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Revista Latinoamericana de Desarrollo Económico
versión On-line ISSN 2074-4706
rlde no.29 La Paz mayo 2018
ARTÍCULO CIENTÍFICO
Cadenas Globales de Valor: el caso de Bolivia
Global Value Chains: The case of Bolivia
Beatriz Muriel Hernández*, Alejandro Herrera Jiménez **
Resumen***
El presente documento analiza las Cadenas Globales de Valor (CGV) en Bolivia para 2002, 2005 y 2011, utilizando el Índice de Especialización Vertical (EV) de Hummels et al. (2001) y la medida Upstreamness de Antràs y Chor (2011) (citado en Antràs et al., 2012b) y Fally (2011). Los indicadores muestran que los patrones comerciales están representados por una concentración de las materias primas, las que también han aprovechado las ventajas derivadas de las CGV; mientras que los sectores de manufacturas han sido menos importantes en esta dinámica, e incluso han perdido su relevancia en el tiempo.
Palabras clave: Cadenas Globales de Valor, indicadores de fragmentación, Bolivia.
Abstract
This paper analyzes Bolivian Global Value Chains (GVC) for 2002, 2005 and 2011, using the Vertical Specialization Index (EV) of Hummels et al. (2001) and the measure of Upstreamness of Antràs y Chor (2011) (cited by Antràs et al., 2012b). Indicators show that trade patterns are represented by a concentration of raw materials, which have also taken advantage from those derived from GVC; while manufacturing sectors have been less important in this dynamic, and they even lost their relevance over time.
Keywords: Global Value Chains, fragmentation indicators, Bolivia.
Clasificación/Classification JEL: C02, F01, F14
1. Introducción
Las Cadenas Globales de Valor (CGV) han existido con el mismo comercio mundial, en el cual los bienes importados han sido utilizados en productos exportados. Sin embargo, en las últimas décadas, las CGV han sido dinamizadas de tal manera que han cambiado sustancialmente la forma de producir en el mundo, así como las estructuras comerciales entre los países. Estas transformaciones devienen de políticas públicas pro-mercado entre países; pero también de innovaciones tecnológicas que han permitido tanto la fragmentación de la producción entre regiones como un mejor acceso al transporte y a las (tele) comunicaciones1.
Las CGV abren, potencialmente, posibilidades y oportunidades de comercialización para países como Bolivia, que presentan fuertes limitaciones propias de sus niveles de desarrollo, para producir varios tipos de bienes, como los de alta tecnología; pero que pueden participar activamente en etapas de la cadena donde tengan ciertas ventajas comparativas, al mismo tiempo que se insertan en las dinámicas asociadas al desarrollo tecnológico.
Bajo este contexto, el presente estudio estima las CGV en Bolivia para 2002, 2005 y 2011, utilizando el Índice de Especialización Vertical (EV) de Hummels et al. (2001) y la medida de Upstreamness Antràs y Chor (2011) (citado en Antràs et al., 2012b) y Fally (2011). Los primeros autores calculan el indicador de especialización vertical que determina el contenido, directo e indirecto, del consumo intermedio importado en las exportaciones. Los segundos evalúan la distancia promedio del uso intermedio de un sector dado en relación a su uso final (upstreamness). La aplicación de la medida al valor de las exportaciones permite caracterizar el grado de interrelación de la economía con el resto del mundo (upstream versus downstream).
Cabe señalar que, a nivel mundial, la evaluación cuantitativa de las CGV es relativamente reciente, alrededor de los últimos treinta años, lo que se explica en parte por falta de información más fina de las cuentas nacionales, necesaria para estimar los diversos indicadores. Algunas aplicaciones prácticas del Índice de Especialización Vertical (EV) de Hummels et al. (2001) pueden ser hallados en Nordas (2008), Amador y Cabral (2009), Norén (2010), Dean et al. (2011), Bems et al. (2011) y Durán y Zaclicever (2013); mientras que para el caso de la medida de Upstreamness están De Backer y Miroudo (2014), Ito y Vézina (2016), Chen (2017) y Hagemejer y Tyrowicz (2017). Sin embargo, la revisión de la literatura muestra que no hay ningún estudio que estime índices de fragmentación para el caso de Bolivia, por lo que la presente investigación se constituye en pionera en el área para el país2.
