INTRODUCCIÓN
La sociedad y las instituciones educativas juegan un rol principal en el proceso de inclusión educativa; para ello es menester que se conforme una reflexión sobre las métricas que se deben aplicar para crear un proceso de convivencia armónica y de respeto entre miembros de una misma comunidad educativa, donde no exista segregación o exclusión bajo ningún aspecto a estudiantes, brindándole las oportunidades de desarrollo personal e incluyéndolos a la sociedad como miembros de esta. Para Calvo et al., (2019) el desarrollo del proceso cognitivo en educandos con alguna limitación física, se ve fortalecido con el desarrollo de actividades que permitan la participación de todos sin importar las debilidades y fortalezas de cada uno con la finalidad de obtener resultados esperados. Por otra parte, Martínez (2020) menciona que el proceso de inclusión educativa es un tema de interés para ser tomado en cuenta en las políticas educativas, con el propósito de articular los organismos educativos y la sociedad, eliminando barreras propias de las actividades inclusivas y que permita el acceso de todos y todas.
Hernández et al., (2020) describen la importancia de la solidaridad entre miembros de una comunidad como uno de los pilares del proceso inclusivo, reconociendo a los estudiantes de diferentes condiciones socioculturales y económicas como iguales, transformando a la sociedad con una amplitud de criterio y responsabilidad, con valores de solidaridad, entendiendo que cada estudiante posee un tipo de realidad diferente, que tiene que ser entendida y respetada. Según el INEl pronóstico que existen 3 millones de personas con discapacidad, de los cuales 301 mil 672 (9%) son niños y adolescentes, donde estas personas con habilidades diferentes tienen acceso a la educación básica, esto quiere decir que la inclusión educativa no es accesible para todos de manera equitativa (Cosar, 2021).
Como también, en España Verdugo et al., (2018) refieren que la inclusión educativa es uno de los aspectos que ha tomado mayor relevancia en los últimos años, destina a beneficiar el desarrollo integral de los estudiantes, acceso a la educación en igualdad de condiciones, ofreciendo múltiples estilos de abordar y conceptualizar la educación inclusiva, que en este siglo XXI presenta creencias limitadoras por parte de sus actores, y que la normatividad en este tema, permite realizar cambios positivos en el proceso de inclusión educativa; por ello, es necesario establecer políticas y lineamientos para generar el seguimiento de los derechos educativos.
En Latinoamérica, Escobar et al., (2020) enfatizan que el proceso de inclusión en la educación, está dirigido a que todos los niños estudien juntos, sea cual fuere su origen, religión, raza o algún tipo de necesidad educativa, la cual debe estar ligado a la democratización de la educación, en que todos los integrantes de la escuela cuenten con igualdad de condiciones. Asimismo, Reyes (2017) manifiesta que existen niveles de exclusión, segregación en estudiantes ya sea por diferencias socioculturales, económicas o algún tipo de habilidad especial, acrecientan la fragmentación en el proceso escolar. De igual manera Sisto et al., (2021) manifiestan que la falta de colaboración entre maestros afecta el desarrollo de capacidades, y crea actitudes negativas, que se transforman en barreras que afectan el proceso de inclusión en la educación.
Según Pibaque et al., (2018) revelan que la interculturalidad debe enfocarse a un proceso de desarrollado por la inclusión educativa, comprendiendo la diversidad de sus dimensiones, promoviendo cambios significativos y cualitativos en el desarrollo de capacidades de los estudiantes, destacando a la escuela como un entorno de armonía entre culturas y socialización, resaltando la expectativa por una educación inclusiva, creando de esa manera las condiciones necesarias para una experiencia educativa, es un escenario de amplia integración y respeto entre estudiantes. Por parte López et al., (2019) destacan que en el presente siglo existe una creciente cultura por la igualdad en la educación, para asegurar que el objetivo de esta, sea el desarrollo de las habilidades y capacidades de los estudiantes; sin embargo, el concepto de equidad, no involucra que todos los estudiantes alcancen el mismo desarrollo; ya que, el proceso educativo no está basado en molde idénticos.
