INTRODUCCIÓN
Durante varias décadas los sistemas educativos sentaron las bases de sus diseños curriculares desde un paradigma cuyo paladín era el aprendizaje memorístico y repetitivo, comúnmente conocido como el enfoque tradicional, metodología o educación tradicional, no obstante, con la aparición de nuevas corrientes pedagógicas, la era del conocimiento y la masificación del internet se ha intentado dar un giro hacia una educación más activa donde el estudiante desarrolle capacidades más profundas que le permitan a su vez generar un pensamiento crítico y tomar decisiones o una postura fundamentada con argumentos sólidos frente a un tema o situaciones de la vida real.
Como fundamento teórico, en el ámbito de este estudio consideraremos al Pensamiento Crítico (PC) desde una orientación cognitiva; en ese contexto, Cano y Álvarez, (2020) lo refieren como al conjunto de habilidades que intervienen en la solución de problemas o cualquier situación cotidiana mediante la construcción de posturas con argumentos razonables, basados en el análisis de fuentes de información fidedignas donde estas habilidades requieren ser potenciadas desde temprana edad. Así mismo, otro aporte que complementa al fundamento de este estudio es el recogido por Zuurmond et al., (2023) quienes tomando las ideas de la legislación neerlandesa sostienen que el PC está asociado a la capacidad de evaluar información (fuentes) y distinguir argumentos, afirmaciones, hechos y suposiciones; siendo capaces de adoptar la perspectiva de los demás y capaces de reflexionar sobre cómo se forman los propios puntos de vista, decisiones y acciones.
En ese contexto, el pensamiento crítico (PC) juega un rol trascendental no solo en el ámbito académico sino en cualquier situación que se presente en la cotidianidad, es por ello que las políticas educativas y sistemas educativos deben apuntar en generar estudiantes protagonistas de su aprendizaje con capacidad de pensar de manera crítica (Albertos y De la Herrán, 2018). Esto significa que los estudiantes deben estar en condiciones de poder expresar sus opiniones libremente, adaptarse a los cambios y a nuevos contextos, desarrollar la innovación y resolución de problemas obteniendo de esta forma un nivel académico más alto (Rivadeneira et al., 2019).
No obstante, desarrollar el PC implica la movilización de una gran cantidad de elementos cognitivos y para ejercitarlos de manera óptima los alumnos tienen que contar con insumos que les posibiliten concretar de la mejor manera este pensamiento; esto significa, que deben disponer de herramientas de análisis y juicio necesarias de tal manera que proporcionen criterios sobre los que fundamentarán sus opiniones y argumentos, así mismo, la información debe ser la suficiente para que esta pueda alimentar la capacidad de interpretación y la adquisición de nuevos saberes (Castillo, 2020).
La problemática suscitada en la educación secundaria respecto al PC, redunda en una situación casi similar en los diferentes contextos, los alumnos carecen de competencias o presentan niveles deficientes en relación al PC, la toma de decisiones y la capacidad de análisis (Yaki, 2022; Pérez-Rodríguez et al., 2019, p.43), esto podría deberse en gran parte a que el PC principalmente se da en el ámbito de la formación de adultos y su tratamiento es poco en la educación secundaria y en las distintas disciplinas curriculares que ésta tiene (Ramírez, 2021; Bağ y Gürsoy, 2021, p.9), otros de los factores que podrían limitar el PC son los diseños curriculares y la rigidez de las estructuras administrativas escolares aunado a la falta de capacitación al personal educativo (López et al., 2022; Chesire et al., 2022). Más allá de ello, quienes están implicados o los llamados en generar espacios para su ejercitación, deben ser buenos pensadores críticos (Arisoy y Aybek, 2021), pero se evidencia que aún no están preparados para hacerlo, o demuestran poca preparación aferrados todavía a una enseñanza tradicional que solo promueve habilidades del pensamiento de orden inferior (Baghoussi, 2021).
