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Revista Ciencia y Cultura

versión On-line ISSN 2077-3323

Rev Cien Cult  n.20 La Paz abr. 2008

 

 

 

Los caminos de Nuevos Horizontes

 

 

Lupe Cajías de la Vega1

 

 


Tres elementos se unen en el nacimiento del elenco teatral más original de Bolivia, Nuevos Horizontes: la existencia de una tradicional cultural en Tupiza y el conjunto teatral del Club The Strongest, la llegada de Líber Forti con sus alpargatas polvorientas de teatro mundial y la obra de Rodolfo González Pacheco2: "Hermano lobo".

Aunque la historia del conjunto antes de sus publicaciones se confunde con datos dispersos y la fragilidad de la memoria, algunos recuentos en los diferentes Boletines y en la revista "Teatro" nos permiten recapitular y dar los primeros nombres y las primeras obras.

En un escrito anónimo que rinde homenaje a Rodolfo González Pacheco se recuerdan los inicios:

Era a comienzos del año 1946 y aquí, en Tupiza, los pocos muchachos inquietos por las actividades de teatro buscábamos debido al entusiasmo que dejaron en el ambiente unas representaciones llevadas a cabo en el Teatro Suipacha, esos días, una buena obra. Recibimos de manos colaboradoras un libreto medio maltrecho y doliente de uso de la obra "Hermano lobo". Fue la sugerencia de estrechez de contacto humano que contenía esa comedia dramática la que núcleo en su entorno hasta darle forma de asociación y fundación al Conjunto NH. Lógico que, luego, la curiosidad por el milagro de una obra de teatro germinando alrededor gracias al trabajo en común, originase el deseo de saber algo del autor de la misma.

Esta obra, prosigue señalando el documento mencionado, "con su exaltación de la ternura humana, (fue) la obra que nos alentó a la fundación de nuestro conjunto, que hoy ha cumplido 13 años". La obra relataba la historia de dos hermanos, uno pobre pero coherente con sus ideales libertarios y otro rico y decadente; la hija de éste se enamora de un luchador y huye. Su padre culpa a su propio hermano de aquella fuga y lo mata.

En 1961, en un Boletín que aparece bajo la responsabilidad de Ávila y Alfaro, se recuerda a otra obra como el preparto de Nuevos Horizontes.

Cumplimos este mes de abril quince años de vida dedicados con el espíritu limpio y con la acción humilde al laborioso trabajo del teatro (...) Realidad viviente que tenemos conciencia profunda que somos por lo que queremos, podamos y hagamos de cara al porvenir, no por lo que podamos recordar (...) Nos atrevimos y rompimos el medio ambiente hostil iniciándonos hace quince años cuando fundamos el conjunto NH con la acción de presentar en este pueblo de Tupiza, la comedia dramática de Novión "Bendita seas".

Aparentemente fue en torno a esta obra que se juntaron los antiguos miembros del conjunto del club The Strongest. Así, fue el primero de mayo de 1946 que se fundó oficialmente Nuevos Horizontes. Pero organizado no fue tan sencillo. Hubo deserciones y sobre la marcha fue modificándose la estructura del conjunto3.

En el Boletín N° 1, de 1956, se pueden leer los propósitos con los que se había formado NH:

A través de una de las tantas formas del arte, encender la inquietud en el corazón de los hombres, la inquietud por la cultura y la libertad: el conjunto NH, consciente de los males y sufrimientos que aquejan al mundo, deposita su esperanza de remedio confiando en el porvenir y lo hace trabajando para esa humanidad futura que palpita a nuestro lado: los niños, para quienes única y exclusivamente serán todos nuestros esfuerzos.

Sin embargo, los antecedentes del grupo van un poco más atrás. El testigo y protagonista principal de esta etapa fue Alipio Medinaceli, quien en comunicación personal nos contó:

El Club The Strongest era el más antiguo de Tupiza, el 35 ayudó a formar la Asociación Deportiva de Chichas. Yo ingresé ahí y creé el grupo de teatro y por eso nos conocimos con el Líber.

Nací en 1919 en Rosario, Tasna, una mina de los Aramayo (se refiere a Félix Avelino y a sus descendientes), pero luego me fui a Tupiza, y durante la Guerra del Chaco salimos hacia Siglo XX, la mina de la Patiño Mines. Muchos obreros habían ido al frente de batalla, aunque no era obligatorio para ellos, y la compañía trajo un reenganche de pampinos chilenos. Uno de ellos, un muchacho chileno, tenía ideas anarquistas y nos leía libros de Bakunin, de Malatesta, de Kropotkin. Pero además le gustaba mucho el teatro y con los mineros hicimos un grupo en 1934 que se llamaba "Independencia". Hacíamos obras de comedia, pero luego ya hicimos obras de protesta. Mi padre falleció y yo volví a Tupiza con esa experiencia, y como entré a trabajar a Quechisla, reuní a obreros de la zona, de Telamayu, y formamos un grupo teatral. Muchos eran obreros cultos, pero otros eran analfabetos y también gustaban del teatro. La mayoría eran hombres, había pocas mujeres. De Telamayu volví a Tupiza y organicé el conjunto del Club The Strongest, el 43 ó 44, con gente del lugar. Presentábamos comedias españolas y alguna de protesta: "Los hijos artificiales", "El sombrero de pico", "La carcajada", "El hijo del destino", obra del dirigente ferroviario Noel Mariaca Carvajal4. Ahí me buscó Liber, quería saber quiénes organizábamos el teatro. Estaban los hermanos Godofredo, Adalberto e Iván Barrientos, José "Pepe" García, José María "Fiero" Cortés, Antonio Toro, Emma Duchén, Corina Altamirano, Berta Porcel, Alcira Sotelo y algunos otros. Ensayábamos en la casa de Corina. Hicimos una obra, "Madre querida", y quedó el entusiasmo.

