INTRODUCCIÓN
El presente siglo es considerado como la era de la información (Palaz et al., 2022), con evidentes avances tecnológicos que ejercen influencia en todos los campos de la sociedad y el auge del internet que sirve a las relaciones sociales (Daher et al., 2022), lo que obliga en los usuarios el desarrollo de una CD competente. El nacimiento de la CD es el impacto del uso de la tecnología digital en casi todas las actividades de la vida de los ciudadanos, para fortalecer y desarrollar la competencia de alfabetización digital como un nuevo desafío y necesidad que debe afrontar cualquier país del mundo (Saputra y Al Siddiq, 2020).
En ese sentido, el apogeo de la información en la era digital ha impactado en los problemas sociales, de ahí la necesidad de abordar los temas relacionados con la seguridad digital, el uso ético de la tecnología, para mejorar la interacción en entornos digitales de manera segura (Prasetiyo et al., 2021). En el ámbito familiar, el desarrollo de la CD movilizó la vida de los ciudadanos y la interacción entre ellos; generando conductas disruptivas en los miembros de la familia porque no estaban preparados para este nuevo orden mundial de la era digital (Saputra y Al Siddiq, 2020).
La CD refleja la formación y competencia para actuar activamente en todos los ámbitos de la vida social, profesional y civil a través de medios digitales (Milenkova y Lendzhova, 2021). También es la capacidad de descubrir información e interactuar con personas digitalmente haciendo uso de la tecnología, lo que requiere de habilidades para evaluar la información y darse cuenta de las consecuencias sobre la seguridad digital y tecnologías de la información (Prasetiyo et al., 2021; Liu, I. y Liu, Q., 2021). A su vez, se entiende como atributo de la persona y su acción en las comunidades (Ollivier et al., 2021), lo que implica hacer uso seguro y ético de la tecnología, que sea capaz de comprender las políticas de privacidad que se aplican a la información recopilada en línea y cooperar responsablemente con sus pares a nivel mundial (Capuno et al., 2022; Örtegren, 2022).
Asimismo, está ligada a factores como cultura y comunicación política, entrando en juego el concepto de los memes donde el lenguaje y el código cultural utilizados establece conexión con el perfil político de los jóvenes de esta generación, desarrollando el interés por la micropolítica cotidiana y la plataforma digital como una forma de comunicación política (Antón, 2020), donde la participación en línea con hábitos tecnológicos, favorecen la convivencia, socialización, adiestramiento y actualización de información, llevando a cabo el proceso de adopción tecnológica y maduración para la participación activa y democrática en eventos de voluntariado promovidos en red (Oyoyola et al., 2021).
Por otro lado, es importante educar en CD porque desarrolla la competencia y capacidad de procesar falsas noticias, para participar críticamente en la sociedad (Milenkova y Lendzhova, 2021). Asimismo, desarrolla el sentido de inclusión digital (Kaharevic y Skill, 2021) orientada a la justicia social (Buchholz et al., 2020; Monteiro et al., 2022) para convertir a los jóvenes en ciudadanos éticos e informados (Harris et al., 2022), desarrollar la competencia de los ciudadanos (Saputra y Al Siddiq, 2020), con una comunicación en línea segura, ética y legal (Arredondo et al., 2020).
Otro aspecto relevante es el rol del docente en la formación de CD, el cual se ha convertido en una necesidad para la prestación del servicio educativo. Urge que los gobiernos impacten en las escuelas y en la preparación de los profesionales para la formación de ciudadanos en una sociedad de la información y del conocimiento (Örtegren, 2022 y Galindo, 2009). Los maestros deben estar preparados para integrar la CD en el currículo (Capuno et al., 2022), a través de una guía orientadora (Palaz et al., 2022).En ese sentido, el proceso formativo está ligado al desarrollo de la competencia digital que implica un conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes dentro de acciones democráticas, donde el conocimiento de la tecnología y su implicancia en las diversas formas de participación social es fundamental a través de redes y comunidades en línea (Torres-Gastelú et al., 2020) para construir significados y la formación en situaciones concernientes a la participación política social, con sustento ético y uso crítico de las tecnologías, a través de la dinámica de grupos.
Es necesario integrar las dimensiones: técnica, informacional, comunicativa, ciudadanía digital, pedagógica y actitud ante las TIC. Para lo que se recomienda diseñar e implementar procesos de formación y capacitación permanente que favorezcan la adquisición de estas competencias (Ruiz del Hoyo et al., 2021).
