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Revista Ciencia y Cultura
versión On-line ISSN 2077-3323
Rev Cien Cult n.7 La Paz jul. 2000
¿La Paz, ciudad de cerros o de ríos?
Ximena Medinaceli*
* Este artículo ha sido elaborado sobre la base de un trabajo colectivo encargado por la Honorable Alcaldía Municipal en 1997. Sus autores fueron: Ximena Medinaceli, Pilar Mendieta, Magda Mora, Ana María García, Galo Illatarco y Pablo Quisbert.
La topografía paceña ha obligado a que miremos las alturas. Los cerros, las montañas, el cielo. Pero a nuestros pies y de manera subterránea, cientos de ríos surcan, alimentan y amenazan a la ciudad. Los ríos de Chuquiago son algo vivo y poderoso, con una historia propia.
Los ríos que cruzan la ciudad de La Paz son innumerables, unos corresponden a la cuenca del Choqueyapu, otros del Orkojawira, y algunos más corresponden a la cuenca del sur. En esta cuenca se reúnen ríos de la cuenca del Choqueyapu, del Orkojawira a los que se unen ríos como el de Achumani, Irpavi y otros. Ríos que no siempre están caudalosos y responden a un ciclo de lluvias y sequía muy particular.
La función de los ríos en la ciudad ha sido de primera importancia en su historia, a lo largo de su curso se instalaron las poblaciones, los lavaderos de oro y las chacras de cultivo. Cuando de fundó la ciudad demarcaron los límites entre los barrios indios a un lado del río y el pueblo de españoles al otro. Posteriormente, los diferentes barrios se organizaron a partir de los espacios que creaban los ríos. Hasta comienzos de este siglo la ciudad estaba cruzada de puentes. Hoy en día, los nuevos barrios, por ejemplo de la zona sur, se delimitan en su mayor parte por la presencia de los ríos de cada uno de ellos.
En el ámbito andino, el significado ritual de los ríos no ha tenido la fuerza de los cerros y las alturas. Fueron más bien los manantiales o puquios, las encrucijadas de ríos y las caídas de agua las que tuvieron un mayor significado. El río lava las culpas, se lleva los últimos restos del pariente que ha muerto. A veces se observa en el camino a Río Abajo, a familiares vestidos de luto, lavando la ropa del difunto.
En una perspectiva de larga duración, los nombres de los ríos nos pueden decir algo de su antiguo sentido cultural. Revisando los nombres1 de los numerosos ríos de Chuquiago se observa que algunos de los más importantes representan a autoridades tradicionales con connotaciones mágico-religiosas.
Choqueyapu señor de oro
Apumalla señor de estaño
Chajtiri el que ofrenda
Wallpajawira el capitán
Chapuma dividiendo dos ámbitos
Kupini situado a la derecha
La mayoría de los ríos, sin embargo, deben su nombre a sus características más visibles.
Huañajawira río seco
Jacha grande
Jakonta arrojado desde lo alto
Karawichinca en forma de apéndice o de cola angosta
Katani impetuoso
Kellumani amarillo
Korypujio manantial de oro
Kullkojawira río estrecho
Mejawira río como los platos hechos de hicho
Nekejawira río de barro
Pantisirca vena de flores
Sanja Jawira río rajado
Saytha Kota laguna estancada
Sokeri donde hay sauces
Tangani río colmado
Wila Wila río colorado
Wiskalla oblongo, más largo que ancho
Solo uno se refiere a ser un elemento explícitamente religioso: Umawaca (ídolo de agua) que al mismo tiempo es una región en el norte argentino.
Los dos ríos más importantes de La Paz han sido el Choqueyapu, que dio su nombre a la ciudad y el otro el Orkojawira.
Río Choqueyapu
El río Choqueyapu que cruza la ciudad de norte a sur, dio el nombre indígena a la ciudad siendo La Paz una de las pocas ciudades en Sudamérica que conserva vivos tanto su nombre indígena -Chuquiago- como el hispano -La Paz-. Recíprocamente el propio río también tuvo por nombre el de Río Grande de La Paz. Con el proceso urbano y el entubamiento, no sólo se han escondido sino, en algunos casos, han desviado su curso.
Nace en los deshielos permanentes de las cumbres nevadas de Chacaltaya que se encuentra en la Cordillera de Chucura y en su recorrido tomaba primero el nombre de Achachicala. En su trayecto se le van uniendo distintos ríos menores. Por su margen izquierda el río Viscachani (al norte) y el riachuelo Calchuani, y al noreste el río Mejawira encontraba al Choqueyapu al final de la calle que conocemos como calle Bueno.
Por su margen derecha recibía primero el río Cañarcalle o Apumalla, que baja de Chijini, juntándose al Choqueyapu por la calle Loayza, continuando su recorrido hasta que a la altura de Obrajes le tributa sus aguas el Orkojawira, el otro río importante de la ciudad.