Con "Hermano lobo" el conjunto hizo su primera gira a Uyuni, con inesperado éxito entre el público ferroviario y minero y una fiesta popular que duró hasta el amanecer. Las primeras salidas del conjunto fueron hasta Quechisla, donde desfilaron en la víspera del Primero de Mayo, y luego a otros centros mineros.

NH organizó y realizó actividades propias del quehacer artístico y cultural de todos esos amigos, no sólo en Tupiza, sino en la vecina zona del grupo minero de Quechisla, con quienes NH ya tenía relaciones desde el día en que alguien del conjunto, razonando sensiblemente, aportó que "era lástima el esfuerzo empleado en dos o más meses de preparación de una obra para presentarla en Tupiza de aquel tiempo, no más de diez veces... Y por consiguiente, preguntó: ¿por qué no vamos al Grupo Quechisla?

De esta primera etapa serían las puestas en escena de "Bendita seas", de Alberto Novión; "Las campanas", de Julio Sánchez Gardel; "Mi hijo el Doctor", "Los derechos de la salud" y "Nuestro hijos", de Florencio Sánchez; "El hombre que yo maté", de Maurice Rostandi; "Los árboles mueren de pie", de Alejandro Casona; "Topacio", de Marcel Pagnol y "Nuestro pueblo", de Thornton Wilder.

Según Alipio Medinaceli, en 1949, tanto él como Líber y otros partieron a La Paz por diferentes motivos. Medinaceli fue apresado y confinado a Coati por su trabajo con los comités sindicales de base y la Federación Agraria Departamental, anarquista, que había iniciado desde 1947 la toma de tierras. Forti se relacionó con el trabajo cultural de la Federación de Mineros y trabajó en radioteatros junto a Chela Pando y Beatriz de la Vega, en la radio de Alberto Cajías. Medinaceli recordaba la producción de "Hermano lobo", en la que también habría participado Oscar Vargas del Carpio. Presentaron la misma obra en el Colegio Angloamericano. Hay un dato no confirmado de que por la época también se logró una presentación en el Teatro Municipal.

Por otro lado, Oscar Vargas del Carpio, en comunicación personal realizada en septiembre de 2006, me comentó que el nacimiento de NH estuvo relacionado con la labor anarquista que se hacía en el país desde los años treinta con la creación de la Federación Obrera Local y la Federación Agraria Departamental ("éramos anarquistas desde los primeros contactos con Liber"). Según sus recuerdos, los que emigraron a La Paz habían hecho representaciones de "Hermano lobo" en el Teatro Municipal de La Paz, ciudad en la que vivía Vargas:

Junto con otros tupiceños tenía un cuartito en la calle Madidi, en San Pedro. Vinieron a vivir conmigo José María Cortés, otro tupiceño. Líber traía su mate y charlaba con él. Al principio yo me dormía o apenas escuchaba. Conocí en La Paz a Gamaliel Churata, forjador de periodistas. Fui corrector junto con Néstor Taboada del número extraordinario de "El Diario" para el Cuarto Centenario de La Paz, en 1948. También declamaba e iba con Ignacio Duchén de Córdova al Lido, donde hacíamos contrapunteo. Ese era un poco el ambiente; Liber nos hablaba a todos, era muy atractivo y convencía con su charla, además de gustar a las mujeres, de ser mujeriego. Él se quedaba en el cuarto y poco a poco me interesó todo lo que decía, influyó en mi anarquismo y en mi ateísmo. Luego él encontró la pensión 'Ideal', al lado del Tránsito. Después llegó a vivir con nosotros un chico Díaz, también conocimos a Alfonsina Paredes -escritora- y a la enfermera Mercedes Cárdenas. Se empezó la serie 'Tierra y Libertad' y se formó el Grupo 'Ideario', el cual tomó contacto con los trabajadores. Apoyamos a la Federación Obrera Local con las floristas, los peluqueros, los plomeros, los ebanistas. Modesto Escobar era nuestro traductor al aymara, con los campesinos en el Altiplano y en Los Yungas. Eduardo Almendía, otro tupiceño, nos contactó y ayudó; él era muy emprendedor, formó "Calzados Eduardo".

Otros, sin embargo, se quedaron en Tupiza, y allí mantuvieron en pie al conjunto. Así lo testimonia el texto escrito a máquina con motivo del cincuentenario de NH:

Todos los de NH con quienes se ha conversado sobre el aspecto "histórico" de la fundación y el lapso siguiente están totalmente de acuerdo en el reconocimiento justo de que, luego del impulso inicial en las actividades hubo un "pequeño" éxodo de Tupiza (el "grande" sería el de 1961) de casi todos los fundadores. Menos, es importante de señalar en el reconocimiento general, los tres hermanos Barrientos. Ellos tuvieron el entusiasmo, amor a NH, tesón y capacidad necesarios para, pese a lo dicho, mantener en actividad pública al conjunto, con representaciones teatrales y actuaciones musicales que llevaron a cabo con el concurso de amigos que se volvieron, por la actividad, integrantes de NH, como don Juan Sainz, la familia del doctor Palmero y varios otros, a los cuales, por su acción persistente, Iván, Godo y Adalberto (Barrientos) lograron incorporar.