Conscientes de los aportes que presenta el PC urge la necesidad de promoverlo en las distintas diciplinas curriculares en el contexto educativo secundario sea el escenario cual fuere y por la relevancia que ejerce en el desarrollo académico de los estudiantes amerita su abordaje, Es por ello, que para este estudio se plantea la siguiente interrogante; ¿Cuál es el avance científico del Pensamiento Crítico en el ámbito de la educación secundaria durante los años 2019 al 2023? Con la finalidad de dar respuesta al problema de investigación se plantea como objetivo analizar los aportes conceptuales y publicaciones realizadas a través de una revisión sistemática sobre PC en educación secundaria desde 2019 hasta 2023
METODOLOGÍA
La metodología empleada para este estudio fue la revisión sistemática. Según Uman (2011) una revisión sistemática consiste en la revisión de la literatura o investigaciones primarias sintetizando sus resultados mediante un plan detallado, exhaustivo y cuidadosamente ejecutado, con la finalidad de analizar los hallazgos previamente publicados sobre un tema en particular. Para este artículo se realizó la búsqueda, extracción y análisis de la producción científica sobre el Pensamiento Crítico tomando en cuenta el año de publicación, país de origen y en revistas electrónicas alojadas en las bases de datos de Scopus, Web of Science (WOS) y Scielo.
Se realizó una búsqueda general, en la búsqueda avanzada utilizando las variables “pensamiento crítico” “critical thinking” “educación secundaria” “secondary school” “high school” y los operadores booleanos AND y OR, empleando la técnica Prisma que tiene como objetivo garantizar que los métodos y resultados de las revisiones sistemáticas se describan con suficiente detalle para permitir una total transparencia a través de los diagramas de flujo (Haddaway et al., 2022).Los criterios de inclusión empleados para esta investigación fueron artículos originales e investigaciones publicadas entre el 2019 y el primer trimestre del 2023, se consideraron artículos en idioma español e inglés de acceso abierto y disponible para su consulta. Los criterios de exclusión se basaron en publicaciones que no corresponden a los años indicados ni en las bases de datos antes señaladas, artículos de acceso restringido, artículos de revisiones, artículos duplicados, artículos en otros idiomas, tesis y libros, seleccionándose un total de 30 investigaciones que fueron parte del objeto estudio. En la Figura 1 de proceso de clasificación del cribado de las fuentes seleccionadas 30 artículos.
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
Se procedió a la revisión de las treinta fuentes seleccionados para este estudio rescatando la información en aportes conceptuales sobre el pensamiento crítico, la cantidad de publicaciones por año y los países que presentan más producciones sobre este asunto. A continuación, en la Tabla 1 se desglosan las principales ideas de las investigaciones que formaron parte del estudio, su procedencia y base de datos empleada.
Como se mencionó en la parte introductoria, la concepción tomada para esta investigación sobre el PC está orientada al ámbito cognitivo donde lo refiere como al conjunto de habilidades que intervienen en la solución de problemas o cualquier situación cotidiana mediante la construcción de posturas con argumentos razonables, basadas en el análisis de fuentes de información fidedignas donde estas habilidades requieren ser potenciadas desde temprana edad (Cano y Álvarez, 2020).
Considerando lo anterior, los principales hallazgos señalan que el PC es una habilidad que puede y debe trabajarse de diferentes formas (Agudo-Saiz et al., 2020) convirtiéndolo en desde una temática atractiva hacia los estudiantes, de tal manera que permita fomentar la curiosidad frente a un determinado problema (Lampert y Porro, 2020), además de formular actividades que realicen operaciones cognitivas de orden superior como el análisis, razonamiento, síntesis e interpretación integrando a su vez actividades más básicas (Lévano, 2020), no obstante se necesita de docentes bien capacitados y formados que los conduzcan a ser pensadores críticos (Arisoy y Aybek, 2021, Núñez-Lira et al., 2020, Marangio et al., 2023). Así mismo, los estudios concuerdan que el PC debe ser abordado no solamente en el nivel superior sino en todos los niveles y en diferentes disciplinas (Ramírez, 2021, Bağ y Gürsoy, 2021).
