son conscientes de que no son los únicos dueños del espacio que habitan. Muchos de los entrevistados coinciden en afirmar que el espacio que ocupan tiene "múltiples dueños"; al mismo tiempo, se observan contradicciones y confusión a propósito de los derechos y obligaciones de cada uno de los diferentes dueños en relación al espacio que ocupan. Asimismo, se reconoce a la Alcaldía como "el otro dueño" del espacio que ellos ocupan; y, en menor medida, se acepta a los vecinos del lugar como "otros dueños".

La identificación de múltiples dueños se refleja en las intenciones de crear buenas relaciones. Al respecto, sorprendió encontrar, tanto en vecinos como en comerciantes, el mismo discurso de que una buena relación con el GAMLP es altamente deseable, y que ambos actores están dispuestos a realizar algunos sacrificios para fomentar y proteger la calidad de las relaciones con la Alcaldía. Para lograr ese objetivo, estos actores establecen hasta qué punto están dispuestos a "negociar" para mantener estas buenas relaciones. Estos límites pueden ser observados con el indicador "Suplencia de Labores". Tanto vecinos como comerciantes, aunque en mayor medida estos últimos, consideran que varias de las actividades que ellos realizan deberían ser ejecutadas por el GAMLP. Estas actividades consisten básicamente en el mantenimiento de las vías (limpieza de las mismas, realización y limpieza de cunetas, etc.) y la organización de la seguridad ciudadana en el lugar.

Finalmente, detallaremos aspectos de la dimensión territorial. El uso de los comerciantes en vía pública del espacio y los accesos públicos, en los diez tramos, tiene similares características de ocupación, es decir, los sitios que ocupan los comerciantes fijos y ambulantes son las veredas, los extremos de las calzadas y el centro de la calzada.

Los altos niveles de densidad que muestran los tramos de estudio están relacionados con la cantidad de turnos de venta en un mismo espacio, es decir, con la presencia de dos tipos de comerciantes (fijos y ambulantes) y con la mayor cantidad de filas o columnas de ocupación de los comerciantes en las calles.

Los comerciantes en vía pública, en el área de estudio, generan un gran movimiento económico, fruto de las transacciones comerciales que -en su mayoría- son informales. Esto repercute en la demanda de otras actividades y servicios comerciales más especializados, entre ellos, los baños públicos, los servicios financieros, los centros de abasto masivo (centros comerciales o galerías), etc. Esta circunstancia favorece sobre todo a las viviendas que se encuentran en estos tramos, lo que genera al mismo tiempo una especie de sinergia para la consolidación de los asentamientos de los comerciantes en vía pública.

 

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