Es tan importante y valiosa la labor desarrollada en ese entonces por estos tres hermanos -entre ellos y nuestros- que de no haber sido por ellos, tal vez más de uno de los que se habían ido a Tupiza no hubieran regresado luego. Fue esa perseverancia de los que se habían quedado lo que produjo en quienes se habían ido esa sensación intensa de que el camino iniciado era bueno, en tanto que los jóvenes de Tupiza respondieron al reto de continuar el empeño acordado de trabajar "por el arte y la cultura para el pueblo"; por eso varios fundadores decidieron el regreso.

 

Segunda etapa

En 1956, 10 años después de la fundación de Nuevos Horizontes, Líber Forti radicó nuevamente en Tupiza y con un espacio más propicio. La revolución nacionalista había triunfado contra los barones del estaño y los obreros tenían esos años un amplio espacio en el poder político. El conjunto adquirió una casa, que aún sobrevive a pesar de que su nuevo dueño es una repartición estatal, en la calle Bolívar, con un borroso N° 13 (¿o número 20?), a media cuadra de la plaza "Independencia", la principal de Tupiza.

Quedan las últimas huellas de la casa, el piso de ladrillo maltratado y los empapelados rotos. Tiene dos patios y al fondo la famosa sala "La caverna". Con su piso de piedra conservaba en 1992 los últimos vestigios de afiches y un letrero enmohecido, casi cincuentenario: "Nuevos Horizontes de Tupiza presenta El zoológico de cristal, de T. Williams" (abajo está casi roto y no se descifran las borrosas letras). Al lado oeste, un letrero roto, en el cual sólo se distingue la palabra "Horizontes" en rojo y amarillo. Abajo, un aviso partido sobre el último rastro de pintura de la sala: "Títeres", y un cuadrito pintado en bordó, con una lunita llena. Basura y adobes sueltos. La casa tiene el aspecto clásico de las viviendas de principios de siglo, con sus tres patios, los galpones para la servidumbre, la noria y matas de la zona5.

En esa casa funcionó el famoso taller de luces y escenografía que el grupo conocía como "La caverna", "creado para atender las necesidades técnicas del conjunto". Para lograr mayor eficacia, tenía tres secciones: escenografía (Arturo Martínez), maquillaje (José María Cortés) y luminotecnia (Humberto Rivas). El nombre fue puesto después de larga discusión. En ese contexto, y con la ayuda de la imprenta y de la librería, los miembros de NH crearon fondos para apoyar su trabajo.

 

El apogeo. Obras y giras en seis intensos años

El registro de las obras y giras de los boletines y de la revista "Teatro" a partir de 1956 hasta 1961 nos da testimonios más detallados y vale la pena reproducirlos. El 17 de agosto de 1956 se anunció la presentación en el Teatro Suipacha6 de "La zorra y las uvas", del brasileño Guilherme Figueiredo, obra clave para la consolidación del conjunto. Junto con "Hermano lobo", "La zorra..." fue la obra preferida de Liber y de NH. El primer número de "Teatro" la reproduce, además de la biografía y palabras del autor, con las que marca su diferencia con Sartre, a quien califica de "comisario". "Lo que a mí cupo, a través de una maraña sin forma fue exponer el problema moral de los medios para alcanzar la libertad (...) Preferí proponer al espectador la reflexión de la búsqueda de un camino interior". "La zorra..." era la obra preferida de las giras.

La segunda gira fue a Potosí. Fueron doce horas de viaje desde Tupiza, sobre un camión, pero cantando su himno augural7. Hacía mucho frío, pero ellos cumplieron su programa y retornaron al sol de Tupiza. Luego reprodujeron un comentario de Tomás Delgadillo, de radio Potosí, que destacaba el contenido de "La zorra y las uvas" en la lucha por la libertad. Señalaba que NII se había hecho presente "desde las faldas pintarrajeadas de los chichas para mostrarnos el rol y la misión de la juventud que se reivindica y sirve a la sociedad confiando su porvenir en la humanidad, dedicando todo su esfuerzo al tesoro preciado de la nación: la niñez".

Luego, entre el 8 y el 9 de septiembre de 1956, NH visitó la ciudad de Oruro. "La Patria" destacó la presentación de "La zorra..." en el Teatro Municipal de esa ciudad. En cambio, NH no pudo actuar en Cochabamba porque les negaron los teatros, con argumentos tan sorprendentes como, por ejemplo, que el teatro del Colegio La Salle estaba prohibido para el ingreso de las mujeres.

En octubre de 1956, NH se presentó por segunda vez en La Quiaca, en la frontera con Argentina (en 1955 habían llevado "Los árboles mueren de pie", de Casona); esta vez pusieron con gran éxito "La zorra y las uvas".

En marzo de 1957 decidieron presentar "Todos son mis hijos", de Arthur Miller, por ser "un verdadero llamado para despertar en la humanidad el sentido de la responsabilidad colectiva"; esta obra fue estrenada el 24 de julio en Tupiza, por primera vez en Bolivia.

