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Investigación & Desarrollo

versión On-line ISSN 2518-4431

Inv. y Des. vol.21 no.2 Cochabamba  2021  Epub 30-Dic-2021

https://doi.org/10.23881/idupbo.021.2-5e 

ARTÍCULOS - ECONOMÍA, EMPRESA Y SOCIEDAD

LOS URBANISMOS ALTERNATIVOS: UNA APROXIMACIÓN A LAS PRÁCTICAS CIUDADANAS DE INTERVENCIÓN AL ESPACIO PÚBLICO EN BOLIVIA

ALTERNATIVE URBANISMS: AN APPROACH TO THE CITIZEN PRACTICES OF INTERVENTION TO PUBLIC SPACE IN BOLIVIA

Andrés Escobar1 

Juan E. Cabrera1 

Lucas Méndez1 

1Centro de Investigaciones en Arquitectura y Urbanismo. Universidad Privada Boliviana. andresescobar@upb.edu, juancabrera@upb.edu, lucasmendez@upb.edu


RESUMEN

Desde la perspectiva del Derecho a la Ciudad, este trabajo constituye una primera aproximación a las prácticas de urbanismo alternativo en Bolivia, activas desde la segunda década del Siglo XXI, críticas con el urbanismo tradicional e impulsoras de un cambio rápido y efectivo de las condiciones de los espacios públicos de las ciudades del país. El documento es resultado de dos investigaciones de media data que lograron un registro pormenorizado de intervenciones urbanas hasta el año 2020, hecho que ha permitido acercarnos a las características e impactos de estas prácticas, pero principalmente conocer a los colectivos de urbanistas y activistas que se han multiplicado los últimos años y están logrando, con diferente nivel de efectividad, más acciones por el cambio en las ciudades que el propio Estado.

Palabras Clave: Urbanismos Alternativos; Urbanismo Táctico; Acupuntura Urbana; Espacio Público; Bolivia

ABSTRACT

From the perspective of the right to the city, this work constitutes a first approach to the practices of alternative urbanism in Bolivia, active since the second decade of the 21st century, critical of traditional urbanism, and promoters of a rapid and effective change in the conditions of the public spaces of many Bolivian cities. The paper is the result of two medium-term research projects that accomplished a record of urban interventions until the year 2020, allowing us to designate the characteristics and impacts of these practices, but mainly to know the collectives of urban planners and activists who have multiplied in recent years and are achieving, with different levels of effectiveness, more actions for change in cities than the State itself.

Keywords: Alternative Urbanisms; Tactical Urbanism; Urban Acupuncture; Public Space; Bolivia

1. INTRODUCCIÓN

Este artículo tiene como objetivo acercar al lector al conocimiento sobre las características de las prácticas de urbanismo alternativo desarrolladas en Bolivia hasta mitad del año 2020 soportadas en el ejercicio de recuperación del espacio público y alineadas con las tesis del Derecho a la Ciudad.

Para este fin, la primera parte revisa y discute la evolución del paradigma del Derecho a la Ciudad escudriñando sus características y proponiendo una nueva etapa, la de los urbanismos alternativos donde hipotéticamente nos encontramos, para intentar una clasificación y caracterización del conjunto de prácticas a través de la referencia de a una batería de nominaciones y formas existentes en la bibliografía.

La segunda parte del artículo recorre el desarrollo del urbanismo en Bolivia haciendo referencia en las características de cinco etapas y cinco paradigmas según los tipos de planes y la práctica en general. La quinta etapa es hipotéticamente donde se desarrolla el urbanismo al que refiere el artículo. La revisión tiene una perspectiva evolutiva y crítica respecto las cargas y beneficios del proceso de planificación e intento de gestión de las ciudades bolivianas.

La tercera parte comprende el centro del artículo porque presenta los resultados de la investigación primero a través de un sub-acápite metodológico donde se especifica escuetamente el proceso seguido y sus pormenores, para revisar de forma general las intervenciones urbanas y los responsables promotores de éstas, y así centrarse en la descripción pormenorizada de una muestra de catorce intervenciones en diferentes ciudades del país, con el objeto de exhibir las características principales de estas prácticas en Bolivia.

La conclusión o reflexiones finales, revisa críticamente el conjunto de prácticas alternativas y propone desafíos para una futura discusión alrededor del desarrollo de este tipo de urbanismo, en el entendido que este documento representa el primer acercamiento a esta otra forma de intervenir la ciudad.

2. REFERENCIAS TEÓRICAS: DEL DERECHO A LA CIUDAD A LOS URBANISMOS ALTERNATIVOS

En los últimos años, ha aumentado el interés ciudadano por lograr la mejora de las ciudades a través de la participación directa, mediante la intervención urbana de pequeña escala en el espacio público, de forma incremental y con nula o reducida participación del Estado. Esta participación se ha ido desarrollando a través de prácticas urbanísticas denominadas de formas diferentes, pero normalmente con el mismo fin1.

Se trata de maneras de intervención sobre el espacio público, principalmente generadas por ciudadanos y activistas con bajo presupuesto, y a menudo construidas para tener una duración temporal [1] Se distinguen por oponerse a la inacción del Estado, a la gestión urbana de arriba hacia abajo, al capital financiero como organizador y ordenador de la ciudad, y a los pesados y poco exitosos procesos de la planificación urbana tradicional.

En ese sentido, en este acápite se revisan algunas referencias que fundamentan estas prácticas bajo el paraguas del Derecho a la Ciudad, y desmenuzan sus particularidades [2] ensayando una caracterización y clasificación de los urbanismos alternativos que enmarque la revisión de las prácticas bolivianas.

2.1. El Derecho a la Ciudad y al espacio público

El Derecho a la Ciudad definido por Henri Lefebvre como el derecho de los ciudadanos a construir, decidir y crear la ciudad se ha convertido un paradigma de lucha anticapitalista [3], contra la mercantilización de las ciudades [4] y como referencia y modelo para discutir la situación de las ciudades contemporáneas, justificar emprendimientos (desde asentamientos irregulares hasta megaproyectos urbanos) y más, en la lógica de la reivindicación humana de la ciudad, la cual debe ser un espacio para vivir dignamente, para ser parte de ella y distribuirse equitativamente sus oportunidades y recursos [5].

Esta tesis, que fue criticada por Castells [6] y otros por su visión subjetiva respecto del peso que daba a los aspectos de la vida cotidiana sin consideración de la ideología dominante y la lucha de clases que determinarían su condición, evolucionó a través de tres etapas, según Molano [7]. Éstas fueron propuestas por Harvey desde Europa, Soja desde Estados Unidos y Alessandri desde América Latina, quienes mantienen el Derecho a la Ciudad como un marco de comprensión de los problemas socioespaciales en la ciudad, pero reconocen también otros componentes.

Según Revol-Buisson [8], David Harvey en la década de 1970 replanteó este derecho poniendo énfasis en el análisis económico marxista de la ciudad; Edward Soja en la década de 1980 releyó el concepto desde el posmodernismo y los estudios culturales, desplazando éste de la economía política hacia el análisis cultural de la sociedad urbana y finalmente Ana Alessandri Carlos durante el siglo XXI, retomó el concepto como forma de crítica a la especialización del capitalismo financiero. Una cuarta etapa correspondería con el desarrollo de prácticas ciudadanas de urbanismo alternativo y el Derecho a la Ciudad como parte de las agendas de varios gobiernos.

En la etapa inaugural, Henri Lefebvre (1901-1991) propuso el Derecho a la Ciudad como la posibilidad y capacidad de las sociedades urbanas y el proletariado de crear y producir sus propias condiciones en la ciudad. Su reflexión se dio en Francia de la década de 1960, cuando la comprensión de la ciudad y las ciencias sociales replantearon sus paradigmas y criticaban al urbanismo moderno adoptado por los gobiernos y el capital que había sido causante de la segregación espacial, la fragmentación y el predominio del valor de cambio del suelo [9]. El libro “El Derecho a la Ciudad” observó precisamente cómo la industrialización, el consumo y la estandarización habían quitado a la ciudad el carácter de obra construida socialmente. El Derecho a la Ciudad fomentaba la participación de los ciudadanos oponiéndose al control capitalista de la ciudad a través de la construcción de utopías urbanas y la transformación radical en contra del urbanismo moderno [10].

En la década de 1960 David Harvey reflexionó el Derecho a la Ciudad reivindicando las “prácticas ciudadanas insurgentes” y no la lucha obrera (2004), como el vehículo para materializar el Derecho a la Ciudad y restringir la apropiación capitalista del espacio urbano. Propuso que, en la construcción de una sociedad no capitalista, el Derecho a la Ciudad corresponde con una etapa corta. La “producción social del espacio” del capitalismo se reproduce generando, consumiendo y apropiando privadamente espacio, tiempo y trabajo, sin embargo, Lefebvre no habría logrado especificar este mecanismo. Harvey propuso entonces, que las crisis de excedentes en la producción y reproducción capitalista son salvadas a través de “ajustes espacio-temporales”, de expansión geográfica y reorganización espacial que generan nuevos paisajes urbanos que hoy caracterizan las ciudades y son obra de multinacionales en contubernio con poderes locales que diseñan estrategias urbanísticas para ser atractivas al capital, lograr rentas de monopolio y ganancias a grupos reducidos. Harvey dice que el Derecho a la Ciudad será posible sólo a través del desarrollo y articulación de “prácticas políticas insurgentes” que van desde el espacio personal y comunitario mediante sujetos sociales convertidos en “arquitectos insurgentes” con autonomía de acción política en el espacio que no diferencian espacio personal del colectivo y cuyas relaciones sociales se dan por el bien común [11].

Soja, durante las décadas de 1980 y 1990 propuso que el Derecho a la Ciudad no podía restringirse sólo a la lucha contra los efectos del capitalismo, sino que debían reivindicarse otras dimensiones espaciales como el género, la etnicidad, o la cultura, que suponen formas diferentes de experimentar la ciudad, como posibilidades culturales, simbólicas y sociales existentes en los intersticios de la postmetrópolis [12]. Ejercer el Derecho a la Ciudad para este autor supone tres elementos: la construcción social del espacio, donde intervienen multitud de fuerzas no solamente económicas, sino culturales y políticas; la ciudad como postmetrópolis, donde simultáneamente el espacio industrial postfordista es ciudad, región urbana globalizada, megaciudad con gigantescas zonas suburbanas, ciudad fractal de intensificadas desigualdades y polarización social, ciudad archipiélago fortificado e hiperreal, etc. [13]; y las luchas por la justicia espacial y la democracia regional como resultado de la crisis relacionada con la diversidad urbana más sensible a cuestiones interculturales, transnacionales y de género, materializadas en la coalición de políticas locales y regionales equilibradas con la productividad y competitividad económica regional.

Carlos a inicio del siglo XXI propuso que el derecho a rehacer la ciudad y la vida urbana supone dos tareas: recuperar el espacio público urbano apropiado por el capital financiero, y mantener la autonomía política y revolucionaria. Sobre la primera tarea, reconoció que el capital financiero se apropió de la ciudad a través de la acumulación de suelo, negocios inmobiliarios, el control del trabajo o el monopolio de las decisiones activando el ciclo del capital: producción, distribución y consumo [14]. Sobre la autonomía política, propuso que los ciudadanos disputen tanto el espacio público al servicio del capital financiero como aquel que está cooptado por el Estado. La relevancia de este último punto recae en que, aunque las políticas urbanas de algunos gobiernos proponen nuevas institucionalidades desde el Derecho a la Ciudad, este tipo de derecho sería una representación minimalista que ha logrado el acceso a servicios urbanos y otros, pero ha sido a costa de ignorar un proceso histórico mayor: la dominación del capital financiero sobre la ciudad. Otra reflexión importante de la autora es que el capital financiero ha transformado la ciudad y a la vez la cotidianidad: por ejemplo, la experiencia del tiempo y el espacio cotidiano de identidad social ha sido reemplazado por el tiempo efímero, de cambios abruptos, inesperados y que el espacio se torna amnésico sin marcas de memoria social a largo plazo por decisiones de los inversores inmobiliarios [15].

Este recorrido deja ver las características de evolución del concepto y ahora paradigma del Derecho a la Ciudad, el cual se sustentó primero en la recuperación del espacio público y la ciudad por parte de la población; y luego incluyó en su reivindicación dimensiones no sólo económico espaciales, sino culturales, de género, de generación, étnicas y otras, que podrían hacer a la ciudad un lugar más incluyente; para finalmente enfrentarse contra un urbanismo asociado al capital financiero que mercantiliza, segrega y excluye a la población del espacio público.

La etapa actual del Derecho a la Ciudad puede caracterizarse por la trascendencia. Las ideas de Lefebvre han construido una suerte de agenda mundial, que se caracteriza por la instalación de sus nociones en las institucionalidades regionales, nacionales y locales de los diferentes países, pero principalmente por la participación activa de la población en la ocupación e intervención del espacio público a través de prácticas de urbanismo alternativo que aquí referiremos.

2.2. El Derecho a la Ciudad y las institucionalidades

Entre 2004 y 2016, varios países occidentales han generado una serie de acuerdos e instrumentos alrededor de la institucionalización del Derecho a la Ciudad. De los acuerdos e instrumentos sobresalen la Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad (2004-2005), la carta por el derecho de las mujeres a la ciudad (2004), la plataforma global del Derecho a la Ciudad (2014) y la Agenda Urbana Mundial del año 2016 de Quito, que reconoció que los modelos de desarrollo que se han implementado establecen procesos de urbanización acelerada que contribuyen “a la depredación del ambiente y a la privatización del espacio público, generando empobrecimiento, exclusión, segregación social y espacial” [16] y que es misión de los Estados corregir esos problemas. Para este fin, la agenda urbana mundial y la carta mundial alrededor, propuso ocho principios que irían a lograr solucionar los efectos negativos del tipo de urbanización desarrollada. Estos principios son 1) ciudad libre de discriminación, 2) ciudad con igualdad de género, 3) ciudad con ciudadanía inclusiva, 4) ciudad con mayor participación política, 5) ciudad que cumple funciones sociales, 6) ciudad con espacios y servicios públicos de calidad, 7) ciudad con economías diversas e inclusivas y 8) ciudad sostenible con vínculos inclusivos entre campo y ciudad [17].

Aunque no es un principio específico como tal, en estas reivindicaciones se encuentra también el derecho al espacio público, que para López Roa supone “un derecho emergente-colectivo, concordante con tendencias contemporáneas del derecho público, desarrollado fundamentalmente por el derecho ambiental y el derecho urbanístico, que debe tener categoría constitucional” [18].

