INTRODUCCIÓN
Desde el establecimiento de la educación pública y de masas a finales del siglo XIX, la preocupación por la calidad educativa ha sido una constante. Convirtiéndose en uno de los temas más citados en conferencias y seminarios que abarcan los ámbitos de la educación, organismos internacionales, ministerios públicos, cumbres económicas, entre otros (Chacón, 2019). El interés global por este tema se ha disparado en las últimas tres décadas, y por una buena razón: su relevancia para mejorar el nivel de la educación en todo el mundo es evidente (Mosquera, 2018).
Por consiguiente, el término "calidad educativa" se utiliza a menudo sin que se ofrezca una definición precisa; en su lugar, se hace referencia a lo que podría estar relacionado con la calidad o a la forma de detectarla, es decir, indicando simplemente los medios por los que se podría poner en práctica la noción (Quintana-Torres, 2018). Dicho de otro modo, la calidad es una filosofía de gestión para los centros educativos que sirve como punto de referencia útil gracias al carácter paradigmático de sus valores, principios y prácticas (Villamil, 2018). Además, en determinados contextos dentro del estudio de las organizaciones, se considera el enfoque más importante para el avance de las instituciones educativas y sus numerosos integrantes.
De esta manera, el éxito del sistema de liderazgo educativo de una institución de enseñanza puede medirse por su impacto en el objetivo a largo plazo de la institución de mejorar la calidad educativa (Jaramillo, 2020). Se recomienda que los rivales directos sirvan de catalizador para la mejora del servicio educativo prestado, fomentando una cultura de innovación constante en materia de calidad educativa. Teniendo en cuenta la situación económica de los alumnos, su historial familiar y su aprendizaje previo, una escuela de calidad es aquella que fomenta su desarrollo en una serie de logros intelectuales, sociales, morales y emocionales (Pérez, 2022). Un sistema educativo de éxito haría todo lo posible para garantizar que las escuelas sean capaces de alcanzar estos objetivos.
Por otra parte, la desigualdad educativa generalizada ha marcado la mayor parte de la historia en Perú. Según Romero (2016), la gratuidad y obligatoriedad de la escuela se impuso en el siglo XX con los presidentes José Pardo y Leguía, marcando el inicio del proceso de universalización de la educación. Sin embargo, el sistema educativo peruano ha experimentado una serie de cambios a lo largo de los años, el más importante de los cuales se produjo bajo el gobierno de Fujimori, cuando se aprobó el Decreto Legislativo (DL) N°882 (1996) para fomentar la inversión privada en las escuelas. Por primera vez, debido a este DL, los establecimientos educativos como los de índole universitario y los colegios podrán implementar cobros por sus servicios, disposición concebida para potenciar la iniciativa privada y ayudar a establecer una educación "para todos".
Asimismo, el ímpetu por optimizar la eficacia y calidad educativa afectan no sólo a la economía, sino también al tejido social de los barrios locales, las regiones y la nación en su conjunto, lo que hace que este tema sea de gran importancia (Milfran, 2020). Partiendo de esta premisa, se da prioridad a la educación como factor clave del desarrollo nacional, y se elaboran políticas para promover el acceso pluralista de todos los individuos con el fin de establecer una formación de alta calidad. Aunado a ello, para educar adecuadamente a la próxima generación, es esencial evaluar los procesos educativos para mejorarlos con el tiempo. No obstante, no hay acuerdo sobre las mejores técnicas para hacerlo (Ocando, 2017).
En ese orden de ideas, estos procesos deben venir de la comunidad educativa, y no de grupos externos que no conocen el funcionamiento interno de la educación y, al final, sólo quieren sacar provecho de los problemas que crean (Romero, 2018). Estas obligaciones, apoyadas por el Estado, el ente ministerial y las secretarías de educación, recaen principalmente en las instituciones educativas y en los profesores, porque se cree que en las aulas es donde se desarrolla la calidad.
Con este fin, y desde un punto de vista teórico, los hallazgos sobre la calidad de la educación impartida por los centros de educación han permitido determinar las características y criterios precisos que contribuyen al éxito de estas instituciones y establecer el papel del Estado a la hora de proporcionar una educación de calidad suficiente para que todos los ciudadanos tengan la oportunidad de adquirir las competencias necesarias para modificar de forma crítica y reflexiva su comprensión del mundo natural, social y su compromiso con él, con el fin de alcanzar sus objetivos de reducir la desigualdad educativa. Partiendo de este contexto, el presente estudio plantea como objetivo analizar la calidad educativa en instituciones de educación básica regular.