Ese año, NH hizo su cuarta gira nacional. Más de dos mil kilómetros de un viaje penoso, pero pleno de enseñanzas, que comprendió visitas a Tarija, Yacuiba, Camiri y Sucre y que se inició el 28 de julio. Fue la más extensa y la más difícil de todas las giras, con sombras y luces; los obstáculos fueron vencidos con entusiasmo juvenil. En esta gira presentaron "La zorra y las uvas" y "Todos son mis hijos".

El periódico "Farándula" de Yacuiba destacó las obras y al conjunto NH como base para el futuro del teatro boliviano. "La Gaceta", de Tarija, también alabó su trabajo profesional. En esta ciudad se efectuaron dos representaciones de "Todos son mis hijos" en el Teatro de Acción Católica.

Según se puede leer en los dos órganos de difusión que tenía el grupo, la presentación de "Todos son mis hijos" en el teatro al aire libre de Camiri, en función vespertina y después de clavar la escenografía bajo la canícula, fue a teatro lleno, sobre todo de trabajadores petroleros, y pese al ataque de los vientos que quisieron llevarse tarimas y decorados. Una nota escrita bajo el título de "Brisas de mar" recuerda el diálogo entablado en Camiri después de presentar "La zorra...", tanto con el público como entre ellos.

En la cuarta gira también destacó como uno de los grandes logros la realización de mesas redondas sobre teatro, "gracias a la voluntad de gente amiga, inquieta". Se habla de la búsqueda de "Un ambiente para la libre expresión (...) única condición en la que puede fructificar la necesidad de intercambio artístico entre los hombres con su cúmulo de experiencias y deseos hacia la superación". (Boletín N° 13, septiembre de 1957).

Según el Boletín N° 14 (noviembre de 1957), para la siguiente temporada el grupo prepara la obra de Elmer Rice "La máquina de sumar", que se estrenaría en Bolivia el mes de diciembre. Otro artículo informaba sobre el "debe" y el "haber" de los resultados económicos de sus representaciones: dos ciclos en Tupiza con "La zorra...", "El centro forward murió al amanecer" y "Todos son mis hijos" habían dado Bs.1.799.250 de ganancia; la gira Potosí-Oruro, Bs.1.468.700 (no ganaron lo que pensaban, más bien perdieron por lo invertido); la gira Villazón-La Quiaca: Bs.1.142.600; la gira Tarija, Yacuiba, Camiri, Sucre, Bs.3.932.010. Toda la utilidad la invirtieron en comprar 275 pares de zapatos a los niños pobres.

Asimismo, se señala a las instituciones y personas que cooperaban con el grupo, como la Alcaldía Municipal, la Cámara Nacional de Minería, el Banco Minero de Bolivia, el Banco Central de Bolivia, un grupo de maestros de primaria, otro de maestros de secundaria, empleados del Banco Central, Guillermo González, Antonio Salas, Francisco Marthinic, Sigfrido Lehner, Genaro Levy, Alipio Medinaceli, Alfredo Vargas, Teófilo Cueto, Angélica viuda de Sotelo, Adolfo Vásquez, Elias Ganam, Ismael Medinaceli, Boris Poklepovic, Hugo Cruz, Jorge Aramayo y Luis Calvety.

La próxima cita era en Antofagasta, pero en diciembre de 1957 el Boletín informa que la gira se postergaba para perfeccionar la preparación:

Lucho prepara la cámara negra, un elemento introducido por Stanislavski para dar profundidad al escenario. César construye las tarimas, satisfecho de "ser útil en la común tarea". Ernesto, Antonio y Líber preparan los decorados, Víctor prepara los bastidores. Líber declara cómo se ha pretendido evolucionar en la escenografía de NH con la cámara negra. Los tres dan detalles de las propuestas a nivel teatral que demuestren el trabajo profesional que siguen. Humberto en luminotecnia, de profesión electricista. Tony prepara los guiones luminotécnicos. José María trabaja en maquillaje en una pequeña pieza y maneja también el diseño de vestuario. Mario y Alberto trabajan con los afiches y la propaganda. Mientras Jaime ayuda con la preparación de las pruebas de imprenta de la revista.

Esta quinta gira recién se realizó en enero de 1958, y en la misma el conjunto representó a las actividades culturales bolivianas: "Nuestro bagaje contiene lo que poseemos: inmenso cariño y las expresiones de nuestra inquietud dramática". Llevaron tres obras: "La zorra...", "Todos son mis hijos" y "La máquina de sumar", preparadas en el taller de "La caverna".

En febrero del mismo año a través del Boletín se evaluó la gira a Chile, realizada por 13 artistas de NII, concluyendo en que el teatro boliviano era ignorado en el exterior; y que en la gira no se había logrado el éxito esperado. Las presentaciones en Antofagasta, Calama y Chuquicamata se habían llevado a cabo con escaso público. Sin embargo, hubo elogios en "El Mercurio" y en "Oasis", de Chuquicamata.

En mayo del mismo año celebraron un nuevo aniversario señalando que habían abierto el espacio hace doce años "pese a las voces agoreras y a los vaticinios negros". Preparan como nueva obra, luego de una reunión de lectura, "La farsa del cajero que fue a la esquina", de Aurelio Ferretti, quien les había mandado personalmente su obra. También critican a la administración de Teatro Municipal Suipacha, que no cumple su misión, pues la sala estaba en el mismo estado desde sus inicios.

