INTRODUCCIÓN
En el año 1996, Bill Gates hace referencia al rápido crecimiento de las redes de comunicación e información, pronosticando que estas estarán presentes en todos los aspectos de la educación, impulsando la era de la telemática, y que se manifestarán en nuevas formas de cultura, enseñanza y aprendizaje; donde la necesidad de las competencias digitales en los estudiantes determinarán su posicionamiento en los campos laborales (Reis et al., 2019).
Es así que, en la última década las universidades se han ocupado en incluir a las herramientas digitales en la educación, procedimiento por el cual los modelos pedagógicos adoptan el uso de los medios digitales para potenciar el proceso educativo (Viñoles-Cosentino et al., 2022) variando sus estrategias de acuerdo a sus necesidades para la aceptación de una realidad totalmente digitalizada (Eynon, 2021).
Por tanto, el internet se ha posicionado como el principal medio por el cual se accede a la información, donde los procesos de comunicación solo demoran un clic, la forma en que se vive, trabaja y se aprende está determinada por el nivel de competencias digitales que posee el estudiante, el mundo digital tiene un poder transformador para conectar a personas alrededor de todo el mundo realidad que se ha visto acelerada por la crisis sanitaria a nivel mundial (Jackman et al., 2021).
Por ello, es de suma necesidad que los actores educativos puedan integrar a los métodos educativos, actividades digitales para la mejora de sus actividades de enseñanza
(Roll y Ifenthaler, 2021; Romero, 2021). Además, los nuevos modelos educativos requieren de competencias digitales multidisciplinarias en la formación profesional para un mercado laboral de muchos conocimientos y mayores exigencias interconectadas digitalmente (Zabolotska et al., 2021; León-Pérez et al., 2020).
Las nuevas exigencias digitales producto de niveles de rigurosidad cada vez más extremos, son el resultado de un proceso de globalización en todas las actividades; en especial en la educación a nivel superior, donde se demuestra la necesidad de impulsar el desarrollo de las competencias digitales (Jiménez-Hernández et al., 2021), la digitalización está evolucionando a las organizaciones, educación y ambientes de trabajo, creando constantes desafíos los cuales deben abordados mediante el uso de las herramientas digitales, redes de comunicación masiva y plataformas educativas (Antonopoulou et al., 2021).
A nivel mundial, el incremento en el uso de dispositivos digitales en la educación ha evidenciado los problemas y desafíos que estos en un proceso completamente digitalizado (Sillat et al., 2021). Por otra parte, la crisis sanitaria a nivel mundial evidenció la necesidad de que los estudiantes posean competencias digitales perfeccionadas para continuar sus actividades académicas en línea (Perifanou et al., 2021). Los profesores debían tener la capacidad de uso de las plataformas digitales y los estudiantes poseer las habilidades digitales necesarias para continuar con su proceso formativo sin afrontar mayores dificultades en su aprendizaje (Cabero-Almenara et al., 2021).
En un entorno post COVID-19 las instituciones están regresando a las actividades presenciales, pero se observa que un alto porcentaje de organizaciones han virtualizado sus operaciones aprovechando el salto tecnológico producido por el COVID-19, esto indica que se incrementará significativamente el requerimiento de competencias digitales en estudiantes para no agrandar las diferencias y brechas digitales entre instituciones y las personas (Carlisle et al., 2021).
En América Latina, la relación entre las competencias digitales con las nuevas tecnologías de información y comunicación destaca el éxito de la integración de los entornos de enseñanza con la tecnología digital (Rubach y Lazarides, 2021) es por esta razones que el desarrollo de competencias digitales en la educación resaltan la diferencia con aquellos que no las poseen, es así, que las instituciones de educación superior deberán priorizar un proceso formativo en estudiantes basado en el dominio de la tecnología permitiendo una evolución constante en todos los actores educativos (Lucas et al., 2022).
La formación educativa que recibe un estudiante universitario se ve reflejada en su posterior desempeño laboral, las habilidades y competencias digitales desarrolladas en su proceso educativo, le servirán como sustento para un correcto desempeño de sus actividades, basadas en los nuevos ambientes favorecidos por la inclusión de las herramientas digitales en la educación, en todos sus niveles; esto nos motiva a que debemos estar inmersos en el uso de las tecnologías de información y comunicación, reorganizando los escenarios de nuestro aprendizaje basados en las competencias digitales.