MÉTODO
La investigación se basó en una revisión sistemática (Quispe et al., 2021; Aguilera et al., 2021), fue de tipo descriptivo, con el propósito de identificar los rasgos importantes del objeto de estudio y determinar sus características relevantes (Hernández et al., 2014). Además, siguiendo las pautas de calidad científica establecidas por Bermúdez (2021) y Palacios et al. (2021) en la publicación de revisiones sistemáticas, se utilizó el procedimiento Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses-PRISMA: a) declaración de objetivos, b) establecimiento de ecuaciones de búsqueda, c) criterios de inclusión y exclusión, d) esquema de la información sistemática, e) revisión de la bibliografía, f) análisis de la información y g) distribución, clasificación y discusión de los resultados.
Por otra parte, en la exploración de información se manejaron múltiples motores de búsqueda utilizando las siguientes bases de datos en busca de resultados relevantes: Web Of Science, Scielo, Scopus; entre otras, además se crearon los siguientes criterios de inclusión: 1) trabajos publicados entre 2017 y 2022, 2) trabajos originales o de revisión, y 3) trabajos que examinan la temática de calidad educativa a nivel básico regular de alguna manera. Asimismo, los capítulos de libros, los libros y las tesis publicados antes o después del momento de interés, los estudios que no abordaban específicamente el tema investigado y los artículos de acceso restringido fueron específicamente descalificados. Seguidamente, se establecieron los términos que guiaron la búsqueda en la literatura de los conceptos asociados a las siguientes palabras clave: calidad educativa, sistemas educativos, educación básica, educación regular, instituciones educativas. Cada término o unidad de análisis se resume y se desarrolla en líneas temáticas utilizando estas frases esenciales.
De este modo, en el proceso de revisión sistemática, al elegir las fuentes bibliográficas se tuvo en cuenta el autor, la fecha de publicación, el título, área de conocimiento y el país de procedencia de la investigación. La Figura 1 muestra el proceso de sustracción de documentos, comenzando por la exclusión de investigaciones realizadas fuera del marco temporal del estudio, seguida de la exclusión de disertaciones, recursos académicos e investigaciones de diverso alcance y artículos de acceso restringido.
Finalmente, siguiendo este procedimiento se condensaron 25 artículos para el desarrollo de esta investigación. Estos artículos fueron revisados y analizados siguiendo el tratamiento de un emulador de repetición de palabras, con la ayuda de esta herramienta se pudo determinar la repetición de palabras más frecuentes de los textos examinados y reconocer las unidades léxicas de mayor uso (como por ejemplo: educación, calidad, docente, calidad educativa, instituciones educativas, etc.), este emulador fue una instrumento eficaz para la condensación de suficientes palabras clave que dieron a los artículos un soporte científico a la vez que promovieron la adecuación temática (Gómez, 2017).
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
Tras la aplicación de los criterios de inclusión y exclusión de los trabajos seleccionados, se presenta una matriz de síntesis (Tabla 1) que incluye los resultados de la revisión sistemática. De este modo, se obtuvo una perspectiva extensa y estructurada desde una índole lógica de la indagación científica, todo ello con el objetivo de facilitar su lectura y comprensión. A efectos de comparación y discusión, se identifican las características fundamentales que ayudaron a la investigación científica y promovieron la representación de los hallazgos.
Las metodologías de investigación primaria arrojaron un total de 828 publicaciones científicas, que fueron analizadas (PRISMA) para garantizar su aplicabilidad al objetivo del estudio. Como resultado del proceso se generaron muchos artículos de estudios secundarios, sin embargo, algunos fueron descartados durante el proceso prisma porque no respondieron a los parámetros inclusivos de la revisión o porque sus textos completos no estaban accesibles. Así pues, se seleccionaron un total de 25 artículos.
Los hallazgos destacados de la revisión subrayan la importancia de investigar la calidad educativa en instituciones de educación básica regular. Por lo tanto, el método de desarrollo comienza con una aproximación a los diversos campos de conocimiento que explican la continuidad de la misma, con un enfoque particular en los aspectos educativos, psicológicos, evaluativos y de gestión de la educación.
Estudios por área de conocimiento
Como puede verse en la Figura 2, la mayoría de los artículos científicos seleccionados (84%) se centran en temas relacionados con la educación, seguidos por el 8% de las publicaciones sobre psicología y un 4% sobre evaluación educativa y gestión pública respectivamente.
Este comportamiento, donde predomina la educación en la producción de trabajos relacionados con la calidad educativa en instituciones de educación básica, responde al interés de comprender mejor el nivel óptimo de formación que satisfagan las necesidades de la sociedad, eduquen a los alumnos en su totalidad, produzcan individuos de primera categoría y los doten de habilidades útiles para el trabajo y la integración social (Enríquez et al., 2021; García et al., 2018).