Cuesta abajo se une con el río Calacoto que se inicia en las alturas de Chicani y pasa por Irpavi. Continúa su recorrido hacia el norte de La Paz para formar finalmente el río Beni que viene a ser afluente del imponente Amazonas.
Por esto es que Rosendo Gutiérrez, escritor de principios de siglo, expresaba que el Choqueyapu era "el verdadero origen del Amazonas, que naciendo en la más alta cordillera del mundo, tuvo que perforar los macizos Andes para unir en su lecho, hijo del Padre de las montañas, a los tributarios del Padre de los ríos del globo".
Si bien normalmente se otorgan distintos significados a las traducciones de los topónimos aymaras, es especialmente notable en el caso de Choqueyapu que refleja incluso la ideología dominante en ciertas épocas y sectores.
"chacra de espinos" dice Díaz Arguedas (1978) pues "el significado e interpretación de su nombre viene de Chuqui, espinos y Yapu, chacra.
"chacra de papas" también según Díaz Arguedas y según Ballivián (Choque - Yapu - sementera de papas)2.
"heredad de oro", según las primeras descripciones del siglo XVI (Diego Cabeza de Vaca 15783), "porque Chuqui quiere decir oro en esta lengua y Apo heredad, a causa de que a un lado de este sitio hay unas minas antiguas de oro, que al tiempo de los españoles descubrieron esta tierra se hallaban poblados".
Lo propio afirma Alcedo en su Diccionario Geográfico e Histórico del Siglo XIX.
Chuqui-Apu sería "rico señor de oro" según Fray Diego de Mendoza que escribió su obra en 16654 que dice:
"Su propio nombre antiguo (según le averiguó el reverendísimo don Fray Luis de Ore, obispo de nuestra orden, el mayor lenguaraz de estos reinos) es Choque apu, que quiere decir rico señor de oro. Sacóse mucho en lavaderos de sus ríos en tiempos de los reyes Incas".
Según Mendoza:
"Lanza Capitana" dicen en el IV Centenario de la ciudad de 1948 pero se trata de una definición dada por Garcilazo en sus Comentarios Reales, crónica del siglo XVII como muestra Acosta.
Si bien los diccionarios -de Bertonio del siglo XVII y el actual de De Lucca- confirman cualquiera de estas posibilidades, parecería que lo más cercano al sentido verdadero de su nombre son las distintas acepciones relacionadas con su generosidad al brindar oro que van gradualmente del sentido literal a la metáfora del señor que gobernaba esta zona, pero también a la calidad principal de los objetos de este metal, y por tanto el río como "lanza capitana", que es una manera de reconocer su rol central de organizador del espacio y la economía del valle de Chuquiago.
Pero además, Don Diego Cabeza de Vaca nos relata que "la gente de este asiento y pueblo de Chuquiago tenía por adoración una guaca que llamaban Choqueguanca, que quiere decir "señor de oro que no mengua". Muy probablemente esta Guaca o lugar sagrado estuvo en algún lugar del curso del Choqueyapu.
Muy temprano, las descripciones del siglo XVI del valle de Chuquiago dicen que "tiene un río que pasa por medio del dicho valle, ese río rápido y muy corriente, y el tiempo que no llueve lleva muy poco agua y con las avenidas del invierno va muy furioso" (invierno en Europa, se entiende).
En la descripción más temprana que hay sobre este valle, se sabe que sus habitantes se dedicaron a las labores mineras en sus orillas, tanto en socavones como en pozos abiertos. Los primeros estaban destinados a los incas y los segundos a los otros grupos del altiplano que estaban instalados como mitimaes, especialmente de los señoríos Pacajes y Lupacas. Esta población indígena se hallaba dispersa por todo el valle.
Cuando se fundó la ciudad, el río Choqueyapu dividió la ciudad en dos zonas: una indígena y otra española. A mediados del año de 1549 se hizo la traza y se repartieron los solares a la orilla izquierda del Choqueyapu, sin embargo por estar a media ladera los nuevos vecinos tenían que subir y bajar empinadas cuestas.
Además todo el espacio urbano hasta entrado el siglo XX se encontraba surcado por distintos ríos y riachuelos que se comunicaban por medio de una serie de puentes, algunos fueron construidos por los incas, otros en el período colonial y después al inicio del republicano. Antes de su entubamiento, unos siete puentes cruzaban el Choqueyapu en distintos lugares.
El puente de Challapampa construido a principios del siglo XVII.
El puente de las Concebidas se encontraba sobre la entrada principal a las calles Comercio y Evaristo Valle. Se destruyó en 1781 y reedificó nuevamente. Comunicaba la plaza de San Francisco con la calle del Teatro (Jenaro Sanjinés).