En 1958, estas fueron las actividades para la campaña por zapatos para los niños pobres y material didáctico para las aulas:

-    18 de mayo: "Topacio", de Marcel Pagnol, Bs. 114.200

-    15 de julio: "Se le apareció la viuda", de Pedro de Neyra, Bs. 141.500

-    6 de diciembre: "Ha llegado un inspector", de Priestley, Bs.84.600

-    Gastos en decorados: Bs.17.800 y Bs. 14.630; con el resto se compra 160 pares de zapatos.

El editorial del Boletín N°. 24 (diciembre de 1958) anunciaba la presentación, el domingo 21, de "Una libra de carne", de Agustín Cuzzani, a beneficio de los niños pobres de las escuelas. Como muchas otras obras, fue un estreno para toda Bolivia. Esta obra, más "La zorra y las uvas", "La farsa del cajero que fue a la esquina", y "El zoológico de cristal", de Tenesee Williams, fue parte del programa de la sexta gira, realizada por las minas, Santa Cruz, Yacuiba, Villamontes, Sucre, Potosí y Cochabamba.

Esta gira empezó el 20 de febrero de 1959, previa preparación y armado de escenografías, luminotecnia, relaciones públicas, propaganda, equipajes, etc., y recorrió Atocha, Telamayu, Ánimas, Siete Suyos, Santa Ana, Quechisla, Cochabamba, Quillacollo y Santa Cruz. Los integrantes fueron Kika Burke, Teresa Sierra, Javier Alfaro, César Romano8, René Torrico, Beto Redín, Tony Aramayo y Líber Forti. Llevaron seiscientos kilos de peso en los ocho bultos, que no sólo costaban por el flete, sino por el gasto físico al ser trasladados del tren al camión, del camión a la puerta, de la puerta a la sala, etc.

A poco de iniciado el viaje, un derrumbe en la vía los detuvo y debieron salir a ayudar, sintiendo que juntos eran una sola fuerza. Pero una vez en Atocha, los mineros llevaron a los actores hasta Telamayu, donde actuaron con el apoyo del Sindicato de Trabajadores Mineros y de radio "Telamayu". Dieron "La zorra y las uvas" con gran recibimiento. En el distrito minero de Ánimas presentaron "La zorra y las uvas", y también gozaron de un cálido contacto. El público participaba y los hacía "sentir". Eran mineros que subían cansados desde el nivel 500 de la mina y que tanta gente creía ineptos para la comprensión artística, pero que mostraban ser un gran público. Lo mismo les ocurrió en el distrito de Siete Suyos, donde además tuvieron una larga entrevista en la radio "Siete Suyos".

En Santa Ana pudieron comprobar cómo por la tarde los obreros discutían en asamblea los precios en las pulperías y por la noche participaban en "La farsa del cajero que fue a la esquina", comprendida en toda su dimensión satírica. En Quechisla pusieron la misma obra en matinée y tanda. Los niños se portaron con gran seriedad en la función de la tarde. Los obreros reclamaron porque también querían ver "La zorra y las uvas" y el grupo no pudo complacerlos por razones de tiempo.

En Telamayu estrenaron "El zoológico de cristal", que se presentaba por primera vez en el país, con 18 luces preparadas en el taller de "La caverna", escenografía especialmente diseñada por el artista colombiano David Manzur, con muchos ensayos. "La intensidad de los contactos emocionales que estableció la representación de esta obra coincidió con las esperanzas puestas en la misma".

La capacidad de valoración de los trabajadores mineros fue una constante en toda la gira. Fue esta una convicción que acompañaría durante toda la vida a Líber, y más aun cuando fue asesor cultural de la Federación de Mineros y de la Central Obrera Boliviana.

En camino a Cochabamba, distribuyeron en el tren "Nuestro canuto" e iniciaron la propaganda. En el andén de Cochabamba los esperaban manos amigas, como Jaime Arce de la Zerda. Realizaron entrevistas en las radios y tuvieron comentarios en la prensa, pero el público no fue numeroso en el Gran Rex, donde presentaron "La zorra...". Luego presentaron "La farsa..." y "El zoo...", recibiendo críticas contra la escenografía. El crítico fue anónimo y por ello no le pudieron responder. En Quillacollo presentaron "La farsa...", ante un público popular, y en el colegio La Salle de Cochabamba repusieron "La zorra y las uvas", a pesar de que la gente no estaba acostumbrada a ver teatro en esos escenarios y a la poca difusión que les habían hecho.

Terminada su estadía en Cochabamba, en plena lluvia empacaron en un camión sus trastes para salir a Santa Cruz, donde visitaron varias radios, la Dirección de Extensión Cultural de la Universidad Gabriel René Moreno y la Alcaldía. Pusieron "La zorra..." en el Paraninfo, que es donde funcionaba el cine Grigotá, con poco público, porque no hubo suficiente propaganda y porque Bolivia jugaba un partido de fútbol. No había más fechas disponibles. Pero radio Grigotá ofreció su auditorio, y ahí presentaron cinco actuaciones con las tres obras que llevaban, con gran entusiasmo y apoyo del público. No pudieron ir a otras localidades, pese a las invitaciones, por el factor tiempo, pero hicieron una actuación más en el teatro del colegio Santa Ana.

La séptima gira empezó el 29 de marzo del mismo año, después de terminar la última escena de "El zoo..." presentada en Tupiza. Desempacaron todo y llevaron la utilería a "el patio", arreglaron hasta las 6 de la mañana, y a las 6:30 estaban partiendo a Camargo, donde llegaron 12 horas después, entonando "Nuestro cantito", indicio de que había llegado NH.