Los resultados de las estimaciones para Bolivia muestran que, en el año 2002, el 12.3% de cada unidad producida correspondía al consumo intermedio importado (directo e indirecto); mientras que para los siguientes periodos el porcentaje aumentó a cerca del 15%. En el año 2002 se observa cierta dinámica virtuosa; con la participación de sectores industriales (i.e., transformación) en las cadenas globales de valor y que, al mismo tiempo, aprovechan tecnologías externas para su producción. Sin embargo, en los siguientes años prima la especialización vertical derivada de las exportaciones de las materias primas (petróleo crudo y gas natural y minerales).
Por último, los cálculos de la medida de Upstreamness para Bolivia muestran que las materias primas no son solamente relevantes para una especialización vertical, sino también en la participación de las cadenas globales de valor del resto del mundo; ya que cuentan con niveles altos de Upstreamness y, al mismo tiempo, tienen participaciones ponderadas altas en las exportaciones.
Además de esta introducción, el documento contiene cinco secciones. La sección II describe los índices de fragmentación utilizados. La sección III presenta la construcción de variables para los años en análisis, la cual se basa principalmente en las cuentas nacionales. La sección IV detalla algunos hechos estilizados relevantes que apoyan los hallazgos de los cálculos de los índices de fragmentación; que son discutidos en la sección V. Finalmente, la sección VI expone las conclusiones más importantes.
2. Indicadores de fragmentación
2.1. Indicador de la Cadena de Especialización Vertical de Hummels et al. (2001)
Según Hummels et al. (2001), la especialización vertical es la articulación, de manera secuencial, de bienes importados que son utilizados como consumo intermedio por un país para hacer bienes finales o intermedios y que, a su vez, son utilizados en alguna medida en otros países. De esta manera, la especialización vertical se da cuando: i) un bien es producido en dos o más etapas secuenciales; ii) dos o más economías proveen valor agregado durante la producción del bien; y iii) al menos un país utiliza insumos importados en su proceso productivo, y algo del producto resultante es exportado ya sea para consumo intermedio o final.
Los autores determinan la especialización vertical (EV) de un sector dado s como:
Donde ci(m)ks es el consumo intermedio importado del sector k destinado al sector s (k, s = 1, 2,..., s), vbps es el valor bruto de producción de s y xs son las exportaciones de s. La expresión (1) es interpretada también como el contenido de insumos importados en las exportaciones del sector s.
La participación de la especialización vertical sobre las exportaciones totales es definida como la sumatoria de estas participaciones a nivel sector:
Donde x y xs corresponden, respectivamente, a las exportaciones totales y del sector s. El indicador representa un promedio ponderado -de acuerdo a la relevancia relativa de las exportaciones de cada sector sobre el total- del contenido del consumo intermedio de las importaciones en las ventas externas. La expresión (2) puede ser representada matricialmente como:
Donde u es un vector (1×S) de unos, A(m) es la matriz de coeficientes técnicos de los insumos importados y x es el vector (S×1) de las exportaciones.
Hummels et al. (2001) observan que la expresión (2') refleja solamente los usos directos del requerimiento de los insumos y excluye aquellos indirectos; es decir, el consumo intermedio que es utilizado en sectores nacionales que, a su vez, producen bienes que también forman parte de los insumos intermedios. La inclusión del uso indirecto de los insumos importados lleva a la siguiente redefinición de la fórmula:
Donde A(n) es la matriz de coeficientes técnicos de los insumos nacionales. La expresión A(m) × (I - A(n))-1 resume los requerimientos directos e indirectos de las importaciones. En este caso, un elemento típico muestra el consumo intermedio importado del sector k utilizado en la producción de s de manera directa y a través de otros insumos que contienen k. Cabe notar que , donde cero representa un caso hipotético de una economía autárquica, y a medida que el indicador se acerca a 1 se asocia con una mayor fragmentación global de las exportaciones.
2.2. Medida Upstreamness
La medida Upstreamness es aquella discutida por Antràs et al. (2012a; 2012b) a partir de los estudios desarrollados por Antràs y Chor y Fally (aproximaciones realizadas en el año 2011). El indicador intenta medir la distancia promedio del uso intermedio de un sector dado en relación a su uso final (Upstreamness) en la producción interna y las exportaciones. Las actividades económicas típicas son las materias primas; mientras que las Downstreamness producen esencialmente bienes finales.