El puente de Yanacocha se construyó bajo el gobierno de Santa Cruz en 1830. Comunicaba la calle Recreo con la Yanacocha.
El puente de Socabaya. Se trabajó en la misma época que el anterior, alrededor de 1846. Comunicaba la calle Socabaya con la Recreo.
El puente de la Moneda unía la calle Ayacucho con la Recreo.
Puente de la Placa, construido cuando Belzu (1852) unía la calle Colón con la Recreo.
Puente de Sánchez Lima o San Juan de Dios. Construido en 1817. Dice Acosta que "es precioso", con vista al Illimani y enverjado de fierro. Comunicaba la calle Loayza con San Pedro.
Durante la gran sublevación indígena del siglo XVIII, el río se utilizó como estrategia de guerra. El 24 de septiembre de 1781 se perciben por primera vez los trabajos que realizaban los alzados para construir la "cocha" o represa de Achachicala que el 12 de octubre en la noche reventó y bajando con gran estruendo se llevó por delante a los propios constructores, sembradíos, puentes y gente de la ciudad.
Queda también en la memoria una gran crecida del río en la década de 1930 cuando en época de lluvia se llevó el mercado de Flores e inundó la actual avenida Mariscal Santa Cruz. La conmoción fue grande, las floristas huyeron al ver destruido su lugar de trabajo. Esta situación, sin embargo promovió la formación de sindicatos femeninos. Por su parte las alumnas del Colegio Sagrados Corazones, en emergencia, fueron evacuadas por la calle Murillo, mientras algunas monjas y otras mujeres, intentando aplacar la furia del río, lanzaban medallitas con la imagen de la Virgen de La Paz (que no es la de El Carmen) rogando que éste se calme.
Este río fue entubado por partes; primero la que se encuentra en el centro de la ciudad, por lo que los puentes fueron desapareciendo. A comienzos de los 80 se entubó la sección que va paralela a la actual avenida del Poeta. La última parte del río que corre hacia el sur quedó al aire libre y hoy la avenida Costanera corre junto al río Choqueyapu y los miles de habitantes que suben y bajan de la zona sur al centro pasan veloces cada día. Pocos saben que este fue el corazón de Chuquiago Marca por muchísimo tiempo.
Río Orkojawira
Orkojawira o río macho (Orko - es el macho de los animales y Jawira - río), es el nombre de otro de los ríos que atraviesa la ciudad de La Paz también de norte a sur, pero por la zona de Miraflores. ¿A qué se debe este significado que nos obliga a pensar en la posibilidad de que el río macho tuviera su par femenino? Se sabe que en la cultura andina todo tiende a hacerse par "todo es hombre y mujer" dicen algunos testimonios de indígenas hoy en día.
Orko, sin embargo era uno de los nombres femeninos más comunes entre las aymara hablantes del siglo XVII. El Orkojawira nace en la cordillera de Huaillare o de Halacha, baja por la zona de Chuquiaguillo y luego por Caiconi, de ahí que este río fue conocido también con el nombre de Chuquiaguillo. Se une con el Choqueyapu al comenzar la zona de Obrajes. Este río regaba la región de Miraflores separándola de Villa Copacabana.
Miraflores o Potopoto gracias al riego fue antiguamente una zona de cultivos. De acuerdo a trabajos arqueológicos se puede afirmar que desde tiempos anteriores a la conquista española se establecieron lavaderos de oro en las márgenes de este río. Posteriormente, don Francisco Pizarro también explotó estas minas y después, en 1586, algunos indios trabajaban en sus lavaderos para poder pagar su tributo.
Se hizo famoso porque -según las crónicas de 1778- se encontró allí la famosa pepa de oro de 47 libras, 14 onzas y 8 darmes y de ley de 21 quilates, esta fortuna le fue arrebatada a su poseedor por el marqués Castelfuerte para enviarla al Rey de España.
A comienzos del siglo XX marcaba por el este el límite entre la sección urbana y rural de la ciudad de La Paz, tanto así que en algunas remembranzas de la ciudad de mediados de siglo, se recuerdan las atractivas escapadas que realizaban escolares a las orillas de este río.
A fines del siglo XX pocos habitantes de la ciudad lo conocen, pero este río Orko, sigue imperturbable su milenario curso.
Notas
1 Hemos resumido los significados a partir del diccionario de Bertonio (1612) y con apoyo eventual del De Lucca (1983).
2 Ballivián V., "Anales de La Paz" Titicaca N° 12 (En: Acosta 1880:6).
3 "Descripción y relación dela ciudad de La Paz" por don Diego Cabeza de Vaca, en: Revista Municipal Khana. Año VII. Volumen I, N° 33-34, Julio 1959, La Paz. El original se halla en el Archivo de Indias. También hay copia incompleta en las décadas de Herrera.
4 Crónica de la provincia de los Charcas por Fray Diego de Mendoza, franciscano.
Bibliografía
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