En la región latinoamericana, la defensa del Derecho a la Ciudad se hizo explícita en la constitución colombiana del año 1991, pero principalmente en su ley nº 388 de 1997. En Brasil se inscribió en la ley del Estatuto de la ciudad del año 2001, en la ley ecuatoriana de desarrollo territorial del año 2016, en la constitución de la ciudad de México también del año 2016 y en la ley de desarrollo urbano sostenible del año 2021 en Perú. Estos marcos jurídicos instalaron en las institucionalidades la importancia del espacio público para mejorar la calidad de vida, además de incluir el derecho a diseminar en el espacio público las manifestaciones culturales propias de la ciudadanía [19]. No obstante, las prácticas urbanísticas en algunos de los países mencionados siguen todavía los principios tradicionales del urbanismo moderno y el Derecho a la Ciudad no ha influido totalmente en la práctica de los ámbitos correspondientes.

2.3. El Derecho a la Ciudad y la intervención del espacio público

La ciudad, bajo el paraguas del derecho a ésta, es la manifestación de las jerarquías implícitas o evidentes que operan en el tejido social, y que se expresan en la forma que se le da al espacio público [20]. Es una mezcla, ordenada en distintos grados, de distintos espacios públicos y privados que constituyen redes con distintos niveles de accesibilidad a la ciudadanía. Si bien los espacios públicos son más accesibles, presentan restricciones relativas a su funcionalidad. Por ejemplo, en la práctica las instituciones públicas tienden a disciplinar los espacios públicos y a limitar los usos que se les dan, por ejemplo, permitir el flujo de personas, servir de soporte a los actos oficiales, ser depósitos de monumentos de la memoria oficial, o ser escenarios del consumo permitido por el orden político.

El espacio público, con venia del Estado, se ha convertido en un espacio para la inversión orientada a la edificación de objetos unifuncionales que responden principalmente al mercado, sobresalen centros comerciales, centros de negocios y grandes urbanizaciones que se circundan de barreras que multiplican la fragmentación urbana, degradan y abandonan el espacio público y de a poco transforman a la ciudad en un mero espacio de circulación entre áreas segregadas [21].

En ese espacio público, cada ciudadano entabla con la ciudad (individual o colectivamente), una relación y un discurso [21] con el que interviene el espacio urbano. Por lo cual las intervenciones urbanas tienen un carácter público y generalmente se realizan para satisfacer necesidades o llamar la atención acerca de alguna falta que ha sido normalizada. En otras palabras, cualquier hecho, cualquier acción, instalar o modificar algo en el espacio urbano es ya una intervención, un acto que en sí habla acerca de la actitud que el ciudadano, individual o colectivo, tiene para con la ciudad. Por tanto, la intervención de espacio público, del espacio urbano, es una acción política que por un lado evidencia problemas sociales, culturales, económicos y otros que atañen a la sociedad en su espacio común, o en un punto específico del mismo; y por otro lado implica que la presencia del Estado es reducida, o en todo caso la acción no parte de ella.

En fin, si la intervención urbana está vinculada con la satisfacción de necesidades, la solución a problemas de diferente tipo o es un mero acto político de reivindicación ciudadana, está sujeta a la apropiación o al rechazo por parte del resto de la sociedad, hecho que implica conflicto o reflexión, de acuerdo con el tipo de intervención.

El concepto de intervención urbana sugiere entonces intervención física que remite a la preexistencia de una estructura que recibe el acto, la instalación o la modificación. Una intervención no es solo una estructura nueva, porque de esa manera se trata simplemente de arquitectura, sino que la intervención funciona más como un hecho creativo, una mutación, una transformación que pone algo en común entre partícipes diversos de un grupo humano y pretende ejercer el Derecho a la Ciudad.

2.4. Las prácticas del urbanismo

En la evolución de las prácticas urbanísticas resaltan cuatro paradigmas importantes entre las décadas de 1940 y 2000 aproximadamente [22]. Estas han sido denominadas como urbanismo funcionalista correspondiente con la primera mitad del siglo XX hasta la década de 1960, un urbanismo sociologista desarrollado alrededor de las décadas de 1960 y 1970, un urbanismo de proyectos influyente alrededor de los cambios de modelos económicos en la década de 1980 y un urbanismo de estrategia, gestión y proyectos o urbanismo neoliberal [23] cuya consolidación se da a finales del siglo XX. En la segunda década del Siglo XXI sobresale una etapa que nosotros denominamos urbanismo alternativo o urbanismo ciudadano, caracterizado por la ausencia de planes urbanísticos de gran escala y el predominio de prácticas autogestionarias de pequeña escala principalmente. La Tabla 1 propone las características de los tipos de urbanismo respecto las dimensiones: aspectos a planificar, responsables de la planificación, herramientas de planificación y procedimientos.

TABLA 1 - TIPOS DE URBANISMOS 

Urbanismo funcionalista Urbanismo sociologista Urbanismo de proyectos Urbanismo de estrategia, gestión y proyectos Urbanismos alternativos
Qué planificar Sólo lo físico espacial - la ciudad como un todo Sólo lo socioeconómico - la ciudad como un todo Sólo lo físico espacial - Sólo el fragmento Articula lo físico ambiental y lo socio económico. Relación entre ciudad y fragmento Sólo lo físico - el punto, el hecho físico. Sin relación con el todo.
Quiénes planifican Sólo el Estado Sólo el Estado Predomina lo privado El Estado, el privado y la población El ciudadano, el privado, la comunidad local.
Con qué planificar Sólo el plan Sólo el plan Sólo el proyecto El plan, proyecto y sistema de gestión Sólo el proyecto
Cómo planificar El deber ser sin gestión. El imperio de la norma Articula plan y gestión. Política - Estado Sólo gestión, sin plan Articula plan y gestión integral Sólo el proyecto con participación colectiva y puntual

Fuente: Elaboración propia con base en Reese (2006).

De las características sobresalen la incidencia en el hecho físico del urbanismo funcionalista y la consideración de variables socioeconómicas, ambientales y otras en los otros tipos. Destaca también la predominante participación del Estado en las dos primeras etapas y la reducción de éste en las siguientes. Remarca asimismo la predominancia de planes como los únicos instrumentos de ordenadores hasta la década de 1980, posteriormente es el proyecto urbano el mecanismo predominante. Respecto a la gestión de los tipos de urbanismo, sobresale el imperio de la norma y la articulación entre gestión - plan en las primeras etapas, mientras que en las últimas, es la gestión directa y sin plan el camino a la materialización de las disposiciones urbanas. Las etapas urbanismo de proyectos y urbanismo de estrategia coinciden con los cambios de modelos político económicos centrados en la predominancia del Estado como actor central de la economía, hacia la implantación del modelo comúnmente llamado neoliberal con todas sus consecuencias. La última etapa que el cuadro presenta corresponde con un giro importante en la manera de gestionar y hacer ciudad, luego del fracaso y/o poco éxito de los paradigmas anteriores. Es hipotéticamente resultado de la influencia de la tesis del Derecho a la Ciudad, en el cual el espacio público vuelve a tener relevancia y es considerado un factor importante de la calidad de vida urbana por ser catalizador del encuentro, de la interacción, de la creación y la recreación entre habitantes.

2.4.1. Los urbanismos alternativos

Se trata de un urbanismo centrado en la intervención, en la experimentación y en modelos menos rígidos como la arquitectura efímera y adaptable, coherente con un espacio urbano que crece y cambia aceleradamente, a merced de los embates económicos y ambientales propiciados por el modelo neoliberal.

Su origen es difuso y poco se ha escrito sobre él. Por ejemplo, Schmitt [24] afirma que la artista estadounidense Bonnie Sherk fue la pionera a través de sus "intervenciones espontáneas" no autorizadas y otras actividades en el espacio público mediante una “Arquitectura portátil” de intervenciones en puntos estratégicos de San Francisco que habrían comenzado en 1970. Esta iniciativa habría dado comienzo a lo que hoy se conoce en EE. UU. como “Park (ing) Day”, la génesis -quizás- de los urbanismos alternativos y la cultura del bricolaje, combinada con la creación de lugares en las calles de la ciudad según la autora mencionada.

En América Latina, una forma de intervención similar se ha hecho presente la década de 1990 de la mano de Jaime Lerner y su “acupuntura urbana”, una metáfora de cura a las enfermedades urbanas por medio de un simple pinchazo (una intervención urbana puntual) que tiene como objeto revitalizar o renovar ese punto y su área alrededor [25]. Paradójicamente, esta forma de urbanismo habría nacido de la mano del Estado, aquel que según Carlos [26], ha reducido el Derecho a la Ciudad a una representación minimalista que sirve para encubrir el papel de este ente como garante del proceso capitalista bajo el discurso del “desarrollo sostenible”.

Por otro lado, una vertiente importante para el nacimiento de esta serie de prácticas y denominaciones han sido varias publicaciones y grupos que desde inicio del Siglo XXI han desarrollado y propuesto apelativos. Sobresalen por ejemplo los libros de “Tactical Urbanism: Short-term Action for Long-term Change” de Mike Lydon y Anthony García en 2015 [27] que inauguró el termino “Urbanismo Táctico”, o el grupo Civic Wise radicado en Londres que publicó “Civic Practices” en 2016 [28], igual que el libro “Handmade Urbanism” publicado por Marco Rosa y Ute Weiland en 2013 [29], entre varios otros. Todas las publicaciones recogen casos de urbanismo alternativo en diferentes partes del planeta resaltando actividades de colaboración, proyectos de empoderamiento de comunidades, metodologías innovadoras, e investigación sobre urbanismo en colaboración, además de la crítica al urbanismo tradicional en consonancia con las tesis del Derecho a la Ciudad.

En general, las propuestas de urbanismos alternativos aparecen con diversas denominaciones, desarrolladas “desde abajo”, a escala humana, sustentadas en el Derecho a la Ciudad y en la posibilidad de determinar y satisfacer las necesidades espaciales inmediatas con creatividad y recursos suficientes, acompañándose en algunas ocasiones de leyes y propuestas con las que se incentiva la participación del ciudadano en la gestión y creación del espacio público.

En fin, esta reducida claridad respecto al origen coincide también en la imprecisión sobre los tipos de urbanismos alternativos y sus diferencias. La Tabla 2 pretende aportar a su clarificación, caracterizando esquemáticamente a las prácticas que la bibliografía revisada identifica.

TABLA 2 - TIPOS Y CARACTERÍSTICAS DE LAS PRÁCTICAS DE URBANISMO ALTERNATIVO 

Tipo de práctica Descripción y características generales
Acupuntura Urbana Según Marco Casagrande y Jaime Lerner, esta práctica es una estrategia de ver la ciudad como un ser viviente que debe ser renovado y regenerado continuamente a través de una participación continua por parte de un actor de gestión pública o privada. Parte de un diagnóstico “clínico” que permita proponer soluciones de sanación, involucrando hábitos sociales, logrando una incidencia positiva dentro las ciudades, enfocándose en la búsqueda de un equilibrio vital con base en la equidad, convivencia y cohesión social. Esto con ayuda y participación de la gestión pública o privada [30].
Urbanismo Táctico Esta práctica engloba una serie de prácticas de intervención que nacieron de grupos ciudadanos en alianza o no con expertos en urbanismo y arquitectura la década de 2000 en EE. UU [27]. Se basa en una fórmula de transformación urbana autogestionada, simple y potente, sin participación de autoridades y la administración pública que permite un cambio en la forma de uso del espacio público a través de elementos temporales y económicos. Este tipo de intervenciones puntuales busca modificar la ciudad de manera colectiva y colaborativa, atrayendo a la ciudadanía y/o a colectivos, sin necesidad de vínculo con entidades externas. Según ONU-HABITAT, es una herramienta valiosa para poder realizar acciones de bajo costo y rápida implementación [31].
Urbanismo DIY (Do it yourself - hazlo tú mismo) Esta práctica debe entenderse a través de la frase “si el gobierno no hace, hágalo usted”. Esta corriente fomenta la participación de diversos grupos ciudadanos a través de la adjudicación informal de ciertas responsabilidades que son del Estado pero que han sido abandonadas. Esta corriente es uno de los métodos más constructivos en lo que respecta a la democracia participativa teniendo como principal objetivo las necesidades reales del ciudadano [32].
Urbanismo de guerrilla Esta práctica nace del cuestionamiento de todas las reglas y convenciones actuales y va contra de los parámetros tradicionalmente establecidos. Como su nombre lo dice, “la guerrilla” mezcla una suerte de “ataques fugaces” a través de prototipos mobiliarios, dispositivos transportables y micro-infraestructuras que permiten una reconquista ciudadana del espacio público. Sus prácticas son desarrolladas como mediadores urbanos capaces de ser transformados, reutilizados y de fácil replicabilidad, lo cual permite una continua interacción con diversos grupos ciudadano [33].
Urbanismo Adaptativo Esta práctica o el “meanwhile urbanism” (urbanismo del mientras tanto), es una herramienta para aprovechar temporalmente los recursos que se encuentran actualmente en desuso, hasta que se le dé un uso definitivo. Su lógica es que este tipo de práctica sea permeable a proyectos y dinámicas de expresión social mejor adaptadas a la realidad social actual [34].
Urbanismo Insurgente Según la experiencia chilena, esta práctica se encuentra entre el orden impuesto de la planificación urbana tradicional y las ordenaciones insurgentes. Surge espontáneamente desde abajo y formada en el calor de la revuelta ciudadana en defensa de la violencia física y simbólica contra la ciudad, es decir, contra la infraestructura pública y las grandes empresas privadas [35].
Urbanismo Colaborativo Esta práctica se posiciona como una alternativa al modelo convencional caracterizado por su planteamiento sostenible, negociado y sometido a una crítica desde diferentes intereses, necesidades y demandas. Este urbanismo no se refiere solo a una participación ciudadana, al contrario, busca promover un control de calidad entendiendo que las directrices de los desarrollos urbanos se toman consensuadas por multitud de agentes, donde todos son protagonistas en una producción más democrática de la ciudad [36].
Urbanismo participativo Esta práctica puede definirse como una relación estrecha entre las autoridades políticas y los ciudadanos para decidir de manera conjunta como adaptar y mejorar los barrios de la ciudad, las dinámicas de los ciudadanos, el uso que se da a las ciudades y la reivindicación social, articulando el uso de tecnologías de comunicación para una correcta difusión y participación ciudadana [37].
Urbanismo emergente Esta práctica es una tendencia que aboga por la utilización social de espacios en desuso como alternativa al urbanismo expansivo y que se caracteriza por los mismos principios de participación y sostenibilidad que son la base de la economía colaborativa [38].
Arquitectura directa Esta práctica es una tendencia creada en la década del 2000 por el colectivo Supersudaca, conformado por estudiantes latinoamericanos en Rotterdam que han apostado por dejar de lado el individualismo del experto en arquitectura y por afirmarse desde la colectividad casi anónima, rasgo que alinea su metodología a la práctica anarquista y de autogestión. Este colectivo actúa en diversos países buscando un impacto inmediato en la forma de gestionar el espacio público, recuperando los derechos del ciudadano sobre este, con pequeñas intervenciones en escala uno a uno con las que denuncian la inoperancia de los gobiernos en las ciudades latinoamericanas [39].
Urbanismo hecho a mano (Hand made urbanism) Esta práctica [29] es el nombre que Marcos Rosa y Ute Weiland han dado a una serie de prácticas de urbanismo comunitario alrededor del mundo, recogidas en la publicación estadounidense del mismo nombre. Dichas prácticas postulan a ser reconocidas con el premio Urban Age, que incluye un monto económico y la difusión mundial de las experiencias enfocadas en el espacio público a partir de diversas metodologías y modelos participativos [29].
Urbanismo de bricolaje o bricolaje urbano Esta práctica se refiere a la selección de dispositivos, situaciones y otros en el espacio público que pueden dar, como resultado, encuentros sociales para la comunicación interpersonal y la transformación cultural. Se mezclan identidades culturales, se sensibiliza a la comunidad a través de esferas de acción intersubjetivas y colaborativas, de modo que puedan emerger nuevas relaciones sociales y modos alternativos de apropiación de la ciudad [40].
Placemaking Esta práctica es un enfoque multifacético de planificación, diseño y gestión de los espacios públicos. Se trata de mirar, escuchar y hacer preguntas a las personas que viven, trabajan y juegan en un espacio determinado, para descubrir sus necesidades y aspiraciones. Esta información se utiliza para crear una visión común de lugar que se convierte también en estrategia de implementación a corto plazo y generador de espacios públicos [41].
Pop-up urbanism Esta práctica se trata de una práctica de enfoque dinámico y de bajo coste para reutilizar el espacio público. Este enfoque es de pequeña escala, de bajo riesgo y a corto plazo. Puede lograr la participación de la comunidad y la mejora del espacio público a través del compromiso de la comunidad. Aunque estos proyectos crean acciones o mejoras temporales, a menudo pueden generar cambios duraderos en los vecindarios. Podría describirse asimismo como un laboratorio en vivo, donde se prueban diferentes usos o soluciones y se miden los intereses de la comunidad [42], [24].
Park (ing) Day Esta práctica es un evento anual y global en la que artistas, diseñadores y ciudadanos colaboran para transformar estacionamientos con parquímetro en espacios de PARK (ing) o áreas verdes temporales. La iniciativa nació en San Francisco en 2005 gracias al grupo Rebar Art and Design Studio, que decidió transformar una unidad de estacionamiento público en un área verde temporal. Supone una manifestación en contra de la prevalencia de los estacionamiento por sobre los espacios destinados a ciudadanos, que en algunas ciudades alcanza el 30% del espacio público [43], [44].