Una primera aproximación parte de la ecuación (4), que iguala los usos y destinos de la producción interna:
Donde vbp es el vector columna (S×1) del valor bruto de producción, CI(n) es la matriz de consumo intermedio nacional (S×S) y c es el vector columna de la demanda final (S×1). Para un sector dado s, la expresión anterior puede ser redefinida como:
Donde j, s = 1, 2,..., S y a(n)sj corresponde a un elemento típico de la matriz A(n). El proceso de reemplazo de vbpj en la misma expresión (4'), de manera sucesiva, permite obtener una secuencia infinita de términos que reflejan el uso de la producción de s en las diferentes etapas de la cadena de valor, comenzando por el uso final:
A partir de esta igualdad, Antràs y Chor (2011) (citado en Antràs y Chor (2013)), calculan la posición promedio ponderada de la producción de un sector dado s en la cadena de valor, multiplicando cada término en (4") por la posición de su uso final y dividiendo por la producción:
Donde U1s ≥ 1 y los valores más altos se asocian con niveles relativamente mayores de Upstreamness de la producción de s.
Una segunda aproximación es propuesta por Fally (2011), donde la medida de Upstreamness se basa en la idea de que un sector que vende una participación desproporcionada de su producto a sectores que son relativamente Upstreamness debe ser también un sector relativamente Upstreamness. El autor establece un sistema de ecuaciones lineales que define la medida para cada sector s:
Donde a(n)sjvbpj / vbps es la proporción de la producción del sector s que es utilizada en el sector j, y U2s ≥ 1.
La expresión (6) puede ser determinada en forma matricial para todos los sectores de la siguiente forma:
Donde los elementos de la matriz ∆, de dimensión (S×S), corresponden a . Antràs et al. (2012b) muestran que U1S = U2s = US s; es decir, ambos métodos producen los mismos índices.
Para el caso de una economía abierta, la ecuación (4') puede ser redefinida como:
Donde asj corresponde al uso del sector s (nacional e importado) en la producción de j y ms son las importaciones del sector s (siendo que las demás variables ya fueron definidas anteriormente).
La proporción de la producción de s que es utilizada como insumo intermedio en el sector j (en el país o en el exterior) es definida como:
Donde xsj corresponde a las exportaciones de s utilizadas en el sector j en el exterior, y msj son las importaciones de s utilizadas en la producción nacional de j. Antràs et al. (2012b) establecen que ; dada la falta de información sobre xsj y msj. Esto permite redefinir:
Lo que permite reinterpretar (6'); donde los elementos de la matriz ∆(S×S) corresponden en este caso a:
Finalmente, Antrás et al. (2012b) analizan los patrones de comercio en lo que respecta a los sectores upstream versus downstream; utilizando los promedios ponderados de los valores de los Upstreamness en relación a las exportaciones para ver su relevancia en las cadenas globales de valor. Este análisis será también incluido en el presente estudio.
3. Datos
La información para el análisis de los indicadores de especialización proviene de las cuentas nacionales del Instituto Nacional de Estadística (INE), para los años 2002, 2005 y 2011, y han sido estimados utilizando la división de 35 sectores en valores corrientes, tanto a precios básicos como de mercado.
En particular, la construcción de los indicadores, expresiones (3) y (6'), han requerido datos sobre: el valor bruto de producción, las importaciones, las exportaciones y los coeficientes técnicos en relación al consumo intermedio importado y nacional; tanto a precios básicos como de mercado.
Las variables en las cuentas nacionales -a nivel de 35 categorías- están en algunos casos a nivel sector, y en otros a nivel producto o producto×sector. Sin embargo, la "matriz de producción" -desarrollada por el INE- establece la relación productoxsector para cada año; donde aquellas variables a nivel producto pueden ser transformadas a nivel sector (y viceversa).
La "matriz de producción", de dimensión 35×35, se encuentra a nivel producto×sector, por lo que es posible construir otra matriz MP de proporciones de las cantidades de los productos asociados a cada sector (al dividir cada fila por la producción total del producto correspondiente)3. Considérese que zp y zs son, respectivamente, los vectores columna (35×1) a nivel producto (p) y sector (s) relativos a una variable z; la matriz MP es entonces utilizada para la transformación de un vector a otro de la siguiente manera (ver, e.g., Muriel, 2004):
Donde la sumatoria de cada fila de la matriz MP es igual a 1, , p, s = 1,2,..., 35.
El valor bruto de producción (vbp) cuenta con información a nivel producto y sector a precios básicos, por lo que no se realiza ninguna transformación.
La variable a precios de mercado corresponde a la resta entre la oferta total y las importaciones CIF a precios de mercado. En este caso, sin embargo, estas últimas variables se encuentran a nivel producto, por lo que fueron transformadas a nivel sector a partir de la ecuación (10).
