INTRODUCCIÓN
La ira a menudo se considera como una emoción básica que cumple varias funciones adaptativas, por ejemplo, preparando a un individuo para responder a las transgresiones y neutralizar la amenaza. Sin embargo, a medida que aumentan la intensidad, la frecuencia y la duración de los episodios de ira, y cuando las respuestas a la emoción se vuelven inapropiadas según la situación, la ira puede volverse desadaptativa, siendo así un problema de salud mental (1). En ese sentido, la ira desadaptativa se ha asociado con una amplia gama de resultados intraindividuales negativos, como un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud, trastornos emocionales (1) y abuso de sustancias (2).
Se detalla que, las personas difieren en sus tendencias a experimentar ira; es decir, algunas personas son muy reactivas, pues se enojan incluso ante una provocación mínima, expresan su ira de manera destructiva, se lastiman a sí mismos o a otras personas, y estas reacciones son más frecuentes, intensas y duraderas en comparación con la forma en que reaccionaría la mayoría de las personas (3).
A nivel internacional, se puede identificar que, en el empleo de herramientas para medición psicométrica, en el caso de la ira, no existe una vasta literatura, puesto que, son contados los inventarios o instrumentos relacionados a dicha medición. Es así que se presenta el inventario de expresión de Ira estado- rasgo (STAXI-2) propuesto por Spielberger y sus colegas, los cuales evaluaron la ira en dos características, el control y expresión de la misma. Entre otras mediciones, se presenta la escala de la ira y el inventario de provocación de Novaco (propensión de una persona a experimentar ira en respuesta a diferentes tipos de provocaciones), la subescala de ira del Cuestionario de agresión de Buss y Perry (ira hostil y reactiva) y el Cuestionario de situación de ira (frecuencia y la intensidad de la ira) de Van Goozen et al. (4).
Por tanto, se formula como problema: ¿Qué se conoce acerca de la ira y cuáles son los instrumentos psicométricos diseñados para evaluarla en el marco de la salud mental?
Siendo el objetivo de este artículo: Identificar el conocimiento acerca de la ira y los instrumentos psicométricos diseñados para evaluarla en el marco de la salud mental.
La importancia de este artículo radica en la literatura científica existente sobre los instrumentos de medición de la ira en el contexto de la salud mental. Esto ayuda a los investigadores a identificar oportunidades de colaboración, áreas de investigación poco exploradas y la calidad y confiabilidad de los instrumentos utilizados en la literatura científica relacionada con la salud mental. Al aplicar el análisis bibliométrico al estudio de los instrumentos de medición de la ira en el contexto de la salud mental, se pueden obtener datos cuantitativos sobre la cantidad de estudios publicados, la distribución geográfica de los investigadores, las revistas más influyentes y la citación de los instrumentos utilizados. Esto proporciona una base sólida para comprender la investigación en este campo y sus implicaciones para la práctica clínica. Asimismo, los resultados de este análisis ayudarán a los profesionales de la salud mental a seleccionar los instrumentos de medición más adecuados y validados para evaluar la ira en diferentes poblaciones y contextos clínicos. Además, proporciona una base para el desarrollo de nuevos instrumentos o la adaptación de los existentes para abordar las necesidades específicas de ciertos grupos de personas o culturas en el ámbito de la salud mental. Por otro lado, puede contribuir al diseño de futuros estudios sobre la temática en cuestión, al proporcionar información sobre áreas sub representadas o poco exploradas, así como sugerencias para futuras líneas de investigación que puedan mejorar la comprensión y el abordaje clínico de la ira en el ámbito de la salud mental.
METODOLOGÍA
Se realizaron búsquedas en las bases de datos de Sciencedirect, Scopus, Dialnet, Google Scholar y Scielo, centrándose en los temas investigados en la literatura científica relacionados con instrumentos que miden la ira. Se encontraron un total de 4356 artículos de la base de datos Sciencedirect, 3645 artículos de Scopus, 138 artículos de Dialnet, 18100 artículos de Google Scholar y 51 artículos de Scielo, lo que suma un total de 26290 artículos. Esta información refleja la cantidad de artículos disponibles en cada base de datos sobre los temas de interés en el ámbito de la investigación científica relacionada con los test de la ira en diferentes muestras. Los criterios de búsqueda utilizados se detallan en la Tabla 1.
Se ha llevado a cabo una revisión de las fuentes mencionadas en este artículo, como se evidencia en el diagrama de flujo Prisma presentado en la Figura 1.