Fuente: Elaboración propia (2021).

La gama de prácticas que expone el cuadro anterior es amplia, engloba varios elementos, destaca similitudes y también diferencias, pero deja ver que la mayoría coinciden en características y sus diferencias dependen más del contexto en el que se han practicado, principalmente en lo relacionado con el vínculo de los promotores con el Estado u otras instancias. En la bibliografía revisada no se ha encontrado una clasificación alrededor, por lo cual proponemos la categorización según los siguientes criterios: la forma de gestión, es decir la cooperación con el Estado, con la población y sus recursos o la autogestión propiamente dicha. En otras palabras, la taxonomía que puede describir estas prácticas se clasifica en: prácticas con cooperación pública, prácticas de participación colectiva y prácticas de autogestión. La Tabla 3 caracteriza estos tres tipos incluyendo actores, escalas, origen de la financiación y emplazamiento de las prácticas.

TABLA 3 - TAXONOMÍA DEL URBANISMO ALTERNATIVO 

Prácticas con cooperación pública Prácticas de participación colectiva Prácticas de autogestión
Tipos Acupuntura Urbana, Urbanismo participativo.

Urbanismo táctico, Urbanismo colaborativo

Urbanismo emergente

Urbanismo hecho a mano Placemaking

Urbanismo Do It Yourself

Urbanismo de guerrilla

Urbanismo adaptativo

Urbanismo insurgente

Pop-up urbanism

Park (ing) Day

Bricolaje urbano

Arquitectura directa

Características generales

Alianzas público-privadas, aproximación holística, acción medianamente rápida.

Proceso burocrático.

Creación colectiva de grupos medianos y réplica de prototipos, acción rápida Creación colectiva de grupos pequeños. Autogestión y rechazo a la participación del Estado
Actores Estado-Intermediarios-Población organizada Intermediario/ Población organizada Población organizada/grupos pequeños o individuos
Nivel de especialidad requerida (actores) Conocimientos técnicos necesarios, participación indispensable de profesionales. Conocimientos técnicos necesarios Interés por participación. Prevalencia de iniciativas. Conocimientos técnicos no indispensables
Escala de Intervención Grande y mediana Mediano y pequeño Siempre pequeño
Financiamiento Con financiamiento privado/público Puede ser autofinanciado o presentar financiamiento público /privado Autofinanciamiento
Ubicación espacial Espacio privado/público Espacio público Espacio público

Fuente: Elaboración propia (2021).

Para precisar en las características, abajo se distinguen las particularidades de los tres tipos indicados, así como las condiciones de diferenciación entre sus características generales.

Prácticas con cooperación pública: Corresponde con aquellas intervenciones cuyo germen puede ser las alianzas de tipo público privada, suelen tener una aproximación más holística en sus obras, aunque no logran actuaciones muy rápidas, porque su vínculo con el sector público o el sector privado obliga a seguir procesos burocráticos de aprobación y gestión, principalmente cuando se trata del Estado. Los actores son responsables de las ideas de intervención en el espacio público, pero también espacio privado, en función a los intereses y prioridades de los actores principales. El nivel de conocimientos técnicos define la envergadura y forma de materialización de las intervenciones. Este tipo se caracteriza también porque los actores principales tienen normalmente especialistas con conocimientos técnicos especializados (tecnócratas), aunque pueden participar también entidades privadas con un rol similar a la del Estado. La población organizada participa de estas iniciativas como una suerte de actores de respaldo, pero también de legitimación de las iniciativas. Las ideas de intervención no necesariamente son resultado de la coordinación entre los actores y en muchos casos resulta iniciativa sólo del Estado o sector privado porque ellos son quienes financian las intervenciones. En este tipo de prácticas la escala suele ser grande (no monumental) o mediana. Los tipos de urbanismos relacionados pueden ser la acupuntura urbana y el urbanismo participativo, que suele corresponder también con una metodología además de un tipo de intervención.

Prácticas de participación colectiva: Se originan en la creación colectiva entre grupos y especialistas, es decir artistas, activistas, arquitectos especialistas que suelen poseer los conocimientos técnicos que no son indispensables y otros que lideran el proceso junto con grupos de población medianos. Se caracteriza además por la réplica de prototipos y la acción rápida, hecho que condiciona su escala mediana o pequeña de intervención principalmente en espacio público. En este tipo de intervención es fundamental la participación del especialista quien cataliza la iniciativa y funge de líder comprometido que articula con la población organizada, sus iniciativas y expectativas. En esta relación no se visibilizan las jerarquías y las responsabilidades parecen ser recíprocas. A diferencia del tipo anterior, aquí el financiamiento de entidades públicas o privadas no es indispensable, pero es posible y más bien los recursos suelen provenir de la colaboración y aporte de los participantes. Los tipos de urbanismo que coinciden con esta descripción son el urbanismo táctico, urbanismo colaborativo, urbanismo emergente, urbanismo hecho a mano y el placemaking

Prácticas de autogestión: Son ejercicios de creación colectiva o co-creación entre grupos pequeños y/o individuos. Se centra en la autogestión y autofinanciamiento de las iniciativas y rechazo a la participación del Estado, porque precisamente su acción apunta a la crítica contra éste y/o algunas de sus actividades. En este tipo es normalmente la población organizada en pequeños grupos e incluso individuos los responsables de las intervenciones, he ahí el carácter de la pequeña escala de sus intervenciones. Aunque son los activistas quienes normalmente lideran los equipos, los conocimientos técnicos no son indispensables, sino que pesa más el interés por participar de las iniciativas y el nivel de compromiso, además del trabajo durante la intervención. Las prácticas se ubican en el espacio público normalmente, con un carácter crítico o poco indulgente con la desidia del Estado y hegemonía del capital en el espacio urbano. Los tipos de urbanismos que corresponden con esta descripción son el Urbanismo Do It Yourself, el urbanismo de guerrilla, el urbanismo adaptativo, el urbanismo insurgente, el pop-up urbanism, park (ing) day, el bricolaje urbano y la arquitectura directa.

Mediante el uso de estas categorías, los acápites posteriores reflexionarán las condiciones de las prácticas urbanas bolivianas.

3. LAS PRÁCTICAS URBANÍSTICAS EN BOLIVIA

Las prácticas urbanísticas de las ciudades dentro de Bolivia comienzan a principios del siglo XX, resultado de los avances tecnológicos, la aparición del automóvil, la migración extranjera y la institucionalización de los gobiernos locales. Los primeros proyectos de planificación urbana se desarrollaron en la sede de gobierno a través de proyectos emblemáticos como la apertura de la avenida Central (1913 y 1935), el barrio de Miraflores (1927 y 1929), la apertura de la avenida Camacho (1935 y 1941), así como la construcción del primer conjunto de viviendas de interés social [45].

Más allá, es recién entre 1940 y la actualidad cuando se implementaron una serie de paradigmas urbanísticos (ver Tabla 1) a través de instrumentos y planes que adelante mencionaremos mediante un recorrido por cinco etapas relacionadas con los tipos de urbanismos y prácticas referidas antes.

3.1. Primera etapa

En este periodo se generan las primeras transformaciones en las características físicas de las ciudades y la vida urbana resultado de la implementación del urbanismo moderno, producto de una fuerte influencia europea que llegó a América Latina a principios de la década de 1940. Este periodo se caracterizó por la definición de acciones, reglas sencillas y estables que organizaban el espacio urbano a través de la zonificación, llegando a simplificar las actividades urbanas en cuatro funciones: la circulación, la residencia, el ocio y el trabajo. Este enfoque, revolucionario para su época, se aplicó a través de los planes reguladores para todas las ciudades capitales del país2.

El objetivo de un Plan Regulador era organizar espacialmente el desarrollo urbano de las ciudades, promoviendo un crecimiento en armonía con las necesidades sociales y económicas, al igual que la prevención de los impactos ambientales que se pudieran generar con éstas [46]. Estas herramientas permitían formular alternativas ante las externalidades de la época, para así internalizar los efectos externos de la manera óptima. Este tipo de planes fueron basados en la gestión a través de normas y disposiciones rígidas y estáticas carentes de mecanismos de asimilación de situaciones cambiantes. Sus resultados fueron escenarios suburbanos con importantes niveles de segregación socio espacial y desigualdad.

Esta herramienta demostró poseer un éxito reducido por su enfoque en la planificación física, desconoció aspectos fundamentales como la programación económica y financiera, resultó poco flexible y sin márgenes a la discusión de otras alternativas de gestión. A finales de la década de 1970 empezaron a notarse los efectos de este tipo de planes, el carácter segregativo de las ciudades, así como su poca compatibilidad con las situaciones políticas y sociales que caracterizan la etapa.

3.2. Segunda etapa

Este segundo periodo emplazado entre las décadas de 1960 y 1970 aproximadamente, es resultado de una fuerte crítica a la constante desigualdad, la fragmentación y a la segregación social producto del enfoque del urbanismo moderno. Harvey [47] afirmaba que el urbanismo moderno aportaba soluciones temporales de tipo capitalista, y que solo promovían el incremento de la producción, el consumo y la acumulación. En respuesta a estos fenómenos, el urbanismo sociologista, influenciado por el pensamiento neo marxista, apareció en el escenario.

El nuevo urbanismo de carácter más social se materializó a través de planes directores, planes socio urbanos y planes de desarrollo urbano, los cuales buscaban un nivel de participación más elevado. Los planes directores se caracterizaron por ser instrumentos de escala intercomunal de mediano y largo plazo en temas de uso de suelo, equipamientos urbanos e infraestructura [48]. Poseían una gran influencia del modelo de ciudad jardín, vivienda racionalista, regularidad de formas, zonificación de uso de suelos y sobre todo, los grandes sistemas viales dentro las zonas residenciales. Mientras que los Planes Socio Urbanos, únicos en la región, fueron instrumentos dirigidos a salvar los déficits habitacionales y la falta de tierras para el uso urbano en las periferias. Estos planes son relevantes porque dejan ver en la década de 1970 los primeros problemas de informalidad. Los planes de desarrollo urbano tenían como característica principal la articulación ciudad-región, tomando en cuenta aspectos físicos, sociales, económicos y otros [49].

Entre las ciudades bolivianas que desarrollaron este tipo de herramientas, resaltan la ciudad de Cochabamba cuyo plan director fue implementado a fines de los ochenta y consolidó todo el sistema vial regional, quiso mantener el uso de suelo agrícola, pero no logró su cometido, resalta la ciudad de Santa Cruz que realizaría los seguimientos, evaluaciones, revisiones y ajustes necesarios para crear un Plan de Uso de Suelos, mismo que en el año 1969 definiría la franja de equipamientos entre el tercer anillo interno y el tercer anillo externo, para luego ampliarse al cuarto anillo durante el año 1972 y finalmente la creación de dos planes directores a inicios del año 1977 y finales de 1995. Por último, está la ciudad de La Paz que en el año 1977 firmó los contratos que iniciarían la elaboración del Plan de Desarrollo Urbano con el fin de moldear una ciudad funcional y óptima, sin embargo, éste no pudo aplicarse debido a los cambios de gobierno y plena dictadura.

Tanto el Plan Director, el Plan Socio Urbano y el Plan de Desarrollo Urbano demostraron mayor eficiencia en su aplicación debido a que no suponían guías rígidas, al contrario, se posicionaron como instrumentos orientadores y de abierta participación, contrarios a los planes reguladores.