Las importaciones están clasificadas a nivel producto y en valores CIF de frontera (antes de impuestos u otros, lo que equivale a precios básicos), por lo que fue necesario calcular la variable a precios de mercado y a nivel sector.
La variable fue primero transformada a precios de mercado a partir de la oferta total. La oferta total -clasificada a nivel producto- se encuentra a precios de mercado y se compone de la sumatoria de: i) vbp a precios básicos; ii) importaciones CIF de frontera, iii) derechos arancelarios sobre importación; y iv) impuestos y márgenes de comercialización y transporte (i.e., impuesto al valor agregado, impuesto a las transacciones y otros impuestos a los productos, además de los márgenes citados).
Solamente para el año 2002, las cuentas nacionales desagregan la oferta total por origen nacional e importado. Con esta información, las importaciones a precios de mercado, a nivel producto, para 2005 y 2011 han sido estimadas considerando: i) la misma proporción o tasa t de 2002 del componente de impuestos y márgenes de comercialización y transporte sobre las importaciones CIF; y ii) la suma de los derechos arancelarios de los años correspondientes; es decir: importaciones a precios de mercado (para 2005 o 2011) = importaciones CIF×(1+τ2002) + derechos arancelarios (del año correspondiente).
A seguir, las importaciones CIF a "precios básicos" y a precios de mercado fueron transformadas a nivel sector utilizando la ecuación (10).
La matriz de consumo intermedio, de donde se obtienen los coeficientes técnicos (asj, a(n)sj y a(m)sj); la cual se encuentra en valores de mercado, a nivel producto×sector y a nivel agregado o total. Sin embargo, para el año 2002 el INE cuenta con información desagregada por origen nacional e importado. El primer paso, por lo tanto, ha sido estimar las matrices de origen importado para 2005 y 2011 a partir de la información de 2002, de la siguiente manera:
1. Bajo el supuesto inicial de que la oferta y la demanda son iguales entre los diferentes años, cada sector (s) consume una proporción igual θps de productos importados p y una proporción (1-θps) de productos nacionales, i.e.,tanto en 2002 como en 2005 y 2011, por lo que la siguiente igualdad se aplica: p y s, T=3, 9; donde (m)pst+T es el valor estimado del consumo importado del producto p para el uso del sector s bajo la hipótesis anterior, cipst+T es el consumo intermedio total, y el sub índice t corresponde al año 2002 (t+T= 2005, 2011). Para la obtención de (m)pst+T, la tasa de 2002 se multiplica por el consumo intermedio del producto p en el sector s en valores corrientes de 2005 y 2011.
Cabe notar que, por construcción, θps ≤1; sin embargo, la condición no se cumple (es bastante mayor) en la matriz original de consumo intermedio importado de 2002 para un coeficiente: el uso de los productos financieros en comunicaciones. En este caso entonces se supone un valor de 0.9999999, a fin de mantener esta restricción.
2. La estructura de la oferta (nacional e importada) y del consumo intermedio ha sido en la práctica diferente entre 2002 y 2005-2011. La discrepancia puede ser incluida corrigiendo los valores (m)pst+T por las diferencias entre las importaciones de un producto dado p destinadas al consumo intermedio en t +T(ci(m)pt+T) y aquéllas obtenidas de los cálculos del paso anterior; es decir, , donde ci(m)pst+T corresponde a la estimación final del consumo intermedio del producto p de origen importado en la producción de s en el año t+T.
Con todo, las cuentas nacionales tampoco cuentan con los valores ci(m)pt+T (i.e., importaciones destinadas al total del consumo intermedio sin tomar en cuenta las desagregaciones a nivel sector), por lo que éstos han sido estimados bajo dos criterios: i) en siete productos las importaciones fueron destinadas en su totalidad a consumo intermedio de acuerdo a la información de 2002, siendo estas proporciones mantenidas para los siguientes años (estos son los productos 2, 6, 7, 19, 29, 30 y 32 de la Matriz Insumo Producto (MIP) de acuerdo al Cuadro A.1 del Anexo); ii) en siete productos no hay importación en todos los años, por lo que los valores asociados fueron cero (estos son los productos 2, 6, 7, 19, 29, 30 y 32 de la MIP); yiii) en los restantes 21 productos las importaciones fueron multiplicadas por la tasa entre el consumo intermedio total y la oferta total, como una aproximación al destino relativo de las importaciones de consumo intermedio versus consumo final. Sin embargo, para el año 2011, el consumo intermedio importado de dos productos (17 y 22 de la MIP) fue disminuido para mantener una consistencia de requerimientos de productos importados menores a los totales.