En Perú, la educación inclusiva se enfrenta actualmente a nuevos e importantes desafíos en el contexto de la crisis mundial de la salud y la educación. En educación la inclusión implica identificar y eliminar las rechas educativas y sociales que impiden la realización efectiva de los derechos fundamentales relevantes para todos los ciudadanos especialmente en la educación inclusiva, (Acho et al., 2021). En tanto, Sullca (2021) menciona que refleja la importancia de la responsabilidad de implementar estrategias, políticas, recursos y apoyos para que las escuelas, los maestros y los padres de familia, trabajen juntos por estos niños. Sin embargo, esto no se refleja en la realidad ya que el 87,1% de los niños y adolescentes con discapacidad en edad escolar se encuentran fuera del sistema educativo.
En este contexto, la presente revisión se propone analizar el estado de la inclusión en la educación, justificando su relevancia en la necesidad de mejorar el proceso educativo y fortalecer las competencias de estudiantes inclusivos. El aumento en el número de personas involucradas en esta realidad resalta la urgencia de que las instituciones educativas consideren estas dinámicas para optimizar la educación de aquellos que forman parte de esta población.
METODOLOGÍA
La metodología utilizada en esta investigación, basada en las pautas propuestas por Cuadrado et al., (2020) se orientó hacia el método científico, conceptualizándolo como un conjunto de instrucciones diseñadas para alcanzar un propósito científico específico. El objetivo principal fue realizar una revisión sistemática y acumular información relevante sobre el tema de la inclusión educativa
Para lograr este propósito, se llevó a cabo una búsqueda sistemática en la literatura, utilizando combinaciones de descriptores y operadores lógicos como AND, OR, y NOT. Se establecieron criterios de inclusión y exclusión para delimitar la revisión, considerando investigaciones publicadas desde el año 2017 en adelante, en las vertientes cuantitativas, cualitativas y mixtas, con información completa y con un vínculo directo con el tema de revisión.
La cadena de búsqueda incluyó términos como "Inclusión educativa", "Inclusión educativa (and) TIC", "Inclusión educativa (and) América Latina", "Inclusión educativa (and) Prácticas Pedagógicas", y "Inclusión educativa (and) Estudiantes con NEE" (ver Tabla 1). La búsqueda se realizó en diversos motores de búsqueda, como Dialnet, Scielo, EBSCO, Scopus, y Google Scholar.
Se estableció una temporalidad de 2017 a 2023, y se limitó la búsqueda al área de investigación de Educación. Se seleccionaron artículos de revista en los idiomas español e inglés.
En el proceso de revisión, se consultaron 60 artículos de diferentes motores científicos. Tras la aplicación de los criterios de inclusión y exclusión, se descartaron 25 artículos y se seleccionaron 35 para su análisis. Estos artículos procedían de distintos motores, como Dialnet (8 artículos), Scielo (5 artículos), EBSCO (4 artículos), Scopus (7 artículos) y Google Scholar (11 artículos).
Posteriormente, se llevó a cabo una selección temática entre los 35 artículos seleccionados para su análisis ulterior, considerando la relevancia, actualización y pertinencia respecto al tema de estudio. Se tomó en cuenta un periodo de los últimos 5 años, y se incluyeron artículos en inglés, portugués y español como idiomas neutrales de búsqueda.
En este proceso de selección, se identificaron y eliminaron artículos duplicados que se encontraban en más de una base de datos. Con estos 35 artículos seleccionados, se procedió a la siguiente etapa de análisis temático.
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
Como desarrollo y discusión tenemos que, en los nuevos modelos académicos, educativos y científicos, se presenta un nuevo escenario con la convicción de cubrir las múltiples necesidades de miles de estudiantes, es importante tener en cuenta la necesidad de reconocer las características diferentes de estudiantes y asumirlo como propio y comenzar a cubrir sus requerimientos para otorgarles la normalidad que estos niños, jóvenes y adultos requieren. La sociedad actual se encuentra en la obligación de reconocer a todos por igual y comenzar a educar de una forma democrática, con respeto a lo distinto, a la presencia de la interculturalidad, convirtiéndonos en una comunidad más justa y con respeto que cada uno de sus integrantes lo requiere. Por ende, se muestra el Figura 1 con las agrupaciones para el desarrollo de los resultados.
Inclusión educativa en América Latina
Los artículos que conforman el grupo perteneciente a la categoría de la inclusión educativa en América Latina, muestran el detalle de su contenido en la Tabla 1, las cuales muestran contextos de similitud con el siguiente contenido de autores como Krüger (2019); Marchesi y Hernández (2019); Rodríguez y Contreras (2017); De la Vega y Muñoz (2017), y De la Cruz (2017) donde se destacan los avances importantes en el proceso de inclusión realizada en América Latina en el periodo comprendido entre los años 2017-2023, priorizando la importancia de los desafíos educativos y culturales del siglo XXI, en contexto a las prioridades de inclusión educativa, sociales y políticas que requieren de un mayor impulso para el fortalecimiento del desarrollo en los estudiantes de todos los niveles educativos, donde se debe observar que no solo es la masificación de la educación, además de contemplar y sostener una calidad en tiempo para cubrir las desventajas y necesidades sociales.