En Perú la acelerada búsqueda de soluciones para poder mitigar las deficiencias de un sistema educativo en un rápido transitar no planificado entre lo presencial y lo virtual, demuestran que los escenarios para sostener una esperada calidad educativa ha motivado el despliegue de alternativas para la enseñanza; las cuales no han tomado en cuenta las deficiencias tecnológicas, operativas e infraestructurales que solo incrementa las brechas de oportunidades de educación entre instituciones educativas rurales y urbanas, donde preguntarnos, ¿De qué manera el uso de competencias digitales inciden en el proceso formativos de los estudiantes de educación superior? y que el principal reto de la educación sea el de transformar los rígidos sistemas educativos, posibilitando el mejoramiento del perfil de los actores educativos, formando a estudiantes con valores para que puedan construir una sociedad con mayores oportunidades, justa y democrática.
El objetivo del artículo es identificar los efectos y beneficios de la integración de las competencias digitales en el proceso de enseñanza y aprendizaje en la educación superior a través de la revisión sistemática. La justificación teórica radica en la necesidad de profundizar en la comprensión de las competencias digitales en el contexto de la educación superior. La justificación práctica se basa en que el trabajo proporcionará una guía útil para docentes y administradores educativos sobre cómo integrar efectivamente las competencias digitales en la enseñanza. En términos sociales, el artículo aborda la relevancia y el impacto de las competencias digitales en la sociedad actual.
METODOLOGÍA
La metodología del artículo se realizó mediante revisión sistemática, en la cual se generó una síntesis y selección de los diferentes estudios sobre las competencias digitales en la educación superior. Se utilizaron las bases de datos especializadas Scopus, Ebsco, Dialnet, Google Scholar; con las palabras claves “Competencia Digitales”, “Educación superior”, “Tecnología educativa”; utilizando los operadores lógicos and, or, not. (Tabla 1).
El trabajo de selección inicio con 594 documentos, posteriormente se filtraron a través de los criterios de inclusión como una antigüedad no mayor a 5 años, artículos académicos y relevancia del tema. Los criterios de exclusión estuvieron relacionados a la duplicidad de la información y temas diferentes al objetivo de la investigación; resultando 154 trabajos; de los cuales se seleccionaron 60 de mayor relevancia (Figura 1).
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
La continua transformación producto de la virtualización en la educación, condiciona al estudiante al desafío para la creación de valor en sus acciones. Se catalogó los trabajos seleccionados por sus características individuales, idioma, fecha de publicación, encontrando una amplia variedad de documentos en inglés y español, priorizando a revistas relacionadas a las actividades educativas, agrupando a los artículos seleccionados de acuerdo a los rasgos biométricos que estos poseen por revista científica; de los 60 artículos resultantes del proceso de tamizaje, se comenzó con la revisión cualitativa para realizar la observación de las investigaciones y poder entregar datos de interés.
Luego de la revisión del contenido según los criterios metodológicos se realizó una categorización de los artículos seleccionados (Figura 2).
En síntesis, existe la falta de unificación sobre las competencias digitales necesarias en la educación superior. Por tanto, la UNESCO (2018) realizó la presentación de diversos documentos, que permiten conocer estándares en el manejo de las tecnologías de información. Debido a la crisis sanitaria a nivel mundial, las competencias digitales se han convertido en herramientas determinantes en el nuevo modelo educativo, donde se evidencia la falta de habilidades para el manejo de los recursos tecnológicos por parte de docentes y estudiantes creando una brecha en el proceso de enseñanza y aprendizaje (Sánchez-Cruzado et al., 2021; Perdomo et al., 2020).
La relación cada vez más temprana, que tienen los estudiantes en todos los niveles con las diferentes tecnologías no es un indicador de experticia sobre el uso de las herramientas digitales (Bilbao-Aiastui et al., 2021; Vega, 2019), en consecuencia, el masivo uso de las tecnologías en la educación viene acelerando los procesos provocando un impacto sustancial en la educación, reconociendo la necesidad del dominio de la tecnología por parte de docentes y estudiantes (Fernández-Batanero et al., 2021), por consiguiente, la capacidad por aprovechar la tecnología es cada vez más indispensable para el bienestar del individuo (Castro et al., 2020). La importancia de comprender el éxodo del sistema educativo a un entorno digital hace que se observen cambios sociales, políticos y culturales que concuerdan con un vertiginoso proceso de transformación digital en la educación (Katyeudo y de Souza, 2022; Mujtahid et al., 2021).