3.3. Tercera etapa

En esta tercera etapa el concepto y enfoque de la planificación urbana sufre una transformación completa. Ligada principalmente al modelo económico neoliberal, la ciudad es dejada de lado por el Estado y coloca al mercado como principal regulador de las relaciones socioeconómicas, la administración de recursos estratégicos y de servicios básicos. Esta reducción del Estado provocó que la responsabilidad económica y la administración de los recursos naturales y los servicios pase a manos del sector privado. En Bolivia resalta el cierre de COMIBOL que tuvo efectos demográfico-territoriales, generó una gran migración minera-campesina y el crecimiento de las áreas urbanas. El aspecto importante de esta etapa en la década de 1990 fue la creación de una nueva institucionalidad que redujo lo urbano como espacio de planificación y gestión, y transfirió responsabilidades de gestión y administración a gobiernos locales, obligándolos a desarrollar planes del tipo socio económico y territoriales con muy poca incidencia en lo urbano.

Paralelo a esto, todo lo referente a la urbanización pasó a depender principalmente de la iniciativa privada e informal, teniendo como resultado proyectos urbanos de corto plazo desvinculados de los planes mayores y promoviendo un escenario urbano fragmentario.

Este nuevo enfoque institucional y de urbanismo de proyectos, parte de las lógicas del mercado que se implementaron, dio como resultado un par de instrumentos propuestos por el Estado, los Planes de Desarrollo Económico y Social que dependían de un sistema de planificación y la iniciativa del Proyecto de Apoyo a la Aplicación de Políticas en Asentamientos Humanos que no llegó a aprobarse oficialmente, pero creó una batería de sub-instrumentos adelante mencionados.

Los planes de Desarrollo Económico y social, representaron las primeras herramientas que trajeron tres niveles de planificación y gestión: el nivel nacional (planes generales de desarrollo económico y social), el nivel departamental (planes departamentales de desarrollo económico y social) y el nivel municipal (planes de desarrollo municipal). La principal característica de estos instrumentos fue la inclusión de factores económicos, sociales, ambientales y espaciales, interpretadas a través de análisis, diagnósticos y propuestas, promoviendo el concepto de crecimiento económico y equidad social [50].

La iniciativa Proyecto de Apoyo a la Aplicación de Políticas en Asentamientos Humanos, fue propuesta por el Ministerio de Vivienda y Servicios Básicos a través del programa de desarrollo municipal (PRODEMU), tuvo apoyo del Banco Mundial y formuló once guías técnicas orientadas en la caracterización y ordenamiento de las áreas urbanas y su vinculación con el ordenamiento territorial. El programa propuso además tres instrumentos de planificación clasificados en función al número de habitantes de asentamientos humanos: Esquema de crecimiento, Modelo de ordenamiento y Plan director. Estos instrumentos tenían el objetivo de articular la planificación urbana y el ordenamiento territorial, sin embargo, su aprobación no fue posible.

3.4. Cuarta etapa

En esta cuarta etapa surge el denominado urbanismo de estrategia, gestión y proyectos que incluyó dimensiones ambientales y de relación entre la ciudad y los fragmentos. Éste reemplazó la lógica de la planificación urbana por las herramientas de ordenamiento territorial y planes sectoriales que no llegaron a considerar la integralidad urbana, generando un aumento de asentamientos informales y edificaciones fuera de norma. El fenómeno de la informalidad identifica esta etapa, la cual no sólo se caracteriza por cobijar condiciones precarias de hábitat, sino porque promueve lógicas de acumulación de suelo a través del mercado y el avasallamiento, entre otros, redimidos a través de la regularización. Otro hecho importante a relevar en esta etapa es la multiplicación de prácticas de autogestión de servicios, infraestructuras y pequeños equipamientos en barrios medios y precarios, sin participación del Estado que también podrían ser reflexionados como ejercicios urbanísticos alternativos. En el ámbito formal, es la iniciativa privada a través de grandes proyectos inmobiliarios, la que ha reemplazado al Estado respecto la gestión territorial. Revísese el caso de Santa Cruz de la Sierra y los grandes emprendimientos inmobiliarios.

Los Planes de Ordenamiento Territorial de este periodo según sus promotores, están dirigidos a organizar los usos de suelo desde una perspectiva productiva según la potencialidad de los suelos y dirigidos a lograr una adecuada ocupación del territorio como parte del sistema nacional de planificación y los planes socio económicos.

Sin embargo, sin una evaluación sobre el impacto y avance de los casi 20 años de planes de ordenamiento territorial, el año 2016 un nuevo sistema denominado Sistema de Planificación Integral del Estado (SPIE) hoy vigente se instauró, el cual pretendería integrar dimensiones socioeconómicas y territoriales mediante un nuevo Plan Territorial de Desarrollo Integral (PTDI) cuyo objetivo es alcanzar el Vivir Bien y la armonía con la madre tierra. Desde 2016 se elaboraron más de 300 PTDI, pero en 2022 una nueva etapa de este tipo de planes se inaugura sin la previa evaluación de la primera generación.

Finalmente este recorrido permite ver que la planificación urbana en el país en manos de la gestión municipal, no ha podido responder de forma eficiente a las necesidades urbanas, enfrentándose a una realidad mucho más compleja que presentan marcadas contradicciones y desigualdades [51]. Es decir que el modelo actual de planificación municipal, al no tener como prioridad el desarrollo urbano, genera una brecha importante entre las necesidades reales de la población y las prioridades de la inversión municipal.

La ciudad boliviana que este proceso ha engendrado se caracteriza entonces por la segregación y desigualdad socioespacial, donde el mercado determina sus prioridades y define las condiciones del orden urbano, caracterizadas por la mercantilización del espacio público y el suelo urbano principalmente.

3.5. Quinta etapa

Aunque no es claro aún si se trata de un nuevo periodo, más allá de las prácticas informales de autoproducción mencionadas, los últimos años se ha identificado un conjunto de acciones y movimientos colectivos ciudadanos, que buscan recuperar la ciudad basándose en las tesis del Derecho a la Ciudad con enfoque participativo y de autogestión de una serie de intervenciones que nosotros hemos denominado “urbanismo alternativo”, por representar, para los promotores, la opción y alternativa a los paradigmas anteriores.

Esta corriente que en Bolivia habría nacido a inicio de la década de 2010 impulsada por colectivos catalanes, parece representar respuesta a los fracasos de las anteriores prácticas urbanísticas y la desidia del Estado respecto a la mejora de condiciones de vida en la ciudad. Esta forma de pensar y hacer el urbanismo tiene alrededor de diez años, pero es recién desde el año 2016 cuando sus promotores, organizaciones y colectivos ciudadanos se hacen más visibles (ver figura 1) por su actuación de manera puntual, a corto plazo y sobre el espacio público de las ciudades.

Fuente: Elaboración propia.

Figura 1: Desarrollo de las principales intervenciones de urbanismo alternativo según promotores 

Los estudios sobre estas prácticas son inexistentes en Bolivia, por lo cual el siguiente acápite presenta un primer registro de éstas desde el año 2011 hasta el año 2020 dejando ver su vertiginoso crecimiento desde 2014, así como el interés de la ciudadanía por desarrollarlas.

4. LOS URBANISMOS ALTERNATIVOS EN BOLIVIA

Este acápite expone, describe y clasifica el conjunto de prácticas de urbanismo alternativo en Bolivia recopiladas entre los años 2011 y 2020. Se trata de una aproximación que compendia los casos cuya característica principal es y fue la intervención a través de propuestas arquitectónicas y/o urbanas claramente definidas y materializables en dos y tres dimensiones mediante obras constructivas e instalación físicas. Deja al margen aquellas intervenciones cuya característica es el uso de la pintura en forma de murales y arte urbano porque pueden ser clasificadas como intervención artística y no necesariamente reconfiguran, designan, o revitalizan un espacio público. Tal el caso de la mayoría de las intervenciones realizadas por Los amigos de la ciudad de Tarija, o el colectivo Arterias Urbanas de Santa Cruz.

El apartado deja ver también la metodología desarrollada para el logro de intervenciones y sus características, revisa los aspectos contextuales y a través de la descripción general propone lograr una comprensión mayor de las intervenciones haciendo referencia a los actores, la escala y las características físicas, sociales, y económicas de cada caso.

La exposición está organizada en función a los fines que estas prácticas han perseguido, cerrando con una reflexión alrededor de sus coincidencias o divergencias con las nociones de la sección teórica.

4.1. Metodología

A través de un trabajo desarrollado entre los años 2019 y 2020 cofinanciado por el Proyecto mARTadero de la ciudad de Cochabamba, se lograron registrar 38 intervenciones de urbanismo alternativo en siete ciudades capitales de Bolivia: La Paz, El Alto, Cochabamba, Santa Cruz, Tarija, Sucre y Trinidad, mientras que en las ciudades de Oruro y Cobija no se encontraron estas prácticas, sin afirmar que en estás jurisdicciones no se hayan realizado estos ejercicios con anterioridad.

La metodología seguida constó de cinco etapas: Preparación de la investigación y revisión documental, visita de sitios, estudio de la muestra, análisis y sistematización de la información y redacción de resultados.

Ante la ausencia de un registro de las obras de urbanismo alternativo, tampoco una organización que agremie a los promotores, la etapa preparativa y de revisión documental consistió en el rastreo general de obras y activistas a través de redes sociales, luego mediante la participación en eventos temáticos, contacto con promotores y acceso a sus redes en distintas ciudades. Los primeros contactos y el acceso a documentos lograron un listado inicial de obras de urbanismo alternativo en las ciudades, así como un registro de fotografías de varias de las obras luego de su conclusión. Este listado permitió conocer las características de las intervenciones, la programación de visitas, así como el empadronamiento de más de una decena de promotores dedicados total o parcialmente a estas prácticas, entre los cuales sobresalen colectivos de activistas, cooperación internacional, universidades y sector público.

La etapa de visita de sitios permitió conocer la situación de las obras, sus características y sus impactos a través de la inspección, la entrevista a sus promotores, reuniones con vecinos, el registro fotográfico de la situación actual, además de la elección de la muestra de estudio.

La etapa estudio de la muestra, fue resultado de la visita y los contactos realizados, que permitió elegir catorce intervenciones para estudio pormenorizado de acuerdo con los criterios siguientes:

  • La existencia de la intervención o información suficiente que pueda responder al objetivo.

  • Emplazamiento en espacio público o de acceso público.

  • La posibilidad de contar con documentación sobre su origen que permita comparación y valoración del desarrollo de la intervención en el tiempo.

  • Que haya sido producida por iniciativa no vinculada al Estado, sin importar su participación.

  • La posibilidad de comparación con la situación actual de la zona de emplazamiento.

El análisis de las catorce intervenciones se desarrolló a través de las variables e indicadores siguientes (Ver Tabla 4): Las primeras tres variables describen los rasgos identificativos, de situación y metodología aplicada. Las siguientes tres caracterizan la intervención de forma física, social y económica.

Finalmente, la etapa de producción de resultados permitió primero la confección de un documento parcial de tesis a cargo de Andrés Escobar y posteriormente a la redacción de este artículo entre los autores.

TABLA 4 - VARIABLES E INDICADORES PARA ANÁLISIS 

Variable Indicador
Identificación Nombre de intervención
Lugar
Descripción
Diagnóstico Problemas previos a la intervención
Propuesta de cambio
Potencial de la intervención
Metodología Descripción
Técnicas empleadas en la intervención
Materiales usados para la intervención
Proceso de diseño
Características físicas Medidas
Capacidad del espacio
Mobiliario
Vinculación al espacio
Fotos de situación antes y después
Duración
Características sociales Actividades que se desarrollan
Beneficios generados
Beneficiarios
Servicios disponibles
Características económicas Financiamiento popular
Financiamiento municipal
Financiamiento de otras organizaciones
Costo de intervención

Fuente: Elaboración propia (2021).

4.2. Repertorio de prácticas y promotores

A través de la revisión documental, un sondeo general y el trabajo de campo se logró registrar que en el plazo estudiado (2011-2020), un total de treinta y ocho intervenciones habrían sido realizadas, de las cuales a la conclusión de este estudio trece se mantenían en vigencia. Se identificó también la existencia de trece colectivos o agrupaciones promotoras de intervenciones urbanas, algunas con dependencia de otras instituciones y otras independientes que trabajan autogestionariamente o a través de sinergias coyunturales. De los registrados, hasta el año 2020, sólo cinco grupos promotores seguían desarrollando intervenciones con algún nivel de regularidad.

El estudio corroboró también que una serie de instituciones privadas y públicas han coadyuvado a través de la colaboración, financiamiento o soporte de diferentes instancias. De éstas resaltan la Alianza Francesa de La Paz, la Fundación Imagen de Cochabamba y la ONG Misereor; igualmente universidades como la Universidad Privada Boliviana de Cochabamba o la Universidad Privada del Valle de Trinidad, o la iniciativa Revolución Jigote de Santa Cruz y el CEDURE, así como la iniciativa Sucre Urbanismo Táctico (SUT). Sobresale también algunas prácticas desarrolladas por la alcaldía de La Paz y la alcaldía de Cochabamba, instituciones públicas que de diferente forma han promovió este tipo de ejercicios.

La Tabla 5 compila las 38 intervenciones mencionadas junto con su situación actual (existencia verificada, inexistencia verificada, o existencia no determinada), el año de implementación, el tipo de práctica según las referencias previas y las instancias o colectivos responsables.