En Camargo vieron que el señor San Millán no era el empresario típico, aquello que se conoce como "empresario", sino un amigo que les ayudó a darles el cine de la localidad, mientras el propio alcalde se subía las mangas de la camisa para ayudarles a montar. Presentaron "La farsa...", con mucho público, que "nos ratificó en nuestra creencia de que las gentes que viven sin perder la indispensable frescura en su sensibilidad por las exigencias de una vida moderna y complicada de gran ciudad, se sienten atraídas por el teatro, que lleva a unos metros cuadrados de escenario todo lo de tristeza y alegría, sátira y angustia que encierra la vida del hombre, independientemente de lo que el intelectual elabore o de lo que el sabio comprenda".

En Potosí los recibieron amigos del conjunto. Su representante les había conseguido todo: propaganda, pan, techo, locales. Realizaron entrevistas en las radios "Sumaj Orcko" e "Indoamérica", donde les dieron "reconocimiento por su labor". Tuvieron un especial recibimiento de los muchachos de "Rebeldías". En el famoso teatro Omiste presentaron "El zoológico de cristal", confirmando la sensación vivida en Camargo de que esta gira sería más "fácil" y "pródiga". La obra se repitió varias veces. En el Paraninfo de la Universidad Tomás Frías se presentó "La farsa...", aunque en el flamante auditorio hubo inconvenientes porque por primera vez se montaba una obra de teatro. Con el patrocinio de la Federación Universitaria Local presentaron "La zorra y las uvas", con lleno total y un largo aplauso para esta obra, que ya había sido puesta en anterior ocasión.

También presentaron "La farsa..." en versión radial, desde la radio "Sumaj Orcko", con un acogedor recibimiento. Por el estímulo recibido se hicieron tres presentaciones en tres lugares distintos el día sábado: Hospital Daniel Bracamonte, con el auspicio de la Caja Nacional de Seguridad; "La farsa...", en el Teatro Omiste, con auspicio de la FUL y de la Alcaldía, montaron apenas terminó la matinée otra vez "La zorra...". Aún maquillados y con ropa de teatro partieron a la tercera representación para el Sindicato Metalúrgico, con ayuda de los sindicalistas y de micrófonos de radio "Sumaj Orcko". El público estuvo conformado por humildes trabajadores mineros del Cerro Rico. Recibieron apoyo del secretario de cultura del sindicato. "La zorra..." se transmitió además por la radio.

En Sucre, con el auspicio de la Prefectura y de la Universidad Mayor de San Francisco Xavier, se presentaron en tanda y noche con "El zoológico de cristal" en el Teatro Municipal de Sucre, ante un público conocedor y amante del teatro. Las radios "La Plata" y "Sucre" apoyaron con propaganda y muchos buenos comentarios. Luego presentaron "La farsa...", de Ferreti, quien escribió entusiasmado una carta a NH al enterarse de este éxito. El rector de la Universidad, Oscar Frerking Salas, los invitó a actuar durante un seminario internacional y les dio su apoyo más cordial.

A Oruro llegaron apurados, pues el mismo día de la llegada debían presentar "El zoológico de cristal" en el Teatro Municipal de esa ciudad. Era una función especial, pues después de haber hecho sus estudios en Chile se presentaba en su ciudad natal Teresa Sierra. Los otros siete artistas hicieron todos los esfuerzos para que ella rindiese al máximo de su capacidad. El público fue un cómplice para llenar el triangulo autor-actor-público. Al día siguiente presentaron "La farsa...". Julio Pinto, de la Dirección de Cultura de la Alcaldía, se comprometió para cooperar en la realización de la primera conferencia de teatro.

En el distrito minero de Santa Fe los trabajadores los invitaron a través del control obrero. "Se reprodujo en este asiento minero el amable y reanimante espectáculo de ver cómo las gentes humildes de los socavones, ingenios y oficinas de una mina reaccionan con una sensibilidad siempre nueva". Prometieron volver. Retornaron a Oruro sobre un camión cargado de mineral con el pensamiento puesto en aquellos obreros.

El viaje de retorno a Tupiza se hizo en la conocida segunda clase del tren. Teresa se quedó en Oruro y entre los otros siete integrantes se dio una fraterna evaluación: habían sido 45 días de gira entre la sexta y la séptima, con 40 representaciones en trece distintos lugares. Por eso llegaron claros en sus propósitos y resueltos a seguir trabajando. En Tupiza los esperaban "cariñosas manos de nuestros iguales".

Retomaron las actividades intensas en "La caverna", preparando la octava gira. Fue afiebrado el movimiento de todos, porque en NII "sus componentes son, sin discriminaciones, actores, directores, tramoyistas, peones en todos los menesteres, hermanos, en fin, en el quehacer de un sentimiento común".

En abril de 1960 salieron en su octava gira con nuevas obras: "Ha llegado un inspector", de Priestley (con su claro y honesto mensaje social reivindicando una posición ética de convivencia humana), y la comedia "Se le apareció la viuda", de Pedro de Neyra. Por primera vez, y por falta de tiempo para presentar todo, no incluyen "La zorra y las uvas", una de sus obras preferidas, pese a que el público quería verla.