En el plano educativo, las competencias digitales que más destacan en el proceso de enseñanza y aprendizaje en la educación superior son: Uso de redes de comunicación, técnicas de información e investigación, desarrollo de actividades colaborativas, uso del pensamiento reflexivo y crítico, resolución de problemas y creatividad, manejo de niveles de seguridad para la información (Van Laar et al., 2020). La orientación técnica sobre la actualización y uso de las competencias digitales ha producido un incremento en la perspectiva relacionada al enfoque sobre las cualidades de cada estudiante en el apoyo para la mejora de su aprendizaje (Pinto y Leite, 2020).
De modo que, la tendencia global producida por la situación de distanciamiento social ha acelerado la digitalización educativa y el aprendizaje en línea, donde las instituciones educativas deben evaluar las habilidades y alfabetización digital de los estudiantes, así como las situaciones que este nuevo modelo educativo originan (Аbrosimova, 2020).
También, es necesario reconocer la relación entre las innovaciones educativas y las competencias digitales, que desempeñan un papel muy importante en relación a los objetivos de desarrollo sostenible a través de su participación en la mejora profesional de los estudiantes del nivel superior, esto debido a la disociación que existe entre la educación superior y la secundaria existiendo una enorme brecha entre las características educativas de ambos niveles (Krstikj et al., 2022).
Por ello, la digitalización de procesos y el uso de tecnologías emergentes en la educación, crean en los usuarios la necesidad de actualizar sus habilidades que impacten en su proceso formación académica (Farias-Gaytan et al., 2022). La mejora en las propuestas educativas para identificar las necesidades en los métodos de enseñanza, resaltan la necesidad de satisfacer las características para estar a la par de la industria 4.0 mediante un aprendizaje permanente reduciendo el impacto negativo por la falta de habilidades digitales (González‐Pérez y Ramírez‐Montoya, 2022).
Por otra parte, la construcción de conocimientos a través de los procesos educativos está ligadas permanentemente al uso masivo de la tecnología en la educación. Por consiguiente, las instituciones educativas consideran el uso de TIC por los beneficios que otorgan, como son: bajo costo, flexibilidad, masificación, mejora en el uso de recursos (audio, video y multimedia), sin embargo, también se manifiestan riesgos y desventajas como son: la vulnerabilidad de nuestra seguridad y datos (Scalera et al., 2020).
Asimismo, el entorno laboral tiene una visión cada vez más compleja, requiriendo graduados que se encuentren preparados para afrontar los desafíos más indispensables de la sociedad para la mejora de la calidad de vida y mejorar las experiencias de aprendizaje de las personas (Salinas-Navarro et al., 2022; Fernández-Batanero et al., 2020; Nowell et al., 2020). La modernidad en la educación se ve reflejada en el uso de la tecnología y el mejoramiento de la metodología educativa, impulsando a los educadores a fortalecer el logro en desarrollo de las competencias digitales en los estudiantes mediante un aprendizaje dinámico e innovación educativa (Okoye et al., 2020).
Así pues, los sistemas educativos están en un escenario de transformación debido a los requerimientos de la sociedad. Por esta razón, las universidades deben adoptar diversas métricas para conocer el desempeño de los estudiantes durante su formación académica (Peris-Ortiz et al., 2021), Las estrategias pedagógicas incentivan la cultura de la innovación educativa buscando identificar situaciones que les permitan abordar diferentes perspectivas en beneficio de los estudiantes (Ruiz-Cantisani et al., 2022), las universidades deben dirigir sus políticas educativas hacia las características de la industria 4.0 utilizando las oportunidades de la innovación educativa (Martínez-Pérez y Rodríguez-Abitia, 2021).
Las actuales tendencias tecnológicas proyectan un enfoque de complejidad por la carencia de competencias digitales de los estudiantes, evitando el uso de estos recursos tan importantes por la ignorancia de estas herramientas (Álvarez-Castañón, 2020). Así pues, las evoluciones tecnológicas y la automatización en los procesos (Inteligencia artificial, la analítica, computación en la nube, robótica, internet de las cosas) promueven la creación de nuevos ámbitos educativos a los cuales los estudiantes demuestran una mayor dependencia a la hora de realizar sus actividades académicas y satisfacer las necesidades de la sociedad del conocimiento (Aquino et al., 2021).