TABLA 5 - INTERVENCIONES URBANAS EN ESPACIOS PÚBLICOS DE CIUDADES DE BOLIVIA 

Intervención Existencia Año Denominación según promotores Promotores/responsables
Tarija
1 Av. La Paz Si 2014 Urbanismo Táctico Los amigos de la ciudad
2 Arbolibros No Urbanismo de autogestión
3 Pintado de pasos peatonales Parcial
4 Columpios en parques No
5 Catedral No
6 Señalización barrio Miraflores Si
7 Intervenciones con pintura a infraestructura urbana Si
8 Canchas No
9 Ciclovías No Urbanismo de autogestión y/o urbanismo táctico
Santa Cruz
10 Parque frente a UE Julia Jiménez No 2016 Urbanismo Táctico Revolución Jigote
11 Senderos vivos Parcial 2018 Nómada Urbana
12 Plaza estudiante No
13 Plaza periodista No
14 Barrio uv 23 atrás de Bimodal No
15 Caminatas Jane's Walk No
16 El Contenedor Si 2017 Arterias Urbanas
Sucre
17 Barrio Bolivia Parcial 2018 Urbanismo Táctico Sucre Urbanismo Táctico (Sinergia entre colectivos e instituciones
18 Barrio 25 de mayo Parcial
19 Av Las Américas, foodtrucks No
20 Ingreso Universidad No
La Paz
21 Barrio Chualluma Si 2018-2019 Urbanismo Táctico / Acupuntura Urbana Vecinos de Chualluma, Knorke Leaf, y Alcaldía de la Paz
22 Parada de metro Sopocachi Si 2016 Acupuntura Urbana Alianza Francesa
23 Mirador de Irpavi Si 2019 Colectivo Radical
24 Calle de la felicidad Parcial 2015 Urbanismo de autogestión y/o urbanismo táctico Boa Mistura y Dirección de cultura ciudadana
25 Av. Juan José Tórrez No S/info Urbanismo Táctico Alcaldía de La Paz
26 Plaza del Estudiante No S/info
27 C. José Aguirre Achá No S/info
El Alto
28 Sombras Chiwiñas No 2011 Urbanismo de autogestión y/o urbanismo táctico Pendiente 45, Basurama y otros
Cochabamba
29 Pasaje San Rafael Si 2016 Acupuntura Urbana Taller de Acupuntura Urbana
30 Parque Ollantay Si 2014 - 2019
31 Colina de asientos Si 2019 Urbanismo Táctico
32 Biciparqueos Si

33

34

35

Caminatas Jane's Walk

Parklet

Plazuela del Granado

No

Si

Si

Trinidad
36 Mercado 1 No 2017 Urbanismo Táctico Estudiantes UPB y Univalle
37 Mercado 2 No
38 Paso peatonal No

Fuente: Elaboración propia (2021).

La Tabla 5 deja ver que las mayores intervenciones se han realizado en las ciudades de Tarija y La Paz, luego Santa Cruz y Cochabamba. Las obras en Trinidad y Sucre son las menores y en la primera ciudad no corresponden con el ejercicio de algún colectivo en particular, sino son resultado de experiencias puntuales de iniciativas universitarias. Del cuadro resalta también que la mayoría de las intervenciones son calificadas por sus promotores como urbanismo táctico y en segundo lugar acupuntura urbana con unos niveles de autogestión importantes, que no coinciden totalmente con las referencias del marco teórico.

Por otro lado, se han registrado prácticas desde el año 2011 en la ciudad de El Alto, sugiriendo que fue en esta jurisdicción donde habría empezado el urbanismo alternativo, aunque desarrolladas de forma puntual y en un sólo momento. En ciudades como La Paz, Santa Cruz y Cochabamba las intervenciones han tenido una frecuencia mayor desde el año 2014, mientras que en ciudades como Tarija o Trinidad las acciones han sido desarrolladas en momentos específicos dejando ver su característica coyuntural. Resalta que en los casos de Tarija y Cochabamba las prácticas han sido y son iniciativa de un sólo colectivo. En la primera ciudad sobresale “Los amigos de la ciudad”, un grupo activo en 2014, mientras que en la segunda ciudad sobresale el Taller de Acupuntura Urbana (TAU) que trabaja sostenidamente también desde 2014. En el resto de las ciudades excepto Trinidad, las intervenciones fueron resultado de sinergias de grupos o iniciativas de individuos activistas donde sobresalen SUT en Sucre, Colectivo Radical, Boa Mixtura, Pendiente 45, Basurama y otros en La Paz y El Alto, Nómada urbana, Arterias urbanas o Revolución Jigote en Santa Cruz, entre otros. En la Tabla 6 se pueden ver las características de algunos de los promotores.

TABLA 6 - COLECTIVOS DE PROMOTORES DE INTERVENCIONES DE URBANISMO ALTERNATIVO 

Colectivo/promotores Características
Los amigos de la ciudad (Tarija) Es un grupo que contribuyen en su fortalecimiento, dando lugar al debate sano y constructivo de situaciones que afectan a quienes viven en Tarija. Procuran la acción de los vecinos, sin fines políticos, sin interés partidario, para identificar con claridad y objetividad las carencias, las buenas o malas decisiones tomadas por las autoridades para subsanarlas.
Nómada Urbana (Santa Cruz)

Es un equipo que trabaja el urbanismo táctico, la participación y empoderamiento ciudadano desde talleres de experimentación social hasta laboratorios ciudadanos, cuenta con el apoyo institucional local, nacional e internacional fomentado por la autogestión.

Asimismo, desarrolla consultorías de iniciativa privada para el uso innovador de espacios públicos y privados.

Arterias Urbanas (Santa Cruz)

Es un colectivo que reúne a artistas de diferentes manifestaciones cuyo objeto es interactuar en espacios públicos y llevar el arte hacia la gente, a espacios abiertos y periféricos, para contribuir al desarrollo artístico e integral de Santa Cruz.

Desde 2009, pretende ampliar el acceso a la cultura y de implementar proyectos que actúan con la población y su alrededor.

Sucre Urbanismo Táctico (Sucre)

Fue un seminario - workshop que buscó relevar el compromiso del Colegio de Arquitectos de Chuquisaca para el desarrollo urbano de Sucre y las relaciones entre el habitar y el territorio, vinculando valores ecológicos, sociales, y culturales. Su objetivo fue reflexionar los nuevos desafíos que enfrenta la arquitectura y el diseño urbano, en escenarios de poca transformación y dinamismo, sin inversión en proyectos urbanos, insostenibles, con falta de visión y fundamentalmente sin la participación de la sociedad.

El Workshop centró su mirada en el urbanismo táctico, el place-making y el ¨everyday urbanism¨. La idea fundamental fue trabajar en el espacio público a través de un análisis/diagnóstico, una propuesta plasmada en un diseño urbano a escala barrial con pequeñas intervenciones tácticas ¨in situ¨ de bajo costo, pero creativas y llamativas para poder lograr impacto en la población.

Colectivo Radical (La Paz) Se trata de un grupo de arquitectos enfocados en armar un cuerpo de pensamiento colectivo a través de la reflexión de resultados matéricos.
Pendiente 45, Basurama y otros (El Alto)

Pendiente 45 fue un grupo de cuatro arquitectos con intereses múltiples en la arquitectura, diseño urbano, fotografía, diseño gráfico, investigación y arte digital comprometido con la ciudad de La Paz y el país.

Basurama es un colectivo nacido en la Escuela de Arquitectura de Madrid, dedicado a la investigación, creación y producción cultural y medioambiental fundado en 2001 que ha centrado su área de estudio y actuación en los procesos productivos, el trabajo con desechos y las posibilidades de éstas en coyunturas contemporáneas. Ha realizado más de cien proyectos en cuatro continentes, tiene su base en Madrid.

Taller de acupuntura urbana (Cochabamba) Es un dispositivo permanente de investigación, reflexión y acción que posibilita células que, resignifican puntos neurálgicos de la historia y la ciudad. Realizan “ARTentados” mediante “guerrillas de acción urbana”. Está, conformado por arquitectos urbanistas y estudiantes, artistas visuales, comunicadorxs, gestores culturales, vecinos, artistas urbanos, mosaiquistas, sociólogos, y otros. Acometen creativamente y cualifican el tejido urbano resignificando su patrimonio material e inmaterial, sanándolo en lo posible como “organismo”, con el objetivo de contribuir a su mejora tangible e intangible.

Fuente: Elaboración propia (2021).

4.3. La finalidad, el estado y la situación de las intervenciones

El acápite siguiente tiene por objeto describir y explicar la finalidad, el estado y situación de las obras de intervención de urbanismo alternativo según el estudio pormenorizado de catorce obras elegidas mediante la aplicación de los criterios indicados en el acápite metodológico (ver Tabla 4). La exposición a través de la Tabla 7 se organiza en función a la ciudad donde se encuentra o encontraba la obra, el tipo de intervención, su presencia (existencia o no), su año de intervención y el tipo de urbanismo desarrollado según sus promotores.

TABLA 7 - MUESTRA DE INTERVENCIONES URBANAS Y CARACTERÍSTICAS DE LOS PROMOTORES 

Intervención Ciudad Existencia Año Tipo o denominación Promotores/ Colectivo
1 Av. La Paz Tarija Si 2014 Urbanismo Táctico Los amigos de la ciudad
2 Senderos vivos Santa Cruz Parcial 2018 Urbanismo de autogestión y/o urbanismo táctico Nómada Urbana
3 El Contenedor Si 2017 Arterias Urbanas
4 Barrio Bolivia Sucre Parcial 2018 Urbanismo Táctico Sucre Urbanismo Táctico
5 Barrio 25 de mayo Parcial
6 Av Las Américas, foodtrucks No
7 Ingreso Universidad No
8 Mirador de Irpavi La Paz Si 2019 Urbanismo de autogestión y/o urbanismo táctico Colectivo Radical
9 Sombras Chiwiñas El Alto No 2011 Urbanismo de autogestión y/o urbanismo táctico Pendiente 45, Basurama y otros
10 Pasaje San Rafael Cochabamba Si 2016 Acupuntura Urbana Taller de acupuntura urbana
11 Parque Ollantay Si 2014 - 2019
12 La Colina Si 2019 Urbanismo Táctico
13 Parklet Si
14 Plazuela del Granado Si

Fuente: Elaboración propia (2021).

Aunque la intervención de la ciudad de El Alto, los foodtrucks de la avenida América e ingreso a la universidad en Sucre ya no existen, el acceso a información respecto sus finalidades y características, permitió tomar en cuenta estas intervenciones.

Del análisis de la información de los casos estudiados, las intervenciones referidas pueden clasificarse en tres: 1) intervenciones para la reconfiguración o designación del espacio a través de dispositivos fijos, 2) Intervenciones para la reconfiguración o designación de espacio a través de mobiliario o dispositivos móviles, 3) Intervenciones para la revitalización del espacio público.

En ese orden el apartado siguiente desarrolla la exposición de los casos haciendo referencias contextuales de las iniciativas, menciona la problemática general, las condiciones de la intervención, así como su situación actual. Para este último punto se ha logrado en la mayoría de los casos fotografías de las intervenciones al concluir la obra y en la actualidad.

4.3.1. Intervenciones para reconfigurar o designar un espacio a través de dispositivos fijos

Esta primera clase de intervención tiene por finalidad cambiar algún aspecto conflictivo del espacio público o salvar alguna necesidad o ausencia a través de la implementación de una obra o mediante el colocado de dispositivos fijos que permitan reconfigurar o demarcar el uso de un espacio público. Este tipo de intervención se materializa en obras de dos y tres dimensiones. En dos dimensiones a través del pintando superficies horizontales o verticales, de manera que no solo se utilicen las superficies como lienzos de arte urbano sino como soportes de nuevas designaciones espaciales. En tres dimensiones mediante la añadidura objetos fijos en el espacio intervenido sin que estos lleguen a tener la utilidad o función de mobiliario urbano necesariamente.

Las intervenciones de la muestra que coinciden o coincidieron con esta clasificación fueron la rotonda y pasos peatonales en el ingreso a la Universidad San Francisco Xavier de Sucre, el área de foodtrucks en la avenida Las Américas, la plaza del barrio 25 de mayo y el área de juego en barrio Bolivia todas en Sucre, la iniciativa Senderos Vivos en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, y las Sombras Chiwiñas de El Alto.

TABLA 8 - ROTONDA Y PASOS PEATONALES INGRESO A LA UNIVERSIDAD SAN FRANCISCO XAVIER DE SUCRE - USFX 

Promotores: Sucre Urbanismo Táctico

Pormenores: Se contó con el apoyo del gobierno municipal de Sucre. Funcionarios cerraron las calles durante un fin de semana de realización de la obra.

Problemática: El ingreso a la USFX ubicado entre las calles Destacamento 317 (de doble sentido) y Nataniel Aguirre no presentaba señales viales e impedía a los peatones cruzar entre calles por la frecuencia del paso de vehículos y los frecuentes accidentes sucedidos. El conflicto se acrecentaba por la existencia de puestos de venta de comida en el ingreso a la USFX, cuyo espacio de uso peatonal era ocupado como estacionamiento de automóviles.
Vista de la rotonda y área de comidas en el ingreso a la USFX, septiembre de 2019. Intervención: La obra pretendió salvar los problemas indicados a través de intervenir el espacio público con tres elementos: la implementación de una rotonda que distribuya el tráfico de los automóviles, la implementación de paso peatonal para mejorar la seguridad de las personas, y delimitar el sector de puestos de venta de comida para distinguir áreas de estacionamiento y áreas de ocupación de personas. Estos elementos fueron demarcados con pintura, cilindros de prueba de hormigón y un neumático usado.
Mismo sitio en febrero de 2020.

Situación actual: La obra fue removida porque no tuvo el impacto esperado. Los elementos que hacían la rotonda y los separadores entre área peatonal y de parqueo en la zona de ventas, no tenían las dimensiones necesarias, habían sido construidos con pocas piezas y elementos de reducido tamaño que los conductores lograron su retiro.

Según entrevistas, los usuarios y beneficiarios de las obras no se apropiaron de la intervención.

Fuente: Elaboración propia con base a fotografías propias, trabajo de campo (2019-2020).

TABLA 9 - FOODTRUCKS AVENIDA LAS AMÉRICAS EN SUCRE 

Promotores: Sucre Urbanismo Táctico. 2019

Pormenores: Esta intervención se encuentra también en la zona de la USFX. La intervención fue resultado de la decisión de estudiantes para mejorar las condiciones de un espacio frecuentado por ellos.

Problemática: El espacio ocupado por foodtrucks en la av. Las América de Sucre poseía un espacio poco adecuado para sus fines, carecía de un orden que permitiera que los clientes pudieran sentarse y disfrutar su tiempo de comida, así como el espacio perimetral para peatones era inexistente tomando en cuenta el alto tráfico y accidentalidad de la zona.
Vista del cruce peatonal y ordenamiento de área foodtrucks, septiembre de 2019. Intervención: La intervención consistió en el ensanchamiento del área de food trucks, por tanto, el acortamiento de la distancia de caminata entre esquinas. De igual forma se reconfiguró el espacio a través del ordenamiento de los carros de comida para lograr mejor acceso y distribución, así como la implementación de pasos peatonales que permitan asegurar el cruce entre esquinas y mejorar la experiencia para el peatón.
Mismo sitio en febrero de 2020. Situación actual: La intervención desapareció al cabo de pocas semanas. Aunque la intervención mejoró las condiciones, los dueños de los food trucks fueron renuentes a la intervención, porque no vieron la conveniencia de tener un espacio tan amplio para sentarse a comer. Para ellos, gran parte de sus clientes llegaban en auto, y los que estaban a pie simplemente se pegaban a los negocios. El tráfico al que estaban habituados los conductores también fue afectado, y en poco tiempo hicieron que las cosas volvieran a funcionar como antes. La pintura se borró lentamente y la intervención desapareció.