Con la aparición del internet se presentan nuevas oportunidades hacia la innovación educativa, asumiendo nuevos roles no solo como consumidores, sino también como creadores de recursos y medios digitales. Se hace imprescindible empoderar a la ciudadanía en el uso adecuado de los medios digitales mediante la adaptación del currículo que promueva la competencia mediática en la comunidad educativa, sin descuidar la formación de valores en el uso de las redes sociales, así como en la búsqueda de información en internet (García-Ruiz y Pérez-Escoda, 2019).
Otro aspecto para considerar es la educación superior que tiene dos retos fundamentales, formar a los jóvenes inmersos en el mundo digital o móvil y educarlos en la esfera digital que trasciende la parte física y presencial, por tanto, es necesario el desarrollo de competencias dirigidas a la alfabetización digital (Lozano-Díaz y Fernández-Prados, 2018). Se requiere empoderar al estudiante a través del aprendizaje y participación activa en la sociedad digital, que les permita la defensa de sus derechos y el derecho de los demás, a través de programas y metodologías para superar la brecha digital democrática en la formación universitaria, con los cibermovimientos sociales.
METODOLOGÍA
La metodología del estudio se basó en una revisión sistemática de la literatura, utilizando el modelo PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses), y siguiendo un proceso estructurado. Aquí se describe detalladamente cada paso de la metodología:
La pregunta de investigación formulada fue: ¿Cuáles son las estrategias de abordaje para la formación en ciudadanía digital en estudiantes universitarios y de escuelas? La investigación se enmarca dentro del tipo de revisión sistemática, siguiendo la metodología PRISMA. La búsqueda se llevó a cabo en las bases de datos Scopus y Scielo hasta enero de 2022. Se utilizaron fórmulas específicas de búsqueda para cada base de datos, enfocándose en las estrategias aplicadas en el desarrollo de la ciudadanía digital en estudiantes universitarios y de educación básica, tanto del ámbito público como privado.
La fórmula de búsqueda en Scopus fue: (TITLE ("digital citizenship") AND ("student") AND (LIMIT-TO(OA,"all")) AND (LIMIT-TO(PUBYEAR,2022) OR LIMIT-TO(PUBYEAR,2021) OR LIMIT-TO(PUBYEAR,2020) OR LIMIT-TO(PUBYEAR,2019) OR LIMIT-TO(PUBYEAR,2018) OR LIMIT-TO(PUBYEAR,2017)). En Scielo: (ciudadanía digital) AND (estudiantes)
Los criterios de inclusión y exclusión quedaron establecidos en Investigaciones con títulos que contengan "digital citizenship" AND "student" en Scopus y "Ciudadanía digital" AND "estudiantes" en Scielo; Estudios empíricos cuantitativos, cualitativos y mixtos; Unidad de análisis: estudiantes universitarios y/o de educación básica (escuelas); Publicaciones entre 2017-2022, Acceso abierto (open access). Exclusión fue Revisiones sistemáticas que no estén orientadas a la pregunta de investigación;
La selección de artículos se realizó siguiendo el proceso representado en la Figura 1, que se basa en el modelo PRISMA, garantizando rigurosidad y calidad de la información. Se aplicaron los criterios de inclusión y exclusión durante este proceso. Bases de datos utilizadas: Scopus y Scielo, período de búsqueda hasta enero de 2022; El reporte de artículos codificados se presenta en la Tabla 1, que incluye la información sobre autores y revistas de los artículos seleccionados.
El análisis y síntesis se llevaron a cabo con base en los artículos codificados, utilizando la información recopilada para abordar la pregunta de investigación. Este enfoque metodológico asegura la rigurosidad y sistematización en la revisión de la literatura sobre las estrategias de abordaje para la formación en ciudadanía digital en estudiantes universitarios y de escuelas.
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
En la Figura 2 se destacan las publicaciones sobre la CD en estudiantes en los últimos años, donde la evolución ha tenido altas y bajas. El 2020 ha sido el año con mayor cantidad de publicaciones (9). El 2017 solo hubo una publicación, se incrementó en el 2018 (6), pero disminuyó en el 2019 (3), luego en el 2020 se incrementa (8) y posteriormente hay una tendencia hacia el descenso en el 2021 (7) y 2022 (7). En los últimos años las nuevas tecnologías han dado apertura a espacios para la construcción y desarrollo de la CD a través de la cooperación, organización de redes cívicas, creatividad colectiva e individual (Sierra, 2012).