3. Los valores estimados ci(m)pst+T fueron compatibilizados con cada cipst+T, a fin de que la condición θps ≤ 1 p y s sea cumplida. En el año 2005, 10 de 1225 coeficientes estimados resultaron ser algo mayores que 1, por lo que se procedió a igualarlos a 0.999, reestimando los restantes coeficientes de la línea, de tal manera que la sumatoria del consumo intermedio importado por producto sea igual al estimado anteriormente (ci(m)pt+T). En el año 2011 se utilizó el mismo procedimiento para seis de los 1225 coeficientes.
Cabe notar que la obtención de los coeficientes también puede ser determinada suponiendo que: θpst + μpst = θpst+T y μps = μps' s y s', donde se hace necesario estimar el agregado ci(m)pt+T para su solución.
El siguiente paso ha sido estimar la matriz de consumo intermedio nacional restando de la matriz de consumo intermedio total aquélla de origen importado. Estas matrices se encuentran a nivel producto×sector, por lo que fueron transformadas a nivel de sector por sector. En general, dadas las matrices CI(,p) y CI(,s) de consumo intermedio a nivel producto×sector y sector×sector respectivamente; es posible transformar una matriz en otra de manera semejante al caso de un vector (ecuación (10)):
El último paso ha sido estimar el consumo intermedio, nacional e importado, a precios básicos (o "precios de frontera" en el caso de las importaciones) de la siguiente manera:
1. La relación entre el vbp a precios de mercado y básicos puede ser determinada como vbp(pb)s(1+σs) = vbp(pm)s; donde σs equivale al valor unitario de impuestos y márgenes de comercialización y transporte por unidad producida en el sector, y los subíndices pb y pm corresponden, respectivamente, a "precios básicos" y a "precios de mercado". Esta tasa es considerada igual para el consumo intermedio nacional de un insumo s en un sector dado j (o total); es decir:
A partir de esta identidad es posible encontrar el consumo intermedio a precios básicos como:
2. El consumo intermedio de origen importado se encuentra de una forma parecida al caso anterior. En particular es posible redefinir la τ' parecida a la descrita anteriormente pero donde se incluye en este caso los derechos arancelarios por unidad de producto importado, entonces se cumple la siguiente igualdad:
Finalmente, las exportaciones en las cuentas nacionales están en valores de mercado y a nivel producto. Además, el consumo final importado se compone también de las exportaciones FOB (reexportaciones) de ciertos productos (sectores industriales de productos alimenticios, bebidas, productos metálicos, maquinaria y equipo, y productos manufacturados diversos). En este caso, las reexportaciones fueron estimadas directamente a nivel sector de acuerdo con la información de comercio internacional del INE, tomando en cuenta los mismos sectores donde se incluyen las reexportaciones en la matriz del 2002 (que ya cuenta con esta desagregación). Las exportaciones FOB de origen nacional fueron estimadas restando de las exportaciones FOB totales las exportaciones FOB derivadas de las importaciones. La variable a precios básicos fue transformada aplicando la misma tasa utilizada para el consumo intermedio nacional. Por último, las exportaciones a precios básicos y de mercado fueron transformadas a nivel sector utilizando la ecuación (10).
4. Principales hechos estilizados
El Gráfico 1 presenta las exportaciones FOB y las importaciones CIF en millones de dólares. En ambas variables queda evidente el fuerte incremento de los flujos comerciales en el tiempo; principalmente entre 2005 y 2011. En el caso de las exportaciones, el valor pasa de 1.514 millones de dólares en 2002 a 10,413 millones de dólares en 2011, a una tasa de crecimiento promedio anual de 23.9%. El aumento responde, en buena medida, al boom de los precios internacionales de varias materias primas que se producen en el país (ver, e.g., Muriel 2015b).
En el caso de las importaciones, el valor aumenta de 2,181 millones de dólares a 9,121 millones de dólares, a una tasa de 17.2% promedio anual, menor a las exportaciones -lo que lleva a un superávit comercial.
El Cuadro 1 presenta la composición de las exportaciones para los años de análisis. El rubro de petróleo crudo y gas natural tiene la participación más alta en todos los casos, y aún incrementa del 22.0% en 2002 al 39.5% en 2011. Los minerales le siguen en importancia, y aumentan hasta llegar al 29.4% en 2011. Cabe notar que estas ventas se han concentrado en el tiempo en los cinco sectores explicitados; que alcanzan, en conjunto, el 86.9% en el año 2011. En particular, la información revela las ventajas en las exportaciones de materias primas y productos de bajo procesamiento.