Según Viñas (2019) menciona que en la actualidad existe una gran corriente por la igualdad en los regímenes educativos, y que las oportunidades sean entregadas por igual a los estudiantes, siendo las universidades centros de formación y emisores de cultura, deben inculcar en sus estudiantes la idea de igual y respeto en su formación profesional, los cuales deben impulsar la inclusión de las personas en los procesos educativos, sin considerar necesidades o características propias. En tanto, Anchundia (2019) y Duk y Murillo (2019) mencionan que la educación inclusiva se encuentra en un amplio rango educativa, donde el nivel de complejidad de las instituciones podrá generar el alcance de las mismas; lo que significa que todos los tipos personas, con o sin discapacidad, aprenden juntas en los diferentes entornos de educación general.
Inclusión educativa y prácticas pedagógicas
La necesidad de contar con un marco educativo que cubra la dinámica de los cambios sociales que venimos atravesando, en base al respeto de la diversidad, procedemos a analizar las características que implica el modelo de la inclusión educativa y que nos permite registrar las incidencias de forma que podamos alcanzar punto intermedio entre lo deseado y la realidad. Los siguientes autores exponen sobre la implicancia de la inclusión educativa y prácticas pedagógicas Pérez et al., (2020); Echeverri (2020); Escarbajal et al., (2020); Valdés et al., (2019); Carrillo et al., (2017), y Cantor et al., (2021) exponen que la actuación de los docentes en la práctica inclusiva apoya los beneficios de la mencionada actividad, pero también se encuentran con la carencia de las didácticas necesarias para una óptima ejecución. La demanda social del factor inclusivo hace necesario un cambio en la pedagogía educativa, pero ven limitado esta actividad por que las familias de los estudiantes no comparten los valores de la inclusión educativa.
Sánchez et al., (2023) mencionan que los docentes de la educación básica deben de manejar adecuadamente las emociones logrando implementar acciones que permitan la inclusión de estudiantes diferentes en el proceso educativo; de igual manera, Cepeda (2023) hace referencia a las prácticas incluyentes quienes asumen un reto en lugares de formación desplegando las políticas educativas con igualdad para todos; Álvarez y Rodríguez (2023) mencionan que se debe priorizar la estabilidad de los estudiantes diferentes con el fin de garantizar que no exista riesgo en la deserción en el trabajo educativo que se realiza en aula; de tal manera con estrategias pedagógicas permitan el trabajo adecuado para estudiantes que tienen diferentes características; al mismo tiempo, Maya et al., (2023) mencionan que existe la necesidad de fomentar la identificación y la aceptación, fortificando el derecho de ser desigual, y de ser aceptado y respetado en la escuela y en la sociedad debiendo ser atendido en la diversidad.
Según Manghi et al., (2018) y Manzanero (2021) mencionan que la escuela, las familias y todos los actores de la comunidad educativa están sujetos a la influencia de las políticas públicas, simultáneamente se esfuerzan por dar respuestas coherentes a las necesidades sociales en el marco de un panorama eficiente y competitivo. Por tanto, es necesario comprender los recursos que destinan los docentes y la relacionan en el proceso inclusivo, abordando los conocimientos desde la subjetividad y creencias, siendo argumentadas por teorías y líneas científicas para predecir, explicar, orientar y justificar el comportamiento de los participantes de la inclusión educativa, las cuales tienden a condicionar los factores de enseñanza y aprendizaje, formando antejuicios influidos por las creencias socioculturales que influyen en los estudiantes.
Inclusión educativa y las TIC
La propuesta de la universalización de la educación para estudiantes con necesidades educativas especiales, cuentan con los derechos para que el estado cubra sus necesidades educativas en todos los niveles educativos. El proceso de inclusión educativa cuenta con una antigüedad de más de 30 años, lo cual significa un desafío dentro de las políticas educativas, es por este motivo que se crea la necesidad de contar con herramientas que favorezcan el proceso de inclusión, creando condiciones óptimas para los estudiantes con NEE. Es así como lo describen los siguientes autores en sus diferentes publicaciones, Almenara y Ortiz (2019); Torres y Cachizumba (2018); Del Mar et al., (2018); Pérez et al., (2018), y Batanero et al., (2017) estos autores manifiestan la necesidad de conocer como nuevas tecnologías de información y comunicación crean una relación positiva entre estudiantes y el proceso inclusivo, mejorando las condiciones de comunicación entre maestros y estudiantes.