Por otra parte, según Barba y Delgado (2021) la calidad educativa incluye las políticas, los métodos, los discursos, los significados y las prácticas que definen si el proceso educativo se ajusta o no a los principios subyacentes y al contexto en el que tiene lugar. En ese sentido, Guaicha de la Cruz (2020) sostienen que la calidad de una educación puede medirse por lo bien que prepara a sus alumnos para los retos de la vida adulta, construyendo una sociedad que mejore el nivel de vida de las personas. Sin embargo, Jaramillo (2020) manifiesta que esta no puede presumirse únicamente en relación con la eficacia del sistema educativo. Por el contrario, es una cuestión que plantea interrogantes morales sobre los fines de la escolarización y las conexiones que hay que establecer entre esos fines y los medios (Alvarado y Núñez, 2018).
En ese orden de ideas, el aumento de las oportunidades de los miembros de la comunidad educativa para crear y aplicar técnicas de intervención en el aula se ha relacionado con la mejora de la calidad educativa, lo que a su vez ha facilitado los procesos de crecimiento y desarrollo dentro de los centros escolares (Marín et al., 2017; García et al., 2018; Álvaro de la Cruz, 2021). Por su parte, Menacho-Vargas et al. (2021) indican que es un resultado directo del esfuerzo que realizan los profesores y del apoyo que reciben de los directores, encargados de planificar, coordinar, administrar, orientar, dirigir y programar en las escuelas.
Asimismo, el abordaje desde el área de psicología relacionado con la calidad educativa permite reconocer que es imposible reflexionar el orden establecido y esforzarse por mejorar el sistema educativo y, por extensión, social, sin una interacción entre la practicidad del conocimiento, las instituciones educativas, la forma sistémica y la introducción al cambio en la comprensión de los entornos de aprendizaje (Romero, 2018). Consecuentemente, una combinación de altos niveles de eficacia cognitiva, apoyo social, funcionamiento emocional y aptitud física es lo que han encontrado para una colectividad próspera. Por lo tanto, algunos aspectos de los entornos educativos (enseñanza y aprendizaje) incluyen la moral, las directrices, las ideas, los conceptos, las creencias, la materia y el contenido (cognitivo, afectivo, social).
Asimismo, los estudiantes de hoy en día suelen carecer de motivación y disciplina para aprender, y muestran una gran variedad de comportamientos que demuestran su resistencia a la educación. Esto pone de manifiesto lo que es posiblemente el reto más acuciante al que se enfrenta la educación moderna: cómo inspirar a los estudiantes para que aprendan y dotarlos de las habilidades necesarias para hacerlo por sí mismos. Según Chacón (2019) estos son los obstáculos que hay que superar para proporcionar a los alumnos una educación de calidad, y sirven de brújula para los centros educativos a la hora de sentar las bases de las iniciativas necesarias para afrontar estos retos.
Desde el punto de vista de la gestión educativa, su relevancia radica en la importancia de la eficacia de la inversión pública en la Educación Básica Regular en Perú por nivel educativo y ubicación. Según Timaná (2018), la eficiencia de diversos de factores que influyen en el nivel de la enseñanza primaria como son; la disponibilidad de instalaciones, el número de alumnos por profesor, la proporción de edificios públicos y el porcentaje de escuelas con conexión a Internet, permitirán evaluar hasta qué punto están utilizando los fondos públicos, para proporcionar una educación consistente y de alta calidad a todos sus alumnos.
Por otra parte, desde la perspectiva de evaluación educativa se examinan algunas ramificaciones para la mejora y el crecimiento de los sistemas educativos de los países, reconociendo que son los medios más eficaces para contribuir a la realización de un verdadero desarrollo a escala humana, en el que un mayor número de personas podrá mejorar su nivel de vida y el de sus familias ampliando sus oportunidades educativas y accediendo a sistemas educativos de alta calidad. Para Mosquera (2018) los métodos de instrucción deben estar penetrados en su totalidad por escenarios y actores que propendan la realización de actividades que permitan contribuir no sólo a las indicaciones que rodean la vasta atención de la población estudiantil, sino también a los objetivos más amplios de la institución, pero que el enfoque se afine cuidadosamente, con la mirada puesta en descubrir la "pertinencia educativa".
Estudios por país de procedencia
Además, el esquema permitió examinar los países que produjeron los artículos, dominando Colombia con el 32% (8 producciones), seguido por Perú 24% (6), Ecuador con 16% (4), Venezuela y Chile con 12% (3) respectivamente y, por último, Cuba con 4% (Figura 3). Cabe destacar que el estudio está centrado en el contexto regional, por lo cual se incluyeron estudios realizados de Latinoamérica por sus hallazgos, que consideran la necesidad de estudiar la calidad educativa en instituciones de educación básica regular en los últimos años (Muñoz, 2019).