El Cuadro 2 muestra la participación de los principales sectores de importación. Los productos metálicos, maquinaria y equipo resaltan por su alto porcentaje en todos los años, llegando al 34.6% en 2011. Las sustancias y productos químicos le siguen en importancia, con el 14.5% en el mismo año. En este caso sobresale el consumo de manufacturas tanto para consumo final como para intermedio.
El Cuadro 3 presenta algunos indicadores adicionales que permiten contextualizar las interrelaciones económicas del país con el resto del mundo, tomando en cuenta las variables a precios básicos4.
En el caso de la producción interna (VBP), cabe resaltar que los sectores más importantes -en términos de participación- han sido los no transables, con excepción de transporte y comunicaciones: servicios de la administración pública, comercio, construcción y servicios comunales sociales y personales. Sin embargo, en el año 2011, los rubros de petróleo crudo y gas natural y minerales adquieren una relevancia especial en respuesta a la mayor demanda externa.
La tasa de exportaciones sobre el VBP destaca en cinco sectores en ambos años: productos básicos de metales, manufacturas diversas, minerales, petróleo crudo y gas natural y productos alimenticios diversos; mientras que los porcentajes más bajos -como era de esperar- se encuentran en los sectores no transables5.
Por otro lado, la tasa de importaciones sobre la oferta global presenta los valores más altos en los casos de productos metálicos, maquinaria y equipo, substancias y productos químicos, manufacturas diversas y productos básicos de metales. En el último año resaltan también los productos de refinación de petróleo derivados de la compra de diésel.
Por último, la relación entre exportaciones e importaciones confirma los patrones comerciales observados anteriormente, con un elevado comercio inter-industria: Altas tasas para el petróleo crudo y gas natural, y los minerales; y básicamente cero para los productos metálicos, maquinaria y equipo.
5. Análisis de los indicadores de fragmentación
5.1. Análisis de los indicadores de Hummels et al. (2001)
El Cuadro 4 presenta los indicadores de especialización vertical de Hummels et al. (2001) considerando las variables a precios básicos, para los tres años de análisis6. En cada caso, la primera columna de datos (EVs/Xs) muestra los requerimientos directos e indirectos de las importaciones para cada sector s. A nivel agregado y de acuerdo al promedio no ponderado, en el año 2002, el 12.3% de cada unidad producida correspondía al consumo intermedio importado; mientras que para los siguientes periodos el porcentaje aumenta a cerca del 15%. Esto se debe a que la tasa EVs/Xs es más alta en básicamente todos los rubros.
En los dos primeros años destacan, con tasas arriba del promedio: 1) las manufacturas diversas; 2) los productos metálicos, maquinaria y equipo; 3) el papel y productos de papel; 4) las substancias y productos químicos; 5) los textiles, prendas de vestir y productos de cuero; 6) el tabaco elaborado; 7) la construcción; 8) los alimentos diversos; 9) los productos básicos de metales; y 10) la molinería y panadería. De éstos, cinco rubros industriales han sido importantes para una especialización vertical (los alimentos diversos, las manufacturas diversas, los textiles, prendas de vestir y productos de cuero, los productos básicos de metales y la molinería y panadería) por el contenido de insumos importados en las exportaciones (EVs) -y valor de éstas- por encima del promedio. Sin embargo, solamente los productos básicos de metales mantuvieron su relevancia en el año 2011, lo cual responde a que las ventas al exterior tuvieron un bajo desempeño en estos casos, mientras que las ramas extractivas adquirieron significancia.
En 2005 y 2011, los requerimientos de consumo intermedio importado de los sectores de petróleo crudo y gas natural, y minerales incrementan, con porcentajes por encima de la media, en relación a 2002. En el último año, por ejemplo, las estimaciones muestran que el 21% de las exportaciones de los hidrocarburos corresponden a los insumos importados; mientras que para el segundo sector la tasa llega a 15%. Esto se debe a que estos rubros tienen una demanda relativamente alta de productos metálicos, maquinaria y equipo, substancias y productos químicos, productos de refinación del petróleo y productos básicos de metales; los cuales -como se vio anteriormente- son principalmente importados.