El flujograma muestra una síntesis del proceso llevado a cabo en este estudio. En un inicio, se llevaron a cabo búsquedas en varias bases de datos, incluyendo Dialnet, Scielo, Google Scholar, Sciencedirect y Scopus, lo que generó un total de 26,290 artículos. De esta cifra, 11,523 artículos fueron eliminados debido a problemas de duplicación, y otros 7,523 fueron descartados mediante el uso de herramientas automatizadas. Además, se excluyeron 4,933 artículos cuyas temáticas no estaban relacionadas con los test de Ira.
Luego, se obtuvieron 2,311 artículos restantes, pero tras aplicar las herramientas automatizadas y realizar una revisión manual por parte de los investigadores, se eliminaron 1,259 más. Posteriormente, se realizó una búsqueda para recuperar los artículos seleccionados, de los cuales fue posible recuperar un total de 1,052. De los artículos recuperados, se seleccionaron 140 para análisis. Finalmente, después de un análisis adicional, quedaron un total de 50 artículos.
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
La evolución en el interés por la medición de la ira en el ámbito de la salud mental, como se refleja en la Tabla 2, muestra un aumento significativo en el número de estudios a partir de 2018, alcanzando su punto máximo en 2021 y 2022. Este incremento sugiere un reconocimiento creciente de la importancia de comprender y abordar la ira como un componente relevante de la salud mental. La ira puede ser un factor desencadenante o contribuyente en una variedad de trastornos psicológicos y psiquiátricos, como la depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático y los trastornos de control de impulsos. Por lo tanto, la atención a la medición de la ira puede ser crucial para una evaluación más completa y precisa de la salud mental de los individuos.
En la Tabla 3, la base de datos con la mayor frecuencia de estudios encontrados es Sciencedirect, con un 36% del total de estudios. Otras bases de datos también han contribuido en menor medida; siendo que, Google Scholar representa el 30% del total de estudios, seguido por Scielo con el 22%, Dialnet con el 8% y Scopus con el 4%.
En cuanto a la distribución de los estudios por país, se destaca la presencia significativa de investigaciones españolas, seguidas de México, China y otros países. Este panorama refleja una amplia participación internacional sobre la ira en el contexto de la salud mental, lo que sugiere un interés generalizado en comprender y abordar este fenómeno en diferentes culturas y contextos sociales.
La diversidad de instrumentos de medición de la ira utilizados en los estudios refleja la complejidad de este constructo en el ámbito de la salud mental. La ira puede manifestarse de diversas formas y tener diferentes implicaciones para la salud mental, dependiendo de factores individuales, culturales y contextuales. Por lo tanto, la utilización de una variedad de instrumentos permite una evaluación más completa y precisa de la ira en diferentes poblaciones y contextos clínicos, resaltándose la relevancia transversal de este constructo en el ámbito de la salud mental. Asimismo, la ira puede afectar a personas de todas las edades y en diferentes roles sociales, y su evaluación es fundamental para comprender y abordar una variedad de problemas de salud mental.
Cada instrumento o escala de la ira está diseñado para evaluar diferentes aspectos o dimensiones de la ira, como la intensidad, la frecuencia, la expresión, el control, las respuestas cognitivas y emocionales asociadas, entre otros. Es así que, el STAXI-2 se centra en la expresión de la ira estado-rasgo, mientras que el DAS se enfoca específicamente en la ira experimentada al conducir. Algunos instrumentos están diseñados para ser aplicados en poblaciones específicas, como adolescentes, adultos, deportistas, pacientes clínicos, conductores, entre otros. Por lo tanto, la selección del instrumento adecuado puede depender del grupo demográfico al que se dirige la investigación. Otros instrumentos están más adecuados para evaluar la ira en entornos clínicos, educativos o deportivos.
El Anger Reactions 5 (DAR-5) mide la frecuencia y la intensidad de las respuestas de ira en una variedad de escenarios, sin estar específicamente orientada a conductores o situaciones de tráfico. Por su parte, el Clinically Useful Anger Outcome Scale (CUANGOS) se enfoca en evaluar los resultados o consecuencias clínicamente relevantes de la ira. Mide la efectividad de las intervenciones terapéuticas destinadas a reducir la ira y sus impactos en el bienestar psicológico y emocional de los individuos, y, el Angry Cognition Scale-Revised (ACS-R) se centra en evaluar los pensamientos cognitivos asociados con la ira. Explora las cogniciones específicas que pueden contribuir a la experiencia y expresión de la ira, como los pensamientos negativos, las interpretaciones sesgadas o las creencias irracionales.