En cuanto a los países donde se evidencia estudios relacionados sobre CD se denota que los asiáticos han liderado en Turquía con publicaciones (4), Jordania (3) y Palestina, China, Indonesia, Arabia Saudita, Malasia y Tailandia (1) publicación cada una. En el continente europeo, Chipre (3) y España (2), Rumania (1) y Portugal que comparte una publicación con países latinos. A nivel latinoamericano, Colombia (3), seguido por Perú, México y Chile (1) y Brasil que publicó en colaboración con Portugal (1) (Figura 3). Los hallazgos reflejan el poco interés en la investigación por la temática a nivel mundial, aunque los países asiáticos como pioneros en el avance de la tecnología muestran interés a través de estudios.
El análisis según enfoque de investigación evidencia en la Figura 4 donde la tendencia metodológica en las investigaciones fue de enfoque cuantitativo en 19 artículos publicados, de los cuales dos investigaciones estuvieron orientadas a la solución de la problemática en la CD (A1 y A25). Se desarrolló un modelo de formación en línea basado en retos (A1) y mediante cuatro sesiones se aplicó un proyecto educativo para mejorar la CD como parte de la competencia digital. Las metodologías utilizadas fueron la participación, indagación, descubrimiento con guía, resolución de problemas, equipos de trabajo y enseñanza recíproca (A25). La CD también se ha profundizado desde la mirada cualitativa en siete publicaciones y cinco publicaciones con metodología combinada o mixta.
La tendencia de acuerdo con los resultados está enmarcada en la tradición por la investigación cuantitativa orientada a la medición, recolección de datos por percepción, y uso de la estadística. El proceso inductivo y las técnicas cualitativas todavía no tiene mucha aceptación en las líneas de CD para la investigación. La combinación de los dos enfoques presenta algunos avances (D’olivares y Casteblanco, 2015).
Discusión
La estrategia más utilizada para desarrollar la CD es la Educación Ciudadana Mundial (ECM) tanto para los estudiantes de educación secundaria como universitarios con resultados positivos en la reflexión (Figura 5). Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco, 2016) esta estrategia es un enfoque holístico orientado a la formación de valores ciudadanos y pensamiento crítico. Actividades basadas en Responsabilidad Social Universitaria (RSU) han desarrollado la solidaridad ciudadana en los universitarios, el cual es avalado por Martínez-Usarralde et al., (2017) quienes manifiestan la importancia de la RSU desde las aulas en pro de una ciudadanía responsable. Las actividades en línea fueron pertinentes para los estudiantes de escuelas.
La CD se ha medido en los universitarios y estudiantes de escuelas a través de diferentes modelos que componen desde tres hasta 10 dimensiones (Tabla 2). La dimensión que coincide en los diferentes modelos de CD es la seguridad digital, alfabetización, comunicación y ética digital. Existe semejanza con el modelo planteado por Lozano-Díaz y Fernández-Prados (2018) en las dimensiones ética digital, alfabetización y resistencia crítica (ética).
Hay diversos factores asociados a la CD y estos son: práctica de netiqueta en línea, estabilidad emocional, buenas prácticas sociales, aprendizaje y entorno familiar, que permiten el desarrollo positivo de la CD, pero también existen factores personales como el género y psicológicos como la personalidad que tienen efectos negativos. Sin embargo, en el estudio de Mendoza et al., (2019) y Larrañaga et al., (2018) el género no fue relevante como se puede apreciar en Figura 6.
En la Tabla 3 son destacada las redes sociales, televisión e internet como espacios de mediación para el desarrollo para la CD. En estudios similares se determinó que las redes sociales empoderan en CD, aunque con algunos matices Cáceres et al., (2015) y Facebook bajo el proyecto educomunicativo fortaleció la identidad cultural (Vayas et al., 2018).
CONCLUSIÓN
Existe mayor número de investigaciones publicadas sobre la CD a nivel empírico bajo el enfoque cuantitativo. La ECM es una de las estrategias más utilizadas en el ámbito universitario y de las escuelas, en menor uso se encuentra las herramientas en línea y pedagógicas. Medir la CD implica diversos componentes o dimensiones que engloba aspectos éticos, cognitivos, sociales, tecnológicos y personales en los dos ámbitos educativos analizados. Asimismo, factores positivos de la CD son el aprendizaje, netiqueta, entorno familiar y factores negativos son personalidad y de acuerdo con el género los varones en la práctica del ciberacoso. Por otra parte, la tecnología, las redes sociales, el internet y la televisión contribuyen al desarrollo de la CD.
CONFLICTO DE INTERESES. Los autores declaran que no existe conflicto de intereses para la publicación del presente artículo científico.