Los sectores de materias primas señalados en el párrafo anterior presentan también valores de EVs por encima del promedio. El año 2011 es destacable porque estos requerimientos de importaciones expresados en unidades exportadas llegan al 68.9% de participación sobre el total. Además, incluyendo a los restantes sectores que están por encima del promedio (productos básicos de metales, productos alimenticios diversos y transporte y almacenamiento) el porcentaje alcanza el 87.14%; cerca de nueve décimos de los productos importados utilizados para exportación.
La sumatoria de estos requerimientos para los 13 sectores muestra que las importaciones transformadas para ser exportadas aumentan de manera sistemática en el tiempo, de la misma forma que lo observado en las variables comerciales analizadas en el Gráfico 1: pasan de 188.01 millones de dólares en 2002 a 1,484.50 millones de dólares en 2011; representando el 15% y el 18%, respectivamente, de las ventas al exterior totales del país.
5.2. Análisis de la medida de Upstreamness
El Cuadro 5 presenta la medida de Upstreamness derivada de la ecuación (6'), considerando los coeficientes técnicos de economías abiertas y las variables a precios básicos7. De acuerdo a lo señalado anteriormente, Us ≥ 1 s, y los valores más altos se asocian con niveles relativamente mayores de Upstreamness (mayor distancia de la correspondiente producción final) de s; razón por la cual se incluye el puesto (ranking) de cada sector en la última columna. Además, el indicador es multiplicado por la tasa xs/x, lo que permite ponderar su relevancia relativa en términos de exportaciones.
En el año 2002, los sectores que destacan por contar con los niveles más altos de Upstreamness son: minerales, silvicultura, caza y pesca; productos agrícolas industriales; papel y productos de papel; y servicios a las empresas. En contraste, los rubros con los puestos más bajos son: servicios domésticos; propiedad de vivienda, comercio, servicios de la administración pública y coca. En general, estas diferencias muestran justamente que los primeros casos corresponden más a materias primas o productos con baja transformación, mientras que los segundos producen esencialmente bienes finales. Sin embargo, observando el índice ponderado por exportaciones, la relevancia de la interacción en la cadena productiva a nivel global es solamente importante para los minerales y productos agrícolas industriales.
Por otro lado, la medida no presenta un grado de dispersión alto; ya que oscila entre 1 y 2.73, con un coeficiente de variación de Pearson de 0.33. El promedio del indicador (1.68) es menor en relación al ponderado por las ventas al exterior (1.97), dado que los sectores productores de materias primas tienen valores de exportación destacables.
En los años 2005 y 2012 resaltan los sectores de petróleo crudo y gas natural, minerales y productos básicos de metales, por contar con los niveles más altos de Upstreamness -desplazando a otros rubros- y, al mismo tiempo, tener participaciones ponderadas altas en las exportaciones (i.e., exportaciones del sector sobre exportaciones totales). En estos casos queda evidente su relevancia relativa en las cadenas productivas de valor.
Finalmente, la brecha entre los promedios del indicador si y no ponderados por las exportaciones es mayor al año 2002. En particular, en 2011 el promedio simple del indicador llega a 1.93, mientras que el ponderado llega a 3.13. Esto muestra que los sectores upstream han ido adquiriendo cada vez un mayor protagonismo en las ventas al exterior en Bolivia, como se observa en los hechos estilizados.
6. Conclusiones
El documento analiza las Cadenas Globales de Valor (CGV) utilizando el Índice de Especialización Vertical (EV) de Hummels et al. (2001) y la medida de Upstreamness Antràs y Chor (2011) (citado en Antràs et al., 2012b) y Fally (2011). Los primeros autores calculan el contenido, directo e indirecto, del consumo intermedio importado en las exportaciones. Los segundos evalúan la distancia promedio del uso intermedio de un sector dado en relación a su uso final (upstreamness) en la producción interna y las exportaciones.
La información utilizada proviene de las cuentas nacionales del Instituto Nacional de Estadística (INE), para los años 2002, 2005 y 2011, considerando la división de 35 sectores en valores corrientes, tanto a precios básicos como de mercado. La construcción de los indicadores ha requerido el establecimiento de algunos supuestos para obtener la matriz de consumo intermedio importado para los años 2005 y 2011 (a partir de la información existente para 2002) y las variables a precios básicos versus precios de mercado.
La descripción de los hechos estilizados muestra un incremento sustancial de las exportaciones bolivianas, que han sido acompañadas, en alguna medida, por las importaciones. Entre 2002 y 2011, las ventas al exterior aumentan, dinamizadas por las materias primas; mientras que en el segundo caso la tasa llega a 17.2%, respondiendo principalmente al aumento de los productos metálicos, maquinaria y equipo.