A continuación, la tabla 2 refiere el número de estudios ubicados desde 2019 hasta el primer semestre del año 2023
La Tabla 2 expone el número de estudios realizados entre los años 2019 y primer semestre del 2023 encontrándose que el 2021 fue el año en que más trabajos científicos se realizaron sobre PC con un total de 9 investigaciones que representar un 30% del total de las producciones, en el segundo lugar se ubica el año 2022, con 7 estudios (23,33%), seguido del 2023 donde hasta el primer semestre se encontraron 6 investigaciones (20%). Finalmente, el cuarto y quinto lugar lo comparten el 2019 y 2020 con la misma cantidad de investigaciones, 4 estudios por cada año representando el (13%) del total de las producciones.
En cuanto a la ubicación geográfica de los estudios identificados, la siguiente tabla indica que estudios sobre PC se han realizado en diferentes partes del Mundo (ver Tabla 3).
Para cerrar según se observa la Tabla 3, España es uno de los países que más producciones realiza sobre el Pensamiento Crítico en la orbe, ocupando en este estudio el primer lugar de la tabla con un total de 10 investigaciones (33.3%), seguidos de Colombia, Perú y Turquía con 3 investigaciones cada país (10%), representando un total del 30% de la producción; el resto de la producción científica se encuentra repartida entre los países de Argelia, Argentina, Australia, Chile, China, Ecuador, Inglaterra, Kenia, Nigeria Paraguay y Singapur con una investigación cada uno representando el 3.3% y una sumatoria de 36.3%.
CONCLUSIÓN
El análisis de los estudios realizados permiten concluir que el PC está asociado a la capacidad de ejercer un juicio en relación a problemas que reflejen situaciones del mundo real a través de operaciones cognitivas que permitan analizar, interpretar y evaluar información, las fuentes, argumentos y afirmaciones; siendo capaces de adoptar la perspectiva de los demás y capaces de comprender sobre cómo se forman los propios puntos de vista, sus decisiones y acciones conduciéndolos de esta manera hacia un aprendizaje efectivo, a la motivación, reflexión y auto regulación.
Respecto a la producción científica, el PC España es el país que más ha abordado esta temática con el 33% de las producciones esto equivale a diez investigaciones de las treinta citados en este estudio; así mismo la data revela que la producción científica sobre el PC en los últimos cinco años sí se ha llevado a cabo, comprendiendo el 2021 y 2022 los años que más estudios fueron publicados en diversas revistas indexadas en las bases de datos de SCOPUS, WOS y Scielo; tomando en cuenta el contexto de la educación secundaria y distintos escenarios
En el contexto de la educación secundaria, PC está considerado dentro de sus sistemas curriculares, sin embargo, este se promueve con mayor profundidad en la educación superior y en este nivel educativo su tratamiento es aún deficiente tanto en estudiantes como docentes, esto podría suscitarse debido a que su desarrollo en los estudiantes requiere de una buena preparación de los docentes desde su formación inicial, con un currículo más abierto y flexible cuyos contenidos promuevan este tipo de pensamiento así como la integración de todas las disciplinas.
Finalmente, a la luz de los resultados encontrados el PC es una capacidad que puede ser abordada desde las distintas áreas curriculares que el Currículo Nacional de la educación Básica contiene, no obstante, para que esta se materialice dentro del proceso de enseñanza y de aprendizaje se necesita de profesores comprometidos con su labor, bien capacitados, conocedores de su área y campo temático, así como la predisponibilidad de recursos y herramientas necesarias que el estado, la escuela y el docente facilite a los aprendices.
CONFLICTO DE INTERESES. Los autores declaran que no existe conflicto de intereses para la publicación del presente artículo científico.