La escala de mayor porcentaje en el análisis de los 50 artículos, es el "Inventario de Expresión de Ira Estado-Rasgo (STAXI-2)", con un 22% de menciones, aplicado en los estudios de Oliva y Calleja (5), Oliva et al. (6), García- Batista et al. (7), Zamora (8), Echeburúa et al. (9), Taveras-Pichardo (10), Halty et al. (11), Rosa-Alcázar et al. (12), Galindo et al. (13), González- García et al. (14,15) y Vivar- Bravo et al. (16). El uso de tal instrumento, se debe a que, ha demostrado ser un instrumento válido y confiable para medir diferentes aspectos de la ira, tanto en su expresión actual (estado) como en su disposición general (rasgo). La consistencia interna y la estabilidad temporal de las puntuaciones obtenidas con este inventario respaldan su uso en diferentes poblaciones.
Por otro lado, se presenta al Driving anger scale (DAS) empleado en el estudio de Li et al. (17), Balzarotti et al. (18), Li et al. (19) y Arsenio et al. (20). El Driving Anger Expression Inventory (DAX), aplicado en el estudio de Sârbescu (21), Rejali et al. (22) y Herrero- Fernández et al. (23). Otro instrumento empleado es el Anger Reactions 5 (DAR-5), utilizado en el estudio de Kakaje et al. (24) en un estudio dirigido a 1641 adultos sirios (621 hombres y 1020 mujeres) y 784 adolescentes sirios (355 hombres y 429 mujeres) de entre 14 y 16 años, en Siria, verificándose su adaptabilidad a una muestra adolescente y joven.
Otros instrumentos aplicados fueron: El DAX en su versión brasileña (DAX-BR) en el estudio de Olandoski et al. (25) desarrollándose tal adaptación, al tomarse como muestra a 512 estudiantes de pregrado. Asimismo, otro estudio empleó el Clinically Useful Anger Outcome Scale (CUANGOS) Levin-Aspenson et al. (26). Además, del estudio de Albouza y Chazaud (27) quienes aplicaron la Validación Francesa de la Escala de Agresividad e Ira Competitiva (FVCAAS). El estudio de Frenzel et al. (28) aplicó la escala de emociones del maestro (TES), Simona et al. (29) aplicaron angry Cognition Scale-Revised (ACS-R), Toro et al. (30) consideraron el Anger Rumination Scale (ARS), Marín-Cortés et al. (31) consideraron el instrumento de Ciberbullying Escolar ICIB, los autores Hewitt et al. (32) aplicaron el STAXI, Gallegos-Guajardo et al. (33) aplicaron el Children’s Inventory of Anger (ChIA), Useche et al. (34) aplicaron el (DAS-14), los autores González y Vague (35) aplicaron el inventario de Expresión de Ira Estado/Rasgo y Pelegrín et al. (36) consideraron en su estudio el STAXI-II.
Otros autores llegaron a emplear varios instrumentos de la ira, en un solo momento, tales son: el estudio de Brandenburg y Oehl (37), que empleó el Inventario de Expresión de Ira Estado-Rasgo (STAXI) y DAS. Mientras que, el estudio de Gavita et al. (38), empleó a la escala de ira de los padres (PAS), The Parent Anger Inventory (PAI), The State-Trait Anger Expression Inventory-2 (STAXI-2). En el estudio de Ge et al. (39) emplearon la versión china del DAX y la Escala de expresión de ira (AX). Además, el estudio de Shi et al. (40) quienes aplicaron la escala de ira del pasajero del autobús (BPAS) y escala de ira del conductor del autobús (BDAS). De igual forma, se destaca el estudio de Oehl et al. (41) quienes desarrollaron la escala de ira ciclista (CAS), DAS y Escala de ira de rasgos (TAS), asimismo, el estudio de Brandenburg et al. (42) quienes aplicaron el DAS y STAXI, además, Mohammadpour et al. (43) aplicaron el Driver's Angry Thoughts Questionnaire (DATQ) y el DAX; de igual forma, García-Cadena et al. (44) llegaron aplicar el instrumento García’s Anger Proneness Scale (APS-G) y el STAXI-2; de igual manera, García et al. (45) aplicaron el STAXI-2 y del Inventario Multicultural Latinoamericano de la Expresión de la Cólera y la Hostilidad (ML-STAXI), los autores González-García y Pelegrín (14) consideraron el STAXI-II y la Escala de Oviedo de Infrecuencia de Respuesta (INF-OV), los autores Alcázar-Olán et al. (3) aplicaron el Inventario Multicultural Latinoamericano de Expresión de Ira y Hostilidad para Adolescentes de Nivel Medio, La Escala de Estado de Ira, otros autores como Echeburúa et al. (9) aplicaron la Escala de Autoestima de Rosenberg (EAR), Inventario de Depresión de Beck (BDI-II), Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo (STAI) y el STAXI-2. Rosa-Alcázar et al. (2021) aplicaron el STAXI-2 en niños y adolescentes. Autores como Olan et al. (46) aplicaron la escala de Pensamientos de Enojo para Adolescentes, Inventario Multicultural de Expresión de la Cólera y la Hostilidad (ML-STAXI) para Adolescentes Mexicanos y Escala de Expresión del Enojo con Agresión Física. Caycho-Rodríguez et al. (47) aplicaron en su estudio el DAR-5, Escala de propensión a la ira de García (APS-G), mientras que, Hidalgo-Fuentes (48) aplicaron DAX y DAS.