Una vez instalada el modelo de educación a distancia en las instituciones de educación superior comenzaron a surgir múltiples dificultades para realizar un proceso educativo normal como son: la falta de competencias digitales adecuadas para el manejo de TIC, poca responsabilidad para la auto formación, desmotivación, ansiedad y episodios de estrés en los estudiantes, conexiones a la red poco estables, infraestructura tecnológica insuficiente e inadecuada, uso didáctico poco asertivo por parte de las instituciones educativas.
Los enfoques de enseñanza y aprendizaje basados en la tecnología 4.0; tienen el propósito de mejorar significativamente la gestión educativa con la participación de las tecnologías de información y comunicación; la cual al inicio de su ejecución experimenta una alta tasa de aprobación, pero en el transcurso de la experiencia se comienza a advertir que existe un proceso de abandono por parte de los estudiantes motivada por la falta de habilidades y destrezas en el manejo de las herramientas digitales, la que se transformar en un obstáculo en la formación académica de los estudiantes (Mesterjon et al., 2022).
Por tal motivo, el cambio de las condiciones educativas por la digitalización de la educación ha modificado conductas sociales, culturales y económicas en los estudiantes, influyendo en su desempeño académico las cuales estuvieron en dependencia con los factores internos y externos en relación al aprendizaje y desarrollo personal (Marlina et al., 2021; Mujtahid et al., 2021).
Las educación ha sido marcada por globalización y que demuestra una encarnizada competencia por el requerimiento de destrezas, habilidades y conocimientos necesarios para subsistir en un entorno totalmente digitalizado (Germain, 2020) donde el uso de la tecnología de la información tiene un impacto positivo en las condiciones educativas (Dwirandra y Astika, 2020) para lo cual las instituciones educativas deben desarrollar programas de consejería y seguimiento académico para identificar de la forma más oportuna los factores que inciden en desarrollo académico de los estudiantes (Supriyanto et al., 2020).
Por tal motivo, se viene priorizando la promoción hacia el cambio, la adopción de las tecnologías como un método con mayor flexibilidad y rapidez en las transferencias de conocimientos reconociendo que estar a la par del uso de la digitalización permitirá estar sintonizado con la sociedad (Sharma y Garg, 2021).
Los docentes tienen un papel preponderante en la formación de los estudiantes con valores y uso del pensamiento crítico reflexivo (Montes-Martínez y Ramírez-Montoya, 2020) que se ve reflejado en futuros ciudadanos con participación activa en la mejora de la sociedad (Infante-Moro et al., 2020). El dominio de las TIC a través de las competencias digitales se ha convertido en un factor determinante a la hora de postular a un empleo, es por este motivo que, los docentes deben promover el uso de metodologías dinámicas y amigables que motiven el aprendizaje en los estudiantes (Rodríguez-Hoyos et al., 2021).
La reforma educativa ha producido la introducción de las herramientas digitales en las actividades pedagógicas, convirtiendo a las competencias digitales en un punto importante en el desempeño de las actividades docentes (Gonzáles et al., 2020). El perfil docente en el presente debe estar relacionado al uso educativo de las herramientas digitales, el cual potencia el desarrollo de sus actividades en las aulas, entiendo que el mejoramiento en la educación es una actividad que se forma mediante una corresponsabilidad entre las instituciones educativas y la docencia universitaria en la transformación del pensamiento, cultura y actitud de los estudiantes universitarios (Roa-Banquez et al., 2021; Ritu, 2020).
El nuevo formato educativo no solo se basa en el uso de herramientas digitales, sino que también significa nuevos métodos y formas de enseñanza, para incrementar el proceso de Aprendizaje, es por esto que, los maestros deben contar con las suficientes habilidades digitales para realizar sus actividades virtuales de la manera más efectiva siendo capaces de evaluar, usar y explorar las apps digitales durante las actividades académicas (Biletska et al., 2021; Potyrała y Tomczyk, 2021).
Por ello, las nuevas tendencias de formación profesional hacen uso de plataformas virtuales, redes masivas de comunicación, almacenamiento en la nube para cubrir las actividades en forma remota, el uso de estas herramientas digitales en la educación debe ir de la mano con un soporte adecuado por parte de las instituciones educativas para brindar infraestructura de apoyo a los estudiantes (Ocaña-Fernández et al., 2020; Osores et al., 2020), donde muchas universidades han decidido institucionalizar la educación a distancia como un modelo educativo válido (Tereshchenko et al., 2022).