La tendencia observada en Colombia a la luz del estudio puede ser atribuible a un mayor deseo de construir las características estructurales de la educación de alta calidad que benefician a la nación y los beneficios que su avance conlleva para la excelente educación de los estudiantes (Villamil, 2018; Mejía-Rodríguez y Mejía-Leguía, 2021). Al igual que Ecuador, Chile, Cuba y Venezuela, Perú también requiere de un análisis estructural prospectivo que tome en cuenta los componentes claves para identificar los factores cruciales o caracterizar la estructura organizacional en relación a la calidad educativa a través de un diagnóstico institucional estratégico (Milfran, 2020). Por eso es importante centrarse en crear un entorno acogedor tanto para los alumnos como para los profesores (Rodríguez, 2018).
Por otro lado, la supervisión educativa es un método para abordar rápidamente los problemas educativos, coordinar y dinamizar los componentes vinculados, y llevar a cabo y optimizar los procedimientos necesarios para alcanzar la calidad educativa (Ocando, 2017; Huapaya, 2019). A la luz de esta premisa, diversos estudios coinciden con la noción de que debe existir un mecanismo de seguimiento de la calidad educativa sin repercusiones, utilizando herramientas teóricas y empíricas que son el resultado de la sistematización de las experiencias de todos los involucrados que conforman la comunidad educativa y cuyo objetivo es disminuir las disparidades que surgen debido a la variedad de entornos educativos (Pérez-Sánchez, 2021).
Frecuencia de publicación por año
Respecto a la producción anual de los artículos seleccionados para la discusión sistemática, se puede apreciar en los años 2018, 2020 y 2021 fueron los años con predominancia en cuanto a la publicación científica con el 32% (8) y 20% (5) respectivamente. Por otra parte, para el año 2019 se evidencia un 16% de las publicaciones seleccionadas representando 4 producciones, para el año 2017 se observa el 8% (2); y, finalmente para el 2022 se evidencia el 4% (1) de las producciones, esclareciendo esta información en la Figura 4.
En este punto corresponde destacar que la información presentada es fluctuante, es decir, el enfoque anual de este tema se basa en el requisito científico de proporcionar fundamentos relacionados con la calidad educativa (Quintana-Torres, 2018). No obstante, los desarrollos recientes o durante el marco temporal de esta evaluación sistemática apuntan tanto a la calidad educativa (Rodríguez et al., 2020) como a temáticas de desempeño docente (Pérez, 2022), gestión escolar (García et al., 2018), liderazgo directivo y pedagógico (Lugo y Villasmil, 2019), supervisión educativa (Ocando, 2017), capacitación docente (Díaz et al., 2020), entre otros.
CONCLUSIONES
Para mejorar la educación, las instituciones deben aceptar las limitaciones de su actual estado de desarrollo y aprovechar las oportunidades que ofrece el entorno sociocultural. En este enfoque, cada institución puede concentrarse en sus puntos fuertes y desarrollar la madurez necesaria para ampliarlos. Por otra parte, la calidad como horizonte no es algo que pueda simplificarse o estandarizarse, la evolución depende de la conciencia de la escuela sobre su realidad pedagógica y de su capacidad para discernir las necesidades y expectativas de sus alumnos.
El requisito básico de las instituciones para adaptarse a las circunstancias cambiantes es una necesidad, y las esperanzas se ven reforzadas por la capacidad de imaginar los cambios y el potencial en un elemento o una representación. Sin descartar el papel de otras entidades y actores en la educación, las escuelas y las aulas son el lugar donde se formulan y aplican las políticas a través de las apuestas pedagógicas, las conexiones, los debates y las acciones de los educadores, los estudiantes y los miembros de la comunidad, por lo que es crucial que la calidad educativa se considere y se comente desde ese punto de vista, con dedicación y preocupación por el bien mayor.
Los estudios abordados atendieron a un ritmo mayor de publicación en los países latinoamericanos, lo que sugiere que se trata de un tema discutido en la región, en la que se está tratando de articular una postura política, cultural y social que permita determinar qué tipos de educación se requieren a la luz de los contextos sociales actuales y, a continuación, crear los planes que permitan ponerlos en práctica. Esto llevará al desarrollo de una población más educada, letrada y competente.
Cabe señalar que el alcance de este estudio se vio limitado por consideraciones técnicas y metodológicas relacionadas con la elección de los materiales de la muestra. Mientras que otras publicaciones con un indicador diferente podrían haber ayudado a conocer mejor la calidad de la educación en las escuelas primarias y secundarias ordinarias a lo largo del período de estudio, su uso se vio impedido por la selección de las bases de datos. Por este motivo, se sugiere que los futuros estudios incluyan más publicaciones con una indexación variada o disertaciones académicas.