En referencia a la muestra aplicada, se destacan estudios dirigidos a instrumentos aplicados sobre la ira en deportistas tales como los de Oliva et al., (6); Oliva y Calleja, (5); González-García et al., (15); González-García et al., (49); González-García et al., (50); González-García y Pelegrín (14). Otros estudios fueron aplicados en una muestra de niños para evaluar la ira, tales son: Pelegrín et al., (36), mientras que, en adolescentes, se citan a los autores Kakaje et al., (24); Simona et al., (29); Alcázar-Olán et al., (3); Rosa-Alcázar et al., (12); Olan et al., (46). Cabe resaltar también, estudios enfocados a medir la ira en hombres maltratadores como lo hizo Echeburúa et al., (9), en adultos realizados en los estudios de: Kakaje et al., (24); Sârbescu, (21); Rejali et al. (22); García-Cadena et al., (44); García et al., (45); Cardenal et al., (51)), ciclistas (Oehl et al., (41), otros estudios se enfocaron en conductores: Balzarotti et al., (18); Brandenburg y Oehl, (37); Li et al., (19); Ge et al., (39); Shi et al., (40); Brandenburg et al., (42); Mohammadpouret al., (43); Arsenio et al., (20); Useche et al., (34), en población de docentes ejecutados en estudios de: Hewitt et al., (32); Frenzel et al., (28), también se ejecutó un estudio en una muestra de veteranos realizado por Forbes et al. (52), en estudiantes ejecutado por Olandoski et al., (25); Oliva et al., (6); Marín-Cortés et al., (31); Taveras-Pichardo, (10); Caycho-Rodríguez et al., (47); Gallegos-Guajardo et al., (33); Hidalgo-Fuentes, (48); así también se presentó estudio enfocado en medir la ira en mujeres desarrollados por Kakaje et al., (24); Marín-Cortés et al. (31); Galindo et al., (13); Olan et al., (46); Gallegos-Guajardo et al., (33); Herrero-Fernández et al., (23), así como también, estudios enfocados en pacientes, los cuales se ejecutaron por: Fernández-Rodríguez et al., (53) y Levin-Aspenson et al., (26).
CONCLUSIÓN
Los instrumentos más empleados fueron el STAXI-2, seguido del DAS y el DAX. Además, otros instrumentos como el DAR-5, el CUANGOS, y la INF-OV también han sido utilizados en diversos estudios. A partir de 2018, se observa un notable aumento en la cantidad de estudios sobre la ira, reflejando un creciente interés en este tema. Además, la distribución de los estudios destaca a Sciencedirect como la fuente más frecuente y a España y México como los países con mayor cantidad de estudios. Esta diversidad refleja la complejidad del fenómeno de la ira y la necesidad de enfoques multifacéticos para comprenderla y abordarla de manera efectiva en la investigación y la práctica clínica.
El análisis de la muestra aplicada revela una amplia diversidad en los grupos de población en los que se han aplicado los instrumentos de medición de la ira. Desde deportistas hasta pacientes, pasando por niños, adolescentes, hombres maltratadores, adultos, ciclistas, conductores, docentes, veteranos y mujeres, se evidencia un enfoque exhaustivo y multidimensional en la evaluación de la ira. Esta diversidad de poblaciones refleja la importancia de comprender cómo la ira se manifiesta en diferentes contextos y grupos demográficos, lo que subraya la necesidad de abordajes específicos y adaptados a las características particulares de cada población.