La educación desempeña un papel muy importante dentro del crecimiento económico de un país, la adquisición, creación, transformación y uso del conocimiento determinan las características y el horizonte hacia donde se dirige la sociedad. El uso de las herramientas digitales en la educación ha producido un tsunami de información, la cual muchas veces rebasa las condiciones de procesamiento y utilización de estas por parte de los estudiantes, es por estos motivos que, contar con las capacidades y competencias digitales hace la diferencia para distinguir la calidad y las condiciones de como recibimos y utilizamos el conocimiento (Zhao et al., 2021; Lansiti y Richards, 2020).
Los estudiantes son la generación que más ha crecido y adaptado al uso de la tecnología, el internet, la inteligencia artificial, las redes masivas de comunicación, la computación en la nube, los buscadores son algunas de herramientas digitales que con mayor frecuencia utilizan en la educación (Rich et al., 2021). Las universidades tratan de cumplir las expectativas de la sociedad digital mejorando los procesos de investigación, enseñanza, aprendizaje y producción del conocimiento mediante el desarrollo de competencias digitales en estudiantes (Asimakopoulos et al., 2021).
Es por ello que, los centros de formación deben destacar la importancia en la educación, incrementando la eficiencia de los mecanismos de aprendizaje (Ribeiro et al., 2022); teniendo en cuenta que, las habilidades digitales se convierten en una parte importante del perfil profesional, que se convierte en una tendencia incuestionable para el desarrollo de sus capacidades (Vuorikari, 2022). Un estudiante para ser considerado no solo debe demostrar conocimientos acerca de su especialidad, sino que también debe evidenciar un correcto uso de las herramientas digitales que congrega conocimientos sobre el papel que desempeña las tecnologías y el abanico de oportunidades que entrega (Berezhna et al., 2022).
Los estudiantes universitarios deben contar con habilidades claves como el conocimiento sobre la industria, características, estándares, uso de manejo de los medios de comunicación, análisis de datos y gestión, mejoramiento de procesos y redacción (Kilic y Karakuş, 2021; Wekerle et al., 2020). La automatización de las actividades educativas genera que un alto porcentaje de las actividades cotidianas se realice frente a un dispositivo digital (portátil, tabletas y equipos móviles), en consecuencia, un estudiante que no posea las capacidades y competencias necesarias no podrá integrarse a una sociedad digitalizada (Cattaneo et al., 2022; Olesika et al., 2021).
CONCLUSIONES
Las competencias digitales son esenciales en la educación superior, ya que preparan a los estudiantes para enfrentar los desafíos de una sociedad cada vez más digitalizada. Estas competencias van más allá del dominio técnico de herramientas y tecnologías, incluyendo habilidades para acceder y evaluar información críticamente, comunicarse y colaborar en entornos virtuales, y resolver problemas de manera creativa.
La integración efectiva de las competencias digitales en la educación superior promueve un aprendizaje más relevante y enriquecedor. Los estudiantes adquieren habilidades transferibles y prácticas, que les permiten ser ciudadanos digitales informados y éticos, capaces de adaptarse a los rápidos cambios tecnológicos y contribuir de manera significativa en el ámbito profesional.
Las competencias digitales en la educación superior mejoran la empleabilidad de los graduados. Las habilidades digitales son altamente valoradas en el mercado laboral actual, y los empleadores buscan candidatos que puedan utilizar eficientemente la tecnología, trabajar de forma colaborativa en entornos virtuales y adaptarse a las demandas de una economía digital.
La inclusión digital es un aspecto crucial de las competencias digitales en la educación superior. Es importante garantizar que todos los estudiantes tengan acceso equitativo a la tecnología y las oportunidades digitales, independientemente de su origen socioeconómico o cultural. La promoción de la alfabetización digital y la reducción de la brecha digital son fundamentales para asegurar una educación inclusiva y equitativa en la era digital.
Las tecnologías de información y comunicación mejoran las actividades de investigación, promoviendo el potencial de los estudiantes, induciendo a la mejora a nivel social, educativo y personal, colaborando con un continuo crecimiento y adaptación constante, pues la falta de competencias en los estudiantes hace que sean excluidos, debido a que la era digital requiere un dominio apropiado de las TIC.
CONFLICTO DE INTERESES. El autor declara que no existe conflicto de intereses para la publicación del presente artículo científico.