La nueva gira recorrió campamentos mineros de la Corporación Minera de Bolivia tanto del Sur como del Norte, los mismos lugares que marcaron el apogeo de los patriarcas de la plata y de las luchas mineras más tenaces, e incluyó a Potosí, Sucre, Oruro, Cochabamba, Santa Cruz.

Además de las obras citadas, decidieron escenificar radioteatros en las diferentes emisoras de los lugares visitados, pues era un medio poco explotado, pero con grandes potencialidades. Para ello llevaron preparados los libretos de "Hermano lobo" (para conmemorar sus 14 años), "La farsa...", "El zoológico de cristal" y "Todos son mis hijos". En esta gira se quiere además promover la creación de una Escuela Nacional de Teatro, con sede en Tupiza. En el Boletín se destaca la amplitud de la gira y la elección preferente de todos los campamentos mineros con población importante, donde se "están cimentando los pedestales de una nueva Bolivia":

Experiencias anteriores nos han hecho encontrar en los públicos mineros tal grado de sensibilidad con respecto al arte teatral, libre de prejuicios, y tan espontáneo en sus emociones, que nos obliga a llegar con nuestro arte hasta ellos, en puntas de pies y con el sombrero en la mano, asumiendo el mayor sentido de la responsabilidad....

El informe detalla las propuestas escenográficas para realzar el sentido de las obras presentadas; como ejemplo, los bastidores curvos, que relacionen simbolismo y realidad.

La "troupe" en esa ocasión estuvo formada por tres mujeres y ocho hombres, todos intervienen en papeles secundarios o principales, luces o tramoya, porque no había discriminaciones. Unos buscaban teatros, otros pegaban la propaganda, ortos difundían las convocatorias, etc. Todos sacrificaban sus intereses personales.

Partieron de la estación el 24 de abril hacia Telamayu, con la intención de actuar en todas las minas del Grupo IV de la Empresa Minera de Quechisla. La primera estación fue Atocha. En esta localidad nuevamente tuvieron un gran recibimiento a través de los sindicatos del Consejo Central Sud, que se encargaron de alojarlos, hacer la publicidad y apoyarlos en los ensayos. Los colaboraron Jorge Luna, gran amigo y director de la radio sindical de "Telamayu", y el obrero Silverio Mallón.

En Chorolque, la obra "Ha llegado un inspector" fue recibida con una vigorosa respuesta de cálida ovación. Por eso señalaron luego: "Esto pone de manifiesto que los obreros de las minas son los que más profundamente captan el mensaje renovador y constructivo del teatro. Dichos trabajadores tienen una sensibilidad empapada en una fuerte tradición hecha de dolor y de sangre, de ahí que capten los matices más sutiles de la pieza de Priestley".

En Santa Bárbara, cerca a Chorolque, Sala Sala, repartieron consultas sobre la obra y sobre la fundación de una Escuela Nacional de Teatro, recogiendo los criterios. En Tatesi los llevó un camión cargado de turriles y aceite y se manchó todo, hubo otras dificultades más pero los hijos de los mineros ayudaron a superar las dificultades para que esa noche se presentase la obra. El superintendente Zannier quería dar cine y no teatro, aduciendo que los obreros no tenían dinero, aunque se sabía que se les descontaba por planilla. Dieron la función gratuita, defendidos por los dirigentes sindicales.

El 30 de abril desfilaron con teas junto con los sindicatos y colegios de Telamayu. Luego uno de ellos habló en la tribuna, destacando que el conjunto NH fue fundado un Primero de Mayo y que se identificaba con los proletarios. Ahí se quedaron 32 días con la promesa de volver. Parecida experiencia vivieron en Siete Suyos y en Ánimas.

En Potosí parecía que el público estaba influido por el periodo preelectoral, porque fue tibio y actuaron en medio de cuchicheos y risas. Las cuatro representaciones en Potosí no lograron comunicación, y atribuyeron el hecho a que era un público de universitarios, con "esa característica que ejercen los públicos burgueses y que van al teatro con el objeto de dar tiempo a la digestión, a hacer sus menesteres".

En Potosí sólo actuaron en el Paraninfo de la Universidad Tomás Frías y en el teatro Omiste. No lograron hacer todas las presentaciones programadas. Como en otras partes, se sufrió además baches, porque no aparecía el chico con las llaves del teatro, porque había poco tiempo entre película y película para montar la escenografía, etc.

Debían actuar también en el Teatro Hotel de Potosí, pero el debut coincidió con un paro general de la Central Obrera Departamental, afiliada a la COB. Los miembros de NH estaban afiliados al Sindicato de Trabajadores del Arte de Tupiza, afiliado al Comité Regional y a su vez a la COB, por lo que cumplieron el paro y suspendieron la actuación, aprovechando para irse a Camargo, ayudados por el alcalde y la gente del lugar.

En cambio, fue larga ovación la que premió la obra en Sucre y en Camargo. En Sucre, nuevamente las radios "La Plata" y "Sucre" les prepararon buen terreno con entrevistas y anuncios de la obras. Actuaron en el Teatro Municipal Mariscal Sucre, que tenía más comodidades, aunque faltaban implementos técnicos. Una función se suspendió por capricho del empresario, pues muchos creían que el teatro era sólo para ganar dinero y no comprendían que NH tenía fines más altos.