Fuente: Elaboración propia con base a fotografías propias, trabajo de campo (2019-2020).

TABLA 10 - PLAZA DEL BARRIO 25 DE MAYO EN SUCRE 

Promotores: Sucre Urbanismo Táctico. 2019

Pormenores: La intervención fue resultado de un análisis desarrollado en el taller de diseño SUT 2019 y realizada con el apoyo de niños y adultos vecinos y usuarios de la plaza del barrio 25 de mayo, quienes participaron en la recolección de materiales, pintado e instalación de los elementos propuestos en los talleres.

Problemática: En el taller de diseño del SUT 2019, se identificó las carencias de espacio público, la falta de elementos de sombra, la ausencia de mobiliario, e inexistencia de juegos y elementos que permitan a la población infantil disfrutar del espacio público.
Colocado de la pérgola de botellas, septiembre de 2019. Intervención: La mejora del espacio público del barrio 25 de mayo consistió en la fabricación de algunas mesas hechas con palets para el uso múlti activo de los niños, el pintado de llanta utilizadas, el pintado de jardineras, suelos y juegos en la cancha, así como la creación una especie de red de botellas plásticas de colores para la generación de sombra en algunas áreas de juegos.
Mismo sitio en febrero de 2020. Situación actual: Según los vecinos de la zona los elementos de la intervención habrían desaparecido en aproximadamente tres semanas, sin gozar de ninguna protección ni cuidado por parte de los beneficiarios. Esta referencia deja ver la reducida apropiación de la obra por los habitantes del barrio 25 de mayo.

Fuente: Elaboración propia con base a fotografías propias, trabajo de campo (2019-2020).

TABLA 11 - ÁREAS DE JUEGO EN BARRIO BOLIVIA EN SUCRE 

Promotores: Sucre Urbanismo Táctico. 2019

Pormenores: El Barrio Bolivia de Sucre se ubica al sureste del cerro Sica Sica, en una zona de pendiente con importantes problemas de movilidad y ausencia de espacios públicos.

Problemática: Por la ubicación del barrio, algunas de sus calles tienen pendientes pronunciadas que implican problemas funcionales sin existir un espacio público para los niños que juegan a la pelota en la calle con las mínimas condiciones.
Jardineras, juegos y pintado de mural en Barrio Bolivia, septiembre de 2019. Intervención: La intervención tuvo dos partes. La primera consistió en el acondicionamiento de una cancha de fútbol a través del uso de palos, piedras, pinturas, llantas en desuso, que permitieron instalar una serie de dispositivos para el juego de niños. La segunda parte consistió en la ocupación del lote de la sede de la junta vecinal a través del plantado árboles para generar sombras, recorridos y calidad espacial a futuro, así como la pintura en el muro perimetral de contención con manos de colores y un mural de arte urbano. Estas acciones pretendían generar espacio público para la población infantil principalmente.
Vegetación crecida, solo quedan los murales. Febrero de 2020.

Situación actual: En la actualidad pocas cosas se han mantenido de ambas intervenciones: en la sede de la junta vecinal los árboles ya no están, las piedras y llantas fueron absorbidas por la vegetación que creció y sólo se mantiene el mural. En la cancha han desaparecido las marcas y los arcos están partidos.

En general no hubo apropiación ni mantenimiento por parte de los vecinos, que no tienen el tiempo e interés por mantener el espacio para los niños. De acuerdo con las entrevistas la intervención en la sede no es de agrado de la población adulta, y prefieren tener una posta de salud, construcción de baños, y otros equipamientos, manifiestan asimismo que el mural no tiene nada que ver con la identidad de la zona y prefieren una wiphala o algo de color azul, en lugar del rostro de niño y el perro que se ven en el mural.

Fuente: Elaboración propia con base a fotografías propias, trabajo de campo (2019-2020).

TABLA 12 - SENDEROS VIVOS EN SANTA CRUZ 

Promotores: Nómada Urbana y el Laboratorio Urbano

Pormenores: El proyecto Senderos Vivos fue una propuesta dirigida a activar calles peligrosas y volverlas espacios seguros y agradables. Entre mayo y junio de 2019, se intervinieron tres cuadras y el parque del barrio Villa Pillín, cerca del Tercer Anillo Externo de la ciudad de Santa Cruz. El Laboratorio Urbano articuló a los vecinos del barrio, Nómada Urbana gestionó el apoyo de Misereor para lograr pintura y palets. El ARU gestionó el apoyo de Tumpar Diseño con la pintura para la realización de los murales de Manifiesto Urbano y el Contenedor exhibió la muestra “Chiquitania Viva”.

Problemática: Muchas calles y pasajes en Santa Cruz tienen largas distancias, están flanqueados por muros ciegos, sin vegetación o iluminación que hacen intransitable su ocupación de forma peatonal y obligan al tránsito en vehículo motorizado para salvar el peligro de éstas, acrecentado por la presencia de pandillas juveniles y ladrones.
Aspecto de las callejas en barrio Villa Pillín, 2018.

Intervención: La intervención tuvo tres etapas: 1) Actividades de socialización, relacionamiento, consulta y mapeo de problemas junto con los vecinos para determinar los tipos de intervenciones más efectivas. 2) El diseño de la intervención y la elección de lugares fue posible por la sinergia entre el CEDURE, Laboratorio Urbano y vecinos en función a sus características y problemática. 3) El colectivo Nómada Urbana permitió la aplicación de metodologías participativas y gestión del proyecto mediante actividades de colaboración entre vecinos, artistas urbanos, colectivos y voluntarios.

La intervención tuvo un componente social y otro físico. El social consistió en actividades como el cine al aire libre, talleres de pintura y dibujo con tizas, así como un encuentro de artistas urbanos en el que participaron niños del barrio y muralistas durante varias jornadas de trabajo en las que el sitio se transformó en una galería de arte urbano. El componente físico consistió en el pintado y montajes gráficos realizados en los pasajes y calles, así como el acondicionamiento de un huerto urbano en el parque del barrio. La vinculación con Arterias Urbanas logró un Manifiesto Urbano.

Caminando entre murales por los senderos vivos, febrero de 2020.
Zona del Parque donde se propuso una huerta barrial, ahora olvidada, febrero de 2020. Situación actual: Luego de un par de meses, las actividades cesaron. En 2020 el barrio volvió a la dinámica anterior, la huerta urbana no ha sido mantenida, pero quedaron los murales en el recorrido de las calles, algunas marcas de las acciones propuestas, así como el recuerdo en los vecinos de la intervención como un hecho momentáneo que no generó un compromiso duradero.

Fuente: Elaboración propia con base a fotografías propias, trabajo de campo (2019-2020).

TABLA 13 - SOMBRAS CHIWIÑAS EN EL ALTO 

Promotores: Basurama

Pormenores: Esta intervención ubicada La Avda Panorámica esquina Calle #8 de Villa Dolores fue parte del proyecto Residuos Urbanos Sólidos que el colectivo español Basurama llevó a cabo entre el 2008 y el 2011 en varias ciudades de Latinoamérica, en las que se promovió la reflexión del papel de la arquitectura y las artes en la dinamización de la ciudad y los espacios públicos, cuestionando el rol de las ciudades como entidades productoras de residuos.

Problemática: El espacio donde se ubicó el proyecto afrontó cuatro grandes problemas, la invasión por actividades privativas; el mercado de verduras al por mayor que viene por el Oeste y las tiendas de campaña que utilizan las brujas por el Este, su uso como lugar de desecho de residuos orgánicos, y su conversión en basurero general (escombrera, basura inorgánica) desde que se llenó de las montañas de piedras que sacaron de la calle para asfaltarla. Fue un espacio en proceso de convertirse en basurero y en conflicto.
Colectivos en acción con Sombras Chiwiñas, 2011. Aspecto final de la intervención, 2011.

Intervención: Basurama coordinó la iniciativa de las Sombras Chiwiñas con los colectivos bolivianos Pendiente 45, Xioz, y La Paz Stencil, contando además con la participación del artista aymara Aymar Copacatty, para lograr la conformación de un espacio de encuentro en un vacío urbano localizado en la zona del Faro Murillo.

Sombras Chiwiñas fue un experimento de arquitectura y urbanismo para crear espacio público bajo las premisas del Buen Vivir y la sostenibilidad. La premisa principal fue la instalación de las chiwiñas a través de materiales de basura con el enfoque de dejar de considerar ésta un residuo y tomarla como materia disponible que puede generar espacialidades a partir de un planteamiento arquitectónico apropiado.

El proyecto se basó en la reocupación de un espacio querido por los vecinos, es decir las rieles del viejo tren abandonado pero con una vista increíble desde el borde de la ciudad, a los pies del Faro Murillo.

Mismo sitio en la actualidad, ahora Paseo Faro Murillo, enero de 2020. Situación actual: En la actualidad las Sombras Chiwiñas no existen más y el lugar fue intervenido por la empresa estatal Mi Teleférico que construyó un conjunto de casetas para los amautas y yatiris que atienden en la zona como parte de las obras complementarias de la Línea Morada del teleférico. Esta obra fue resultado de un proceso de coordinación con vecinos y usuarios del lugar, sobre todo con los amautas que ya se habían asentado y cuentan con personería jurídica.

Fuente: Elaboración propia con base a fotografías propias, trabajo de campo (2019-2020).

4.3.2. Reconfiguración o designación de espacio a través de mobiliario o dispositivos móviles

Esta segunda clasificación tiene por objeto la mejora de las condiciones del espacio público o solución de problemas específicos a través de la implementación de dispositivos móviles que de acuerdo con las necesidades puedan ser desplazados a diferentes lugares y permitan activar relaciones, lograr cambios tangibles o acceso a diferentes servicios culturales, lúdicos y de aprendizaje. Dado que se trata de mobiliario de pequeña o mediana escala, su instalación ha tenido que pasar por procesos de diseño especializado que permita desplazamiento y replica. El resultado es un dispositivo arquitectónico de escala variable, o un conjunto de elementos arquitectónicos y/o urbanos, que se añaden a un espacio público con el objetivo de complementar, suplir o llenar una función y/o actividad ausente en dicho espacio.

Las intervenciones de la muestra que coinciden con esta clasificación fueron el Parklet y la Colina del TAU en Cochabamba, el Mirador de Irpavi en La Paz, el separador de carriles en la Av. La Paz de la ciudad de Tarija y el Contenedor de Arterias Urbanas en la ciudad de Santa Cruz.

TABLA 14 - PARKLET CIUDAD DE COCHABAMBA 

Promotores: Taller de Acupuntura Urbana

Pormenores: El parklet fue la segunda intervención propuesta por el TAU. Esta intervención también estuvo enmarcada en el proyecto “Ciudadanía Creativa y Patrimonio Dinámico” financiado por la Embajada de Francia y respaldado por el gobierno municipal.

Problemática: La calle Jordán donde se ubica el parklet es una vía principal que conecta la universidad pública con el centro de la ciudad. Antes del COVID tenía afluencia permanente de estudiantes. Hoy es una vía para la circulación permanente de automóviles y sus lados sirven de estacionamiento pagado al gobierno municipal. En sus flancos se ubica una gran cantidad de comercios formales e informales que ocupan unos andenes en malas condiciones. No existe espacio para peatones en la zona y tampoco condiciones seguras para circulación peatonal.
Parklet recién instalado. Octubre de 2019.

Intervención: La palabra parklet es un término del inglés que mezcla el parqueo con el pallet para ocupar espacios de estacionamiento y convertirlos en áreas de uso ciudadano. El objetivo de la intervención fue la construcción de un dispositivo de madera que reemplace las áreas ocupadas por automóviles por espacio para peatones.

Luego de su implementación una gran cantidad de personas usaron el dispositivo para comer, hablar, descansar. El TAU pagó la tarifa de parqueo por un mes y después no se cobró más la ocupación del espacio.

Basura acumulada bajo el parklet, marzo de 2020.

Situación actual: En la actualidad el parklet se mantiene aunque se encuentra con un nivel de deterioro medio y son varias piezas que han sido quitadas o robadas. Aunque hay todavía gente que la utiliza como sitio de espera principalmente, debajo del mueble hay una gran cantidad de basura acumulada y muchas plantas se encuentran deterioradas y otras resisten.

Es un dispositivo que ha consolidado su ubicación y se ha vuelto en referencia para los vecinos.

Fuente: Elaboración propia con base a fotografías propias, trabajo de campo (2019-2020).

TABLA 15 - LA COLINA EN COCHABAMBA 

Promotores: Taller de Acupuntura Urbana

Pormenores: Al igual que el Parklet la intervención forma parte de los proyectos “Ciudadanía Creativa y Patrimonio Dinámico” financiado por la Embajada de Francia y por el gobierno municipal.

Problemática: La plaza San Sebastián, una zona estigmatizada como insegura en la ciudad de Cochabamba, ubicada al centro sur de la ciudad, en medio de las principales cárceles de la ciudad y en una zona conocida por los servicios de prostitución.
Gran espacio vacío antes de la intervención, septiembre de 2019.

Intervención: “La Colina” es un dispositivo con características de tarima y mirador de dos metros de alto, que puede ser usado como punto de encuentro, escenario para conciertos al aire libre o espacio para expresiones de arte urbano.

Se trata de una escalinata con jardineras que brinda a los usuarios un lugar donde sentarse a conversar, al tiempo que sirve de gradería para eventos culturales que se den en esa plazuela. Su parte más alta funciona como un mirador dirigido hacia la Coronilla, a manera de dirigir la mirada hacia uno de los monumentos representativos de la historia local.

Durante los conflictos políticos de 2019 el colectivo “Wañuchun Machocracia” tomó la colina como mesa para una ofrenda a los muertos de estos enfrentamientos, utilizando el dispositivo en su totalidad, y empleando las pizarras para dejar mensajes irónicos, sarcásticos, y emotivos.