El fenómeno de la sociedad del conocimiento apoya en el proceso educativo creando la posibilidad de colaboración de recursos, acceder a información precisa y detallada de manera presencial y remota, permitiendo una simbiosis entre el conocimiento y la tecnología. Asimismo, Puche (2019) y Fernández y Arrifano (2019) hacen referencia a la revolución tecnológica que permite vivir nuevas experiencias, caracterizada con la amplitud de información a disposición, teniendo un ambiente más exigente, renovando conocimientos y metodologías que garanticen el aprendizaje, precisando un mayor esfuerzo por acompañar la velocidad del desarrollo tecnológico con nuestro nivel de conocimiento.
En tanto, Sanahuja et al., (2020) y Romo (2018) refieren que todavía hay brechas digitales en algunas escuelas, aunque importantes mejoras en el equipamiento de sus recursos en los últimos años; además del dominio de los maestros ya que son aquellos que serán responsables de cerrar la distancia digital, hacia una educación más integral. Por consiguiente, Watts y Lee (2017) describen que es un fomento de ideas, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) juegan un papel importante para potenciar estos espacios y fomentar entornos de aprendizaje inclusivos; debido que se desarrolla como herramienta para la educación inclusiva y los entornos de aprendizaje participativos.
Inclusión educativa y estudiantes con necesidades educativas especiales
Hace más de 15 años que los estudiantes con necesidades educativas especiales buscan ser integrados al sistema educativo en igualdad de condiciones, los cuales han realizado importantes convocatorias para que las políticas educativas contemplen las necesidad y requerimientos de estas personas, en igualdad de condiciones, apoyando el desarrollo de sus habilidades y mejorando las capacidades para integrarse en la sociedad. El proceso de inclusión educativa ofrece a estos estudiantes la integración como miembros de una comunidad educativa, en un trato igualitario y basados en el respeto.
Diversos autores como Paz (2020); Bravo y Santos (2019); Vásquez (2019); Charry et al., (2019); y Carrión y Santos (2019) manifiestan la necesidad de la inclusión educativa para estudiantes con necesidades educativas especiales, donde hacen hincapié en que el maestro de aula, no solo debe contar con la destreza de impartir conocimiento a sus estudiantes, sino que debe tener la preparación necesaria para saber manejar las características heterogéneas de cada estudiante, permitiéndole alcanzar un desarrollo cognitivo, integración y equilibrio psicológico. Además, King et al., (2019); Alfonzo (2021), y Alcaraz y Arnaiz (2020) refieren que, a pesar del avance de las instituciones con la inclusión, todavía hay suficiente claridad sobre el concepto de inclusión, aunque las actitudes de los docentes son generalmente favorables, claramente no están preparados para el tema y el cambio; por el cual el sistema educativo genera un mayor énfasis en la formación social y proyectos culturales.
La planificación en una adecuada formación pedagógica que apoye a la inclusión educativa a estudiantes con necesidades educativas especiales destaca una adecuada formación educativa. La presencia de estudiantes con habilidades especiales se ha constituido en un grupo emergente a la espera de procesos inclusivos en la educación, ha redundado positivamente en que muchos estudiantes con necesidades educativas especiales tengan acceso a la educación; los cuales, han ido afrontando los cambios de normatividad y políticas adecuadas que les permitan obtener conocimientos de una manera digna y sostenida por profesionales capacitados, como propuestas pedagógicas que abarquen las características de las necesidades especiales.
El paradigma de inclusión educativo es el que busca impulsar el máximo potencial de cada niño que tiene participación en el proceso educativo, cubriendo sus necesidades y ampliando sus oportunidades para ser miembro de la sociedad. Uno de los propósitos de la inclusión educativa es crear centros de capacitación con equipos adecuados, asegurando la conectividad con la internet para los sectores más vulnerables. Además de apoyar en las capacitaciones para docentes y la aplicación de nuevos modelos y didácticas educativas.