El desempeño de las exportaciones de materias primas (petróleo crudo y gas natural y minerales) se refleja en la producción interna (VBP), que aumenta su participación entre 2002 y 2011 de manera significativa.
Por otro lado, los datos muestran que las importaciones sobre la oferta global y sobre las exportaciones son importantes en los sectores de manufacturas; sustentando un comercio internacional principalmente inter-industria en el país.
Las estimaciones de los indicadores de especialización vertical de Hummels et al. (2001) para el caso de Bolivia muestran que, en general, ha habido una ligero aumento de la variable en el tiempo, ya que en el año 2002 el 12% de cada unidad producida correspondía al consumo intermedio importado; mientras que para los siguientes periodos el porcentaje aumenta a cerca del 15%.
Los datos muestran que en el año 2002, algunos sectores manufactureros tuvieron índices de especialización vertical altos, e importantes en el contenido agregado de insumos importados en las exportaciones (alimentos diversos, manufacturas diversas, textiles, prendas de vestir y productos de cuero; productos básicos de metales; y molinería y panadería). Estos resultados sugieren cierta dinámica virtuosa con la participación de productos nacionales con cierto grado de transformación en las cadenas globales de valor y que, al mismo tiempo, aprovechan tecnologías externas para su producción. Sin embargo, la concentración de las exportaciones en materias primas en los siguientes años desplaza la relevancia relativa de los sectores antes mencionados -con excepción de los productos básicos de metales-, los cuales consumen varios tipos de bienes importados manufacturados (metálicos, maquinaria y equipo, substancias y productos químicos, productos de refinación del petróleo y productos básicos de metales).
Por último, los cálculos de la medida de Upstreamness para Bolivia corroboran la premisa de que los niveles más altos corresponden a las materias primas, mientras que los más bajos producen esencialmente bienes finales. La ponderación de la medida con las exportaciones muestra que, en el año 2002, los minerales y los productos agropecuarios industriales fueron relevantes en las cadenas globales de valor. Sin embargo, en los años 2005 y 2012 resaltan los sectores de petróleo crudo y gas natural; y minerales y productos básicos de metales, por contar con los niveles más altos de Upstreamness y, al mismo tiempo, tener participaciones ponderadas altas en sus exportaciones sobre el total de las ventas externas.
En suma, los indicadores muestran que los patrones comerciales están representados por una concentración de las materias primas, y que también han aprovechado las ventajas derivadas de las CGV, vía importaciones de insumos con transformación; mientras que los sectores de manufacturas han sido menos importantes en esta dinámica, e incluso han perdido su relevancia en el tiempo.
Notas
* Directora Ejecutiva de la Fundación INESAD y Académica de Número de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas (ABCE)
Contacto: beatriz_muriel@hotmail.com.
** Investigador Junior de la Fundación INESAD
Contacto: pr_alehjbol@hotmail.com
*** El presente documento está basado en el trabajo realizado en el marco del proyecto "Cadenas globales de valor y complementariedades productivas en América Latina" del Instituto de Pesquisa Econômica Aplicada (IPEA) y Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) (ver informe en Muriel, 2015a)
1 Amador y Cabral (2014) realizan una revisión detallada sobre la literatura teórica y empírica relativa a las CGV.
2 Como se señaló anteriormente, la investigación complementa el trabajo realizado por Muriel (2015a) para el año 2005 en el marco del proyecto "Cadenas globales de valor y complementariedades productivas en América Latina” del Instituto de Pesquisa Econômica Aplicada (IPEA) y Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
3 En cada fila, la matriz cuenta con el valor de un producto dado asociado (o correspondiente) a cada sector (columna), y la sumatoria de la fila corresponde al valor total de este producto.
4 El Anexo (Cuadro A.2) presenta las variables a precios de mercado.
5 Cabe notar que las tasas de exportación sobre VBP mayores a uno pueden ser factibles una vez que los ajustes se realizan mediante variación de existencias.
6 El Anexo (Cuadro A.3) presenta los indicadores tomando en cuenta las variables a precios de mercado, con resultados parecidos.
7 El Anexo (Cuadro A.3) presenta los indicadores considerando las variables a precios de mercado, con resultados parecidos.
Fecha de recepción: 2 de enero de 2018.
Fecha de aceptación: 13 de marzo de 2018.
Manejado por la A.B.C.E.
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