Aspecto final de la instalación de la Colina. Ofrenda a los muertos del 2019, del colectivo Wañuchun Machocracia. Situación actual: La Colina se encuentra con un deterioro de nivel medio y una cantidad importante de basura en su interior. Los vecinos no se han identificado totalmente con la obra, pero indican que es usada por mucha gente para el descanso y la toma de fotos. En una de las pizarras incrustadas en los lados donde el TAU solicita escribir percepciones sobre la obra, se puede leer “alegría” y “peligroso pero bonito”, entre otros. La madera del dispositivo dialoga directamente con las obras que los reclusos del penal de San Sebastián al otro lado de la plazuela.

Fuente: Elaboración propia con base a fotografías propias, trabajo de campo (2019).

TABLA 16 - EL MIRADOR TRINCHERA DE IRPAVI EN LA PAZ 

Promotores: Colectivo Radical

Pormenores: La intervención fue resultado de un taller de arquitectura dirigido a diseñar dispositivos que impidan el loteamiento de la serranía y la protección del medio ambiente. La iniciativa fue del Colectivo Radical, el colectivo Pro-Pacha, estudiantes de arquitectura, el grupo Graha Recicla, las Juntas Vecinales de la zona y dos empresas privadas. Para el taller se contactaron con arquitectos locales y extranjeros, y con el cobro de inscripciones se gestionaron el material de construcción, el viaje y estadía de Miguel Duarte de Paraguay y Luis Gallardo de La Paz.

Problemática: Una característica de la ciudad de La Paz es el asentamiento informal en zonas periféricas y de topografía accidentada cuyos resultados son deslizamientos y destrucción de viviendas. Este fenómeno se da en los barrios Irpavi y Alto Irpavi de la urbe paceña donde la serranía pretendía ser ocupada. El cerro Irpavi no está protegido, se encontraba con mucha basura y grupos de loteadores intentado el fraccionamiento y venta de estas tierras no aptas para la construcción.
Terminado de la intervención, octubre de 2019. Aspecto final de la intervención, octubre de 2019.

Intervención: La gestión del Colectivo Radical y el colectivo ProPacha permitió el diseño de un taller de arquitectura que gestionó donaciones de recursos, materiales y convenios para la limpieza del cerro y la erección de una obra que impida el loteamiento. Para este fin la Universidad Mayor de San Andrés y la Universidad Católica facilitaron la participación de estudiantes, mientras que la empresa Pretensa donó cilindros de hormigón y Soboce recursos.

En el taller se ensayaron varios diseños concluyendo con una estructura de madera nombrada “la trinchera” o “El Mirador”, un pabellón alto, visible, que marca presencia y pretendía ser el ícono de una lucha contra la inconsciencia de los vecinos, los loteadores oportunistas y otros. El mirador fue construido en el cerro, se erigió también un camino para la mejora de tránsito de los escolares que caminan entre Alto Irpavi y Bajo Irpavi. Los cilindros de Pretensa sirvieron para el trazado de senderos y la cimentación del pabellón.

Mirador deteriorado y avance de loteamientos y construcciones, abril de 2021. Situación actual: En la actualidad el mirador se encuentra casi intacto sólo con algún deterioro relacionado con el tiempo. Asimismo, se mantienen algunos basureros ecológicos y mensajes de concientización a favor del medioambiente. Los resultados fueron positivos y se disminuyó drásticamente el problema de la basura, pero el problema del loteamiento de la zona sigue latente.

Fuente: Elaboración propia con base a fotografías propias, trabajo de campo (2019-2021).

TABLA 17 - SEPARADOR DE CARRILES EN TARIJA 

Promotores: Los amigos de la ciudad

Pormenores: La desorganización de los flujos y sentido de las vías para el transporte produjo en febrero de 2016 la muerte de un ciclista que tuvo que sortear un vehículo estacionado en doble fila, cuyo conductor abrió la puerta, causando una herida que provocó su deceso muy poco tiempo después.

Problemática: Antes de la intervención la avenida La Paz no contaba con ningún elemento de división de sus cuatro carriles, hecho que propiciaba un cruce complicado para peatones, dificultad para el tránsito de vehículos en calles perpendiculares, y paradas momentáneas en doble fila de personas que se detenían a realizar alguna actividad.
Bicicleta y estrella en memoria de Rodrigo Acuña, febrero de 2016. Postes fabricados y listos para ser instalados, febrero de 2016.

Intervención: Esta intervención es la más significativa del colectivo Amigos de la Ciudad desarrollada el año 2016 porque supuso una acción por tres causas: estuvo motivada por la muerte de un ciclista, apeló con fuerza a la ineficacia de la alcaldía tarijeña en la resolución de los conflictos urbanos, y logró respuesta eficiente a conductores y taxistas que no recibieron bien la intervención.

La intervención tuvo dos partes: Primero los movimientos Masa Crítica y Bikers de Tarija instalaron una bicicleta blanca sobre el andén donde el ciclista fallecido había tenido el accidente y los Amigos de la Ciudad pintaron una estrella amarilla para acompañar este homenaje. La segunda parte consistió en la fabricación y colocación de pequeños postes rojos y blancos como elementos de separación de carriles que obligaron a los conductores y transportistas respetar sus sentidos. La intervención inició con el colocado de cien postes diseñados según el código de transporte y fabricados con latas, cintas reflectivas, tubos de PVC y pintura. Fueron instalados de noche en cuatro cuadras interviniendo el tráfico, mejorando su fluidez. La intervención tuvo el efecto esperado pero algunos continuaron conduciendo en contra ruta, robaron o rompieron postes pero muchas personas aplaudieron la iniciativa.

Av. La Paz, con postes instalados por la alcaldía tarijeña, febrero de 2020. Situación actual: La agrupación de Amigos de la Ciudad se dedicó durante cinco meses a cuidar la intervención y reemplazar los elementos rotos o robados, sin embargo, el momento que dejaron la vigilancia, los postes desaparecieron gradualmente. La población reclamó y finalmente la municipalidad luego de dos años implementó una solución permanente a través de postes permanentes que han mejorado la circulación vehicular.

Fuente: Elaboración propia con base a fotografías propias, trabajo de campo (2016-2020).

TABLA 18 - EL CONTENEDOR EN SANTA CRUZ 

Promotores: Colectivo Arterias Urbanas

Pormenores: El Contenedor al ser un dispositivo móvil de arte y cultura que recorre la ciudad, desarrolla esta actividad a través de definir estaciones programadas en plazas y parques de la urbe cruceña. Entre varios, el contenedor se justifica en el concepto del Derecho a la Ciudad, y a la consideración del arte como camino de transformación social.

Problemática: Las zonas periféricas de Santa Cruz de la Sierra tiene un acceso reducido a la producción artística y cultura resultado de diferentes factores, uno de los más importantes es la ausencia de instalaciones adecuadas en gran parte de la ciudad, quedando excluidas de los circuitos de exposición que se circunscriben a los primeros dos anillos de la ciudad.
Construcción de El Contenedor, 2017. El Contenedor en la Bienal de Arquitectura, 2018. El Contenedor en Senderos Vivos, 2019.

Intervención: El Contenedor es fruto de una serie de experiencias, reflexiones y necesidades que data del 2009 cuando el colectivo instaló módulos a paredes móviles en los que montaron una exposición, pero se hizo evidente la necesidad de guardar en sitio los materiales de taller y las obras expuestas.

En 2016, Arterias Urbanas idea un espacio móvil que permitiera dinamizar la actividad del colectivo en lugares públicos más allá de la zona central de la ciudad, ampliando así la oferta cultural a otros territorios.

A través de la autogestión el dispositivo es construido como resultado del diseño de un prototipo desmontable y menos pesado que un contenedor real. Los recursos para materiales vinieron de fondos propios junto con apoyos, donaciones y fiestas de recolección. La empresa Ferrotodo puso a disposición material con algunos problemas para su uso, CIMAL aportó con derivados de madera y placas traslúcidas, así como revestimientos térmicos para evitar calentamiento interior por exposición a la intemperie, y placas de melamina. El resto de los costos de materiales se repartió en luces LED diseñadas para soportar el movimiento y las contingencias. La mano de obra fue cubierta por una minga3 en la que participaron miembros del colectivo, voluntarios y amistades.

El resultado fue una obra colaborativa en la que la confianza ha sido un elemento imprescindible de la autogestión. Sin embargo, un aspecto considerable es el transporte del dispositivo para el que se necesitaba un camión mediano.

A partir de 2018, el Contenedor fue usado con frecuencia para actividades de gran y mediana envergadura. Uno de los más importantes fue en 2019 cuando se desarrolló la exposición Chiquitania Viva que recogió una serie de obras artísticas y documentales. Esta exposición estuvo presente durante un mes en El Contenedor dentro de las actividades de la intervención Senderos Vivos.

En 2019 el Contender se movió por cuatro estaciones, permaneciendo por tres meses en áreas verdes y parques urbanos cruceños llevando arte y cultura por toda la ciudad.

El Contenedor en el parque El Arenal, 2020. Situación actual: En la actualidad Cada intervención realizada con El Contenedor ha sido una oportunidad para desarrollar varias actividades en colaboración con otros colectivos, generando así una red de proyectos diversos en la que Arterias Urbanas se encarga sobre todo de la curaduría del arte, mientras otros grupos aportan conocimientos culturales diversos con talleres de formación, ciclos de presentaciones, y otras actividades para públicos de todas las edades: huertos urbanos, talleres de pintura, parkour, yoga, cocina vegana, ciclos de cine, conciertos, performances, teatro, cuenta cuentos, recuperación de memoria fotográfica y debates, son algunos ejemplos.

Fuente: Elaboración propia con base a fotografías propias, trabajo de campo (2017-2020).

4.3.3. Revitalización del espacio público

Esta tercera clase de intervención tiene como fin el cambio completo o más que parcial de la función de un espacio público, hecho que implica también su aspecto. Su objeto es la revitalización a través de modificaciones de estructura e infraestructura mediante dispositivos de carácter fijo normalmente y de dimensiones más grandes que las anteriores. Este cambio implica habitualmente la participación de más actores para el logro de los fines, es decir la mejora de las condiciones del espacio público o solución de problemas específicos. La revitalización supone entonces el acceso a una mayor cantidad de recursos económicos y humanos para el desarrollo, así como plazos mayores.

Las intervenciones de la muestra que coinciden con esta clasificación fueron el Pasaje San Rafael y la Plazuela del Granado, además del Parque Ollantay, todos en la ciudad de Cochabamba.

TABLA 19 - PASAJE SAN RAFAEL EN COCHABAMBA 

Promotores: Taller de Acupuntura Urbana

Pormenores: Se trata de una las primeras obras del Taller de Acupuntura Urbana, centrada en la revitalización del Pasaje San Rafael, realizado junto con el colectivo de mujeres artistas Kuskas y el apoyo de instancias de cooperación internacional como la Embajada Francesa.

Problemática: El callejón San Rafael o pasaje del diablo del centro de la ciudad de Cochabamba tuvo una buena época a mediados del siglo XX, de acuerdo a sus habitantes, pero en las últimas décadas se convirtió en un lugar peligroso, de mala fama.
Aspecto de pasaje San Rafael a finales de 2019. Intervención: La intervención del TAU tuvo dos partes: Por un lado se realizó el repintado de fachadas, la iluminación de la trayectoria y el colocado de vegetación a través de maceteros. Por otro lado, el colectivo desarrolló una propuesta de mosaiquismo con materiales reciclados que permitió instalar una galería al aire libre con decenas de rostros de mujeres artistas, cantantes, escritoras, científicas y otras importantes en Sudamérica. Los retratos en este lugar han alcanzado fama internacional, atrayendo turistas. En el suelo se puede encontrar también un gran mosaico del continente y una serie de juegos entre los que destaca la Rayuela. Esta intervención logró el Premio Eduardo Abaroa.
Aspecto de pasaje San Rafael a finales de 2020
Aspecto de pasaje San Rafael a finales de 2020

Situación actual: La intervención ha permitido que el comercio se reactive, que los habitantes tengan tranquilidad, y que los peatones elijan el pasaje para transitar y acortar sus caminos.

También ha sido escenario de otro tipo de intervenciones con teatro, música y poesía.

Fuente: Elaboración propia con base a fotografías propias, trabajo de campo (2019-2020).

TABLA 20 - PLAZUELA DEL GRANADO EN COCHABAMBA 

Promotores: Taller de Acupuntura Urbana

Pormenores: La plazuela del Granado es uno de los íconos del centro de la ciudad de Cochabamba por su antigüedad y cercanía a diferentes sitios de interés estratégico. Hasta el año 2004 la plazuela contenía mucha vegetación, pero la alcaldía transformó su situación a un espacio semi-seco, eliminó la antigua florería e incrementó las superficies caminables bajo la idea de convertir al espacio en sede de ferias barriales y festejos asociados a la religión dada su contigüidad al convento de Santa Teresa.

Esta intervención también estuvo enmarcada en el proyecto “Ciudadanía Creativa y Patrimonio Dinámico” financiado por la Embajada de Francia.

Problemática: En la década de 2000, el colegio de arquitectos lanzó un concurso para rediseñar la plaza, los ganadores presentaron un diseño del cual quedó solamente el paso elevado diagonal y las 12 columnas. Estas intervenciones cambiaron la imagen de la plazuela, dándole un aspecto gris y hostil.

Por otra parte, el barrio fue importante por la gran cantidad de bares y actividades artísticas entre los años 90s y 2010s que activaban la zona, pero el cierre de la mayoría de los espacio de diversión y arte por parte de la alcaldía, cambiaron el carácter y pasó la zona de ser núcleo intermitente de manifestaciones artísticas con artistas urbanos de muralismo, graffiti, danzas y expresiones propias de la cultura del hip hop al vandalismo gráfico en fachadas de las casas de la plazuela y el convento.

Aspecto de la plazuela del Granado en agosto de 2019.

Intervención: La intervención del TAU tuvo dos etapas: En primer lugar trataron las fachadas de las viviendas, devolviéndoles sus colores originales, y proponiendo un mural cuya temática rescatara los personajes asociados al convento y al cotidiano de los habitantes del lugar. En segundo lugar, se desarrolló el proyecto "Mujeres: pilares de nuestra sociedad"cuyo objetivo fue embellecer y poner en valor la presencia y el aporte a la sociedad de las mujeres en el espacio público.

Se retrató a las usuarias que cada día, maestras, escolares, floristas, madres e hijas. La intervención se realizó en cuatro meses con la participación del colectivo mosaiquista Kuska y el artista urbano Puriskiri.