Las hipótesis que manejan las instituciones educativas, van en el sentido de que los estudiantes deben adaptarse a sus políticas. Esto sin duda debe ser modificado, ya que es el sistema el que debe adecuarse a las necesidades de sus estudiantes, generando el respeto por la persona en base a la diversidad de cada uno de sus integrantes, creando un sentido de familiaridad entre sus miembros, donde la inclusión se enfrenta a cualquier estilo de discriminación, segregación o exclusión, que no se limita al marco del cumplimiento curricular sino que implica todo el conjunto de métodos educativos, participación cultural y social.
El pluralismo del proceso educativo basado en los conceptos democrático de la enseñanza y el aprendizaje, con respeto y tolerancia, donde los centros de formación promuevan la madurez y autonomía de las estudiantes, convertirá a la educación en un proceso sostenible de inclusión, en respeto a los derechos de todas las personas, promueven la eliminación de las barreras, creencias limitantes y permiten la visualización de un horizonte en manifestación a sus necesidades formando hombres con valores y personalidad sólida para el bienestar de la comunidad.
La inclusión educativa se basa en los principios de respeto a la diversidad en toda su extensión, y manifiesta que es el proceso educativo el que debe amoldarse a cada estudiante, en como este entiende y comprende el valor de cada alumno como persona con sentimientos y necesidades, creando una manifestación de apoyo entre miembros de una sola estirpe, con las mis oportunidades para su desarrollo. Además, la educación inclusiva en atención a la diversidad establece tres ejes: inclusión, equidad y calidad, y la próxima orientación del sistema educativo sobre factores de inclusión: pertenencia y convivencia.
Las herramientas digitales que están dirigidas a las personas vulnerables, simbolizan un camino de oportunidades para mejorar el proceso inclusivo en la educación; ya que, destacan la formación de escenarios ricos en aprendizaje, que apoyan en la superación de los problemas sociales, culturales, educativos y personales, propiciado por la búsqueda de la igualdad de oportunidades en la calidad educativa. La mejora de los procesos educativos con el uso de las nuevas tecnologías de información crea en las personas hábitos de independencia de sus limitaciones accediendo a todas las oportunidades y recursos que la tecnología nos ofrece al presentar diferentes alternativas educativas.
CONCLUSIÓN
Los artículos seleccionados en esta revisión sistemática proporcionan una visión integral de las dimensiones, estrategias, políticas y prácticas asociadas al proceso de inclusión educativa. La diversidad de experiencias y resultados compartidos en estos trabajos refleja un profundo interés en comprender y mejorar el avance del proceso educativo bajo políticas inclusivas. Se abordan cuidadosamente las dimensiones de inclusión-exclusión, los aprendizajes y la cobertura de la educación, generando una reflexión crítica que contribuye al enriquecimiento del campo.
La interrelación entre la inclusión educativa y las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) se destaca en estos artículos desde dos perspectivas fundamentales. Por un lado, se exploran los entornos de accesibilidad que las tecnologías ofrecen a personas con necesidades educativas especiales. Por otro lado, se resalta el impacto positivo en la calidad de la educación al utilizar herramientas digitales, promoviendo acciones inclusivas que buscan eliminar barreras en el conocimiento y el aprendizaje. La adaptabilidad de estas herramientas para cubrir necesidades individuales y facilitar la interacción y comunicación en aquellos con habilidades lingüísticas limitadas se subraya como un avance significativo.
La masificación de la tecnología ha abierto nuevas oportunidades de aprendizaje y capacitación para estudiantes con necesidades educativas especiales, permitiéndoles acceder a un vasto mundo de contenidos para su desarrollo personal y formación profesional. La inclusión educativa, concebida como un modelo de cambio, se erige como un proceso que busca atender las necesidades educativas de los estudiantes, fomentando su participación activa en la sociedad y en la vida escolar, y propiciando una verdadera integración social.
Para asegurar la calidad en el desarrollo de actividades inclusivas, es imperativo la participación directa de la familia y la escuela. Un conocimiento profundo de las características y necesidades individuales de los estudiantes, así como un análisis continuo de los procesos inclusivos en los últimos años, son esenciales para identificar áreas de mejora. La implementación de procesos psicopedagógicos de adaptación entre estudiantes y el fortalecimiento de políticas de asistencia para aquellos con necesidades especiales son aspectos clave para garantizar una atención educativa inclusiva y de calidad. El compromiso constante de los responsables de la ejecución de políticas inclusivas es crucial para evitar la pérdida de los avances logrados en el tiempo.