También actuaron en los centros mineros del Norte, cuando en Catavi se realizaba una conferencia cultural. El público fue excelente. Los mineros, los obreros y las amas de casa proletarias eran los espectadores más sensibles y sabios. En Huanuni actuaron con el apoyo de los dirigentes sindicales y la difusión fue respaldada por las radios mineras. Sobresalía siempre el apoyo de los mineros. Ello les daba fuerzas para seguir y fe para vencer los obstáculos, aunque no faltaron las incomprensiones y la baja catadura moral de muchos. Agradecieron, en cambio, a los otros que dieron el agua generosa o el gesto para ayudar.

Esta gira se analizó en el Boletín de agosto de 1960 (N° 37-38), bajo el título "Triunfos y peripecias de la octava gira". Otro documento da más detalles: había sido la gira más ambiciosa: más de sesenta días en gira y 10 días previos de preparación intensa, no sólo para ensayar, sino para preparar las luces, afiches, maripositas y carteles que mandaron previamente a los diferentes lugares.

 

La despedida

Al regresar a Tupiza, el conjunto estaba dispuesto a reiniciar el trabajo y planear la novena gira, convencidos de la amistad de un público que había hecho suyas sus emociones. Para ello seleccionaron "Tierra roja", de Alfonso Sastre, y "Enterrad a los muertos", de Irving Shaw. Pero esa gira nunca se realizó.

En los boletines y recuerdos se nota que el grupo enfrentaba diferentes problemas, tal como da a entender el editorial "Vallas y muros" del Nº 7 de "Teatro", en octubre de 1960. "Son muchas las vallas que debemos superar y trasponer para seguir adelante portando la luminosa carga que nos hemos impuesto y que en cuanto a la publicación de "Teatro" es de relación no sólo nacional sino continental y por ello anhelada y necesaria". Sin embargo, los últimos números tienen un mes o dos de diferencia entre cada uno, reflejando una febril actividad, un aferrarse al proyecto.

En junio de 1961 se formaliza el anuncio bajo el título "Nos vamos de Tupiza":

Nos vamos sin llevarnos nada, ni siquiera este sabor amargo y áspero de no haber sido sentidos ni comprendidos, porque hasta él aquí se queda con ustedes, pueblo de Tupiza. Si hay algo de diferencia es lo que les dejamos: quince años limpios y diáfanos de amor al hombre y al pueblo, vividos con la modestia de quienes, peones del arte teatral y peones libertarios de la vida, no estuvimos ni quisimos estar encima de nadie (...). Eso sí, también dejamos estremecidos un abrazo fuerte a las excepciones, que hay pocas, pero hay. (...) El horizonte esta cargado de nubes, pero en nuestro corazón sonríe la aurora" (Teatro, N°. 12, 1961).

Aunque la fase más intensa de Nuevos Horizontes concluyó con la salida de Líber Forti de Tupiza, el grupo continuó vigente a través de sus distintos componentes en diversas ciudades de Bolivia (La Paz, Tarija, Oruro, Santa Cruz, Cochabamba) y en otros lugares del mundo como Perú, Venezuela y Francia.

 

Notas

1     Periodista e historiadora, autora de varios libros sobre historia y sobre comunicación, ha publicado en 2007 la historia del electo boliviano "Nuevos Horizontes" (Ediciones Gente Común, La Paz). Este trabajo es un resumen de lo central de aquel texto.

2     Autor teatral argentino de simpatías anarquistas.

3 En un texto escrito a máquina para el cincuentenario del conjunto se cuenta una anécdota: "En los comienzos difíciles de la actividad de NH se hizo presente en Tupiza una gloria del teatro nacional, don Wenceslao Monroy, acompañado del actor Marco Ibargüen, creador del personaje Siscucho Mamani. Los artistas no tuvieron cómo pagarle el retorno y con la complicidad de un amigo, un funcionario público, lo mandaron de "detenido" a La Paz.

4 Según el Diccionario de la Literatura Boliviana, de Ortega y Cáceres, Noel Mariaca Carvajal fue un escritor orureño autor de por lo menos ocho otras obras dramáticas, además de cuentos y novelas, por lo que ameritaría su inclusión en la historia del teatro boliviano.

5 En 2006, en una nueva visita, la encontramos más deteriorada; ahí duerme una portera malhumorada que no se inquieta por barrer la basura y menos a los fantasmas que se han quedado en la casona.

6     El Teatro Municipal Suipacha estaba derruido, pero en visita a Tupiza, en 1994, encontramos a un empresario decidido a reanimarlo, con cine de pueblo y con teatro, El objetivo se logró, asistiendo el propio Líber a la reinauguración, años más tarde. El otro escenario usado por NH era el Teatro del Colegio Suipacha, que también funciona todavía.

7     Su cantico en las giras era su himno: "Nuestras obras son amores/son amores que brotando van/ semillitas, semillitas de luz son/ Son amores que iluminan las estrellas /alumbrando con su límpido fulgor/. Amor sembrando vamos/ vamos por campos y por ciudades./ El arte y la cultura /hacen posible esta gran virtud".

8 César Romano fue un topógrafo y carpintero tupiceño que enseñó su arte y el amor al trabajo a sus compañeros; trabajador incansable en "La caverna", fue una de las figuras centrales de NH. Murió en los años 90 en Santa Cruz, donde no pudo recuperarse de las golpizas que le dieron los militares durante la dictadura de Luis García Meza. Otras dos integrantes que se deben recordar en este trabajo son Ernesto Ángelo, obrero ferroviario, y Antonio Uzqueda; ambos inventaban la escenografía acorde con el pensamiento e ideario de NH.

 

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