Aspecto final de la intervención, 2020. Situación actual: La intervención ha sido un éxito porque se cambió la imagen del sitio, se logró atraer a más gente, se convirtió un ícono de lo femenino en la ciudad, así como se integró identidades y actividades que se encuentran en el lugar: la niñez de la guardería y colegio, las monjas del convento, los visitantes de los comercios, los habitantes de la plazuela.

Fuente: Elaboración propia con base a fotografías propias, trabajo de campo (2019-2020).

TABLA 21 - PARQUE URBANO OLLANTAY EN COCHABAMBA 

Promotores: Taller de Acupuntura Urbana - Gobierno Municipal de Cochabamba

Pormenores: Es una de las obras más grandes impulsadas por el TAU junto con el gobierno municipal. Su costo fue de casi 3 millones de bolivianos, asumido por la alcaldía gracias la gestión del equipo del mARTadero y recursos de la OTB Villa Coronilla.

Problemática: El barrio Villa Coronilla hasta la constitución del centro cultural mARTadero fue un barrio calificado como peligroso por la cantidad de cantinas y existencia de pandillas delincuenciales.

Aunque las cosas cambiaron gracias a la labor del mARTadero, la ausencia de equipamientos y espacio público es importante, resultado también de su proceso de urbanización.

Aspecto del lugar de emplazamiento del Parque Urbano Ollantay antes de su construcción. Vista general del Parque terminado, 2021.

Intervención: Para el logro de esta obra un equipo conformado entre vecinos, colectivos de jóvenes, proyecto mARTadero y el TAU se propuso imaginar y proyectar un parque urbano sobre una calle que requería un ajuste de perfil viario para ganar superficie de recreación. Después de cinco años de gestión, en febrero de 2019 se dió inicio a la construcción del Parque Urbano Ollantay, dedicado a las disciplinas urbanas (parkour, break dance, hip hop, skate) y financiado por la Secretaría de Turismo del Gobierno Municipal de Cochabamba.

Además del parque, la intervención se completó con diseño de mobiliario y paneles informativos. El objetivo del mobiliario fue servir no sólo para descanso y estar, sino también convertirse en una pieza artística. Los paneles tienen el objetivo de explicar la historia del proyecto, el proceso de ideación y materialización, así como también descripciones detalladas de las disciplinas que se practican en el espacio.

De manera complementaria el parque ofrece espacios con vegetación y zonas de descanso y permite la vinculación entre el exterior y el interior del mARTadero a través de un escenario de eventos culturales.

Bancas intervenidas por el colectivo Kuskas, 2021. Situación actual: El parque ha cumplido con todas las expectativas y es un espacio apropiado por la población del barrio, pero principalmente por el conjunto de deportistas y artistas urbanos a quienes fue dirigido. Todos los días, incluso en fines de semana y feriados el sitio se encuentra ocupado. Aunque el espacio ha sufrido un poco de deterioro resultado del paso del tiempo, forma parte de la red de parques de la alcaldía por lo cual posee presupuesto para su mantención.

Fuente: Elaboración propia con base a fotografías propias, trabajo de campo (2019-2020).

Por lo expuesto en el marco teórico, las catorce intervenciones revisadas corresponden con los dos primeros tipos de prácticas, es decir de cooperación pública y de cooperación colectiva. En la primera pueden emplazarse aquellas promovidas por el TAU correspondientes con la revitalización del espacio público, por la participación de actores públicos y de cooperación internacional más allá de la población, por ejemplo, el gobierno municipal de Cochabamba y la embajada francesa, en una suerte de alianza público-privada que ha permitido acceso a recursos públicos y externos para lograr intervenciones de envergadura. La diferencia con las referencias teóricas es que estas intervenciones devienen de la iniciativa del TAU y no así de las instituciones públicas o privadas, por lo cual, en oposición a las referencias teóricas, han sido las instancias públicas las que han legitimado la moción del TAU, hecho relevante para el éxito de las intervenciones.

Mientras que los otros casos corresponden predominantemente con prácticas de participación colectiva, porque las intervenciones mediante dispositivos móviles o fijos han sido creadas en colectividad, a través de prototipos de implementación rápida, liderados por activistas con un conocimiento técnico relevante y dispositivos de escala mediana y pequeña. Los pocos recursos utilizados han devenido de la autogestión, pero también de fuentes externas, principalmente cooperación internacional y empresas privadas. Respecto al tipo de prácticas de autogestión, se debe indicar que ninguna de las intervenciones coincide totalmente con ésta, aunque el discurso de alguno de los promotores armoniza con parte de esta característica.

5. CONCLUSIONES

En este artículo se han revisado las características de materialización del urbanismo alternativo en el país, así como se han planteado dos hipótesis: la vigencia de un paradigma caracterizado por estos urbanismos; la presencia de una quinta etapa del proceso urbano boliviano, relacionada con el crecimiento de las intervenciones aquí revisadas. Siguiendo ese hilo, las conclusiones pueden dividirse en tres partes. Una primera que reflexiona las hipótesis, una segunda parte que cavila la materialización del urbanismo alternativo en el país según el recorrido y las referencias teóricas, y una parte final que propone cuestiones que podrían ser abordadas en un futuro.

• Las hipótesis

Los urbanismos alternativos parecen haber alcanzado vigencia global los últimos 20 años, porque no son más experiencias coyunturales, sino partes de un paradigma con diferentes aristas soportadas en las tesis del Derecho a la Ciudad, pero también en el deseo de lograr ciudades a medida de los usuarios que no necesariamente conocen las mociones de Lefebvre. Se trata de ejercicios ciudadanos que han tomado y pretenden reforma del espacio público contra el mercado financiero y sus dispositivos, pero también en oposición o reclamo a la desidia del Estado que se alinea más con los intereses del mercado que de la población.

Aunque los tipos de urbanismos alternativos tienen más de quince diferentes nominaciones, se caracterizan esencialmente por desarrollar intervenciones físicas y puntuales, con altos niveles de participación, que no pretenden articularse con el todo, sino con sus contextos inmediatos. En términos técnicos se trata de intervenciones pensadas sólo como proyecto, lejos de planes o esquemas mayores y materializadas a través de dispositivos fijos o móviles, en muchos casos de corta duración. Respecto sus principales diferencias, éstas se relacionan con la forma de vínculo entre los responsables de las iniciativas y/o promotores con el Estado, por lo cual pueden dividirse en prácticas de cooperación pública, prácticas de participación colectiva y prácticas de autogestión. La principal debilidad de este paradigma es su desvinculación con esquemas mayores que articulen las intervenciones y permitan la mejora urbana integral y logren con más eficiencia materializar el Derecho a la Ciudad.

Sobre la constitución de la quinta etapa del proceso urbano en el país, la vigencia de ésta puede afirmarse en razón de dos hechos: 1) la ausencia estructural del Estado en las gestiones para lograr un desarrollo urbano más equitativo, sostenible y centrado en el interés colectivo, confirmado por la ausencia de instrumentos aptos de planificación urbana desde hace más de 30 años y un ejercicio urbanístico de gobiernos municipales dirigido a la erección de obras físicas alentadoras de la motorización (puentes, pasos a desnivel, avenidas, etc.), anuladoras del espacio público y presupuestos casi nulos para materializar las tesis del Derecho a la Ciudad, sino más bien un ejercicio cuyo fin primordial es el aliento a la regularización e informalidad, principal aliciente del mercado inmobiliario; y 2) la infinidad de prácticas de organizaciones barriales auto productoras de su desarrollo a través de la gestión comunitaria de la ciudad y el hábitat que podrían ser también clasificadas como prácticas alternativas en ausencia del Estado, pero sustancialmente por la presencia de varias y distintas iniciativas de “arquitectos insurgentes” -en palabras de Harvey- y las decenas de obras sobre el espacio público, que, aunque en pequeña escala, pretenden hacer con mano propia aquello que la planificación y gestión urbana oficial debería. Estos hechos estiman indicar la presencia de una quinta etapa con poco Estado y contra el mercado que también determina las condiciones de las ciudades bolivianas contemporáneas. No obstante, se trata de una hipótesis que hacia adelante deberá ser trabajada con mayor profundidad.

• La materialización del urbanismo alternativo

Luego de la revisión de las aproximadamente cuarenta obras de urbanismo alternativo y las catorce muestras elegidas se pueden distinguir dos corrientes: 1) aquellas de acupuntura urbana, cuya materialización ha sido acompañada por el Estado y/o instancias de cooperación internacional y ha logrado “obras” de mayor envergadura y duración; y 2) aquellas clasificadas como urbanismo táctico, cuya gestión ha sido posible por la participación colectiva de varios actores ciudadanos, donde también se encuentran la empresa o la cooperación internacional pero en menor proporción. No se ha encontrado prácticas totalmente auto gestionadas como la teoría postula, y los catorce ejemplos revisados han tenido algún tipo de respaldo económico e institucional de terceros. En otras palabras, los urbanismos alternativos en Bolivia son dependientes en diferente medida de la cooperación externa o pública, situación que pone en cuestión el nivel de su autonomía.

Por otro lado, se ha corroborado a través del registro fotográfico de las obras en su conclusión y la visita de campo que principalmente aquellas obras de pequeña envergadura habían sufrido un progresivo deterioro, transformación e incluso desaparición, hechos que dieron cuenta de la reducida apropiación de las obras por parte de los vecinos o beneficiarios, insinuando un éxito muy moderado o pequeño respecto el cumplimiento de los fines de los promotores.

Esta última situación estaría relacionada con las características técnicas de la intervención física o instalación, las peculiaridades de su diseño, el presupuesto y la calidad de los materiales, pero especialmente el desencaje con los intereses de los beneficiarios. Corrobora esta última afirmación la situación de las intervenciones de la iniciativa Sucre Urbanismo Táctico y las respuestas de los beneficiarios sobre “que las intervenciones no coinciden con sus intereses y preferirían wiphalas o algo más apropiado”, lo mismo que algunas intervenciones desarrolladas en Santa Cruz por la iniciativa “Senderos vivos”, entre otros. Estas situaciones se diferencian de las prácticas del TAU en Cochabamba, que parece haber logrado un mayor éxito en sus intervenciones, justificadas en el respaldo institucional que posee este promotor, el compromiso de sus miembros, el proceso planificado de sus intervenciones, pero también por el vínculo logrado con el Estado y la cooperación internacional, que han permitido una mayor cantidad de recursos, obras de mayor envergadura e incluso posibilidades de mantenimiento.

Las características técnicas de las intervenciones, los recursos económicos escasos, y el reducido tiempo previo de diseño de las intervenciones en la mayoría de las obras denominadas como urbanismo táctico parecen haber condicionado el efímero resultado. Por lo cual se puede afirmar que, en muchos casos, las intervenciones parecen haber sido resultado de la unión coyuntural de buenas voluntades a escala local sin el suficiente estudio de la problemática y la forma de solución, que, aunque han logrado mimetizar los problemas temporalmente, no han conseguidos cambios sustanciales, sino más bien la conservación de la precariedad. El principal logro radica en la visibilización de problemas urbanos relacionados con el espacio público que pueden ser abordados por otras iniciativas similares o el Estado.

• Los desafíos

El urbanismo alternativo está muy vigente y de a poco forma parte de los métodos o dispositivos oficiales de quienes institucionalmente intentan trabajar la ciudad y salvar sus problemas. Resaltan por ejemplo, a) que el urbanismo táctico es parte de los dispositivos de gestión urbana propuestos por los hacedores de la Política Nacional para el Desarrollo Integral de Ciudades, b) el año 2019, en plena campaña presidencial el gobierno nacional lanzó un programa denominado “Programa de intervenciones urbanas” cuyo objetivo fue financiar la creación y producción de proyectos artísticos - culturales e innovación social tecnológica, entre otros, cuya quinta área correspondía con las intervenciones de tipo “Urbanismo Cultural” que usaba como instrumento el urbanismo táctico. Esta iniciativa habría financiado algunas intervenciones en ciudades del país, y aunque no se conocen sus resultados, se deja ver el interés estatal por instrumentalizar estas iniciativas, lo que apunta a comprobar en Bolivia la tesis de Carlos [15] sobre la concepción minimalista del Derecho a la Ciudad.

En fin, todo lo expuesto hasta aquí deja ver la importancia cada día mayor de estas prácticas en las ciudades bolivianas y permite conocer a los actores y lógicas también responsables de la configuración de nuestras urbes que actúan en muchos casos inspirados por la tesis del Derecho a la Ciudad. No se trata del Estado, el mercado, y la necesidad, tampoco el mercado más necesidad, sino de una quinta lógica que de a poco está determinando la situación del espacio público en las ciudades. Su comprensión, su evaluación e impacto, así como el conocimiento de sus actores y su registro permanente son desafíos que quedan como tareas futuras, pero principalmente queda el desafío de lograr instalar en el interés colectivo la necesidad de materializar las tesis del Derecho a la Ciudad

6. RECONOCIMIENTO

Agradecimientos especiales de los autores al Proyecto mARTadero, cuyos recursos han patrocinado parte de esta investigación y permitieron el logro de los objetivos.

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Notas

1 Algunas de estas formas son el urbanismo táctico, el urbanismo de guerrilla, el urbanismo emergente, la arquitectura directa, el urbanismo hecho a mano (Hand made urbanism), el urbanismo hecho por uno mismo (Do it yourself urbanism), el urbanismo de bricolaje, el “placemaking”, el “pop-up urbanism”, la acupuntura urbana, el urbanismo temporal, insurgente, inestable, colaborativo, experimental, improvisado, de código abierto, informal, anarquista, entre otros, llamados por nosotros alternativos porque precisamente representan una suerte de opción a la forma tradicional de planificación y gestión urbana.

2 El primer Plan Regulador de Cochabamba en 1949 estuvo a cargo de Jorge Urquidi, el plan regulador de la ciudad de Santa Cruz durante los años 1959 y 1960 fue elaborado por Philip Lohvauer que consolidó la estructura de anillos del sistema vial Urbano de esa ciudad, el Plan Regulador de la ciudad de La Paz en 1956 fue elaborado gracias a los recursos estatales dispuestos por el gobierno de la Revolución Nacional de 1952, alrededor del interés por lograr la modernización del país a través de diferentes instrumentos.

3 La palabra minga viene del quechua mink’a o minka, y designa el trabajo colectivo, gratuito y autogestionado que un grupo de personas realiza en pos de algún objetivo común o particular, y que encuentra su motivo tanto en la utilidad social como en la amistad o vecindad que une a dicho grupo.

Recibido: 02 de Noviembre de 2021; Aprobado: 20 de Diciembre de 2021

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